Sáhara Occidental | Nueva victoria para la República Saharaui en Abuja
Madrid (ECS).- Apoyada en la legalidad internacional, la causa saharaui continúa acumulando victorias en los foros internacionales, frustrando las maniobras del ocupante marroquí que pretende imponer una falsa “realidad colonial”. La más reciente se produjo en Abuja (Nigeria), donde la delegación militar de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) participó de manera destacada en la Cumbre de Jefes de Estado Mayor africanos, celebrada entre el 25 y el 27 de agosto.
Invitada oficialmente por el jefe del Estado Mayor de Nigeria, general Christopher Musa, la delegación saharaui estuvo encabezada por el general Fadel Mohamed Breica, director central de inspección y cuadro del Estado Mayor saharaui. Durante el encuentro, Breica mantuvo reuniones con diversas delegaciones militares africanas, intercambiando experiencias y propuestas en materia de seguridad continental. La presencia saharaui desbarató las tentativas marroquíes de invisibilizar a la RASD: el representante del ejército de ocupación marroquí apareció incluso en una foto oficial junto al delegado saharaui, símbolo incontestable de la legitimidad de la RASD en África.

El coronel Sid Ibrahim Mulay Zain, asesor del Ministerio de Defensa saharaui, subrayó en declaraciones a la agencia APS que la participación de la RASD enriqueció los debates del foro africano, especialmente por la experiencia del Ejército de Liberación Popular Saharaui en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado transfronterizo. Recalcó además que la guerra de desgaste contra Marruecos no solo continúa, sino que golpea duramente la economía del ocupante.
En paralelo, el diplomático saharaui Malainin Lakhal, representante adjunto ante la Unión Africana, celebró la creciente proyección internacional de la RASD y adelantó que su país participará en dos importantes cumbres en Addis Abeba en septiembre: el encuentro entre la UA y los países del Caribe, y la Cumbre Africana sobre el Clima. «La participación de la República Saharaui en pie de igualdad con todos los Estados miembros, incluido Marruecos, es una prueba clara de su reconocimiento real como realidad continental e internacional indiscutible», afirmó.
Este nuevo éxito diplomático confirma lo que las Naciones Unidas han reiterado durante décadas: el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio pendiente de descolonización y el pueblo saharaui tiene derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.
Partido Popular Europeo pide la exclusión del Sáhara Occidental del acuerdo comercial UE-Marruecos
Madrid (ECS).- La delegación española del Partido Popular Europeo (PPE), el mayor grupo político del Parlamento Europeo, ha solicitado la revisión del acuerdo comercial de la UE con Marruecos para excluir explícitamente los productos procedentes del Sáhara Occidental.
Marruecos y el fin del saqueo económico del Sáhara Occidental
En una intervención el 17 de julio de 2025 ante la Comisión de Peticiones del Parlamento, la eurodiputada española Carmen Crespo advirtió de lo que describió como un «desequilibrio inaceptable» en el mercado de frutas y hortalizas de la UE, causado por el aumento de las importaciones marroquíes y la ausencia de garantías adecuadas para los productores de la UE. Exigió mecanismos de reciprocidad, cuotas de importación vinculantes, controles más estrictos y, sobre todo, la exclusión de los productos procedentes del Sáhara Occidental ocupado.
Las declaraciones de Crespo se produjeron cinco días antes de que la Comisión Europea solicitara al Consejo de la UE abrir nuevas conversaciones comerciales con Marruecos, incluyendo de nuevo al Sáhara Occidental, como reveló WSRW a principios de esta semana.
Los agricultores de la UE, y en particular los españoles, se han visto afectados negativamente por la inclusión, durante una década, de las explotaciones agrícolas marroquíes del Sáhara Occidental ocupado en el acuerdo comercial entre la UE y Marruecos.
Crespo, quien también preside la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, mencionó la sentencia de octubre de 2024 del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que confirmó que el Sáhara Occidental es un territorio «distinto y separado» de Marruecos, y que su inclusión en cualquier acuerdo entre la UE y Marruecos requiere el consentimiento del pueblo saharaui. Criticó la continua llegada de productos del Sáhara Occidental con etiquetas marroquíes, afirmando que esto viola el derecho internacional, engaña a los consumidores europeos y distorsiona la competencia.
Empresas israelíes se lanzan a buscar oro en el Sáhara Occidental ocupado
La declaración también exigió a Marruecos que indemnizara a la UE si se confirmase la presunta evasión fiscal, estimada por Crespo en hasta 70 millones de euros.
