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08 septiembre 2025
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«Vacaciones en Paz 2025»: Pronto los niños saharauis estarán aqui

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    Madrid. – El resto de los vuelos de los niños saharauis del programa Vacaciones en Paz 2025 ya están reprogramados, y los trámites administrativos se han acelerado. Pronto llegarán los vuelos restantes de los pequeños para pasar sus vacaciones estivales con sus familias en España, según ha podido saber este medio de los organizadores.

«Ayer empezamos la reprogramación de los vuelos y hoy seguimos la negociación (…). En cuanto se programen los vuelos, daremos nuestro visto bueno», dijo una fuente informada a ECSaharaui.

3.000 niños saharauis llegarán a España este verano gracias al programa ‘Vacaciones en Paz 2025’

  Este verano más de 3.000 niños procedentes de los campamentos de refugiados saharauis tienen previsto llegar en los dos próximos días para pasar sus ‘Vacaciones en Paz’ en España. Su llegada se ha ido retrasando como resultado de «trámites administrativos» habituales. Las familias españolas que esperaban ansiosamente su llegada durante la primera semana de julio, confían en poder recibirlos lo antes posible.

»Una serie de elementos han generado una situación compleja de gestionar y, es entendible, que provoque una sensación de falta de información y de datos que necesitan tanto las familias acogedoras como las asociaciones que coordinan el proyecto», lamentó la misma fuente.

Cancelado el programa de vuelos del ‘Vacaciones en Paz’ 2025 hasta nueva programación

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El motivo es el retraso en la emisión y el envío de los pasaportes colectivos al Consulado Español en Argel, un trámite imprescindible para que los niños puedan salir de los campamentos de refugiados.

    Madrid (ECS).- La Representación del Frente Polisario en España ha anunciado este jueves la suspensión de todos los vuelos correspondientes al programa «Vacaciones en Paz 2025», debido a problemas aún no resueltos con la emisión de los pasaportes colectivos de los menores saharauis participantes.

   Según el comunicado oficial emitido este jueves, la falta de estos documentos impide que los menores puedan viajar, afectando por igual a todas las Comunidades Autónomas sin excepción. La organización lamenta profundamente los inconvenientes que esta cancelación ha ocasionado o pueda ocasionar, especialmente en lo relacionado con la logística, la organización y las recepciones institucionales ya programadas.

   El Frente Polisario asegura que se han hecho todos los esfuerzos posibles para salvar el mayor número de vuelos y agradece la comprensión y predisposición de las entidades implicadas. Además, informa que se está trabajando de manera coordinada con otros actores e instituciones para resolver esta situación lo antes posible y poder garantizar la ejecución completa del programa. Una vez que se establezca un nuevo plan de vuelos, será comunicado a través de los canales habituales.

El comunicado oficial del Frente Polisario.

El CNI alerta del reclutamiento de yihadistas marroquíes y pide «no estigmatizar» a los saharauis

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AGENCIAS 

    Madrid | ECS. – El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha acertado este lunes en unas jornadas sobre yihadismo del mayor reclutamiento de nacionales de Marruecos entre las organizaciones terroristas asentadas en diferentes países del Sahel africano desde hace un par de años. También ha reconocido que una minoría de saharauis radicalizados han alcanzado la cúpula de la filial Estado Islámico-Provincia de África Occidental (ISWAP), aunque ha pedido «no estigmatizar» por esto al conjunto de la causa saharaui ni tampoco al Frente Polisario, según ha informado La Vanguardia.

Campaña marroquí en EE.UU para deslegitimar la lucha justa del pueblo saharaui

   La alerta la ha lanzado un responsable de contraterrorismo del CNI –que por razones de seguridad ha pedido que no se difunda su identidad– en las jornadas ‘La amenaza yihadista para España: persistencia y transformación’, organizada en Aranjuez (Madrid) por el profesor Fernando Reinares en colaboración con el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y la Universidad Rey Juan Carlos.

    El funcionario español ha dicho que «lamentablemente» existe un flujo de desplazamientos de combatientes hacia África, más cercana geográficamente a España. «Desde hace un par de años se han creado estas rutas a la zona del norte de Somalia por parte del Daesh (Estado Islámico) y las cifras de gente movilizada, sin llegar a ser en modo alguno comparables al Califato en Siria e Irak, son preocupantes».

