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La guerra de sucesión en Marruecos: los peones del Majzén al descubierto
EDITORIAL
El inminente fin del reinado de Mohamed VI en Marruecos ha impulsado al Estado francés a posicionarse para la era posterior a Mohamed VI, ya que Francia, creadora de este arcaico reino feudal, posee información sobre la salud del monarca y pretende desempeñar un papel fundamental en la sucesión al trono, presentando su mejor baza. Por lo tanto, no es casualidad que el periódico Le Monde haya publicado seis largos artículos dedicados al rey marroquí en los últimos días, revelando así la visión del Estado profundo francés sobre su súbdito. Las grandes maniobras han comenzado.
De hecho, presenciamos una batalla campal entre los candidatos a la sucesión del rey de Marruecos, con varios grupos luchando como traperos comunes en un mercado. Disparan a diestro y siniestro y es difícil orientarse y saber quién es hijo de quién, quién es hermano, amante o padre, pues el ADN está muy mezclado. En este Juego de Tronos al estilo Bousbir, todos los disparos están permitidos y las apuestas están abiertas: ¿quién se sentará en el codiciado trono de Mohamed VI?
Entre los aspirantes se encuentra el heredero al trono, el príncipe Hassan, hijo de Mohamed VI y gran coleccionista de relojes caros. Sin embargo, este joven aún no se ha desvelado y su ascenso a coronel mayor de opereta no le permitirá ejercer ninguna autoridad. No obstante, es el favorito de André Azoulay, quien sabe que podrá manipularlo a su antojo. Su madre, Salma Bennani, conocida como «Lalla Salma», cuya enigmática desaparición en 2017 y su supuesto divorcio en 2018 alimentan numerosos rumores, es un tema tabú en el reino feudal. Su última aparición se remonta a la visita del matrimonio Macron-Trogneux, en diciembre de 2017, cuando ambas mujeres visitaban el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Mohamed VI en Rabat. Desde entonces, nada: ella, por así decirlo, ha desaparecido. Según algunas fuentes, la princesa Salma disparó contra su esposo real y, al fallar, fue a su vez atacada por una de sus cuñadas, que tuvo más suerte. Hablando de OK Corral… Se dice que la difunta «primera dama» está enterrada en el Palacio Real de Rabat.
El Majzén camufló este crimen como un divorcio, una decisión real que estipula que la princesa depuesta debe respetar la prohibición formal de aparecer en público, lo cual resulta muy conveniente para encubrir un asesinato. De vez en cuando aparecen fotos que la localizan, pero con Photoshop todo es posible. ¿Y adivinen quién anunció el divorcio real al pueblo marroquí, que se preguntaba dónde había ido su princesa de cuento de hadas? Ni el Palacio Real ni la prensa del Majzén. Fue Francia, a través de Dupond-Moretti, abogado de Mohamed VI, quien en 2019 calificó a Salma Bennani como la «exesposa» del rey. Es fácil imaginar que, si esta historia es cierta y Hassan llega al poder, su único deseo será vengar a su madre, y ya podemos predecir que sus tías lo pasarán mal. ¿Las veremos con la cabeza en la punta de una pica?
Luego está el príncipe Hicham, primo de Mohamed VI, residente en Estados Unidos, quien ha roto con el rey por una herencia. Tiene cuentas pendientes con la familia real y está ocupado afinando sus armas para reclamar lo que se le debe.
También vemos mucha gesticulación por parte de Fouad El-Himma, amigo íntimo del rey y su consejero más cercano. Es también cuñado de Mohamed VI. No le importaría ser príncipe consorte instalando a su esposa en el trono de Bousbir, haciendo creer al mundo que el reino del cannabis, la corrupción y la colonización del Sáhara Occidental es una monarquía «ilustrada».
También participan los jefes de los servicios de inteligencia, ya sea la DGED de Yassine Mansouri, creada por el verdugo del pueblo saharaui Ahmed Dlimi, o la DGSN de Hammouchi. No se llevan bien y cada uno quiere imponer a su favorito. Ellos también participan en la carrera hacia el abismo.