El grupo del Partido Popular Europeo (PPE) se ha alineado históricamente con la postura de Marruecos sobre el Sáhara Occidental en el Parlamento Europeo, apoyando con frecuencia acuerdos aplicables al territorio ocupado a pesar de la jurisprudencia inequívoca del TJUE. El grupo se ha opuesto en general a los intentos de excluir explícitamente al Sáhara Occidental de los acuerdos comerciales o pesqueros de la UE, aunque varios de sus eurodiputados, especialmente del norte de Europa, han discrepado.
En 2019, años después de que el Tribunal de Justicia de la UE dictaminara que aplicar dichos acuerdos al Sáhara Occidental sin el consentimiento saharaui es ilegal, el PPE apoyó abrumadoramente un acuerdo comercial revisado que incluía explícitamente al Sáhara Occidental en su ámbito de aplicación. Ese mismo acuerdo fue revocado de nuevo por el Tribunal de Justicia de la UE en octubre de 2024. Vea aquí el voto de cada eurodiputado en la votación de 2019.
Al mismo tiempo, la mayoría de los eurodiputados, incluida la mayor parte de la delegación del PPE, rechazaron una propuesta para remitir primero el acuerdo comercial revisado al Tribunal de Justicia de la UE para su revisión judicial. Esto ocurrió a pesar de las advertencias de los agricultores españoles de que el acuerdo perjudicaría a los propios productores de frutas y hortalizas de la UE.
“Si bien la postura actual del PPE español se presenta como una defensa de los agricultores de la UE, su reconocimiento de la postura del TJUE sobre el Sáhara Occidental es un avance positivo”, declaró Sara Eyckmans de WSRW.
“Estas mismas sentencias también se aplican al Acuerdo de Pesca entre la UE y Marruecos. Por lo tanto, animamos al PPE español a ser coherente y a apoyar la armonización de todos los acuerdos de la UE, incluidos los de pesca, con la legalidad y con el derecho del pueblo saharaui a decidir sobre sus propias tierras y recursos”.
El Sáhara Occidental ha sido catalogado por la ONU como Territorio No Autónomo desde 1963. Marruecos lo invadió en 1975, desafiando a la ONU y a la Corte Internacional de Justicia, que no encontraron vínculos de soberanía entre Marruecos y el territorio. En diez sentencias consecutivas desde 2015, el TJUE ha sostenido que el Sáhara Occidental es independiente de Marruecos y que cualquier acuerdo que lo abarque requiere el consentimiento del pueblo saharaui, representado por el Frente Polisario.
El TJUE dictaminó por primera vez que la aplicación del Acuerdo Comercial UE-Marruecos era ilegal en el Sáhara Occidental en 2016. Una versión modificada, para la que no se solicitó ni obtuvo el consentimiento saharaui, fue nuevamente anulada en octubre de 2024, permitiéndose su aplicación solo hasta el 4 de octubre de 2025. Otras dos sentencias sobre el Sáhara Occidental se emitieron en octubre de 2024: una cancelando la aplicación del Acuerdo de Pesca UE-Marruecos en el territorio, y otra con efecto inmediato, exigiendo que los productos originarios del Sáhara Occidental se etiqueten como tales, no como «marroquíes».
La petición de los conservadores españoles de excluir al Sáhara Occidental de las relaciones comerciales entre la UE y Marruecos, de prosperar, acercaría su postura a este marco legal vinculante.
La delegación española es el tercer grupo nacional más numeroso del PPE (después de las delegaciones alemana y polaca). La delegación alemana del PPE fue clave para poner fin temporalmente a la aplicación del acuerdo pesquero de la UE en el Sáhara Occidental en una votación parlamentaria en 2011.
La rama juvenil del PPE, el YEPP, ya pidió en 2013 la exclusión del Sáhara Occidental de los acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos.
Western Sahara Resource Watch
Marruecos expulsa del Sáhara Occidental a dos activistas estadounidenses
El régimen marroquí ha expulsado en lo que va de año, al menos, a 27 personas, 20 de ellas españolas, del Sáhara Occidental o cuando intentaban acceder a la excolonia española, invadida por el ejército marroquí a finales de 1975 tras la entrega del territorio por España.
Contramutis
Madrid (ECS).- Las autoridades marroquíes han expulsado a dos activistas internacionales de Derechos Humanos de la ciudad ocupada de El Aaiún, en el Sáhara Occidental, tras una visita de dos días a Dajla, la antigua Villacisneros española, informa Francisco Carrión, en El Independiente.
Se trata de Ilaf, procedente de Estados Unidos, y Bianca, de Portugal, ambas integrantes de la Organización Internacional por la No Violencia, con sede en Washington.
