Las «estrategias modernas» de la DIPLOMAFIA marroquí: menos diplomacia y más mafia cuando se trata del Sáhara Occidental
✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis.
Madrid (ECS).- El caso de «Morocco Gate» ha puesto en el centro de atención las prácticas turbias y corruptas de Marruecos para legitimar su ocupación del Sáhara Occidental. Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora es solo un fragmento de una estrategia mucho más amplia y bien orquestada. Marruecos no solo corrompe a políticos europeos, sino que también espía y chantajea a líderes mundiales. Esta no es diplomacia en su forma tradicional, es una operación que se asemeja más a una organización mafiosa que a un Estado actuando dentro del marco legal internacional.
La estrategia delictiva de Mohamed VI para poner a Sánchez contra las cuerdas
Las Revelaciones de Chris Coleman: El preludio del escándalo Pegasus
Mucho antes de que el software espía Pegasus saliera a la luz, las revelaciones del hacker Chris Coleman, a mediados de la década pasada, ya habían expuesto la sucia estrategia de Marruecos. Coleman filtró cientos de documentos internos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, demostrando cómo el gobierno marroquí manipulaba a funcionarios de las Naciones Unidas, políticos y diplomáticos de todo el mundo.
Los documentos revelaron una estrategia central basada en sobornos y chantajes. Marruecos no se detenía ante nada para asegurarse de que los actores clave internacionales apoyaran sus reclamaciones sobre el Sáhara Occidental. Se documentaron pagos a funcionarios de alto nivel en las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, así como intentos de coaccionar a estos individuos para que inclinaran la balanza a favor de Marruecos en sus decisiones y declaraciones públicas. Las revelaciones de Coleman fueron una demostración brutal de cómo Marruecos utiliza el dinero y el miedo para moldear la política internacional según sus intereses, mientras el mundo hacía la vista gorda.
Espionaje Generalizado: El Caso Pegasus
Si bien las filtraciones de Coleman fueron un golpe contundente a la imagen de Marruecos, el uso del software espía Pegasus amplió aún más la magnitud de su operación de vigilancia. A través de este programa, Marruecos, de la mano de Israel, fue capaz de espiar a líderes de primer nivel, incluidos Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, dos figuras clave en la política europea que han mostrado inclinación por la postura marroquí en relación con el Sáhara Occidental. Ambos fueron vigilados por el gobierno marroquí, lo que plantea serias dudas sobre si sus decisiones han sido influenciadas por la posibilidad de chantaje.
Además, Marruecos no se limitó a espiar solo a estos jefes de estado. Activistas, periodistas, y defensores de derechos humanos han sido también blanco de esta vigilancia. Al utilizar Pegasus para rastrear y controlar a figuras clave en la narrativa del Sáhara Occidental, Marruecos busca silenciar y desestabilizar cualquier oposición a su ocupación. Este es un nivel de control digno de un Estado mafioso, no de una nación que busca resolver un conflicto por medios legítimos.
Falsas diplomacias: La farsa de los consulados
Otra pieza central en las tácticas de la diplomafia marroquí es la apertura de «consulados» en ciudades ocupadas del Sáhara Occidental, como El Aaiún y Dajla. A primera vista, estos consulares parecen ser representaciones diplomáticas «legítimas«, pero en realidad, son una farsa diseñada para dar la impresión de reconocimiento internacional. En la mayoría de los casos, estos consulados no tienen ningún sentido práctico.
Tomemos, por ejemplo, la apertura de consulados por parte de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO). ¿Tienen estos países alguna diáspora en el Sáhara Occidental? Rotundamente no. ¿Tienen intereses económicos o estratégicos en la región? Tampoco. ¿Tienen siquiera los medios para mantener un consulado allí? Nuevamente, la respuesta es no. Todo esto es parte de un juego sucio en el que Marruecos paga por los viajes, el alojamiento y, en muchos casos, sobornos para los diplomáticos, simplemente para mantener la ilusión de un respaldo internacional. Los edificios de estos consulados son propiedades privadas alquiladas por Marruecos, y su existencia es puramente simbólica.
Una estrategia mafiosa en lugar de diplomacia
En conjunto, lo que vemos es una estrategia que se aleja de cualquier noción de diplomacia legítima. Marruecos está utilizando todos los medios a su disposición para comprar, coaccionar y corromper a líderes mundiales, políticos, y diplomáticos. Al combinar espionaje con sobornos y chantajes, Marruecos ha creado una red de influencia que intenta, de manera mafiosa, fabricar un reconocimiento de su ocupación ilegal del Sáhara Occidental.