Los hermanos Azaitar también reclaman su parte del pastel porque, finalmente, dieron lo mejor de sí mismos —su parte carnal— a la causa real. No piensan dejarse engañar.
Pido a mis lectores que no me guarden rencor si hablo de los sucesos del Palacio Real como si fuera un artículo para Closer o Gala, revistas de famosos, pero con Marruecos es imposible hacerlo de otra manera. Todo gira en torno a relaciones sexuales y botín, algo natural para Marruecos.
En resumen, es mucha gente, y la corte real se ha convertido en una auténtica guerra de sedición. Es casi seguro que esta guerra de sucesión será fatal para este reino ficticio de Marruecos, que no significa nada, no representa más que un decorado de cartón piedra como en una representación teatral, una entidad sin pasado ni historia, un juguete en manos de los antiguos colonizadores Portugal, España y Francia, y recientemente colonizado por los israelíes que huyeron del enclave sionista en Oriente Medio y por los emiratíes. Es muy probable que Marruecos no resista la presión de los clanes y se derrumbe.
De hecho, esta guerra de sucesión entre las diferentes facciones, apoyadas por diversos intereses extranjeros —dado que Marruecos es vasallo de varios amos— hunde al país en el caos, con las potencias occidentales jugando cada una su carta para imponer su voluntad. Esto se ve claramente en Francia, que pretende controlar el proceso de sucesión. Recordemos que Marruecos sigue siendo interdependiente de Francia por los acuerdos de Celle-Saint-Cloud y lo seguirá siendo hasta 2056, lo que convierte a Francia en la potencia guardiana de Marruecos.
Marruecos probablemente no podrá sobrevivir a esta guerra de sucesión. Hay demasiados problemas en este país que nunca se han resuelto: la pobreza endémica de la población mientras la familia real vive en un lujo increíble, una grave crisis de régimen con un rey ausente durante años, la corrupción entre las élites gobernantes y dentro del ejército, y, finalmente, los arietes diarios del Polisario, decidido a reconquistar su territorio.
Pronto seremos testigos de la implosión de esta entidad deshonesta que solo existe en la imaginación de una población maltratada, liderada por títeres vinculados a Israel y Francia. Sus contradicciones fundamentales, que no han hecho más que agravarse con los años, a pesar de todo el dinero gastado en mantener con vida a un moribundo, se cristalizan ahora en torno a un trono abandonado hace tiempo. La guerra entre los diferentes clanes que compiten por el poder se ha sumado a una grave crisis política, amplificando el proceso de desintegración que ya lleva tiempo en marcha. Todo indica que Marruecos no durará mucho y se derrumbará. Acabará dividido en microestados y su sueño de expansión terminará, como él, en el basurero de la historia, mientras el pueblo saharaui reclamará su tierra ancestral.
Brahim Ghali acude a la gran cita del comercio africano en Argel (IATF‑2025)
Por Ana Stella
Argel está viva estos días con la energía de la IV Feria Intraafricana de Comercio (IATF‑2025). Este evento, que busca impulsar la integración económica del continente, se ha transformado en una plataforma donde convergen líderes políticos, empresarios y miles de profesionales. En ese dinámico escenario, destaca la presencia del presidente saharaui Brahim Ghali, que ha llevado hasta Argel la voz de su pueblo en el debate africano.
El 3 de septiembre, el presidente Ghali aterrizó en el aeropuerto Houari Boumediene, acompañado por una delegación saharaui que incluía a los ministros Mohamed Yeslam Beissat y Ahmed Bashar ‘Amī ‘Ammar, y al embajador Jatru Adduh. Allí lo esperaba el ministro argelino de Comercio Exterior, Kamel Razek. No fue solo un acto formal; fue una declaración clara: el Sáhara Occidental participa activamente en el proceso continental.
Inauguración con presencia plenaria de líderes africanos
El 4 de septiembre, en el Centro Internacional de Convenciones Abdelatif Rahal, se dio inicio oficial a la IATF‑2025. El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, presidió el acto, acompañado por jefes de Estado como:
Mahamat Idriss Déby Itno (Chad)
Kais Saied (Túnez)
Mohamed Ould Cheikh El‑Ghazouani (Mauritania)
Mohamed Younes El‑Menfi, presidente del Consejo Presidencial de Libia
También estuvieron presentes figuras históricas como Olusegun Obasanjo (expresidente de Nigeria) y Mahamadou Issoufou (expresidente de Níger y actual “jefe del AfCFTA”) .