   En concreto, ha hablado de centenares de desplazados. «Hablamos de tres cifras, muchos de ellos provenientes del continente africano, pero lo que nos preocupa especialmente a España es que entre esos países africanos muchos son magrebíes y, en concreto, muchos son marroquíes», ha especificado.

   En este contexto, el responsable del CNI ha recordado que la cúpula anterior del Daesh-entonces conocida como el Gran Sáhara– ya fue neutralizada cuando estaba compuesta por saharauis, motivo por el que ha sido «reemplazada por una nueva generación de militantes todos ellos también saharauis».

Bolton: No vi ninguna señal de marxismo, yihadismo o iraníes en el Sáhara Occidental

    Ha reconocido que este hecho es llamativo porque los saharauis no son «más de 25 o 30 personas» dentro de una filial de Estado Islámico que puede contar con entre 2.000 y 3.000 combatientes. «Los ocho o diez integrantes de la cúpula rectora, todos ellos saharauis, son una minoría anecdótica» frente a los combatientes locales de una etnia concreta», ha subrayado.

    «Esto no tiene absolutamente nada que ver con sus procesos de radicalización», ha añadido sobre estos periodos de vacaciones en España, lamentando que algunos de aquellos niños luego hayan sido «atraídos y reclutados» por elementos del Daesh que «los sacan de los campamentos» para formarse en escuelas religiosas en países como Mauritania, sin que las autoridades de este país lo detecte.

    No obstante, desde el CNI se ha desvinculado a la causa saharaui del terrorismo. «La respuesta es un rotundo no; no hay en absoluto una vinculación del movimiento saharaui o del Frente Polisario con el yihadismo», ha subrayado, añadiendo que la presencia de una minoría «no debe estigmatizar en modo alguno» a toda la comunidad saharaui.

   «Estos saharauis consiguen hacerse muy relevantes, primero porque a diferencia de esos combatientes locales, ellos son árabes procedentes de los campamentos, conocen el idioma y tienen mayor bagaje cultural y religioso, lo que hace que la interlocución con la dirección central de la organización sea mucho más fácil», ha explicado.

    El general Miguel Ángel Ballesteros, que fue director del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) de la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez, ha reflexionado sobre el «error» que en su opinión supone que la Unión Europea haya dejado de tener presencia en los países africanos amenazados por el yihadismo.

   «El Sahel es la frontera de seguridad para España», ha avisado, al tiempo que ha destacado que Argelia es un país «bastante concienciado» a la hora de frenar el terrorismo en su territorio y que lo mismo ocurre con el otro vecino del sur, Marruecos, que «trabaja bastante bien» en la lucha antiterrorista aunque, en su opinión, sería conveniente «no dejarle toda la presión» en sus manos porque se pueden ver desbordados.

Bolton: No vi ninguna señal de marxismo, yihadismo o iraníes en el Sáhara Occidental

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El analista internacional, Koldo Salazar, pudo entrevistar a Bolton para el digital Otralectura


.    Washington (ECS).- John Bolton, un diplomático y ex Asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, es conocido por su postura firme en política exterior. Aunque su carrera se ha centrado en temas de seguridad y defensa global, ha mostrado apoyo a los derechos de los saharauis y a soluciones diplomáticas al conflicto del Sáhara Occidental. Bolton ha defendido el respeto por la autodeterminación saharaui y ha respaldado los esfuerzos internacionales para promover la paz y la estabilidad en la región. Su posición refleja su compromiso con la resolución pacífica de conflictos y la protección de los derechos humanos en la zona.

   Pregunta: ¿Cuál es tu percepción sobre los principales avances en la situación del Sahara Occidental desde 1975, comenzando con los Acuerdos de Madrid entre España, Marruecos y Mauritania, que llevaron a un conflicto entre el Polisario y estos países? Además, ¿cómo valoras los esfuerzos posteriores, como el Plan Baker y los importantes esfuerzos diplomáticos liderados por el señor James Baker para preparar un referéndum? ¿Cuál es tu percepción acerca de la evolución y el desarrollo de esta situación a lo largo de los años, involucrando a Marruecos, Polisario y el Sahara Occidental?

