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21 mayo 2025
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¿En qué consiste el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental que ahora apoya Sánchez?

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El plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental ocupado, remitido a Naciones Unidas, tiene cuatro folios y 35 puntos. Fue presentado en 2007.

Por Dr. Jorge Alejandro Suárez

ECS. Madrid. | De tanto en tanto observamos que algunos proponen ya como solución al conflicto del Sáhara Occidental, aceptar el plan de autonomía propuesto por Marruecos en 2007. Esto fue apoyado por los llamados Plan Baker I y II, que naufragaron, tanto por razones políticas y jurídicas. Ahora, la administración Trump, según el secretario de estado de EE.UU, Marco Rubio, dice que apoya esta solución. Lo ha anunciado la semana pasada desde Washington, tras recibir a su homólogo marroquí Nasser Bourita.

Bajo una lectura simplista de la última resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que insta a las partes a buscar una salida realista al conflicto. Ello no significa aceptar la solución de una de las partes, sin más argumento que su peso demográfico o político. Una solución realista implica tener en cuenta varios factores en el complejo geopolítico, que es el Magreb.

Desde hace largos años, el régimen de Marruecos propone como única alternativa para salir del conflicto un régimen de autonomía regional. Se mantiene inamovible y sobre una posición intransigente, con apoyo político de Francia en Naciones Unidas, rechaza cualquier idea o propuesta distinta a la de un “Sahara marroquí”.

Esto lo señala claramente uno de lo puntos sobre la llamada Iniciativa marroquí de autonomía del Sahara: «En respuesta a esta llamada de la comunidad internacional, el Reino de Marruecos se ha inscrito en una dinámica positiva y constructiva, comprometiéndose a someter una iniciativa para la negociación de un estatuto de autonomía de la región del Sahara, en el marco de la soberanía del Reino y de su unidad nacional.»

Las resoluciones de Naciones Unidas donde claramente hablan del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, como del dictamen de la Corte Internacional de Justicia de 1975, no tienen valor para Rabat, que se empecina en la integración del Sahara – a pesar de que la ocupación ha sido declarada ilegal – como única salida, dejando también de lado los compromisos que surgen del Plan de Arreglo.

Para Marruecos, el derecho de autodeterminación tiene una interpretación errónea. El estatuto de autonomía, resultante de las negociaciones, será sometido a una consulta mediante referéndum de las poblaciones concernidas, conforme al principio de la autodeterminación y de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.

Es sabido que el principio de autodeterminación es bien distinto, hablando el lenguaje coloquial, es el derecho que tiene un pueblo a elegir su propio destino, entre ellos conformar un estado independiente. O como dice el Dr. Carlos Ruiz Miguel la soberanía del territorio pertenece a la población originaria. Por ende, los saharauis son los únicos depositarios de la soberanía del Sáhara occidental.

En su momento el ex secretario general Koffi Annan, consideró que el referéndum sobre el Sáhara Occidental, habría un ganador y un perdedor, razonamiento que tomó muy en cuenta Marruecos. La pérdida de las “provincias del sur” es políticamente inaceptable, por muchos motivos. En primer lugar, el delicado equilibrio del régimen marroquí está estrechamente con el conflicto.

Esto en el pasado justificó ideológicamente al régimen, como también sus abusos y represión política. Económicamente también tendría su impacto, por la cuestión de la minería del fosfato y la pesca. Por ende, asumiendo el costo político, correspondiente, Marruecos ha optado por una política de negar a los saharauis como actor en el conflicto e imponer su voluntad unilateralmente, buscando consensos en la comunidad internacional.

Hasta ahora ningún Estado, ha reconocido la anexión marroquí salvo el presidente Trump y los intentos de hacerla valer, ha sufrido duros reveses, como en fallo del pasado octubre de 2024 del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea.

Las promesas marroquíes, incluyen un estatuto de autonomía, la creación de una región autónoma del Sahara con su ejecutivo, parlamento, poder judicial, fuerzas policiales, capacidad tributaria propia en determinadas materias, competencias en materia de vivienda, cultura, deportes, promoción económica, infraestructura. El Estado marroquí queda como responsable de la defensa nacional, legislación de fondo, relaciones exteriores, atributos propios de la soberanía del Estado (himno nacional, bandera, moneda, etc).

La Iniciativa marroquí propone una consulta vía referéndum en el marco de una serie de negociaciones con las “poblaciones” del territorio. En este marco habla de la creación de consejo de transición responsable de la repatriación (no menciona para nada el término saharaui o refugiado), desmovilización y desarme de “elementos armados”.

El plan de autonomía marroquí contrario a la geopolítica

La doctrina internacional, como la jurisprudencia son claras respecto al concepto de “autodeterminación”. El Plan de arreglo de 1991, los fallos de la Corte Internacional de Justicia, del Tribunal Superior de Justicia de la UE de 2024, el dictamen del Asesor Jurídico de Naciones Unidas de 2002, resoluciones de Naciones Unidas son contundentes en relación al conflicto.

Por ende la idea que quiere imponer Marruecos es incompatible con el derecho internacional. Pero hay otras circunstancias que resultan inaceptables para los actores que forman parte del conflicto. En primer lugar, para la República Saharaui, reconocida por más de medio centenar de naciones y la Unión Africana. Y por otro lado, por Argelia y Mauritania, y también en menor medida por España.

Es sabido que Marruecos tiene una relación conflictiva con sus vecinos. Históricamente sostiene la idea del llamado “Gran Marruecos” un objetivo de extender las fronteras nacionales sobre una serie de espacios sobre una lectura tergiversada de la historia.

Detrás de esta visión, está el control de ricos recursos estratégicos y transformar al país en una potencia de primer orden en la región, siendo funcional a los intereses franceses.

Francia ha sido el principal sostén político estratégico de Rabat. La guerra del Sáhara Occidental, no hubiera sido posible sin el apoyo militar francés. Estados Unidos apoyó con medios y asesores recién en los 80. La invasión del Sahara fue factible gracias al equipamiento francés, incluso hasta el día de hoy, el desarrollo naval marroquí, va de la mano del apoyo francés. 

Peligros de autonomía en la descolonización de África

El expansionismo marroquí, beneficia a Occidente.

En su momento, el apoyar la invasión marroquí del antiguo Sahara Español, impidió que Argelia extendiera su influencia política, no solo en el Sahara, sino también se consolidara en Mauritania. El fortalecimiento marroquí, es observado con preocupación por sus dos vecinos. Argelia y Mauritania. La política de contención del ascenso de Marruecos como potencia regional es mantener vivo el conflicto saharaui.

Argelia con su apoyo a la República Saharaui, permite que 100.000 soldados marroquíes sigan aferrados a los llamados “muros defensivos”, manteniéndolos lejos de la frontera argelino marroquí. Las zonas liberadas vendrían ser una suerte de “zona de amortiguación”.

Argelia ha percibido el rearme de Marruecos, lo que se ha traducido en los últimos diez años de apuesta al desarrollo de capacidades industriales, potenciar el poder naval y aéreo. La ventaja argelina en lo naval, es evidente, con capacidad anfibia, submarina y de combate de superficie. La flotilla de submarinos argelina de origen ruso, puede bloquear la salida de los medios navales marroquíes.