Un escaparate con cifras imponentes
El alcance del evento es notable: delegaciones de unos 75 países participan de forma activa, con presencia de hasta 140 estados en total. Asisten más de 2.000 empresas, incluyendo unas 200 argelinas, y se espera que 35 000 profesionales recorran los pasillos de la feria. El volumen proyectado de acuerdos y contratos asciende a 44 000 millones de dólares .
Argelia se exhibe como motor regional
Durante el “Día de Argelia”, el país anfitrión dio a conocer reformas estructurales, incentivos para atraer inversión extranjera y sectores estratégicos como energías renovables, agroindustria, automoción, nuevas tecnologías y minería. Argelia proyecta así estar en la primera línea de la nueva África.
Cultura, innovación y futuro
La IATF-2025 va más allá de lo económico. Incluye espacios como:
Creative Africa Nexus (CANEX) para las industrias culturales
Automotive Show para fomentar la producción automovilística africana
Programas destinados a mujeres y jóvenes, con mentoría, acceso a financiación y redes colaborativas
El AU Village, donde se difunde la Agenda 2063, la hoja de ruta continental hacia 2063
La IATF-2025 ha convertido a Argel en el epicentro de la diplomacia y el comercio africanos. La llegada de Brahim Ghali y la gama de líderes presentes lo confirman. África avanza hacia una integración profunda, protagonista y compartida. El Sáhara Occidental está en ese debate.
IATF-2025 en Argel: epicentro del comercio africano con más de 70 países, jefes de Estado y la voz saharaui con Brahim Ghali
ARGEL — África se juega esta semana una nueva oportunidad histórica en Argel, con la celebración de la cuarta edición de la Feria Internacional del Comercio Intraafricano (IATF-2025), del 4 al 10 de septiembre. Este foro, impulsado por Afreximbank, la Comisión de la Unión Africana y la Secretaría del AfCFTA, tiene un claro objetivo: fortalecer la integración económica del continente conectando gobiernos, empresarios, inversores y sectores emergentes. Superando ya los 1.600 expositores de 2023, este año se espera la participación de más de 2.000 empresas, unos 35.000 asistentes y delegaciones de alrededor de 75 países, junto con socios internacionales de hasta 140 Estados.
La inauguración oficial fue presidida por el jefe de Estado argelino, Abdelmadjid Tebboune, en el Centro Internacional de Convenciones Abdelatif Rahal. El acto, acompañado por los himnos de Argelia y de África, contó con la presencia de un importante número de mandatarios. Entre ellos destacan el presidente de Chad, Mahamat Idriss Déby Itno; el presidente de Túnez, Kais Saied; el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Cheikh El-Ghazouani; el presidente del Consejo Presidencial libio, Mohamed Younes El-Menfi; el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali; así como figuras históricas de la integración continental como el ex presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, presidente consultivo de la IATF, y el ex presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, designado “Campeón del AfCFTA”.

La presencia de estos jefes de Estado refuerza el carácter político de la feria, que no es solo un escaparate económico, sino una auténtica cumbre donde se entrelazan intereses de integración regional, alianzas estratégicas y legitimidad institucional. En este marco, cobra especial relevancia la participación del presidente saharaui Brahim Ghali, que aporta la voz del pueblo saharaui a un foro que pretende ser continental. Su asistencia reafirma el lugar de la República Saharaui en África, como miembro de pleno derecho de la Unión Africana, y recuerda que no puede hablarse de integración sin respetar la autodeterminación de los pueblos.
La IATF-2025 tiene, por tanto, un doble significado: por un lado, es una plataforma económica de alto nivel para fomentar la industrialización, el comercio intraafricano, la innovación verde y el empoderamiento juvenil y femenino; por otro, es un escenario político estratégico donde la inclusión de voces como la saharaui no puede verse como símbolo marginal, sino como condición esencial para cualquier proyecto de integración continental legítimo. La presencia de Brahim Ghali en Argel es una victoria política para la causa saharaui y un mensaje claro: África no puede construir un futuro de prosperidad ignorando el derecho de sus propios pueblos a la autodeterminación y a la independencia.
PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»
¿Cancelará Ryanair sus vuelos al Sáhara Occidental con aviones semivacíos?
Solo se vendió uno de cada diez asientos entre Lanzarote y Dajla, antes conocida como Villa Cisneros.
El intento de Ryanair de abrir mercado en el Sáhara Occidental no ha tenido el éxito esperado. Según datos de Aena, el factor de ocupación promedio en los vuelos a Dajla, Sáhara Occidental ocupado, durante los primeros siete meses de operación fue de tan solo el 38%.
Las dos rutas que lanzó la aerolínea irlandesa, desde Madrid y Lanzarote, han mostrado un rendimiento muy desigual, pero en general muestran un balance muy bajo en comparación con el factor de ocupación promedio global del 94%.
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Julio fue el mes de mayor demanda de viajes, coincidiendo con la temporada alta de verano, hasta que Aena publicó sus datos de agosto. Aun así, el mejor en lo que va de año, solo el 47% del total de asientos disponibles entre los dos aeropuertos españoles y Dajla estaban ocupados. Abril, coincidiendo con la Semana Santa, también registró una mejora, aunque no la suficiente como para mejorar el promedio general.
La ruta a Barajas tuvo el rendimiento menos negativo. La tasa de ocupación alcanzó el 77% en julio, en comparación con el 63% en mayo y junio, y el 76% en abril. Incluso en los primeros meses, cuando el mercado aún estaba en sus inicios, las cifras fueron relativamente mejores que las de Lanzarote, donde la ocupación rondaba el 40%.
FEDISSAH condena la expulsión de dos activistas y un periodista españoles del Sáhara Occidental
En Canarias, la situación es completamente diferente. Los aviones despegan con una ocupación media de al menos 10 plazas, y solo una de cada diez se vende. En julio, en pleno verano, solo se vendió el 17% de las plazas en esta ruta. En junio, la cifra descendió al 12% y en marzo, alcanzó un mínimo del 9%.
El mejor rendimiento en lo que va de año se registró en abril, con un 19,5%, cifra que aún está lejos de alcanzar algún nivel de rentabilidad. La aerolínea canaria Binter, que opera vuelos a Dajla ocupado desde Gran Canaria durante todo el año, registra una ocupación media del 41%.
El contraste es evidente: Ryanair presume de una estrategia basada en la optimización de la utilización de las aeronaves y la reducción de costes. Sin embargo, mantiene estas rutas, que operan a menos de la mitad de su ocupación, incluso tras cerrar sus bases en aeropuertos regionales españoles, obteniendo resultados mucho mejores, atribuyéndose a sus tarifas más elevadas.
La decisión de Ryanair de mantener estas rutas no se basa únicamente en la rentabilidad directa. En los últimos años, la compañía ha forjado una estrecha relación con el régimen de Marruecos, con 14 aviones propios, operando en 13 aeropuertos y ofreciendo más de 1.000 vuelos semanales. Su inversión en el país supera los 1.400 millones de dólares.
El establecimiento de esta ruta ha sido aclamado por el régimen marroquí como un paso en su plan para desarrollar el turismo en la región, considerando la ciudad parte de su territorio, a pesar de las demandas de independencia de los saharauis.
Francia, Marruecos y el regreso de Euráfrica: el Sáhara Occidental como moneda de cambio
El medio internacional Progressive International publicó el 28 de agosto de 2025 un extenso análisis firmado por Abdelkader Abderrahmane bajo el título “Eurafrique reloaded” (enlace al artículo original). El texto sostiene que la decisión de Emmanuel Macron de reconocer en octubre de 2024 la supuesta soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental debe entenderse dentro de una estrategia histórica de larga duración: el proyecto Euráfrica, concebido tras la Segunda Guerra Mundial para garantizar la influencia geopolítica francesa y europea a través del control de los recursos y territorios africanos.