En las últimas décadas, más de un centenar de reporteros han sido deportados del territorio, y según datos del colectivo de periodistas saharauis Equipe Media, más de 300 observadores y activistas han corrido la misma suerte. La expulsión se enmarca en un contexto de la solidaridad internacional con la lucha del pueblo saharaui por su derecho a la autodeterminación y de los esfuerzos por romper el bloqueo mediático impuesto sobre los territorios ocupados.
Encuentro con defensores saharauis
Durante su visita a Dajla, los días 22 y 23 de agosto, las activistas se reunieron con defensores de Derechos Humanos, políticos y periodistas saharauis. Entre ellos figuraban Hassan Zerwali, Bojemaa Ibrahim, Boubker El Fadil -miembros de la sección local del Colectivo de Defensores Saharauis de Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (CODESA)-, así como el activista Ahmed Salem Abdelbaki, del Mecanismo de Coordinación Nacional en Dajla ocupada.
En el encuentro se abordó “la situación catastrófica de los derechos humanos” en los territorios saharauis ocupados, marcada -según CODESA- por políticas represivas sistemáticas de Marruecos. Se denunciaron detenciones arbitrarias, juicios sin garantías, restricciones a las libertades fundamentales y el saqueo sistemático de los recursos naturales, como la pesca y la agricultura, sin el consentimiento de la población saharaui y “en flagrante violación del derecho internacional”.
Las activistas recibieron documentos, testimonios y fotografías que, según la organización, evidencian el trato inhumano, la tortura y las condiciones deplorables de los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes, lo que –afirman- contraviene los Convenios de Ginebra y el derecho internacional de los Derechos Humanos.
La agenda de Ilaf y Bianca incluía también un encuentro en El Aaiún con la expresa política y activista saharaui Mahfouda Bamba Lafkir, así como con otros defensores políticos, de derechos humanos y periodistas. Sin embargo, antes de que pudieran realizarlo, las autoridades marroquíes procedieron a expulsarlas del territorio.
En un comunicado difundido desde Dajla, CODESA condena la expulsión de ambas activistas y llama a las organizaciones internacionales de derechos humanos a intensificar las visitas sobre el terreno a los territorios ocupados. Exige, la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos saharauis.
El Sáhara Occidental, antigua colonia española, fue ocupado ilegalmente por Marruecos en 1975. La ONU lo considera un territorio no autónomo pendiente de descolonización y múltiples organismos internacionales denuncian violaciones sistemáticas de Derechos Humanos contra la población saharaui, indica F. Carrión.
Que no se conozca lo que ocurre en el Sáhara Occidental ocupado
Sobre las expulsión de las dos activistas internacionales de DDHH, el Mecanismo de Coordinación de la Lucha (Sección de El Aaiún ocupado), compuesto por varias ONG saharauis en las zonas ocupadas, ha condenado “este acto cobarde”, que “refleja la mentalidad de la ocupación de impedir que todas las voces libres conozcan la realidad del territorio ocupado del Sahara Occidental”, informa Sahara Press Service (SPS).
En un comunicado esta organización afirma que “lo sucedido refleja el temor del régimen de ocupación marroquí a que se conozca la firme resistencia del pueblo saharaui ante la represión en las zonas ocupadas, e insta a las organizaciones internacionales de Derechos Humanos y a los organismos de la ONU “a intervenir urgentemente para poner fin a estas prácticas represivas, permitir que las delegaciones internacionales desempeñen sus funciones con total libertad y transparencia, y a los presos políticos saharauis, en particular al grupo Gdim Izik”.
El comunicado señala que los presos políticos saharauis, con condenas arbitrarias, incluida la cadena perpetua, sufren duras condiciones de reclusión y un “trato inhumano degradante”.
Las autoridades marroquíes han expulsado en lo que va de año, al menos, a 27 personas entre defensoras de DDHH y periodistas (9)- , 20 de ellas españolas, del Sáhara Occidental o cuando intentaban acceder a la excolonia española, invadida por el ejército marroquí a finales de 1975 tras la entrega del territorio por España.
No se puede condenar la ocupación israelí en Palestina y, al mismo tiempo, justificar o legitimar la ocupación marroquí en el Sáhara Occidental
Marruecos e Israel, dos caras del mismo crimen colonial.
PLATAFORMA «No Te Olvides del Sáhara Occidental»
Madrid (ECS).- En Palestina y en el Sáhara Occidental, la historia se repite: dos pueblos despojados de su tierra, sometidos a muros, represión y colonización. Marruecos e Israel aparecen aquí como dos caras de la misma moneda, unidos por una estrategia común de ocupación y hechos consumados, y respaldados por la hipocresía internacional. Denunciar a uno y legitimar al otro no es coherencia: es complicidad.