El potencial energético de Argelia, convierte al país en un actor de fuste. La experiencia en guerra antiterrorista, lo transforma en un factor a considerar. Los argelinos mantienen una estrecha vinculación con Rusia y han sabido explotar en el marco del 11 – S, una buena relación con Estados Unidos, en el marco de la guerra global contra el terrorismo.

La caída del gobierno libio, el caos reinante, el avance del islamismo político y el fortalecimiento de ciertos grupos que operan en la franja del Sahel, gracias al narcotráfico, la trata de personas y el hundimiento de Libia, que dejó un valioso arsenal a merced para terroristas de diversos pelajes, puso en aprietos al gobierno en Argel.

Mauritania percibe la amenaza marroquí, recordemos que la República Saharaui controla una estrecha franja que separa los muros defensivos del extremo sur de la frontera saharaui mauritana. Esto permite mantener lejos a las tropas marroquíes del vital ferrocarril que conecta el puerto de Nuadibú y las minas de hierro. Dicha vía férrea es de valor estratégico, dado que la economía mauritana descansa en gran parte en dicho mineral.

El control de la localidad de La Güera, también permite crear una zona de seguridad para la ciudad y puerto de Nuadibú, centro económico de primer nivel del país. La crisis de Gueguerat, afectó a la seguridad mauritana, que para los intereses de Nuakchot, es inadmisible que La Güera sea ocupada por Marruecos. En el marco de esta debilidad política y militar de Mauritania frente a Marruecos, observamos el acercamiento con China (interesada en la minería del hierro) que ya se traduce en el plano militar, que pocos analistas han notado, que el apoyo chino en el plano militar es significativo, especialmente en materia naval. Algo que debe llamar la atención es la venta de un buque anfibio, lo que permitiría ejecutar operaciones a pequeña escala y desembarcar un equipo de combate blindado en cualquier punto del litoral mauritano. El fortalecimiento naval marroquí, alarma a sus vecinos. Por otro lado, Mauritania tolera la presencia de sectores críticos del Polisario, en la estrategia para la recuperación del territorio ocupado.

Los líderes políticos mauritanos, la República Saharaui es un factor clave para su propia seguridad. Un estado saharaui que ejerza el control del antiguo territorio del Sahara Español, mantendría lejos a Marruecos de sus fronteras. Mauritania compensa su debilidad, por un lado con una neutralidad positiva hacia la República Saharaui, y por otro, buenos vínculos con la antigua potencia colonial, Francia, que apoya en su lucha contra el terrorismo (que llegó a poner en riesgo la viabilidad del Estado mauritano) y con España, a través de cooperación en materia de pesca, migración ilegal, terrorismo, desarrollo económico.

Esta relación con miembros de la UE, tiene su contrapeso, China. Este país ha realizado inversiones en infraestructura, incrementar las relaciones políticas y económicas, además de la faceta militar.

España ha tenido una política de apaciguamiento, a veces lesivos para los propios intereses españoles. Especialmente en materia de migración, lucha contra el terrorismo, narcotráfico, explotaciones pesqueras. Los gobiernos españoles cometieron el grave error de no hacer cumplir los llamados Acuerdos de Madrid en todos sus extremos, especialmente para mantener cierto control de la empresa minera Fosbucraa, una de las principales productoras mundiales de fosfato.

La capacidad negociadora de España fue disminuyendo y ha sido permeable a las presiones de Marruecos. Es por ello que como mecanismo de prevención hacia el expansionismo hacia Ceuta y Melilla que Marruecos reclama como propias, en el marco de la ya citada ideología del “Gran Marruecos”, España se mantiene al margen.

Existen importantes lazos económicos, lo que sirve en cierto modo de garantía para evitar conflictos mayores. Un ejemplo es el incidente del islote del Perejil. Marruecos se beneficia de las inversiones españolas y de los barcos que explotan sus ricos bancos de pesca.

El status quo del conflicto, el cual hace que lo mejor del ejército marroquí, esté estacionado en el Sahara Occidental, como mecanismo de disuasión y también en el marco del programa de marroquinización de dicho territorio.

El conflicto hace que dichas fuerzas estén lejos y no en las puertas de Ceuta y Melilla. Existen otros intereses, que para nada verían con buenos ojos que una de las riberas de las llamadas “aguas” del Estrecho de Gibraltar, esté en manos de un solo estado.

Esta política de “divide et impera” permite que no exista un actor hegemónico en dichas aguas y que pueda ser un factor que atente contra la libertad de movimiento de ciertos países centrales con intereses en el Mediterráneo (Estados Unidos en primer lugar y en menor medida el Reino Unido). Creemos que España cometió un grueso error, de salir de la “alianza” atlántica que forjó el presidente Aznar con Estados Unidos.

Asimismo observamos que no se percibe correctamente la apuesta marroquí por hacer crecer sus fuerzas navales, especialmente con la idea de adquirir capacidad de operar submarinos. España debe revisar su estrategia en el “flanco sur” especialmente sus lazos con Mauritania, Argelia y el incrementar la presencia propia en Canarias.

Consideramos también importante mantener lazos con los saharauis a través de la ayuda humanitaria, crear un instituto Cervantes en los campos de refugiados y apoyar por medios indirectos que la República Saharaui sobreviva. España debe mantener opciones para situaciones de tensión con Rabat.

En el hipotético caso que Marruecos legitimara su presencia en el Sahara, saldría fortalecido políticamente y ello animaría a consolidar su poder en el espacio que ellos consideran propio. La presión sobre Ceuta y Melilla sería insoportable, buscando a través de hechos consumados, la anexión de dichos territorios. Esto sería una tragedia geopolítica para Madrid. Asimismo, se abre el capítulo en relación a Canarias y sus espacios marítimos, donde existe un conflicto en ciernes. Mauritania tendría como país vecino un Marruecos fortalecido y caer su órbita o influencia sería una consecuencia.

Esto exacerbaría ciertos ánimos nacionalistas, ante el temor de ser satelizados. El choque con Argelia sería una consecuencia lógica, dado que se abriría el viejo capítulo de las fronteras no definidas, como consecuencia de la Guerra de los Oasis de 1963. La competencia entre ambos estados se incrementaría y un conflicto de mayores proporciones sería una realidad. ¿Y los saharauis? Años de exilio, como de represión política en la zona ocupada, han exacerbado ánimos nacionalistas. Después de cuatro décadas de resistir, de guerra y miseria, que todo ello sea arrojado por la borda, puede llevar a sectores del Polisario como de la población a no aceptar la idea de un «Sahara marroquí» y los lleve a la lucha armada a gran escala, situación que puede ser explotada por los grupos terroristas que operan en la zona.

Esto no es una fantasía, un ejemplo fue el caso del movimiento separatista tuareg Azawad, cuya rebelión, fue “copada” por grupos salafistas, armados y fortalecidos por las armas que quedaron disponibles tras el hundimiento del régimen libio.