El artículo recuerda que la visita de Macron a Rabat, rodeada de fasto y ceremonial junto a Mohamed VI, estuvo precedida de un gesto calculado: la cesión política al majzén al reconocer una ocupación ilegal condenada por la ONU y rechazada por el Tribunal Internacional de Justicia. Para Progressive International, ese “regalo saharaui” no fue un acto aislado, sino la llave de una reconfiguración estratégica francesa en África, después del fracaso de su intervención militar en el Sahel.
El autor subraya que Euráfrica nunca desapareció, sino que fue diseñada como una visión a muy largo plazo, articulada sobre “paciencia, estrategia, adaptación y frialdad”. Desde los años 50, teóricos como Anton Zischka defendían que el futuro de Europa pasaba por anclar su poder en las riberas norte y sur del Mediterráneo, apoyándose en los recursos energéticos y materias primas africanas. Marruecos y Níger ya aparecían entonces como piezas clave de este engranaje.
El texto recuerda cómo, tras la caída de Gadafi en 2011 —considerada por los estrategas franceses como un obstáculo para su control del Sahe —, Marruecos intentó tomar el liderazgo de la Comunidad de Estados Sahelo-Saharianos (CEN-SAD), celebrando incluso una reunión ministerial en Rabat. Desde entonces, Mohamed VI se ha presentado como el socio ideal para garantizar la proyección francesa en África, especialmente en el área saharo-saheliana.
El análisis conecta esta estrategia con la alianza Marruecos–Israel, respaldada por Francia. Igual que Washington encomendó a Netanyahu la presión sobre Irán (“leave it to Bibi”), París delega en Mohamed VI su retorno al Sahel: “Leave the Sahel to Mohammed VI!”. Con el reconocimiento francés, Rabat gana legitimidad para presentarse como potencia regional capaz de abrir a países sin salida al mar, como Malí, una vía hacia el Atlántico a través del Sáhara ocupado.
El artículo cita al historiador maliense Doulaye Konaté: “Quien controla Malí controla África Occidental, si no toda África”. De ahí que el control del Sáhara Occidental y del acceso atlántico forme parte de la nueva ecuación geopolítica, que no es un simple capricho diplomático, sino un pilar de la supervivencia de la hegemonía francesa y europea frente a la influencia creciente de China, Rusia y el bloque BRICS+.
En palabras del pensador argelino Malek Bennabi, recordadas en el artículo: “El colonialismo siempre encontrará a alguien dispuesto a entregarle las llaves de la fortaleza a cambio de dinero para corromper su conciencia”. Para Progressive International, esa frase refleja la lógica del Euráfrica renovado un proyecto que se sostiene en la corrupción de élites locales, la represión política y la manipulación cultural para consolidar la dependencia africana.
El análisis concluye advirtiendo que la independencia política africana no ha sido acompañada de una liberación ideológica. Como recuerda Achille Mbembe, “África sigue siendo el laboratorio de una globalización despiadada”. Mientras las élites del continente no comprendan que la raíz del fracaso está en esta sumisión estructural, seguirán siendo vulnerables a la intrusión extranjera.
En definitiva, el artículo de Progressive International sitúa la cesión de Macron a Marruecos en el marco de un proyecto imperial de larga duración. La “reconquista” del África saheliana por parte de Francia no se hace ya con tropas en Bamako o Uagadugú, sino delegando en el majzén y en Mohamed VI la tarea de abrir la puerta del continente a los intereses europeos y de Israel, utilizando el Sáhara Occidental ocupado como moneda de cambio.
Análisis de la PLATAFORMA “No te olvides del Sáhara Occidental” a partir del artículo de Abdelkader Abderrahmane publicado en Africa is a Country (Agosto 2025).
El pescado del Sáhara Occidental sigue llegando a Europa pese a los dictámenes judiciales
Por Ana Stella
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dejado claro en varias sentencias —2016, 2018, 2021 y la última en octubre de 2024— que los acuerdos de comercio y pesca entre la UE y Marruecos no pueden aplicarse al Sáhara Occidental sin el consentimiento expreso del pueblo saharaui. El fallo de 2024 fue particularmente contundente: cualquier producto procedente de ese territorio debía se etiquetado como “Sáhara Occidental” y no como “Marruecos”. Sin embargo, la práctica demuestra que el comercio continúa y que los mercados europeos siguen recibiendo pescado, marisco y derivados procedentes de la costa atlántica saharaui bajo la etiqueta de “producto marroquí”.