Esta red no solo afecta a Europa. Marruecos ha extendido sus tentáculos de corrupción y espionaje a todos los continentes desde África a América Latina, Asia y hasta Australia y Nueva Zelandia, en un intento desesperado de consolidar una ocupación que va en contra de los principios más básicos del derecho internacional y de los derechos de los pueblos a la autodeterminación. Lo que Rabat está llevando a cabo no es diplomacia. Es una estrategia criminal a gran escala que socava la integridad de las instituciones internacionales.
El mundo debe reaccionar
Es imperativo que la comunidad internacional despierte ante esta realidad. Marruecos ha convertido la diplomacia en un juego de mafia, y su ocupación del Sáhara Occidental se mantiene gracias a estas tácticas inmorales y corruptas. No se puede permitir que un régimen que opera como una organización criminal decida el destino de un pueblo oprimido.
El futuro del Sáhara Occidental no debe quedar en manos de aquellos que compran y manipulan a las élites globales. Es hora de que el mundo exija justicia, transparencia y respeto por el derecho internacional. Y, sobre todo, es momento de que el pueblo saharaui reciba el apoyo que merece en su legítima lucha por la autodeterminación.
Ecuador suspende sus relaciones diplomáticas con la República Saharaui
El Gobierno de Ecuador, liderado por el presidente Daniel Noboa, ha anunciado la retirada de su reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con quien estableció relaciones diplomáticas en 1983.
Madrid (ECS).- Ecuador decidió, este martes 22 de septiembre de 2024, suspender sus relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), tras más de 41 años de reconocimiento. En el año 1983, Ecuador reconoció a la RASD como Estado con una representación diplomática del gobierno saharaui abierta desde 2009 en la capital ecuatoriana.
La Ministra de Asuntos Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, trasladó, vía telefónica, a su homólogo marroquí, Nasser Bourita, de esta decisión y le aseguró que había emitido una carta de notificación dirigida a la representación de la RASD en Quito, según informó Europa Press. De momento Ecuador no ha publicado ningún comunicado oficial al respecto.
La Gran Huida: La desaparición de funcionarios marroquíes genera preguntas sobre la estabilidad del régimen
✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis
Madrid (ECS).- En las últimas semanas, varios informes han salido a la luz sobre la desaparición de funcionarios marroquíes durante viajes oficiales al extranjero, lo que ha planteado numerosas preguntas sobre la estabilidad del régimen marroquí y el manejo de los fondos europeos destinados a ayudar al desarrollo del país. La desaparición de 34 inspectores anticorrupción enviados al Reino Unido para recibir formación, junto con la huida de funcionarios de sectores como la salud, el poder judicial y la seguridad interna, refleja una crisis en aumento dentro del gobierno de Marruecos.
Esta deserción masiva no es solo un signo de descontento personal, sino también de un fallo sistémico mucho más profundo: el mal uso de miles de millones de euros provenientes de los contribuyentes europeos, destinados a ayudar a Marruecos a controlar la migración, rehabilitar sus instituciones y desarrollar sectores clave como la salud y la educación. A pesar de la enorme cantidad de ayuda financiera, parece que gran parte de estos fondos se están canalizando hacia los bolsillos de Mohamed VI y su círculo íntimo, mientras que la pobreza y la marginación aumentan para la mayoría de los ciudadanos. Además, el deterioro de la salud del propio rey y los conflictos dentro de la familia real solo han exacerbado la fragilidad del régimen.
Huida masiva de funcionarios
Los 34 inspectores anticorrupción que desaparecieron en el Reino Unido no son un caso aislado. Otros grupos de funcionarios han desaparecido en circunstancias similares mientras estaban en el extranjero:
● Delegados del sector de la salud se esfumaron durante una misión de formación en Italia.
● Funcionarios del Ministerio del Interior, que estaban en España para tareas especiales, también desaparecieron.
● Altos jueces, enviados a conferencias y estudios al extranjero, no regresaron.
● Incluso personal diplomático marroquí ha desertado de sus puestos durante misiones en el extranjero.
Este patrón de deserciones refleja más que una falta de compromiso; sugiere una profunda desilusión dentro de los propios sectores gubernamentales. Los funcionarios que deberían estar desempeñando un papel clave en la lucha contra la corrupción, la mejora de la salud pública y la representación internacional han perdido la fe en la capacidad del régimen para reformarse y avanzar.
La ayuda europea: ¿Un salvavidas mal usado?
Durante años, las naciones europeas, en particular la Unión Europea, han destinado miles de millones de euros en ayuda financiera a Marruecos. Esta ayuda tenía como objetivo fortalecer sus instituciones, mejorar los servicios públicos y gestionar la migración. Sin embargo, a pesar de esta gran inversión, la vida de los marroquíes promedio ha empeorado, con un aumento de la pobreza y un acceso limitado a servicios de salud y educación.