La ocupación israelí en Palestina y la marroquí en el Sáhara Occidental comparten muros, colonización y represión; dos proyectos coloniales gemelos que la comunidad internacional no puede condenar a medias sin caer en la hipocresía.
El corazón del reproche está en una contradicción evidente: no se puede condenar la ocupación israelí en Palestina y, al mismo tiempo, justificar o legitimar la ocupación marroquí en el Sáhara Occidental. Quien se proclame solidario con el pueblo palestino debe serlo también con el pueblo saharaui, porque ambos resisten contra un mismo modelo de colonialismo armado.
La presencia israelí en el Sáhara Occidental y su impacto en el ámbito militar
Marruecos e Israel son, en muchos sentidos, reflejos el uno del otro. Ambos niegan derechos nacionales a pueblos enteros, ambos levantan muros de vergüenza, ambos convierten la ocupación en negocio. Israel trocea Cisjordania con un muro de apartheid y encierra a los palestinos en bantustanes; Marruecos mantiene en el Sáhara Occidental el muro militar más largo del mundo después de la Muralla China, plagado de minas antipersona y diseñado para dividir a las familias saharauis. Dos muros, un mismo propósito: encerrar a los pueblos colonizados y blindar el saqueo de sus recursos.
La alianza entre Rabat y Tel Aviv no es simbólica, es material y letal. Israel ha suministrado a Marruecos tecnologías de espionaje, sistemas de vigilancia y drones militares que hoy se emplean contra los combatientes y la población saharaui desde que la guerra se reanudó en noviembre de 2020. Las mismas armas que arrasan Gaza se prueban en el desierto del Sáhara Occidental. La ocupación de Palestina y la ocupación del Sáhara se alimentan entre sí.
Tampoco es casualidad que ambos regímenes sostengan sus crímenes en la mentira. Israel niega la existencia misma del pueblo palestino para justificar la colonización; Marruecos inventa derechos históricos falsos sobre el Sáhara para encubrir lo que no es más que una anexión ilegal. La propaganda, en ambos casos, busca borrar al colonizado y presentarse como dueño legítimo de lo ajeno.
La hipocresía internacional es clamorosa. Gobiernos y partidos que se manifiestan contra Israel en Gaza firman contratos con Rabat, apoyan el plan de autonomía marroquí y callan ante la represión en El Aaiún o Dajla. No hay coherencia posible en condenar el “Gran Israel” y aplaudir al “Gran Marruecos”. Esa doble vara de medir convierte los discursos sobre derechos humanos en pura complicidad con el colonialismo.
La convergencia entre Marruecos e Israel va incluso más allá del terreno militar. Ambos regímenes han convertido el saqueo económico en pilar de sus ocupaciones: Israel controla el agua, la tierra fértil y los recursos naturales palestinos, mientras Marruecos saquea los fosfatos de Bucraa, los caladeros pesqueros y la energía eólica del Sáhara Occidental ocupado. En ambos casos, las empresas extranjeras se convierten en cómplices, generando beneficios para los ocupantes a costa de la miseria de los pueblos colonizados.
A ello se suma la represión sistemática contra quienes se atreven a resistir. En Palestina, Israel mantiene a miles de presos políticos, incluso niños, en sus cárceles. En el Sáhara Occidental, Marruecos encarcela a decenas de activistas saharauis, como los del grupo de Gdeim Izik, condenados en juicios farsa basados en confesiones arrancadas bajo tortura. Son dos caras de la misma estrategia: quebrar la dignidad de quienes reclaman sus derechos nacionales.
Pero quizás el elemento más revelador es la colonización de población. Israel expulsa y desplaza a los palestinos mientras construye colonias para asentar a sus propios ciudadanos en tierras robadas, buscando borrar a los habitantes originarios a base de hechos consumados. Marruecos hace lo mismo en el Sáhara Occidental: tras la “Marcha Verde”, promovió la llegada masiva de colonos marroquíes a las ciudades ocupadas, hasta convertir a los saharauis en minoría en su propio país. Esta política de sustitución demográfica es una forma de genocidio silencioso, diseñada para diluir la identidad nacional y hacer imposible la autodeterminación.
La conclusión es clara: Palestina y el Sáhara Occidental forman parte de una misma lucha. Sus pueblos comparten la herida de la ocupación, el muro, el exilio y la represión, pero también la fuerza de la resistencia y la esperanza de la autodeterminación. Defender la causa palestina y silenciar la saharaui no es solidaridad, es incoherencia. Quien de verdad quiera estar contra el colonialismo debe estarlo en todas partes: en Gaza, en Cisjordania y en el Sáhara Occidental.