Mecanismo de ocultación y exportación
La clave está en el sistema de transporte y etiquetado. La mayor parte de las capturas y de la producción acuícola se concentran en Dajla y El Aaiún, donde operan factorías de congelación, procesado y producción de harina y aceite de pescado. El producto se transporta a puertos marroquíes como Agadir o Tan Tan, desde donde se exporta oficialmente como marroquí.
La Comisión Europea, pese a las sentencias, ha mantenido en sus listas oficiales de establecimientos exportadores a empresas radicadas en el Sáhara Occidental. Bruselas justifica esta decisión alegando que se trata de actividades que “benefician a la población local”, un argumento que ha sido desmentido por numerosas organizaciones internacionales de derechos humanos y de recursos naturales.
Principales receptores en Europa
Alemania:
El puerto de Bremen es uno de los puntos neurálgicos. Entre 2017 y 2018 llegaron más de 22 000 toneladas de harina de pescado del Sáhara Occidental, con un valor estimado de 23 millones de euros. La empresa Köster Marine Proteins (KMP) gestiona la mayor terminal europea de harina de pescado, que redistribuye el producto hacia la industria alimentaria y la acuicultura en el continente.
España:
El mercado español es clave, no solo como importador, sino también como plataforma de distribución. Varias compañías gallegas y canarias participan en este comercio. Mercadona, a través de proveedores como Profand, Unión Martín o Frigoríficos Camariñas, comercializa pulpo procedente de Dajla en sus supermercados, etiquetado como marroquí. En 2022, la UE importó 40 044 toneladas de pulpo con origen declarado en Marruecos, por un valor de 470 millones de euros. De ese volumen, España recibió más de 26 000 toneladas, seguida de Italia con 12 700 y Grecia con 525.
Países Bajos y Noruega:
Se documentaron exportaciones de aceite de pescado hacia Róterdam en 2019. La empresa francesa Olvea fue señalada como posible destinataria, aunque no confirmó su implicación. Hasta 2010, la noruega GC Rieber había importado regularmente productos del Sáhara Occidental.
La pesca en el Sáhara Occidental no es un asunto menor. Según la FAO, las aguas frente a Dajla y El Aaiún son de las más ricas del Atlántico, con caladeros de gran valor económico. Para Marruecos, representan una fuente vital de ingresos, tanto por la explotación directa como por los acuerdos con terceros países.
La UE depende de Marruecos no solo en el terreno pesquero. La cooperación en materia migratoria, la seguridad en el Sahel y el suministro energético convierten a Rabat en socio estratégico. Esa dependencia explica por qué Bruselas adopta una interpretación flexible de las sentencias del TJUE. En la práctica, prevalece la política sobre la legalidad.
Organizaciones como Western Sahara Resource Watch (WSRW) o el Observatorio de Derechos Humanos y Empresas (ODHE) denuncian que este comercio constituye una forma de expolio de recursos naturales en un territorio pendiente de descolonización, contraria a la Carta de Naciones Unidas. Naciones Unidas ha reiterado que el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo cuya población tiene derecho a la autodeterminación.
El resultado es una contradicción evidente: los tribunales europeos anulan acuerdos que afectan al Sáhara Occidental, pero las instituciones comunitarias siguen permitiendo que los productos lleguen a los mercados. Los consumidores europeos compran pescado y marisco sin saber que proceden de un territorio ocupado, y las empresas importadoras consolidan un modelo de negocio que ignora deliberadamente las sentencias judiciales y el derecho internacional.
La explotación de los recursos marinos saharauis se convierte así en un pilar económico que consolida la presencia de Marruecos en el territorio, al tiempo que priva al pueblo saharaui de participar en la gestión y el beneficio de sus propias riquezas.
El caso de la pesca en el Sáhara Occidental ilustra la brecha entre el discurso y la práctica de la Unión Europea. En teoría, Bruselas se declara defensora del derecho internacional y del principio de autodeterminación. En la práctica, prioriza sus intereses estratégicos y permite que Marruecos utilice el comercio pesquero como instrumento para afianzar su ocupación.