   Respuesta de John Bolton: Bueno, pensé que estaba muy claro para nosotros que en 1991, después de la primera Guerra del Golfo, cuando Saddam Hussein fue expulsado de Kuwait, hubo muchos cambios en el Medio Oriente y entonces fue un momento para avances importantes, especialmente en cuestiones que durante mucho tiempo no habían tenido progreso. En el Sahara Occidental parecía una oportunidad perfecta cuando vimos la disposición del gobierno de Marruecos para permitir que se realizara un referéndum. Y, sabes, se había acordado que sería basado en el censo español de 1975, lo cual no parecía muy difícil de hacer.

   Honestamente, había alrededor de 80,000 personas elegibles para votar y todos estaban de acuerdo en crear la MINURSO, tener un alto el fuego y luego realizar el referéndum sobre el futuro en el Sahara Occidental y era algo que probablemente podríamos haber hecho muy rápidamente, pero lo que sucedió fue esto y por eso la operación de mantenimiento de la paz para Irak, la participación del personal militar estadounidense involucrado históricamente en operaciones de paz, donde ambas partes pensaban que la participación de los Estados Unidos haría que fuera justa porque los militares estadounidenses tendrían integridad en la supervisión de que se realizara el referéndum, pero Marruecos no cooperó.

    Y, ya sabes, en ese momento, la administración Bush, como luego se descubriría, terminó en las elecciones de 1992. Trabajamos para ver si podíamos lograr que se llevara a cabo el referéndum. Pensamos que debería haberse hecho bastante rápido. No es una operación enorme, pero fracasó y cuando llegó la administración de Clinton, el apoyo de Estados Unidos al referéndum simplemente se quedó en silencio en ese momento. Así que no fue hasta que Kofi Annan, que en ese momento era Secretario General de las Naciones Unidas, llamó a Baker a finales de 1994 y le dijo: mira, tú aprobaste esta resolución, la Resolución del Consejo de Seguridad mientras eras Secretario de Estado, ¿podrías venir y ver si puedes hacer que esto funcione? Y Baker aceptó, me llamó a mí y yo no estaba muy familiarizado con el Sahara Occidental, aunque seguro que le había dicho que no habría mucha controversia al respecto. Pensamos que se aprobaría bastante rápido, lo cual hicimos, pero luego fue bloqueado. Pero entonces, él empezó realmente en 1994 o principios de 1997. Kofi lo llamó a finales de 1996 y fue entonces cuando comenzamos a trabajar en lo que luego se convirtió en los Acuerdos de Houston.

La entrevista de Koldo Salazar con John Bolton.

    Pregunta: En esta discusión, estás hablando sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sin embargo, al mismo tiempo, vemos que el derecho internacional reconoce el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) aclaró en 1975 las diferencias en los vínculos culturales, lingüísticos y políticos entre las tribus saharauis y el Reino de Marruecos, enfatizando que las tribus nunca poseyeron soberanía ni vínculos legales con Marruecos. Actualmente, Marruecos no ha mostrado ningún compromiso para realizar un referéndum, como mencionaste. En cambio, proponen un plan alternativo para una región autónoma en el Sahara Occidental. Desde la perspectiva del derecho internacional y doctrinas como la de Stimpson, que abordan situaciones por la cual los actos ilegales no pueden crear ley. ¿Cómo se enfrenta esto?

   John Bolton responde: Los marroquíes creen que tienen control y, ya sabes, tal vez en algún momento puedan manipular su propio referéndum. Qué sorpresa será cuando la gente vote por ser anexada por Marruecos. Esto no es difícil de hacer y, ya sabes, incluso las decisiones judiciales posteriores sobre la soberanía marroquí y todo lo demás. El punto básico era dejar que la gente decidiera.