Las hordas yihadistas pusieron a Malí contra las cuerdas. Solo la ayuda internacional, impidió que este país se convirtiera un nuevo “califato”. Parece que muchos olvidan que de los suburbios de las grandes ciudades marroquíes, azotadas por la pobreza y el desempleo, partieron millares de jóvenes a lucahr bajo la agenda extremista de grupos ligados al Qaeda o el siniestro Estado Islámico.

El derrumbe de este último y la derrota del régimen de al Assad, abre la posibilidad que millares de combatientes experimentados, regresen de nuevo al Magreb. Europa ha sentido el impacto del retorno de muchos ex combatientes. Recordemos que Argelia padeció dicho fenómeno, cuando antiguos combatientes provenientes de Afganistán, engrosaron las filas del Grupo Islámico Armado, desatando una guerra que le costó al país 200.000 muertos.

El mantenimiento del status quo en el conflicto del Sáhara Occidental, no es algo inocente, responde a los intereses de los actores en pugna. Incluso para la República Saharaui, le permite controlar una facción del territorio disputado, lo que le permite tener anclaje territorial, algo que jurídicamente le permite justificar su “estatalidad”.

El problema es el manejo de la escalada de tensión que obedece a agendas políticas domésticas. Para el caso marroquí los conflictos externos fueron una excelente válvula de escape para tensiones internas. El conflicto del Sahara se potenció en los 70, dado las tensiones internas que tuvo el Palacio con sus Fuerzas Armadas y una situación social deteriorada por la pobreza y el subdesarrollo.

La guerra permitió aglutinar la opinión pública, en el marco de exacerbación nacionalista y también disciplinar a los partidos políticos. Mantener a las fuerzas militares lejos del Palacio, tiene que ver con esos delicados equilibrios internos.

Vale la pena destacar que Marruecos no tiene Estado mayor conjunto o ministerio de defensa, esto refuerza el control del monarca sobre sus fuerzas armadas, incluso los principales arsenales están en manos de la Gendarmería. En el caso de Argelia, a través de un tercer actor, la República Saharaui, mantiene lejos a su rival marroquí de sus fronteras, lo que permite mantener congeladas viejas disputas fronterizas y erosionar o contener las ambiciones hegemónicas de Rabat en el Magreb.

Mauritania reconoció la República Saharaui en 1984, su situación es vulnerable al conflicto, dado los lazos culturales con los saharauis. Un conflicto regional, tendría consecuencias para la estabilidad interna del país. En su momento, la guerra del Sahara llevó al país al borde del colapso y tensiones muy fuertes entre la población negra del sur y las poblaciones arabizadas del norte.

El esfuerzo de los saharauis de mantener seguro las zonas liberadas – reconocido por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en tiempos de Obama – impacta en la seguridad de la vulnerable frontera norte de Mauritania. También, a pesar de los marroquíes, la presencia de la RASD en las zonas liberadas mantiene lejos a los grupos terroristas de la zona ocupada por Marruecos. Es sabido que las células de al Qaeda han infiltrado los muros defensivos.

España gracias a la relativa estabilidad mantiene lejos la amenaza terrorista lejos de su vulnerable flanco sur. Asimismo puede controlar de alguna manera el drama de los refugiados que intentan cruzar el Mediterráneo o el Atlántico rumbo a Canarias.

La seguridad de España, es la seguridad del flanco sur de Europa. Por ende, la escalada de una crisis, es algo sumamente delicado. Otros actores también están interesados en la estabilidad, una escalada generaría problemas para las lucrativas explotaciones pesqueras, petroleras y del fosfato de la zona. El apoyo militar chino a Mauritania está estrechamente ligado a garantizar la minería del hierro. La creciente presencia de la OTAN en África, también está vinculado a cuestiones económicas y al control de las migraciones no controladas y el terrorismo.

¿Mantener el status quo es la solución?

Definitivamente no, solo mantiene las crisis congeladas, pero no por mucho más tiempo. Esto también desgasta a los actores en pugna y alimenta posturas radicalizadas. Tarde o temprano puede estallar una crisis con consecuencias difíciles de ponderar. Los choques armados a lo largo de los Muros defensivos, tras la crisis de Guerguerat de 2020, puede derivar en un conflicto armado con impacto regional.

Es por ello que es imperioso, una solución realista, bajo con concepto donde no haya perdedores, o mejor dicho que las partes tengan un impacto político, pero que puedan ser de una magnitud que puedan soportar. Entonces, una salida puede ser la partición del territorio entre Marruecos y la República Saharaui.

En su momento fue propuesto, y el liderazgo Polisario lo aceptó, mientras que Rabat apuesta a una política de todo o nada, buscando desgastar a su enemigo., pero que no hace más que alimentar tensiones en la región.

El régimen de Rabat está empecinado en ver la realidad, la existencia de la República Saharaui. Ingresó en la Unión Africana con la idea de sacarla de dicha entidad, lo que ha generado fracturas, pero no ha logrado avances significativos. Es más está en contradicción con el derecho. Como hemos venido diciendo, el ingreso de la Unión implica aceptar las fronteras heredadas de tiempos de la dominación colonial, romper con este mandato, es abrir las puertas a conflictos. Muchos consideran que un Estado saharaui, sería un estado fallido.

Vale la pena recordar que la RASD es una realidad desde 1976 y desde 1991, ejerce efectivamente el control sobre una fracción del territorio, donde los intentos de infiltración terrorista han fracasado. La RASD es una entidad viable y con escasos recursos ha logrado mantener una estabilidad interna e institucional por décadas, mientras muchos países africanos han atravesado en estos cuarenta años, decenas de golpes y conflictos políticos internos.

Creemos que existe un escenario para llegar a buen puerto. La idea de partición del territorio, donde Marruecos mantenga su presencia en el llamado “Triángulo Útil”, quedando la región del Río de Oro en manos efectivas de la RASD, asimismo en este acuerdo deben estar incluidas Argelia, facilitando el acceso al mar de la región de Tinduf y Mauritania, también puede beneficiarse en programas de cooperación.

Sea como fuere, las soluciones que se busquen deben tener en cuenta que la República Saharaui es una realidad y cuya existencia es vital para la seguridad y estabilidad de la región. Considerar su supresión, no solo es contrario al derecho internacional y un crimen, es no entender el complejo entramado geopolítico del Magreb.

Eslovenia inflige un amargo desaire a Marruecos en relación al Sáhara Occidental

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   Madrid (ECS).- La «victoria» le duró poco a Marruecos. El régimen que aplaudió con ostentación y precipitación un supuesto apoyo de Eslovenia a sus tesis en el Sáhara Occidental acaba de sufrir un amargo desaire de Liubliana. Un amargo desaire que ilustra el fracaso de la diplomacia marroquí, nuevamente atrapada en la precipitación. «En diplomacia, no siempre el que grita primero tiene la razón».

   La diplomacia marroquí afirmó en una nota de prensa publicada tras el encuentro de su ministro de Exteriores, Nasser Bourita, con su homóloga eslovena, Tanja Fajon, que “Eslovenia reiteró su apoyo a la integridad territorial de Marruecos y su posición a favor de su plan de autonomía”. Sin embargo; Eslovenia en ningún momento se ha pronunciado a favor del plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Pero como Marruecos se ha tomado la libertad, desde hace años, de expresar las posiciones de otros países sobre esta cuestión que es competencia de la ONU, la realidad es totalmente distinta.