Gran parte de esta ayuda, según muchos analistas, parece estar siendo desviada hacia la familia real y sus allegados. El propio rey Mohamed VI y su círculo controlan una parte significativa de la economía marroquí, y la ayuda europea es vista cada vez más como un recurso que enriquece al régimen en lugar de beneficiar a la población. Este mal manejo de los fondos ha dejado sectores vitales, como la salud y la educación, crónicamente infrafinanciados, mientras la élite sigue acumulando riqueza.
La salud del rey y los conflictos familiares
Además del mal uso de los fondos, la estabilidad del régimen también se ve amenazada por el deterioro de la salud del rey Mohamed VI, que ha estado ausente en muchas de sus funciones públicas. Hasta su salida la semana pasada donde su delicado estado de salud ha generado rumores sobre su capacidad para seguir gobernando, y las preocupaciones sobre una posible sucesión han avivado las tensiones dentro de la familia real.
Estas tensiones internas han salido a la luz en varios momentos, con conflictos entre facciones de la familia real que compiten por influir en el futuro del trono. La inestabilidad dentro de la familia real, junto con la incertidumbre sobre el estado de salud del rey, agravan la sensación de que el régimen marroquí podría estar acercándose a un punto crítico. La falta de una sucesión clara o de un plan de contingencia sólido solo aumenta la incertidumbre política en el país.
Huyendo de un sistema en descomposición
Para los funcionarios que han huido, estos problemas sistémicos son imposibles de ignorar. Los inspectores anticorrupción, los delegados de salud, los jueces y los diplomáticos ven de primera mano que el régimen marroquí no está utilizando la ayuda extranjera para el bienestar del pueblo, sino para preservar una estructura de poder que solo beneficia a la élite gobernante.
La deserción de estos funcionarios es un reflejo de su falta de confianza en que las reformas «significativas» se lleven a cabo, y muchos han optado por buscar mejores oportunidades en el extranjero en lugar de quedarse a servir a un régimen que parece estar al borde del colapso.
Similitudes con otros colapsos inesperados de regímenes
La situación en Marruecos comparte muchas características con otros colapsos inesperados de regímenes autoritarios a lo largo de la historia:
– La caída del Shah de Irán (1979): Al igual que en Marruecos, el régimen del Shah estaba respaldado por potencias extranjeras, pero cayó rápidamente debido a la corrupción, la desigualdad y el descontento creciente. En Marruecos, la ayuda europea tampoco ha logrado mejorar la vida del ciudadano común, lo que está fomentando el descontento social.
– La Unión Soviética (1991): La Unión Soviética colapsó debido a la mala gestión económica y la corrupción endémica, que erosionaron el apoyo interno. Marruecos, con un régimen que depende de fondos extranjeros mientras sus propios ciudadanos se empobrecen, podría estar en una trayectoria similar.
– Primavera Árabe (2011): Los regímenes de Túnez y Egipto, que parecían inamovibles, colapsaron en cuestión de semanas cuando las protestas masivas se enfrentaron a décadas de corrupción y falta de oportunidades económicas. Si la situación en Marruecos continúa deteriorándose, el país podría enfrentar una oleada similar de descontento.
El dinero europeo enriqueciendo a la elite
Los miles de millones de euros que la Unión Europea ha enviado a Marruecos para ayudar en la gestión de la migración, la salud y la rehabilitación institucional no han alcanzado los objetivos deseados. En lugar de eso, estos fondos parecen haber sido absorbidos por la familia real y sus allegados, dejando a los sectores clave desfinanciados y a la población cada vez más pobre.
El uso del dinero de los contribuyentes europeos para mantener un régimen que sigue marginando a su pueblo plantea graves preocupaciones éticas. Las naciones europeas deben reconsiderar su apoyo a un sistema que enriquece a una élite mientras descuida a la mayoría de los ciudadanos.
Marruecos en una encrucijada
la situación en Marruecos hoy en día presenta inquietantes similitudes con otros regímenes que colapsaron de manera repentina e inesperada. La huida de funcionarios marroquíes de múltiples sectores gubernamentales es una señal clara de que el régimen está perdiendo el control de las instituciones públicas, lo que refleja claramente los síntomas de fallos sistémicos más profundos. A esto se suma la inestabilidad económica y las preocupaciones sobre la salud del rey, creando una situación aún más delicada. El régimen marroquí se enfrenta, por tanto, a un momento crítico.¿Es capaz hoy en día de emprender reformas genuinas para abordar estos problemas, o seguirá aferrándose a un modelo que está cada vez más desfasado respecto a las necesidades de su pueblo? ¿Ha llegado la corrupción a niveles difíciles de controlar o, por el contrario, es el propio régimen el que se sostiene en esa corrupción para mantener el control sobre el pueblo?
La historia sugiere que, sin un cambio significativo, incluso los regímenes aparentemente estables pueden caer, y caer rápidamente. El mundo debe observar de cerca lo que sucede en Marruecos.