Porque la justicia no admite excepciones. No hay “ocupaciones buenas” ni “ocupaciones tolerables”. El colonialismo siempre es crimen, y la solidaridad debe ser indivisible. Hoy, apoyar al pueblo palestino exige también defender al pueblo saharaui. Y mañana, cuando ambos pueblos sean libres, podremos decir que la coherencia militante venció a la hipocresía y que la verdad se impuso sobre la mentira colonial.
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El enigma de Mohamed VI, el rey de las «grandes maniobras diplomáticas» (Le Monde)
Le Monde: «Mohamed VI, rey de las grandes maniobras diplomáticas» – El diario francés presenta al monarca como un estratega en la escena internacional, especialmente en torno al Sáhara Occidental y su acercamiento a Israel.
PLATAFORMA «No Te Olvides del Sáhara Occidental»
París (ECS).- El diario francés Le Monde publicó el 27 de agosto de 2025 el cuarto episodio de su serie de verano «El enigma Mohamed VI», titulado «Mohammed VI, roi des grandes manœuvres diplomatiques» (Mohamed VI, el rey de las grandes maniobras diplomáticas). En este capítulo, el periódico destaca el activismo desplegado por el monarca en la escena internacional en los últimos años, presentándole como un estratega hábil en dos dosieres particularmente sensibles: el del Sáhara Occidental y el del acercamiento con Israel.
El relato arranca con imágenes de lujo cuidadosamente escenificadas. El 28 de octubre de 2024, Emmanuel Macron es recibido en Rabat con todos los honores: alfombras rojas, caballería, fanfarrias y un cortejo que recuerda los grandes fastos monárquicos. Le Monde describe aquella escena como símbolo de la reconciliación entre Francia y Marruecos tras tres años de tensiones, pero subraya que el equilibrio entre ambos Estados ha cambiado profundamente.
Detrás de ese despliegue se encontraba una cesión política de gran calado. Francia, tras largas vacilaciones, aceptó reconocer la supuesta «soberanía marroquí» sobre el Sáhara Occidental. El periódico presenta este gesto como un “regalo diplomático” fruto de la estrategia de presión impuesta por Rabat desde 2021, que incluyó la congelación de las relaciones oficiales, la suspensión de proyectos de cooperación y una intensa campaña mediática contra París.
El artículo señala que la decisión de Emmanuel Macron estuvo influida por el fracaso de su acercamiento a Argelia. Ante la imposibilidad de recomponer la relación franco-argelina, París recalibró su política magrebí hacia Marruecos. Una carta enviada al rey en julio de 2024 selló esta orientación y abrió la vía a la visita oficial de octubre. Para Rabat, fue una victoria diplomática obtenida tras años de pulso.
Le Monde recuerda igualmente el episodio del software espía Pegasus, que en 2021 envenenó la relación bilateral al descubrirse que Emmanuel Macron estaba entre las posibles víctimas. El escándalo generó una ruptura personal con Mohamed VI, hasta el punto de que el monarca se negó durante meses a responder las llamadas del presidente francés. Solo gestos simbólicos, como la visita de las hermanas del rey a Brigitte Macron en 2024, permitieron preparar el terreno para la reconciliación.
El periódico también destaca cómo esta crisis reveló un nacionalismo marroquí exacerbado. Incluso figuras públicas cercanas al rey, como el actor Jamel Debbouze, fueron sancionadas por no mostrar la suficiente lealtad. Su caso, tras aparecer con una camiseta mitad francesa mitad marroquí en el Mundial de 2022, terminó con la cancelación del festival Marrakech du Rire. El mensaje era inequívoco: la fidelidad debía dirigirse primero al rey y al Estado marroquí.
Más allá de la relación con Francia, el artículo encadena otros éxitos diplomáticos de Rabat: el respaldo de Estados Unidos, España y Alemania a la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. En todos los casos, Mohamed VI se mostró inflexible, situando la cuestión saharaui como criterio determinante para distinguir a los “verdaderos amigos” del reino. La diplomacia con Israel, consolidada tras los acuerdos de Abraham en 2020, completa esta estrategia.
La cooperación con Tel Aviv ha fortalecido al ejército marroquí en sectores clave como los drones o los sistemas de defensa antimisiles. Le Monde apunta que, para Mohamed VI, el Sáhara Occidental prima sobre Gaza: aunque la represión israelí en Palestina generó manifestaciones masivas en Marruecos, el régimen prefirió preservar la alianza estratégica con Israel. Así, el monarca aparece como un estratega que antepone el control territorial al respeto de la solidaridad popular.
Finalmente, el artículo subraya la proyección africana de Marruecos. Desde su regreso a la Unión Africana en 2017, Mohamed VI ha desplegado una diplomacia económica y religiosa en el continente, buscando apoyos a su reivindicación sobre el Sáhara Occidental. La imagen internacional del reino, afirma el diario, se ha visto reforzada, aunque a costa de intensificar la rivalidad con Argelia y de acentuar la fractura regional.