El pescado saharaui sigue llegando a Europa, disfrazado de marroquí, con la complicidad de importadores, distribuidores y autoridades comunitarias. La legalidad internacional queda relegada, mientras el pueblo saharaui continúa marginado y sin voz en la gestión de los recursos que legítimamente le pertenecen.
La alianza entre la tecnología israelí y la “expertise” marroquí para controlar el Mediterráneo
Por Ahmed Omar
Lo que para muchos aún parece una teoría conspirativa, está ya documentado en medios israelíes. El Times of Israel, en un artículo titulado “From Casablanca to the Abraham Accords” escrito por Jose Lev Álvarez Gomez —un académico israelí con formación en neurociencia, medicina, economía aplicada, geoestrategia internacional, terrorismo yihadista e inteligencia militar, además de haber servido en unidades especiales del ejército israelí—, expone la profundidad de la cooperación secreta entre los servicios de inteligencia de Marruecos e Israel.
Según este análisis, que se fundamenta en hechos históricos y en documentación verificada, lo que comenzó en los años sesenta con operaciones encubiertas y favores políticos ha evolucionado en un sistema estructurado que combina el poderío tecnológico israelí (radares, satélites, ciberespionaje, sistemas de interceptación) con la capacidad marroquí de penetración en redes políticas europeas mediante sobornos, chantajes y maniobras diplomáticas de presión.
El Times of Israel recuerda que Marruecos facilitó ya en 1965 que el Mossad espiara la cumbre árabe de Casablanca, y que décadas después ha convertido esa relación en un puente que le permite acceder a recursos militares y de inteligencia israelíes. De ahí derivan los escándalos recientes: desde el espionaje a líderes europeos a través del software Pegasus hasta la trama de corrupción conocida como “Morocco Gate” en el Parlamento Europeo. Todo ello muestra que no hablamos de episodios aislados, sino de una estrategia de largo plazo que busca consolidar un control sobre la política europea a través de herramientas invisibles pero devastadoras.
El artículo enfatiza además que Marruecos da por garantizado su dominio en el norte de África y el Sahel. Los recientes casos de espionaje en Níger y Malí, atribuidos a redes marroquíes con apoyo tecnológico israelí, confirman la proyección de esta alianza hacia regiones donde Europa tiene intereses vitales en materia de seguridad y recursos. Aunque no se conoce el grado de penetración en Túnez, Libia o Egipto, el patrón es claro: Rabat actúa con la audacia de quien se siente respaldado por un socio tecnológico y militar de primer nivel.
España constituye el ejemplo más visible de esta estrategia. El Times of Israel señala que la relación con Madrid no puede entenderse únicamente en clave diplomática: el giro de la política española hacia el apoyo a la propuesta marroquí sobre el Sáhara Occidental —rompiendo con décadas de postura neutral— es indicativo de hasta qué punto la presión combinada de espionaje y chantaje ha dado resultados. España aparece ya no como un vecino incómodo, sino como un país sometido al dispositivo conjunto Casablanca–Tel Aviv.
Lo que está en marcha, como advierte el propio medio israelí, es una reconfiguración del Mediterráneo bajo la égida de una alianza que no se limita a defenderse de amenazas externas, sino que persigue controlar la información, condicionar las decisiones políticas y asegurar ventajas estratégicas frente a Europa. El Mediterráneo, según esta lectura, no se gobierna ya solo desde Bruselas, Madrid o París, sino desde un eje invisible que une a Marruecos e Israel en un proyecto de control regional sin precedentes.
El presidente saharaui realiza una visita oficial a Argelia para la Feria Comercial Intraafricana 2025
Argelia, 3 de septiembre de 2025 – El ministro de Comercio Exterior y Promoción de las Exportaciones de Argelia, Kamel Rezig, recibió el 2 de septiembre en el Salón de Honor del Aeropuerto Internacional Houari Boumediene al presidente de la República Saharaui (RASD), Brahim Ghali, que llegó a Argelia para participar en el Intra-Africano Feria comercial 2025 (IATF).