La perfección negativa del Estado español
✍️ Germán Gorraiz Lopez– Analista
Madrid (ECS).- El Establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial, política, judicial, militar, jerarquía católica, universitaria y masa media del Estado español, herederos naturales del legado del General Franco que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro «Oligarquía financiera y poder político en España» escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet).
Dichos lobbys de presión estarían interconectadas mediante una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses económicos y amalgamada por la defensa a ultranza del Régimen del 78 y de la «unidad indisoluble de España» y habrían convertido al Estado español en una distopía de naturaleza no ficticia (Tardofranquismo).
Existe el Tardofranquismo judicial?
El Tardofranquismo judicial tendría a la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo como brazos ejecutores, a los jueces Lamela y Llarena como su más destacados peones y al juez Marchena como Sumo Sacerdote de unos tribunales que estarían controlados por el llamado «clan de los políticos» en palabras del ex-Presidente de Sala del TS, Ramón Trillo, descollando la Presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Concepción Espejel, condecorada en su día por la Presidenta del PP de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal.
Agravio comparativo en el caso Rosell
El auto firmado por la Sala 2ª de la Audiencia de Navarra en el que resuelve mantener en libertad a los 5 miembros de la Manada (condenados a 9 años de prisión y sin sentencia firme) al argumentar que «lo que en ningún caso puede perseguirse con la prisión provisional son fines punitivos o de anticipación de la pena con el atenuante de haber pasado en prisión provisional cerca de 2 años» y concluye con «la aplicación del principio «favor libertatis» (a favor de la libertad) que «impele a la elección y aplicación de la norma menos restrictiva de la libertad».
Ello supuso un agravio comparativo con el caso del ex Presidente del Barça, Rosell, acusado de «blanqueo de capitales» y «pertenencia a organización criminal», con total ausencia de seguridad jurídica al ser rechazados los argumentos de sus abogados de «ausencia de indicios de criminalidad» por la Fiscalía del Estado, cuya primera misión es «velar por la seguridad jurídica de los ciudadanos de España».
La perfección negativa del Estado español
Dicho caso habría concluido con la puesta en libertad del exPresidente Rosell al no haberse podido probar la existencia de dichos delitos tras casi 2 años de prisión preventiva y serle negada la petición de libertad provisional en 13 ocasiones, de lo que se deduce que la actuación de la Juez Lamela y la Fiscalía perseguiría como último objetivo «criminalizar a Rosell por su condición de ex-Presidente del Barcelona FC como entidad díscola y refractaria al mensaje del establishment dominante del Estado español».
Todo ello representaría un auténtico ejercicio de «terrorismo jurídico» que en cualquier país democrático finalizaría con la inhabilitación de la Juez Lamela al haber demostrado en sus actuaciones una evidente falta de equidad en la aplicación de la prisión provisional y un absoluto desprecio a la presunción de inocencia, elementos todos ellos constituyentes de la llamada «perfección negativa», término empleado por el novelista Martín Amis para designar «la obscena justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un supuesto Estado ideal».
Se está gestando un nuevo 15-M en España?
La crisis económica en España fue el motor de una rebelión social autodenominada movimiento 15-M. Una rebelión que sembró la esperanza del cambio en el plano político.
✍️ Germán Gorraiz López– Analista
Madrid (ECS).- Según datos del portal inmobiliario Idealista, la vivienda en la Comunidad madrileña se habría encarecido un 5.6% debido a la falta de nuevas construcciones y a la alta demanda. Así, en 2023, el número de nuevas viviendas construidas en Madrid fue de una 6.000, insuficiente a todas luces para satisfacer una demanda anual estimada en 15.000 unidades.
Respecto a la vivienda de alquiler, la proliferación de los pisos turísticos ha provocado una escasez alarmante de oferta de vivienda así como una escalada brutal del precio de los alquileres. Ello condenará al 50% de las familias demandantes de nueva vivienda a vivir fuera del área metropolitana, en otros pueblos de la Comunidad o en provincias limítrofes así como verse obligados en muchos casos a vivir hacinados en inmundas viviendas de la capital madrileña.
Como respuesta a la alarmante escasez de oferta de vivienda poblacional, asistimos a una masiva manifestación por las calles madrileñas atendiendo a la convocatoria del Sindicato de Inquilinas y de otros 39 colectivos por la vivienda, movimiento trasversal de denuncia de la vergonzosa situación de la vivienda y que por efecto mimetico se extenderá a todos los rincones de la Península.
Ello podría ser el germen de un nuevo 15-M que enarbolará la bandera del desencanto de una población hastiada por la corrupción imperante en el Bipartidismo PPSOE así como por la ausencia de medidas de choque para solucionar los problemas básicos de una ciudadanía que contempla atónita la proximidad de la pobreza y el incremento de la desigualdad social.