La mirada crítica de la PLATAFORMA «No Te Olvides del Sáhara Occidental»
Ahora bien, lo que Le Monde presenta como éxitos diplomáticos deben entenderse en su verdadera dimensión. Detrás de los fastos de Estado y de los reconocimientos arrancados por la fuerza, lo que existe es la continuación de una ocupación ilegal del Sáhara Occidental, que viola las resoluciones de la ONU y niega al pueblo saharaui su derecho inalienable a la autodeterminación. La diplomacia marroquí no es sinónimo de apertura ni de modernidad, sino de chantaje, de instrumentalización de la migración y de la seguridad, y de alianzas con potencias que legitiman la represión y el saqueo de recursos.
Este artículo de análisis, publicado por la PLATAFORMA «No Te Olvides del Sáhara Occidental», se apoya en el cuarto episodio de la serie «L’énigme Mohammed VI» publicado por Le Monde el 27 de agosto de 2025.
EUCOCO 2025: París, escenario de la solidaridad saharaui, a pesar de la posición hostil de Macron en el Sáhara Occidental
Los días 28 y 29 de noviembre de 2025, París acogerá la 49.ª Conferencia Europea de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO).
París (ECS).- Este encuentro anual, verdadera brújula del movimiento internacional solidario con el Sáhara Occidental, adquiere este año una resonancia particular: se trata de responder a las traiciones de los poderosos y de recordar, frente a las renuncias, el inquebrantable derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia.
Portugal | La 48º Conferencia Europea de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO)
Porque mientras la sociedad civil europea, juristas, expertos y militantes llegados de todo el mundo se reunirán para defender la causa saharaui, el Elíseo se hunde en una postura vergonzosa.
Siguiendo la senda ya marcada por Donald Trump, Emmanuel Macron ha dado un paso más en la sumisión, al reconocer unilateralmente –y en flagrante violación del derecho internacional– la supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Este gesto, aplaudido por Rabat y por la entidad israelí, no hace sino confirmar la duplicidad y el neocolonialismo asumido de la presidencia francesa.
Frente a ello, la EUCOCO será más que una conferencia: será un acto político fuerte, un contrapoder moral y militante. Entre los muros del Senado y después en la Bolsa de Trabajo, la Francia de las conciencias libres responderá a la Francia oficial de las complicidades.
La conferencia denunciará con fuerza esta alianza malsana París-Rabat-Tel Aviv, que pisotea las resoluciones de la ONU y desprecia el derecho de los pueblos a decidir por sí mismos.
Portugal | Parlamentarios y sindicalistas por la independencia del Sáhara Occidental
Más allá de los debates, se tratará de reafirmar los fundamentos inmutables del derecho: la lucha saharaui, encabezada por el Frente Polisario, es una lucha legítima y justa, como lo fue la guerra de liberación nacional argelina. Los mismos principios, los mismos sacrificios, la misma dignidad. EUCOCO recordará que la memoria de los pueblos nunca olvida las traiciones, pero siempre magnifica las resistencias.
Y mientras Macron desfila en la escena internacional con sus grandes palabras vacías, esta conferencia encarnará la palabra viva de los pueblos solidarios. Aquellos que rechazan la resignación.
Aquellos que se niegan a que un pueblo sea sacrificado en el altar de los intereses económicos y de los pequeños cálculos diplomáticos.
El 29 de noviembre, la Plaza de la República será el punto culminante: una concentración popular en la que el eco del Sáhara libre se unirá al de Palestina, dos causas hermanas, dos luchas indisociables contra la ocupación y la dominación colonial.
En París, en noviembre, no serán los discursos de un presidente fallido los que marquen la fecha, sino el impulso irreprimible de una solidaridad internacional que, contra viento y marea, mantiene viva la llama de la libertad saharaui.
«Le Monde» sostiene que Mohamed VI gobierna mediante «el arte de los secretos de palacio», apoyándose en el Majzén y en un reducido círculo de fieles
PLATAFORMA No Te Olvides del Sáhara Occidental
Madrid (ECS).- Enquête | «El enigma Mohamed VI» (5/6). Para asegurar su poder, el soberano marroquí se apoya en un reducido círculo de fieles, muchos de ellos conocidos desde hace décadas. Pero las rivalidades internas revelan tensiones y nerviosismo, síntoma de las incertidumbres sobre el futuro de su reinado. Así lo describe Le Monde en el quinto capítulo de su serie, publicado el 28 de agosto de 2025.