    De eso viene la soberanía. No viene del derecho internacional, viene del pueblo. Y si les dieran un referéndum libre y justo, decidirían lo que quieran. Tal vez decidan unirse a Marruecos, nadie pensaba eso, especialmente los marroquíes, por eso se dieron cuenta de que habían cometido un error al decir que la votación debería seguir adelante. Y la única cuestión en los últimos 30 años ha sido, ¿los pueblos tienen derecho a votar? ¿Tienen la oportunidad de escoger la independencia si eso es lo que desean, o no? Los marroquíes temen el resultado de un referéndum y, a menos que alguien haga algo al respecto, simplemente nunca permitirán una elección verdaderamente libre y justa.

    Pregunta: La guerra empezó de nuevo en 2020 a raíz del problema de El Guerguerat en la frontera internacional. Y ahora vemos, por ejemplo, un gran esfuerzo diplomático de Marruecos y sus grupos de presión en países europeos como España o la Unión Europea, para hablar sobre esto, eh, para evitar el referéndum y hacer este plan de autonomía. Pero al mismo tiempo, están haciendo esto para tratar de apoyar la visión del Polisario como un grupo terrorista. Y tratan de establecer vínculos con Irán, con Hezbolá, incluso con Al Qaeda y otros grupos terroristas. He visto que en Estados Unidos, a dos congresistas, el señor Wilson del Partido Republicano y el señor Panetta del Partido Demócrata, haciendo una petición para incluir al Polisario en la lista de grupos terroristas. ¿Cuál es tu opinión sobre esto? ¿De qué manera estamos observando este conflicto?

   John Bolton responde: Bueno, no creo que esa resolución vaya a salir adelante. No creo que tenga mucho apoyo, aunque no es un tema que sea conocido por muchas personas, así que tal vez intenten aprobarla sin mucho trámite. Pero yo he estado, creo que la primera vez que fui a Tinduf fue hace unos 30 años. Y no vi señales de marxistas, ni yihadistas, ni iraníes, ni nada por el estilo, y he estado allí muchas veces. Y he hablado con muchas personas en el Polisario, y con gente del gobierno español en particular, que conocen las circunstancias en el Sahara Occidental, y esto es solo propaganda de los marroquíes y sus apoyos; no hay evidencia de esto. Sabes, tienes ONG estadounidenses trabajando en los campamentos alrededor de Tindouf que apoyan esas cosas y brindan asistencia humanitaria. Habríamos oído algo, quiero decir, no puedes mantener una farsa así por un período prolongado y que no salga la verdad. Así que, pienso que es algo escandaloso, pero, ya sabes, eso es lo desesperados que creo que están.

   Pregunta: ¿Cuántos intereses tiene Marruecos en esto? Porque tienen problemas locales con otros países como Argelia. En este sentido, vemos, por ejemplo, que Argelia asumió la responsabilidad de acoger a los saharauis en Tindouf, y los tiene allí, y España, por ejemplo, ahora, reconoce la soberanía de Marruecos. Tuvimos un escándalo hace algunos años cuando los periódicos filtraron una carta del presidente de España, Pedro Sánchez, hablando del Sáhara Occidental bajo la misma visión de Marruecos. ¿Crees que, paralelamente a este trabajo diplomático de Rabat, han invertido mucho tiempo y mucho dinero en la lobby para difundir su propia versión de la situación? ¿Y esto es un problema o un gran riesgo para la aplicación de la ley, la ley internacional y la libertad, la defensa de las personas en todo el mundo, bajo la filosofía del mundo occidental, Estados Unidos y Europa?

    John Bolton responde: Sí, creo que es una consecuencia muy negativa, obviamente hay muchas cosas pasando en el Sahel. Las relaciones entre Marruecos y Argelia han estado bloqueadas durante mucho tiempo. Muchas personas ven esto como un conflicto substituto. Una vez estuve con Baker en 1997, preparando los Acuerdos de Houston. Visitamos Marruecos, había un mapa en las cámaras del rey, normalmente las puertas están cerradas, pero estaban abiertas, y mostraba Marruecos tal como ellos lo veían, lo cual incluía aproximadamente la mitad de Argelia, Sáhara Occidental y gran parte del norte de Mauritania. Así que, sabes, esto no es apropiado para hablar de derecho internacional cuando claramente tienen cuestiones más grandes. Y creo que, en cierto sentido, el POLISARIO y los saharauis están atrapados en medio de un conflicto mayor.