Abdicación o Golpe de Estado en Marruecos?
✍️ Germán Gorraiz López, Analista de ECS
Madrid (ECS).- Mohamed VI sería un monarca virtual que ya no controlaría las palancas del poder en el país y que sólo tendría un control nominal sobre el ejército, las fuerzas de seguridad o los servicios de inteligencia del estado, con lo que dada su precaria salud, no sería descartable la abdicación del Mohamed VI y su sustitución por su hermano, el Príncipe Moulay Rachid o un golpe de mano contra el monarca alauita.
¿Intenta Netanyahu alargar la guerra en Gaza hasta la victoria de Trump?
La Primavera árabe
La llamada Primavera árabe que tuvo su detonante en Túnez y se extendió por mimetismo al resto de países árabes del arco mediterráneo durante el trienio 2010-2013, sería la primera oleada de protestas laicas y democráticas del mundo árabe en el siglo XXI, movimiento popular sin precedentes caracterizado por la exigencia de libertades democráticas frente a regímenes corruptos y dictatoriales y la mejora de las condiciones de vida de una población sumida en una pobreza severa y un desempleo estratosférico, contando además en el caso de Túnez y Egipto con el apoyo del Ejército.
Con dicha revolución asistimos a la llegada a los países árabes del arco mediterráneo de la Tercera Ola mundial de transiciones a la democracia, iniciada en 1974 en Portugal con la Revolución de los Claveles y finiquitada en en la década de los 90 con la tardía democratización de los países post-soviéticos y de Sudáfrica, quedando Argelia y Marruecos como islotes autocráticos en un océano de democracias populares.
Desafección de la población hacia la Monarquía
Con una fortuna estimada en 5 mil millones de euros, Mohamed VI habría instaurado un régimen Presidencialista en el que a pesar de su apariencia de democracia multipartidista, la libertad de prensa sería inexistente y todos los poderes seguirían en manos de los testaferros colocados en puestos clave por la monarquía en un país corroído por la corrupción.
Asimismo, a pesar de su importante crecimiento económico, Marruecos estaría lastrado por la severa dependencia energética, el imparable gasto en armamento y las crecientes desigualdades entre los entornos rurales y urbanos. Así, según un estudio hecho público por el oficial Alto Comisariado del Plan (HCP), Marruecos contaría con 1,6 millones de personas en situación de pobreza absoluta, el 79,4 % de las cuales viven en el mundo rural que representa casi el 40% de la población marroquí, por lo que el deterioro vertiginoso de la economía rural agravado por la ruina y destrucción causadas por terremotos, sequías e inundaciones, estaría larvando un posible incremento de la tensión social y el estallido de protestas populares que por efecto mimético se extenderían a las principales ciudades del Reino alauita.
Abdicación o Golpe de mano blando?
Las ausencias prolongadas del monarca alauita, habría provocado la desafección del Estado profundo hacia el monarca ausente y facilitado la gestación de un Estado paralelo integrado por los altos mandos del Ejército, Fuerzas de Seguridad y los Servicios de Inteligencia, conocido como Majzén. Así, en la actualidad, Mohamed VI sería un monarca virtual que ya no controlaría las palancas del poder en el país y que sólo tendría un control nominal sobre el ejército, las fuerzas de seguridad o los servicios de inteligencia del estado, con lo que dada su precaria salud, no sería descartable la abdicación del Mohamed VI y su sustitución por su hermano, el Príncipe Moulay Rachid o un golpe de mano contra el monarca alauita.
En el supuesto de no aceptar Mohamed VI la abdicación, la siguiente fase sería la implementación de una revolución de colores que consistiría en asonadas populares en las principales ciudades marroquíes que vendrían acompañadas de saqueos y violentos desórdenes con el objetivo confeso de provocar la asunción del protagonismo de las fuerzas armadas en forma de un «golpe blando militar» cuya paternidad sería atribuible al Majzén.
Dicho golpe postmoderno contaría con las bendiciones de la Administración Biden y significará el finiquito de la monarquía alauita y la condena al exilio de Mohamed VI en Paris tras la instauración de una Junta Militar presidida por el General de División, Mohamed Berid, quien siguiendo las indicaciones de EE.UU, iniciará contactos con Argelia y el Frente Polisario para intentar alcanzar un acuerdo de Paz y proceder al diseño de la nueva cartografía del Sáhara Occidental.
Así, la doctrina de la Administración Biden para el arco árabe-mediterráneo, consistiría en la implementación de «golpes virtuales o postmodernos» en los países de la zona (siguiendo la estela de Egipto y Tunez), con el objetivo inequívoco de instaurar regímenes militares presidencialistas en el marco del nuevo escenario geopolítico mundial surgido tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EE.UU y Rusia, quedando Argelia y Marruecos como portaaviones continentales de Rusia y EE.UU respectivamente.