Protocolo y poder
Estar o no estar. Pocas listas son tan esperadas y escrutadas en Marruecos como las de invitados a las recepciones reales: el iftar del ramadán, la Fiesta del Trono, el aniversario del rey o las ceremonias religiosas. Ser convocado significa prestigio; quedar fuera, humillación pública. En 2012, Othman Benjelloun, uno de los banqueros más poderosos del país, fue súbitamente excluido de estos eventos, una señal inequívoca de caída en desgracia. El episodio recordaba sus antiguos choques con el palacio, cuando intentó hacerse con la SNI, la gran holding que más tarde se transformaría en Al Mada, controlada por la propia corona.
Otro caso reciente fue la ausencia notoria de Yassine Mansouri, jefe de los servicios de inteligencia exterior (DGED), en la prière de l’Aïd-el-Adha de junio de 2025. Un detalle suficiente para desatar especulaciones sobre enfados reales y luchas de clanes en el entorno de Mohamed VI. Como señala un conocedor del palacio citado por Le Monde: “Debe de haber una cólera real”.
Estos ejemplos muestran cómo el protocolo es un lenguaje político en sí mismo. En el majzén, el complejo entramado de poder en torno al palacio, las apariencias y la lealtad personal pesan más que las instituciones. La estabilidad del sistema depende del rey y de su círculo íntimo, lo que genera rivalidades permanentes y acentúa la opacidad.
El núcleo duro del Majzén
Desde 1999, Mohamed VI ha conservado las estructuras fundamentales heredadas de Hassan II. Aunque introdujo cambios menores en rituales y ceremonias, el núcleo duro del majzén se mantiene. En el centro están los amigos históricos del monarca, muchos de ellos antiguos compañeros del Colegio Real: Fouad El-Himma, considerado el “vice-rey”, artífice de la domesticación política desde el Ministerio del Interior y hoy consejero principal; Yassine Mansouri, jefe de la inteligencia exterior; y Mounir Majidi, administrador de la fortuna real y figura clave en los negocios estratégicos del reino.
Alrededor de este núcleo funciona un segundo círculo de tecnócratas y consejeros. Entre ellos figuran juristas como Omar Azziman o Abdellatif Menouni, el financiero Yassir Zenagui, y diplomáticos como Taïeb Fassi-Fihri. Incluso André Azoulay, judío marroquí y antiguo consejero de Hassan II, conserva un papel simbólico como emblema del “vivir juntos” promovido por la monarquía. Este “club de los siete” actúa como un verdadero gabinete en la sombra, vigilando al gobierno oficial y limitando la autonomía del primer ministro.
Ascenso del aparato de seguridad
Pero en las últimas dos décadas, lo que más ha cambiado es el peso del aparato de seguridad. La figura central es Abdellatif Hammouchi, jefe de la DGST (contraespionaje) y de la DGSN (policía nacional). Con esta doble función, es uno de los hombres más poderosos del país. Se fortaleció tras los atentados de Casablanca en 2003 y consolidó su poder con la represión de la revuelta del Rif (2016-2017).
Hammouchi, sin embargo, no procede del círculo íntimo del rey y su relación con Mohamed VI es más funcional que personal. Ha sabido hacerse indispensable, pero también acumula tensiones con otros pesos pesados como Yassine Mansouri. El propio Le Monde recuerda que estas rivalidades se han expresado incluso en conflictos con Francia, cuando Hammouchi fue citado en 2014 por denuncias de tortura.
Rivalidades y tensiones internas
El majzén se presenta como un bloque homogéneo, pero en realidad es un campo de rivalidades. En seguridad, Hammouchi y Mansouri encarnan polos en competencia. En economía, los oligarcas vinculados al palacio, encabezados por el primer ministro Aziz Akhannouch, alimentan tensiones con otros sectores. Le Monde relata cómo la sustitución de ministros de carrera por empresarios cercanos al poder, como el caso del “rey de la confitería” Mohamed Saad Berrada, ha intensificado el malestar social.
El otro gran frente de poder es la economía. El auge de magnates con conexiones palaciegas profundiza las desigualdades, mientras la población sufre precariedad y erosión del poder adquisitivo. En su discurso del 30 de julio de 2025, Mohamed VI reconocía el peligro de un “Marruecos a dos velocidades”, prueba de que la brecha social preocupa incluso en el trono.
Familia y sucesión
Junto a la política y la seguridad, la familia ocupa un lugar central en las prioridades del monarca. Mohamed VI vigila de cerca la proyección de su hijo y heredero, Moulay El Hassan, aunque sin precipitar su entrada en el primer plano político. También controla las actividades de sus hermanas, Lalla Meryem, Lalla Hasnaa y Lalla Asma, que representan al reino en foros internacionales.