   Sin demora, los medios de comunicación marroquíes se apresuraron a cantar la victoria, pero este júbilo no duró mucho, ya que Eslovenia volvió a corregir a Marruecos en relación a la cuestión del Sáhara Occidental, en un comunicado contundente y preciso.

   Según ese comunicado (del Ministerio de Relaciones Exteriores de Eslovenia), la jefa de la diplomacia eslovena destacó el apoyo de larga data de Eslovenia al proceso de paz liderado por las Naciones Unidas para lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, basada en el compromiso y teniendo en cuenta el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.

   Fajon añadió que Eslovenia apoya también la labor de la misión de la ONU para el referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) y los esfuerzos del enviado personal del Secretario General de la ONU, Staffan de Mistura, y reafirma su apoyo activo a sus esfuerzos por avanzar en el proceso político basado en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

Al intentar forzar Eslovenia para que cambie su posición sobre la cuestión del Sáhara Occidental, Marruecos no sólo promovió la causa saharaui, sino que también sufrió el amargo desaire de Liubliana. “La acción de la diplomacia marroquí con los eslovenos se ha vuelto contra Rabat”, se burla un fuente diplomática en declaraciones a ECSAHARAUI.

Este desaire infligido por Eslovenia a Marruecos es otro amargo fracaso del plan de autonomía marroquí.

Varapalo para Rabat: Eslovenia anuncia que apoya la ONU en su «esfuerzos por la autodeterminación del Sáhara Occidental»

Sáhara Occidental | Marruecos: Bourita regresó de Washington con las manos vacías

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EE. UU. reafirma su postura «neutral» sobre el Sáhara Occidental y llama al diálogo con otros actores regionales, como Argelia o Mauritania.

    Madrid (ECS).- En una reciente misión diplomática a Washington, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, regresó visiblemente decepcionado tras no lograr el anhelado apoyo de Trump a la «supuesta soberanía marroquí» sobre la antigua colonia española. Fuentes cercanas a la visita desvelaron que funcionarios los estadounidenses, incluidos miembros del Departamento de Estado y exrepresentantes durante el primer mandato de Trump, se mantuvieron firmes en su decisiones de que la cuestión del Sáhara Occidental sigue sin resolverse y no puede resolverse de forma unilateral. Piden un consenso para la solución del conflicto.

   Durante las reuniones de alto nivel, los funcionarios estadounidenses reiteraron su postura de larga data: si bien Marruecos sigue siendo un aliado importante, Argelia es igualmente importante en las nuevas consideraciones estratégicas de Washington. Esta postura pareció sorprender a la delegación marroquí, especialmente considerando las anteriores decisiones estadounidenses durante la primera administración Trump que parecían favorecer a Rabat.

El porqué de la visita del asesor de Trump a Argelia

   Según fuentes diplomáticas, el Departamento de Estado estadounidense dejó claro que “la solución debe venir a través del diálogo directo entre Argelia y Marruecos”, e insistió en que Washington nunca reconocido formalmente el Sáhara Occidental como territorio soberano marroquí. Esta afirmación socava directamente la continua campaña diplomática de Marruecos para obtener reconocimiento internacional a su reivindicación sobre la región.

   Tal vez la parte más impactante de la conversación se produjo cuando funcionarios estadounidenses supuestamente se refirieron al Sáhara Occidental como un “país soberano” y reconocieron la realidad humanitaria de más de 200,000 refugiados saharauis que viven actualmente en campamentos en el sur de Argelia.

   En un nuevo revés diplomático para Rabat, un asesor estadounidense de alto rango —presumiblemente un remanente de la administración Trump— añadió: «Marruecos necesita tomar medidas para mejorar su relación con Argelia. No puede haber una paz ni una resolución duraderas sin el compromiso pleno de ambas partes».

El reconocimiento de Trump sobre el Sáhara Occidental está condicionado a un «acuerdo entre las partes»

   Esta reprimenda señala un cambio importante en el tono de Washington y sugiere que la administración Trump está dispuesta a distanciarse de cualquier sesgo percibido y, en cambio, posicionar a Estados Unidos como una parte neutral en un conflicto que se ha agravado durante décadas.

   El pueblo saharaui, a través de sus representantes, sigue declarando que jamás aceptará la soberanía marroquí. «Hemos resistido durante décadas, y nuestra identidad no está en venta», declaró un funcionario saharaui residente en Argel.

   Es probable que este fallido intento diplomático tenga graves consecuencias en la región, en particular para las ambiciones de política exterior de Marruecos. A medida que la comunidad internacional retoma el diálogo sobre la cuestión del Sáhara Occidental, la insistencia de Estados Unidos en la neutralidad y el diálogo podría cambiar la dinámica de esta prolongada ocupación.

   Queda por ver si Marruecos y Argelia podrán sentarse a la misma mesa. Pero por ahora, Washington ha dejado algo claro: la paz no llegará con presión, sino mediante la colaboración.

«Por la liberación de los presos saharauis»: en Toulouse se manifiestan para defender al pueblo del Sáhara Occidental

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    Una manifestación para pedir la liberación de los presos saharauis detenidos en Marruecos se ha celebrado ayer sábado por la mañana en Toulouse, Francia, convocada por varias organizaciones sindicales y asociaciones que luchan por los derechos legítimos del pueblo del Sáhara Occidental.

    Sus nombres son Abdallah Toubali, Mohamed Lakfir o Abdallahi Abahah, y los tres tienen dos cosas en común: son saharauis y están encarcelados «arbitrariamente» en Marruecos. Fue en apoyo de estos detenidos, activistas del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, que se organizó en Toulouse la marcha por la libertad de los presos políticos saharauis.

    De hecho, la «Ciudad Rosa» (Toulouse) es solo una parada de esta gran marcha por la libertad, que comenzó en Ivry-sur-Seine, en la región parisina, el 30 de marzo. El objetivo de la marcha: «cruzar Francia y luego España para llegar a Marruecos, a Kenitra, y así exigir la liberación de los presos políticos saharauis», declaró un portavoz.

   En la explanada François-Mitterrand ondea una enorme bandera de unos diez metros de largo. La de la República Árabe Saharaui Democrática, un Estado no reconocido por Francia, pero si es reconocido por media comunidad internacional.

    Para que «Francia deje de ignorar los derechos del pueblo saharaui», además de exigir la liberación de los presos políticos saharauis, los activistas también luchan para que «Francia deje de llevar a cabo políticas colonialistas e imperialistas que ignoran los derechos de los pueblos de África».

     La manifestación, que salió de la estación de metro Jean-Jaurès a última hora de la mañana, recorrió los bulevares de Estrasburgo y Arcole antes de finalizar la concentración en Arnaud-Bernard.

     La «Marcha de la Libertad», como la llaman los organizadores, continúa su escala en Toulouse este domingo, con exposiciones, proyecciones de películas y conferencias, antes de continuar. El reto sigue siendo el mismo: “concienciar y visibilizar la lucha del pueblo saharaui”.