Por qué los casos de Escocia, Groenlandia, Alto Adige, Cataluña, Somaliland, Bougainville, Bangsamoro Mindanao y Åland no tienen nada que ver con el caso del Sáhara Occidental
✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis
Madrid (ECS).- En el marco del derecho internacional, es importante diferenciar entre los procesos de autodeterminación que surgen de circunstancias internas específicas de una región y aquellos que tienen sus raíces en el colonialismo y en la ocupación extranjera, como es el caso del Sáhara Occidental. Aunque a menudo se mencionan otros ejemplos de regiones con aspiraciones de autonomía o independencia, como Escocia, Groenlandia, Alto Adige, Cataluña, Somaliland, Bougainville, Bangsamoro Mindanao y Åland, estas situaciones no tienen ninguna similitud con la situación saharaui. Cada uno de estos casos tiene un contexto único, y compararlos con el Sáhara Occidental es no solo inapropiado, sino también jurídicamente erróneo. El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo que, conforme al derecho internacional, debe ser descolonizado a través de un proceso acordado por ambas partes bajo los auspicios de la ONU.
Los peligros de la partición: un enfoque imprudente para el conflicto del Sáhara Occidental
1. Escocia y el Reino Unido
Escocia es una nación constitutiva del Reino Unido, y su camino hacia un referéndum de independencia es el resultado de un proceso democrático y voluntario entre partes dentro de un estado soberano. El referéndum de 2014 fue acordado entre el gobierno británico y el parlamento escocés, sin intervención externa ni ocupación. En cambio, la situación del Sáhara Occidental es resultado de una ocupación militar por parte de Marruecos desde 1975, en violación de múltiples resoluciones de las Naciones Unidas. No hay un acuerdo consensuado entre el Frente POLISARIO, representante legítimo del pueblo saharaui, y Marruecos para la imposición de un régimen de autonomía.
2. Groenlandia y Dinamarca
Groenlandia es un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca, y ha negociado pacíficamente su autonomía con el gobierno danés. Aunque Groenlandia tiene el derecho de convocar un referéndum sobre la independencia, su relación con Dinamarca es el resultado de un proceso de autodeterminación negociado. En cambio, el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no descolonizado, reconocido como tal por la ONU, y cualquier solución debe basarse en un proceso de autodeterminación, que aún no ha sido implementado debido a la ocupación marroquí.
3. Alto Adige y Italia
Alto Adige (Sudtirol) es una región autónoma en el norte de Italia, con una gran población de habla alemana. Su estatus de autonomía fue negociado en 1972 tras tensiones entre Austria e Italia, y el acuerdo se alcanzó a través de la mediación de la ONU. No hay conflicto de ocupación o colonización en este caso. Comparar esta situación con la del Sáhara Occidental es completamente fuera de lugar, ya que no se trata de un territorio bajo ocupación militar, sino de una región con derechos autónomos acordados por las partes implicadas.
4. Cataluña y España
Cataluña es una región autónoma dentro de España, y sus intentos de independencia han sido gestionados dentro del marco constitucional español. A pesar de la fuerte demanda de una parte de la población catalana por la independencia, el conflicto es interno y ocurre dentro de un estado soberano. El caso saharaui, por el contrario, es un claro caso de descolonización inacabada, donde un estado extranjero (Marruecos) ha ocupado el territorio tras la retirada de la potencia colonial (España). La solución para el Sáhara Occidental no puede ser impuesta unilateralmente por Marruecos, ya que violaría el derecho internacional, específicamente el principio de autodeterminación.
5. Somalilandia y Somalia
Somalilandia se autoproclamó independiente de Somalia en 1991 tras el colapso del gobierno central somalí. Aunque ha disfrutado de una paz relativa y de una administración eficaz, no ha sido reconocida internacionalmente como estado independiente. Somalilandia es un ejemplo de una región que se separó tras un conflicto civil, pero no está relacionada con un proceso de ocupación extranjera o colonización, como es el caso del Sáhara Occidental. Además, Somalilandia no es un territorio no autónomo bajo la supervisión de la ONU, a diferencia del Sáhara Occidental.
6. Bougainville y Papúa Nueva Guinea
Bougainville, una región autónoma de Papúa Nueva Guinea, celebró un referéndum de independencia en 2019, como parte de un acuerdo de paz negociado tras años de conflicto. La situación en Bougainville fue el resultado de un conflicto interno, no de una ocupación colonial o militar. Este tipo de proceso negociado y consensuado es completamente diferente al del Sáhara Occidental, que se enfrenta a una ocupación extranjera que ignora las resoluciones internacionales.