    Todo lo que he pedido siempre es un referéndum. Para mí, esto no es difícil de hacer, ahora, cada vez es más difícil porque las personas que deben votar están muriendo. Y creo que, sabes, tenemos que considerar que la posición de EE.UU. es la ley en nueve décimas partes, y eso es lo que los marroquíes están jugando. Solo están jugando. Solo se quedan allí, a la espera, y esperan que cada vez más personas reconozcan eso. Tuvieron el desafortunado ejemplo de Trump reconociendo primero la soberanía marroquí para conseguir los Acuerdos de Abraham. Los marroquíes habrían dado un Acuerdo de Abraham con Israel. Prácticamente lo hicieron antes y en al menos dos ocasiones que conozco. Quieren reconocimiento diplomático completo de Israel. Trump no debió de hacer esa concesión. Para mí, no cambia nada. Las resoluciones del Consejo de Seguridad dicen que debe realizarse un referéndum, y eso es lo que todos deberíamos estar haciendo.

   Pregunta: A veces, cuando hablamos en la Universidad sobre el referéndum y sobre el derecho internacional, tenemos dudas acerca de algunos problemas que Marruecos está generando en las tierras que ocupa, y sobre la movilización de la población desde Marruecos hacia el Sahara Occidental. Algunas veces, algunos académicos piensan que todas las personas que viven allí en el momento del referéndum tienen derecho a votar, otros dicen que no, solo las personas censadas en 1974 y sus descendientes. ¿Cuál es la situación y qué crees tú? ¿Las personas tienen derecho a votar?

   Respuesta de John Bolton: Procedemos basándonos en el censo español, que no es perfecto pero fue lo único que había en una población móvil que indicaba quiénes eran las personas en el Sáhara Occidental. Ahora bien, Marruecos ha estado enviando gente al Sáhara Occidental durante décadas, porque siguen esperando que quizás puedan influir en el resultado del referéndum. Siento que si los marroquíes se instalan en el Sahara Occidental y dicen que la independencia para Marruecos no sería una mala idea, esa es la estrategia que han seguido, incluyendo la Marcha Verde y otras acciones que han realizado a lo largo de los años, que han funcionado lo suficiente para ellos, de modo que confían en que realizarán su propio referéndum creyendo que MINURSO simplemente lo organizará como ellos quieren. Eso dice mucho sobre cuáles son los verdaderos sentimientos de la población.

   Pregunta: También tenemos los problemas de las fronteras y los acuerdos entre Marruecos, la Unión Europea y algunos países de la Unión Europea sobre los recursos naturales, como los acuerdos de pesca en las aguas territoriales del Sahara Occidental o los fosfatos de Fos Bucraa, por ejemplo. Ellos utilizan los recursos naturales y hacen negocios con ellos, ¿crees que esto puede considerarse un delito bajo el Derecho Internacional?

   Respuesta de John Bolton: Bueno, creo que esas acciones son inválidas. Pienso que, hasta que se determine finalmente el estatus del territorio, el gobierno de Marruecos no tiene más derecho a conceder derechos oficiales o derechos mineros sobre los fosfatos, y esto incluye, por ejemplo, el caso de Fos Bucraa. Esa es la cuestión: queremos un referéndum para determinar quién tiene realmente la autoridad para hacer esto, y lo que ha pasado es que ha impedido el desarrollo económico en el Sahara Occidental o en el pueblo saharaui. Quiero decir, esto es altamente ilegítimo, aunque no estoy seguro de si constituye un delito o no. Pero los marroquíes actúan con impunidad porque el Consejo de Seguridad no hace nada para hacer cumplir sus propias resoluciones.

   Pregunta: Para terminar, señor Bolton, y con mi gratitud y sé que está muy ocupado, quiero preguntar sobre la percepción de este conflicto del Sahara Occidental en los Estados Unidos de América, en el Congreso de los Estados Unidos, en el Senado e incluso en la Casa Blanca.