EE.UU. aprueba la venta de 600 misiles de defensa aérea FIM-92K Stinger para Marruecos

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   El Departamento de Estado de Estados Unidos ha aprobado la venta de hasta 600 misiles de defensa aérea FIM-92K Stinger Block I, con un coste total estimado de 825 millones de dólares al Reino de Marruecos. La Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa (DSCA) entregó la notificación requerida al Congreso el martes pasado.

   Según la DSCA, el acuerdo propuesto incluye no solo los misiles portátiles, sino también la ingeniería, la logística y el apoyo técnico asociados, tanto del gobierno estadounidense como de contratistas privados. El paquete busca fortalecer las capacidades de defensa aérea de corto alcance de Marruecos y mejorar su interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses y aliados. «Esta venta propuesta apoyará la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad de un importante aliado no perteneciente a la OTAN», dijo la DSCA en un comunicado.

   El FIM-92K Stinger Block I es un sistema de misiles portátil de defensa aérea (MANPADS) de eficacia demostrada contra aeronaves y drones que vuelan a baja altura . Ampliamente utilizado por las fuerzas estadounidenses y aliados, está diseñado para proporcionar defensa aérea móvil de corto alcance en entornos de alta amenaza. Marruecos planea utilizar los sistemas para modernizar sus fuerzas armadas y reforzar sus unidades terrestres de defensa aérea. Las autoridades marroquíes consideran esta posible adquisición un avance significativo para sus capacidades de defensa aérea de muy corto alcance (SHORAD), que permiten hacer frente a las amenazas modernas en constante evolución.

   “Esta venta mejorará la capacidad de Marruecos para hacer frente a las amenazas actuales y futuras”, declaró la DSCA. “Marruecos no tendrá ninguna dificultad para incorporar este equipo a sus fuerzas armadas”.

   Los contratistas principales serán RTX Corporation, con sede en Tucson, Arizona, y Lockheed Martin, con sede en Syracuse, Nueva York. No se han revelado acuerdos de compensación por el momento, aunque dichos acuerdos se definirán durante futuras negociaciones entre Rabat y los fabricantes. La agencia confirmó que no será necesario desplegar personal estadounidense en Marruecos como parte de la venta de estos misiles y que estos aparatos no afectan el equilibrio de poder en el Magreb, en alusión a la superioridad militar de Argelia.

El porqué de la visita del asesor de Trump a Argelia

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    El anuncio de la visita de Massad Boulos, asesor principal del presidente estadounidense Donald Trump, ha atraído la atención de los observadores diplomáticos. Oficialmente centrada en los debates sobre la situación en el norte de África, esta visita a Argelia plantea en realidad cuestiones mucho más profundas, vinculadas a los equilibrios estratégicos del Magreb.

    Massad Boulos tiene previsto visitar dos países clave de la región: Marruecos y Argelia. Esta secuencia diplomática, revelada durante una entrevista en el canal Al Hadath, se produce en un contexto marcado por un resurgimiento de las tensiones en torno a la cuestión del Sáhara Occidental. Aunque la gira se presenta como un proceso de consulta, responde principalmente a una necesidad de reposicionamiento estadounidense.

Trump, el Sáhara Occidental y el cambio de táctica

    En diciembre de 2020, Donald Trump publicó un tuit sobre el Sáhara Occidental a cambio de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Rabat y Tel Aviv. Esta decisión, todavía cuestionada por varios actores internacionales, no logró modificar el equilibrio de poder en la región en favor de Marruecos.

   Hoy, Massad Boulos dice que quiere promover una solución negociada al conflicto, que espera sea «aceptable para ambas partes». Esta posición más matizada llega en un momento en el que algunos funcionarios marroquíes ya interpretaban este reconocimiento como el final del juego. También supone un intento de restablecer un cierto equilibrio retomando el diálogo con Argel.

Argelia, un socio diplomático estratégico

   Durante su entrevista con la televisión árabe, Boulos destacó la importancia de las relaciones bilaterales entre Argelia y Estados Unidos, calificando a Argel de «país amigo». Dijo que Washington pretende construir relaciones estables y productivas, a pesar de las diferencias sobre el Sáhara Occidental. También subrayó que Argel podría aceptar una salida política, siempre que ésta sea validada por el Frente Polisario, reafirmando directamente el papel central que desempeña Argel en esta cuestión.

Al reafirmar que Trump había «dejado la puerta abierta al diálogo», el asesor del presidente estadounidense busca presentar el reconocimiento de 2020 no como un punto final, sino como un paso en un proceso aún en evolución. Esta medida llega en un momento en que Estados Unidos busca estabilizar su posición en el Magreb, frente a la creciente competencia geopolítica que representa China, Rusia y algunas potencias europeas.

Energía: el Talón de Aquiles de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental

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El régimen de Marruecos, vive una crisis estructural sin precedentes, pues jamás durante el reinado de Mohamed VI el país magrebí había acumulado tantos contratiempos simultáneamente, que no hacen sino agudizar su situación; crisis política, social y económica, grave sequía, guerra en el Sáhara Occidental, desavenencias en el Palacio Real por la enfermedad y ausencia del monarca, ruptura con Argelia y un rey ajeno a la realidad de su Reino. Este peligroso cóctel que puede llevar a Rabat a precipitarse para imponer un nuevo statu quo en la región coincidiendo con el impasse actual en el conflicto, pues en estos últimos meses ha acantonado tropas en distintos sectores en el centro y sur del Sáhara Occidental, así como maquinaria, nuevos aeródromos y pistas de aterrizaje.

Marruecos, que justifica su ocupación del Sáhara Occidental con un relato que no tiene otro sentido que el de apropiarse de la riqueza de un territorio que no le pertenece, que nunca le ha pertenecido y que tarde o temprano perderá. Cualquier guerra que genere dinero para costearla proporciona una razón importante para la consecución de la victoria, pero si los gastos de la guerra provocan el debilitamiento de quienes la libran con la consecuente erosión de su economía, éstos pueden ser derrotados e incluso ser arrastrados a la rendición. Por lo que la acumulación de costes es la dirección correcta y el objetivo que la guerra de liberación debe alcanzar en su fase actual.

La energía: solar, eólica, el petróleo y el gas, la agricultura y la pesca son elementos extremadamente importantes y esenciales para el mantenimiento de la anexión y del ejército de ocupación, por lo tanto, si son elementos objetivos que sirven para perpetuar la ocupación marroquí, se convierten automáticamente en objetivos legítimos de la lucha armada del pueblo saharaui tal y como lo son en la batalla jurídica. Pero antes, echemos un vistazo más de cerca de lo que se trata éste robo sistemático de bienes y recursos saharauis, que reproduce una diabólica retroalimentación entre ocupación y beneficios económicos, para tener claro que solamente la erradicación del componente económico de la invasión ilegal del Sáhara Occidental hará ceder al régimen marroquí.