7. Bangsamoro Mindanao y Filipinas
La región de Bangsamoro en Mindanao, Filipinas, ha alcanzado un acuerdo de autonomía con el gobierno filipino tras años de conflicto armado. Este acuerdo fue negociado entre las partes y ratificado por un referéndum. De nuevo, no se trata de un conflicto de colonización o ocupación, sino de un conflicto interno en un estado soberano. El Sáhara Occidental, por su parte, sigue siendo un territorio ocupado ilegalmente por Marruecos, y cualquier solución impuesta que no respete el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación no puede ser aceptada.
8. Åland y Finlandia
Åland es un archipiélago autónomo dentro de Finlandia con una población mayoritariamente de habla sueca. Su estatus de autonomía fue negociado tras un conflicto diplomático entre Suecia y Finlandia en los años 1920 y mediado por la Sociedad de Naciones. No es un caso de ocupación extranjera, y la autonomía fue acordada de forma pacífica y consensuada. El Sáhara Occidental, en cambio, es un territorio ocupado militarmente y en el que se niega al pueblo saharaui su derecho a decidir libremente su futuro.
El caso del Sáhara Occidental es único y requiere una solución justa basada en el acuerdo aceptado y firmado por las dos partes el Frente POLISARIO y Marruecos en el año1991.
El conflicto del Sáhara Occidental no puede ser equiparado a los ejemplos mencionados, ya que se trata de un territorio ocupado militarmente por Marruecos desde 1975, en violación del derecho internacional y de múltiples resoluciones de las Naciones Unidas. Los casos de Escocia, Groenlandia, Alto Adige, Cataluña, Somalilandia, Bougainville, Bangsamoro Mindanao y Åland son situaciones que surgieron de contextos internos o acuerdos consensuados entre las partes implicadas, sin la intervención de una ocupación extranjera.
El Sáhara Occidental, como territorio no autónomo, tiene derecho a la autodeterminación según el derecho internacional, y cualquier solución que no esté basada en el acuerdo alcanzado entre el Frente POLISARIO y Marruecos en 1991, que contempla un referéndum de autodeterminación, será simplemente una solución impuesta. Las soluciones impuestas históricamente no han llevado a una paz duradera, sino que han generado más conflictos y sufrimiento. Por lo tanto, una solución justa y duradera para el Sáhara Occidental debe respetar el derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro, sin imposiciones externas ni falsas comparaciones.
¿Acaso la partición propuesta por el enviado personal del SGNU es una ejecución al plan de autonomía marroquí?
✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis
Madrid (ECS).- El plan de autonomía presentado por Marruecos para el Sáhara Occidental ha sido promovido durante años por Marruecos y sus aliados como la única solución «realista y viable» para resolver el conflicto. Sin embargo, la reciente propuesta de partición presentada por el enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas parece haberle dado un golpe mortal a esa iniciativa marroquí. ¿Es esta propuesta del enviado personal una sentencia de muerte para el plan de autonomía de Marruecos, dejándolo expuesto como una simple fachada vacía?
Los peligros de la partición: un enfoque imprudente para el conflicto del Sáhara Occidental
La intervención del enviado personal del secretario general es un revés importante para Marruecos, que ha dedicado tiempo y recursos incalculables para comprar apoyos internacionales y consolidar su propuesta como la única vía posible. A lo largo de los años, Rabat ha desarrollado una agresiva estrategia diplomática, invirtiendo en relaciones bilaterales y acuerdos económicos que, en muchos casos, se veía claro que fueron diseñados únicamente para obtener el respaldo a su plan de autonomía. Sin embargo, el hecho de que la más alta autoridad vinculada al conflicto, el enviado personal del secretario general de la ONU, sugiera una vía completamente diferente, deja claro que la propuesta marroquí nunca ha tenido un sustento sólido.
El rechazo implícito a la propuesta de autonomía por parte del enviado personal es, en sí mismo, un poderoso mensaje. Pone en entredicho el valor de un plan que Marruecos ha intentado imponer en la mesa de negociaciones y, en su lugar, resalta la necesidad de soluciones más justas y basadas en la realidad. Este enfoque reafirma lo que muchos han defendido durante décadas: que cualquier solución para el Sáhara Occidental debe basarse en el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, y no en un arreglo impuesto por la potencia ocupante.
El plan de partición propuesto también destaca el fracaso de Marruecos en su intento por resolver el conflicto bajo sus propios términos. A pesar de los numerosos esfuerzos diplomáticos, la comunidad internacional, representada por el enviado personal de la ONU, sigue considerando que las opciones sobre la mesa deben ser más inclusivas y reflejar la voluntad del pueblo saharaui. Esto socava profundamente la posición de Marruecos y desenmascara la realidad de que su propuesta de autonomía no ha sido más que un intento de consolidar su control sobre el territorio ocupado.