No menos significativa es la sombra de figuras incómodas como su primo, Moulay Hicham, el “príncipe rojo”, defensor de una monarquía constitucional, o la situación de su exesposa, Lalla Salma, apartada del palacio desde 2018. El rey mantiene con todos ellos una relación oscilante, en la que combina control, vigilancia y gestos de apaciguamiento.
El arte de gobernar por la opacidad
El artículo de Le Monde insiste en que el verdadero poder de Mohamed VI reside en el control del acceso al monarca. Determinar quién se acerca y quién queda al margen es la clave de su reinado. De ahí que la política marroquí se parezca más a un teatro de señales –invitaciones, exclusiones, ascensos y caídas– que a un sistema institucional transparente.
En palabras del politólogo Mohamed Tozy, citado por el diario, “no es solo un rey, es un sistema”. Y en ese sistema, se puede gobernar incluso desde la ausencia. La autoridad se concentra en un círculo reducido, mientras las instituciones electas permanecen subordinadas.
Un sistema frágil bajo una fachada sólida
El resultado es un majzén que aparenta solidez, pero que en realidad depende de equilibrios frágiles entre clanes, lealtades y caprichos reales. La represión de las protestas, la hipertrofia del aparato de seguridad y el ascenso de oligarcas ligados al trono muestran las contradicciones de un sistema cada vez más autoritario.
Le Monde concluye que los secretos de palacio, lejos de ser simple folclore, son la verdadera esencia del poder en Marruecos. Y en esa lógica, la incertidumbre sobre la salud del rey y la sucesión añade un elemento de inestabilidad que inquieta tanto a sus aliados internos como a sus socios internacionales.
La lectura crítica de la PLATAFORMA No Te Olvides del Sáhara Occidental
Lo que Le Monde presenta como “el arte de los secretos de palacio” no puede entenderse fuera del contexto central del régimen: la ocupación ilegal del Sáhara Occidental. El majzén no es solo un sistema de rituales cortesanos, sino un aparato de poder diseñado para perpetuar la represión contra el pueblo saharaui y blindar el expolio de sus recursos naturales.
Los nombres que desfilan en este quinto episodio –El-Himma, Majidi, Mansouri, Hammouchi– son también responsables de sostener la maquinaria de control en los territorios ocupados. El aparato de seguridad, que según Le Monde se ha convertido en “muralla del Estado”, es en realidad la misma estructura que encarcela a los presos de Gdeim Izik, que expulsa observadores internacionales y que despliega la violencia contra manifestaciones pacíficas en El Aaiún o Dajla.
Detrás de los banquetes palaciegos y de los círculos de confianza del rey se ocultan las verdaderas prioridades de este sistema: consolidar por la fuerza la anexión colonial, silenciar toda voz crítica y utilizar la diplomacia como arma de chantaje. Los mismos clanes que rivalizan por acercarse al monarca son los que negocian contratos millonarios con potencias extranjeras a cambio de cerrar los ojos ante la ocupación.
El artículo de Le Monde ilumina las grietas internas del Majzén, pero pasa de puntillas sobre el hecho fundamental: este poder opaco y arbitrario se sostiene gracias a la negación del derecho a la autodeterminación de un pueblo. Desde la PLATAFORMA No Te Olvides del Sáhara Occidental lo afirmamos claramente: no se trata de un simple juego de protocolo o de rivalidades cortesanas. Se trata de un sistema que, para mantenerse, ha convertido el Sáhara Occidental en un territorio bajo ocupación militar, donde la represión diaria es la otra cara del lujo palaciego.
📌 Leer el artículo original en Le Monde (reservado a suscriptores):
Mohammed VI, le makhzen et l’art des secrets de palais
Complot en el palacio real de Rabat: documentos filtrados
Por Ana Stella
Madrid (ECS).- El colectivo de «Hackers» Jabaroot ha difundido un dossier en el que asegura haber revelado un plan secreto desarrollado en el interior del palacio real de Rabat. Según la información publicada, el objetivo era introducir en la comida del príncipe heredero un medicamento de tipo hormonal, identificado como espironolactona. Este producto se utiliza clínicamente como diurético, pero también tiene efectos secundarios que alteran el equilibrio hormonal: favorece la producción de estrógenos y reduce la acción de andrógenos.
El propósito de su administración periódica, según el relato, era provocar cambios hormonales de largo plazo que pudieran afectar al desarrollo físico y sexual del heredero, debilitando así su posición futura. El plan consistía en hacerlo sin generar síntomas inmediatos ni provocar un cuadro clínico agudo, de modo que el proceso pasara desapercibido dentro del entorno médico del palacio.