Energía: el Talón de Aquiles de la ocupación

Las dos principales empresas exportadoras de petróleo de Marruecos son Cepsa y Repsol, multinacionales españolas. Casi medio millón de toneladas de productos derivados del petróleo se desembarcaron en los puertos de El Aaiún y Dajla. Los productos derivados del petróleo son esenciales para que Marruecos mantenga su ocupación del territorio y se utilizan principalmente como combustible para vehículos, motores y cargueros que participan en el saqueo del territorio saharaui, o son utilizados con fines militares por el ejército invasor marroquí. Estos transportes los realizan principalmente dos navieras, Wisby Tankers, empresa sueca cuyos petroleros enarbolan pabellón noruego y, la más implicada, la empresa francesa Sogetran, que por sí sola transportó un tercio del total del petróleo enviado al Sáhara Occidental.

En cuanto al gas, la exportación total al Sáhara Occidental en forma de GLP la lidera principalmente los Países Bajos, que es el mayor proveedor de gas, pero también los Estados Unidos, Francia, Croacia, España, Bélgica, Italia y la República Democrática del Congo. El gas importado se utiliza para apoyar la infraestructura y las industrias de la ocupación ilegal del Sáhara Occidental. Las principales empresas involucradas en el transporte son: BW Epic Kosan, filial del gigante BW Group, una multinacional noruega especializada en el transporte marítimo de hidrocarburos, Wisdom Marine Group que es empresa taiwanesa, y Stealth Corp, una naviera griega.

La electricidad es otro de los elementos más esenciales en la economía colonial y clave para sus operaciones militares en desierto abierto y remoto. Marruecos, que se presenta internacionalmente como un campeón en materia de energías renovables pese a que solo el 8% de su consumo total es limpio, está en proceso de instalar un gran proyecto energético en las tierras ocupadas del Sáhara Occidental. Es decir, el mantra de la energía renovable solo es posible manteniendo la ocupación. Y es Nareva, la empresa de energía eólica propiedad del holding Al-Mada (Antes SNI) perteneciente a la familia real marroquí, la propietaria de los grandes parques eólicos. Estos parques eólicos incluyen Tarfaya, con una capacidad instalada de 300 MW, y Aftissat, ubicado a 50 km al sur de la ciudad de Bojador ocupado, con una capacidad de 200 MW. También está el parque Foum El Oued, uno de los primeros parques eólicos puestos en marcha por Nareva cerca de El Aaiún con una capacidad para 50,6 MW.

En la construcción de parques eólicos participan varias empresas extranjeras, siendo las más importantes GE Renewable Energy, filial de la gigante General Electric, así como la británica Windhoist, la estatal italiana Enel y la germano-española Siemens Gamesa. Todos estos parques eólicos están gestionados por EEM (Energie Eolienne du Maroc), que a su vez pertenece a Nareva. Toda esta energía generada es utilizada por las industrias que saquean los recursos no renovables del territorio saharaui y brindan oportunidades de empleo atrayendo a más colonos de Marruecos. Además, fue Alcatel Submarine Networks, filial francesa de la multinacional Nokia, la que tendió los cables de telecomunicaciones desde Dajla ocupada hasta el fondo marino.

La electricidad producida también podría exportarse al extranjero, en particular a la Unión Europea, que la necesita con urgencia dada la incompetencia de los líderes europeos sujetos al dictado de Bruselas emitido desde Washington. Tanto Reino Unido como España y Francia apoyan a Marruecos en esta aventura de exportación de energía verde manchada de sangre saharaui. 

Refugiados saharauis observan un desfile militar en Tifariti. MOHAMED MESSARA / EFE

Producto de su invasión, Marruecos cuenta con el potencial solar del Sáhara Occidental. Para ello, están operativas dos plantas de energía solar fotovoltaica llamadas «Noor» con una capacidad combinada de 100 MW. Una con capacidad para 80 MW en la capital El Aaiún y otra de 20 MW en Bojador, que fueron construidas como parte de proyecto NOOR PV I, llevado a cabo por un consorcio liderado por ACWA Power (Arabia Saudita), en asociación con Shapoorji Palloni (India), Chint Group (China), Sterling & Wilson (India) y Astroenergy (filial de Chint Group).

El cemento también es crucial para la construcción, ya sea para uso gubernamental, militar o civil. Tan solo en El Aaiún ocupado están asentadas tres fábricas de cemento: La alemana Heidelberg Cement, la mayor productora de cemento alemán, clasificada como el 2º grupo cementero más grande, y ejerce su control sobre las empresas CIMAR (Ciments du Maroc) y CIMSUD (filial del grupo Anouar Invest). Esta última unidad tiene una capacidad de producción de 500.000 toneladas anuales y fue construida por otra empresa alemana, Thyssen Krupp. La multinacional franco-suiza Lafarge Holcim también líder en el mercado cementero mundial posee una unidad de trituración de 200.000 toneladas al año. El Clinker, sustancia que se usa para elaborar el cemento, procede de Portugal.

Agricultura y pesca: Los mercados más sólidos

Dajla, la antigua Villacisneros, es principal proveedor de productos del mar a nivel nacional e incluso en varios mercados extranjeros, incluida la UE. Los puertos de la capital administrativa El Aaiún y el de la capital económica, Dajla, están gestionados por la Société d’exploitation des ports SA (Marsa Maroc), que es propiedad del Májzen marroquí en un 60% y cotiza en la Bolsa de Valores de Casablanca.

Grandes cantidades de productos pesqueros se transportan en camiones cuya propiedad se oculta o encubre cuidadosamente en viajes de ida y vuelta entre los puertos de Dajla y El Aaiún hacia los puertos de Marruecos. Flotas enteras se utilizan para exportar fosfatos, arena, harina y aceite de pescado, así como pescado congelado y productos agrícolas. Hallamos por ejemplo la francesa CMA CGM, especializada en el transporte marítimo en contenedores con base en Marsella, que sirve en particular al puerto de Dajla y permite la exportación de pescado congelado a Europa.

El rey de Marruecos también ha intensificado la agricultura mediante la realización de concursos públicos destinados a atraer nuevos colonos para cultivar en las tierras saharauis. Marruecos es el primer exportador, fuera del continente europeo, que abastece de tomates saharauis al mercado de la Comunidad Europea. Así, los productos saharauis de hortalizas en general y tomates en particular exportados ilegalmente a la UE seguirán aumentado pese a la sentencia del TJUE que anulará los acuerdos UE-Marruecos por considerar que el Sáhara Occidental no pertenecía a Marruecos. La brecha ilegal de El Guerguerat en el sur de los territorios saharauis ocupados canaliza gran parte de las hortalizas saharauis en camiones a través del paso que conecta con Mauritania. Es igualmente importante señalar que la operatividad y libre tráfico de este paso fronterizo producto del expansionismo por la fuerza militar ha sido posible mediante la inexplicable complicidad de las autoridades mauritanas, que pese a que reconocen la República Saharaui, violan su integridad territorial con impunidad pasmosa en un acto que echa por tierra su supuesta neutralidad meramente declaratoria.