Esta situación plantea preguntas fundamentales: ¿es el plan de autonomía de Marruecos realmente una solución o simplemente una estrategia política diseñada para ganar tiempo y apoyo internacional? ¿Hasta qué punto puede seguir sosteniéndose un plan que ha sido rechazado tácitamente por el propio enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas? Las respuestas a estas preguntas sugieren que el plan de autonomía ha llegado a un punto crítico, donde su viabilidad está hecha un cuento pasado.
Las desafortunadas derivas de Macron y Sánchez respecto al pueblo del Sáhara Occidental
Lo que resulta evidente es que la reciente propuesta del enviado personal de la ONU no solo es un golpe diplomático para Marruecos, sino que también pone de manifiesto que la comunidad internacional no está dispuesta a aceptar soluciones unilaterales que no respeten los derechos del pueblo saharaui. Marruecos puede haber corrido medio mundo en busca de apoyos, comprando voluntades y vendiendo una narrativa de estabilidad, pero la realidad es que el conflicto del Sáhara Occidental sigue vivo, y la legitimidad de cualquier propuesta debe estar fundamentada en el respeto a la autodeterminación.
En definitiva la propuesta de partición del enviado personal del secretario general de la ONU no solo pone en duda la validez del plan de autonomía marroquí, sino que lo expone como una solución vacía, diseñada para consolidar una ocupación y no para resolver un conflicto. Es, en muchos sentidos, una ejecución diplomática del plan marroquí, una bofetada a sus intentos de legitimar una solución injusta ante la comunidad internacional. Con este nuevo escenario, queda claro que el futuro del Sáhara Occidental deberá construirse sobre los principios del derecho internacional y el respeto a las aspiraciones del pueblo saharaui, no sobre los intereses políticos de la potencia ocupante.
«El hotel Kremlin»
El creciente descontento con las juntas militares que gobiernan en la región del Sahel.
Madrid (ECS).- ZAM publicó una investigación titulada «Hotel Kremlin», en la que tres periodistas de investigación africanos, Malick Sadibou Coulibaly, Ramdane Gidigoro y Rachid Zaid Combary, trabajaron de forma encubierta en Mali, Níger y Burkina Faso, respectivamente. La investigación pintó un panorama sombrío de la vida bajo lo que llamó dictaduras militares en la región del Sahel, especialmente en Mali, Níger y Burkina Faso.
Cuando las juntas militares tomaron el poder en Mali, Burkina Faso y Níger, denunciaron que los dirigentes civiles derrocados estaban en connivencia con su antigua potencia colonial, Francia, para explotar los recursos naturales. Tras estos golpes de Estado, que tuvieron lugar entre 2021 y 2023, los manifestantes protestaron izando banderas rusas y quemando banderas francesas.
Sin embargo, este informe de investigación sugiere que el apoyo a las juntas está disminuyendo debido al incumplimiento de sus promesas, así como a las duras tácticas empleadas por los mercenarios rusos contra la población civil y los países vecinos. Evelyn Groenink, coordinadora de ZAM, una plataforma de medios de comunicación holandesa, declaró: «Los primeros lemas, ‘Rusia fuera’, han aparecido en las paredes de la oficina rusa en Níger. Es una señal de que se está produciendo un debate».
En su investigación, Coulibaly, Gidigoro y Cambary constataron, en cambio, que las bajas civiles y militares están aumentando en los tres países. Coulibaly informó de que una de las morgues de Bamako está repleta y que un guardia le dijo que entre marzo y mayo se habían en esa morgue unos 200 cadáveres de civiles y militares. En las capitales de los tres países –Bamako, Niamey y Uagadugú– la paciencia se está agotando.
Un pacto sobre defensa y comercio
Para contrarrestar las sanciones regionales impuestas tras los golpes de Estado, los regímenes militares de Burkina Faso, Mali y Níger firmaron el 6 de julio un tratado de confederación sobre defensa mutua y comercio. Este acuerdo, conocido como la Alianza de los Estados del Sahel (AES), formalizó su salida del bloque económico de África Occidental (CEDEAO).
El acuerdo refleja un cambio en la dinámica regional, en el que los Estados miembros buscan estrechar vínculos con Rusia y distanciarse de la antigua potencia colonial, Francia. La confederación AES también se opone al neocolonialismo y ha expresado fuertes sentimientos anti-CEDEAO y anti-Francia.
Los habitantes de la región aplaudieron el acuerdo, pero éste no ha dado señales de traer prosperidad económica a la población de las tres fronteras. Según Coulibaly, la evidencia visible de prosperidad en Mali es evidente en la carretera hacia la ciudad de Kati, una guarnición a las puertas de Bamako.
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