La brecha ilegal de El Guerguerat y sus implicaciones estratégicas

Geográficamente, Marruecos se encuentra aislado del África Occidental por sus dos rivales, Argelia al este, que mantiene cerrada sus fronteras compartidas, y la República Saharaui al sur, que mantiene ocupada militarmente, por lo que carece de ningún paso o conexión terrestre hacia dicha región. En el contexto de la ocupación, El Guerguerat era estratégica para los saharauis, hasta 2020, porque era la única salida al Atlántico y hacia la ciudad fantasma de La Güera, así como por la cercanía con la capital económica de Mauritania, Nuadibú. En tanto es así, la ilegal anexión marroquí con la posterior construcción de un nuevo muro y bases militares en El Guerguerat tiene un significado eminentemente económico; Otorga a Marruecos el anhelado acceso al mercado del CEDEAO del que ya forma parte su gran rival, Argelia, que sí comparte frontera natural con Mauritania y poseen ruta terrestre. Rabat es consciente de que el acceso al mercado del CEDEAO solo puede ser posible anexándose la brecha ilegal de El Guerguerat, paso fronterizo que conecta con Mauritania a través del punto PK-55, que se encuentra en el extremo sur de los territorios de la República Saharaui, por tanto es la única vía del territorio que le permitiría comercializar sus productos con los países del África Occidental y del Sahel, y competir así con las rutas argelino-mauritanas como Tinduf-Zuérat y Nuakchott-Uargla.

Se trata de la única carretera terrestre que conecta Marruecos a través de la República Saharaui y Mauritania con las profundidades del África Occidental, evitando además grandes costes en transportes marítimos al facilitar una ruta terrestre directa desde el puerto mediterráneo de Tánger hasta Dakar. Rabat logra sortear así su encapsulamiento geográfico por décadas y refuerza su ocupación del Sáhara Occidental al convertir la brecha de El Guerguerat en condición indispensable y razón de existencia de dicha ruta. Actualmente, del paso fronterizo ilegal de El Guerguerat depende gran parte del comercio UE-África ya que Marruecos es el principal socio comercial de la UE en la región norteafricana, además mantiene a Nuakchott dependiente de la ruta por la gran exportación de hortalizas, insumos de primera necesidad y material electrónico que recibe. En el mismo sentido, para mantener a Mauritania alejada de cualquier posicionamiento a favor de la República Saharaui, amenaza continuamente con invadir La Güera con la finalidad de construir un puerto marítimo que haga competencia al puerto de Nuadibú, ciudad mauritana portuaria de mayor actividad.

Economía marroquí y ruptura con la ocupación saharaui

¿Qué peso tiene Marruecos en el escenario mundial? Lo vemos reflejado en los microestados y monarquías del Golfo conservadoras que abrieron consulados en los territorios ocupados. Si en el mundo capitalista, la potencia y peso de los países se mide por su PIB, Marruecos, deficiente en recursos naturales, gran parte de su riqueza proviene del saqueo sistemático de los recursos naturales saharauis, y la otra parte de su «agricultura» norteña centrada en la producción de sustancias ilícitas y el consiguiente tráfico a escala mundial, en particular hacia Europa y Latinoamérica, el «turismo» sexual practicado a escala industrial en conocidos hoteles, el chantaje con la inmigración para la obtención de las subvenciones europeas que se le asignan desde décadas para, supuestamente, vigilar e impedir la entrada de inmigrantes en Europa, y que por alguna extraña razón no cesa.

Como se puede apreciar, para Marruecos es económicamente ineficiente hacer la guerra; El mantenimiento del statu quo en las regiones anexadas revierte en beneficios millonarios a los que es difícil renunciar voluntariamente, además mantiene tres cuartas partes de su ejército en la región que ocupa con los correspondientes gastos de transporte y mantenimiento, sus acciones se limitan a esporádicos ataque con drones diez veces más costosos que el objetivo atacado. Como mucho, se prevén algunas operaciones especiales puntuales para reforzar su presencia en el territorio y disuadir.

Los ingresos de Marruecos por la exportación de recursos naturales saharauis siguen constituyendo un importante superávit financiero que supera las necesidades de su ejército, asegura la compra de armamento y refuerza la maquinaria militar dirigida a la guerra contra el pueblo saharaui para consolidar la prolongación de sus actividades ilícitas y el posterior desgaste del Polisario, sin mencionar el enriquecimiento de sus generales que los mantiene distraídos de los golpes militares.

Habrá entonces que generar las condiciones favorables para la insostenibilidad del mantenimiento de su presencia militar a través de la generación de costes, poniendo de esta manera en jaque a su «economía de colonización», revertir la rentabilidad económica que ofrece la ocupación en la medida en que ésta se ha convertido en el núcleo esencial de su permanencia ilegal. El ELPS podrá cambiar las reglas del juego si golpea enclaves y emplazamientos cruciales de la columna vertebral económica como ya hizo durante la primera guerra.

El futuro de toda guerra es un tratado de paz, y el primero de las partes contendientes que hable de dicho tratado es el que está más exhausto de proseguir la guerra, bien porque el perjuicio es mayor aún saliendo victorioso, o bien por la insostenibilidad de la misma ante el elevado número de problemas que genera para los estados, muy en particular sobre su economía. Hassán II ya lo comprobó. En vista de la macabra burla diplomática y el más que justificado mutismo del régimen marroquí sobre un conflicto que tiene perdido y que no quiere remover demasiado, solamente una escalada bélica podrá hacerlo claudicar para que vuelva a mirar hacia su interior y reoriente sus energías hacia la construcción de su sueño de grandeza dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.

Estados Unidos: 200.000 refugiados saharauis viven en campamentos en el sur de Argelia

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¿Cuántos saharauis hay en los campamentos de refugiados? Según el asesor principal de Trump, Massad Boulos, en los campamentos de refugiados saharauis viven alrededor de 200.000 saharauis.

   Washington (ECS).- Según el asesor principal de Donald Trump para los asuntos árabes y de Medio Oriente, Massad Boulos, el número de refugiados que viven en los campamentos saharauis es de 200.000, lo que significa que el relato de Marruecos sobre censo ha sido enterrado por sus aliados norteamericanos.

    Marruecos siempre ha afirmado que el número de saharauis en los campamentos de refugiados no supera los 70.000 y siempre exige un censo, mientras que el Frente Polisario siempre afirma que el número supera los 200.000. Hoy, el asesor del presidente de Donald Trump apoyó la narrativa del Frente POLISARIO anunciando que en estos campamentos, situados en el sur de Argelia, hay al menos 200.000 refugiados saharauis.

    Massad Boulos no dio más detalles sobre el censo de saharauis en los cinco campamentos de refugiados, sin embargo; sus declaraciones refutan las afirmaciones marroquíes acerca del número exacto de la población refugiada saharaui.

   Por otra parte, según las cifras del último informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unos 173.600 refugiados saharauis fueron censados en los campamentos en diciembre de 2017. Este total toma en consideración solo a los refugiados que residen en los campamentos Auserd, Bujdor, Dajla, El Aaiún y Smara.

     El campamento de Smara tiene la mayor cantidad de refugiados, 50.700 viven allí, lo que representa el 29% de la población de refugiados saharauis en el suroeste de Argelia. Le sigue el de El Aaiún, que alberga más de 50.000 refugiados, según el organismo de la ONU.

    Después de El Aaiún, viene el campamento de Auserd (36.400 refugiados), Dajla (19.500 refugiados) y finalmente el campamento de Bojador (que es el más pequeño), reúne a 16.500 refugiados (el 10% de la población saharaui).

    En general, la población se divide casi a partes iguales entre hombres y mujeres, que representan respectivamente el 51% y el 49% de los refugiados saharauis. Los niños (menores de 17 años) representan el 38% de los refugiados saharauis, mientras que los hombres adultos representan el 32% y las mujeres adultas el 30%.

    8.500 refugiados son bebés menores de dos años, mientras que 12.700 refugiados tienen entre dos y cuatro años, y 24.700 refugiados tienen entre 5 y 11 años. 78.600 refugiados tienen entre 18 y 49 años, incluidas 40,000 mujeres. Los refugiados mayores de 60 años son 18.500. Se estima que el 75% de la población de refugiados es vulnerable.

   Tras la invasión militar marroquí al territorio, miles de saharauis encontraron refugio en la frontera argelina con el Sáhara Occidental y permanecen ahí hasta hoy.

Sáhara Occidental: el pueblo saharaui decidido a continuar su lucha y no abdicará jamás

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SecrSPS

   Campamento de Dajla (ECS).- El pueblo saharaui está decidido a continuar la lucha y seguir firmemente el sendero de los mártires, así lo ha afirmado este viernes el Presidente de la República, Brahim Ghali en la apertura del X Congreso de la Unión General de Trabajadores de Saguia el Hamra y Rio de Oro, (UGTSARIO ).

     El Presidente Saharaui dijo en un momento de su discurso que el pueblo saharaui está llamado hoy a fortalecer la unidad nacional y cerrar filas frente a las conspiraciones e intrigas que siempre aumentan cuando el enemigo está en estado de confusión y frustración.

   Dijo asimismo que el enemigo utiliza todo tipo de recursos , incluso los métodos más despreciables dirigidos a socavar la historia del pueblo saharaui y la pureza de su lucha y la historia, reputación y estatus de su vanguardia, único y legítimo representante, el Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y de Río de Oro(Frente POLISARIO).

    Mahjub Brahim, nombre de este X Congreso de la Unión General de Trabajadores de Saguia el Hamra y Rio de Oro, (UGTSARIO), es un militante y sindicalista saharaui que dedicó sus esfuerzos e intelecto a la causa nacional, desde su juventud hasta su muerte. Fue uno de los primeros SG de la UGTSARIO, asumió muchas otras tareas.

    La X cita de la UGTSARIO se celebrará durante tres días en Dajla, con sesiones plenarias para debatir el estatuto y el programa de trabajo de la organización obrera para los próximos tres años e intervenciones de las delegaciones extranjeras participantes.

Sáhara Occidental, la última colonia de África

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Por Alberto Maestre Fuentes, Doctor en Historia

    Madrid (ECS).- La que fue hasta finales de 1975, una provincia española, hoy en día, es la última colonia del continente africano. Además, tiene el “privilegio” de ser la de mayor extensión y poblada de todos los territorios pendientes de descolonizar.

    De los diecisiete Territorios No Autónomos de la ONU, el Sahara Occidental, tan próximo a las Islas Canarias y con tantos lazos históricos con España, es un completo desconocido, no sólo para la mayoría del mundo, sino también para los propios españoles.

Reino Unido anuncia que no tiene intención de reconocer la «soberanía marroquí» sobre el Sáhara Occidental

    España que en los años sesenta se comprometió con los saharauis en su desarrollo, realizando grandes inversiones, adoptaría posiciones contradictorias puesto, que por un lado, consideraba a los saharauis españoles a todos los efectos, debido a la provincialización del territorio y por otro, aparentemente, se inclinaba a seguir la doctrina de Naciones Unidas que preconizaba su descolonización.

    No hay que obviar que justo cuando España promulga que el Sahara español es una provincia más del Estado, comenzaba todo el proceso de descolonización en África.

    En el discurso oficial interno español de esos años, se hacía mención constantemente a la “indiscutible españolidad” del Sahara Occidental, estando siempre presente, la supuesta importancia estratégica del Sahara Occidental en la defensa del archipiélago canario.

    A este discurso españolista que, se reforzaría a mediados y finales de los propios años sesenta, con visitas oficiales de altos mandatarios españoles al Sahara español, se contraponía el que adoptaba España ante la comunidad internacional a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui.

Marruecos intensifica su espionaje en el Sáhara Occidental ocupado por temor a un levantamiento popular

   Por otra parte Marruecos que desde su independencia había soñado con la idea de crear el “Gran Marruecos” que abarcaría el Sahara Occidental, Mauritania y grandes zonas de Argelia e incluso parte de Mali, a pesar de haber firmado el acuerdo, promovido por la Organización para la Unidad Africana, por el cual, para evitar posibles futuras disputas territoriales, entre los nuevos estados africanos que se iban independizando, se aceptaba, sin reserva alguna, las fronteras heredadas del colonialismo, comenzaría a presionar a España para la cesión unilateral del Sahara Occidental. Y para ello no dudó en utilizar distintas formas de presión que abarcarían desde actos terroristas de grupos financiados por las autoridades marroquíes que se introducían en territorio saharaui, extensión de sus aguas territoriales, apresamiento de barcos pesqueros, intensidad en sus reclamaciones de Ceuta y Melilla, además, de una acción diplomática agresiva e intensa.

    España cuando comprendió que no podía seguir por el camino de la españolidad del Sahara Occidental se comprometió, finalmente, a ejecutar las Resoluciones de la ONU y convocar el referéndum de autodeterminación, pero finalmente sucumbirá a la última gran presión de su temido vecino marroquí.

   La “Marcha Verde” provocaría que España renunciase inmediatamente a sus compromisos adquiridos. Sólo tendría en mente no perjudicar sus relaciones con Marruecos y salvar la cara ante la ONU tal como el ministro Solís, representante del gobierno español ante Hassan II, le llegaría a confesar.

   Después de tantos años de la salida de los españoles y de rehuir su responsabilidad, el Sáhara Occidental está divido en dos. Una la más rica y más extensa, controlada por Marruecos, donde el idioma español ha sido eliminado y sustituido por el francés y cualquier vestigio español, suprimido. Se ha practicado en dichas zonas ocupadas una Damnatio memoriae en toda regla. Esta situación se contrapone a la situación en las zonas que controla la República Árabe Saharaui Democrática (reconocida por más de ochenta países) y en los campamentos de Tinduf, donde el idioma castellano es oficial, junto con el hassanía y se potencia los lazos con la antigua metrópoli.

   “Un Pueblo Abandonado. Los Engaños en la Descolonización del Sahara Occidental”, basado en mi tesis doctoral, acredita, gracias a la consulta y estudio de documentación inédita y entrevistas realizadas, como para España primaron más sus relaciones bilaterales con Marruecos que sus compromisos adquiridos ante la ONU y el pueblo saharaui.

  El ignorar estos compromisos y, ser cómplice indirecto, en la violación de las leyes internacionales y de los derechos humanos y, no dar visibilidad al Sáhara Occidental para no violentar, bajo ningún concepto a Marruecos, sólo comporta una imagen de extrema debilidad para España.

El Sahara Occidental sigue siendo una colonia y España podría jugar un papel de primer orden para que dejara de serlo. Otro tema es que quiera.