   Respuesta de John Bolton: Bueno, no es bien entendido eso creo que es justo decirlo. Ha habido algunos políticos estadounidenses que han mostrado un interés particular; un senador de Oklahoma fue un gran defensor de los saharauis y del referéndum, el senador Mike Rounds. Pero, de alguna manera, hay algunos miembros que han sido alimentados con la idea de que los saharauis y el POLISARIO son agentes de Irán, y eso no es cierto. Quiero decir, he examinado esto durante la época de la Guerra Fría, del lado soviético, ayudaron a financiar algunos movimientos de liberación nacional; que si yo pensaba que no habían sido agentes de Bulgaria o de la Unión Soviética en ese momento en que me relacioné con ellos. Creo que, al igual que los argelinos, tomaron partido en ese momento para beneficiarse a sí mismos. Pero esa no es la cuestión que enfrentamos, quiero decir, la historia es la historia. La pregunta es si el pueblo del Sahara Occidental puede votar por su propio futuro o no.

   Y nunca he visto ninguna conducta por parte del POLISARIO que los hiciera inapropiados como representantes de los saharauis. Ellos son quienes eligen a sus representantes, así que toda esta situación ha sido realmente una tragedia para las personas comunes que quieren salir de los campos de Tindouf y regresar a donde vivían antes. Y hay una cosa que lo impide, y eso es el gobierno de Marruecos. (Foto: Wikimedia).

Fuente: Otralectura

¿Es Marruecos quien realmente dicta la política migratoria en España?

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Por Ana Stella (@anaqtella)

   Madrid (ECS).- Acento Public Affairs, fundada entre 2018 y 2019 por los exministros Pepe Blanco (PSOE) y Alfonso Alonso (PP), se presenta como una consultora “supraespecializada en asuntos públicos y estratégicos”. Sin embargo, su papel como lobby que reúne a ex altos cargos de ambos grandes partidos ha despertado serias sospechas sobre el funcionamiento real del bipartidismo en España.

    La firma ha incorporado como consejeros a figuras como Valeriano Gómez, Elena Valenciano, José María Lassalle, Elena Pisonero y Esteban González Pons, todos ellos con trayectoria en el PP o el PSOE. Su cartera de clientes incluye grandes empresas, organismos internacionales y, notablemente, la embajada de Marruecos, a la que asesoran en materia agrícola. Esta colaboración ha generado rechazo en sectores agrarios españoles, que ven en ello un conflicto de intereses potencial.

¿Cuál es el papel de Marruecos en el narcotráfico y la inmigración ilegal hacia España? (Revelaciones)

Caso Ábalos–Koldo: presiones, silencios y “el tema de Marruecos”

    Según revelaciones del periodista Unai Cano, el director de Acento, Pepe Blanco, habría ofrecido, junto con el expresidente José Bono, un puesto en consultoría al exministro José Luis Ábalos para garantizar su silencio respecto a gestiones comprometedoras. Esta oferta, según la fuente, habría sido presentada “de parte del presi”.

   Además, se han filtrado grabaciones de conversaciones entre Koldo García (entonces asesor de Ábalos) y el propio exministro, entre ellas una en la que se afirma: “también está el tema de Marruecos, que eso sale y aquí nadie dice nada”.

   Este audio, difundido por The Objective, ha levantado sospechas sobre negocios sensibles con Marruecos, como la adjudicación de una desaladora en Casablanca por 340 millones de euros, ejecutada por Acciona, o posibles gestiones en torno al Mundial 2030 o el túnel bajo el Estrecho.

   Según los informes de la UCO, Koldo y Pepe Blanco mantuvieron al menos ocho reuniones entre 2018 y 2021, muchas de ellas relacionadas con intermediación en contratos públicos.

Presión ‘migratoria’ y repatriaciones (18 de noviembre de 2020)

   En una conversación entre Koldo García y el director general de la Policía, Francisco Pardo, grabada un día antes del viaje de Ábalos a Canarias y paralelo al desplazamiento del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska a Marruecos, se expone el siguiente intercambio:

   Pardo (Policía): “…la frontera… ahí son marroquíes, nos los están mandando desde Marruecos. Y aquí, como están las fronteras cerradas con Marruecos por parte de Europa, no permiten la repatriación.”

   Añade que Marruecos está dejando salir inmigrantes desde el Sáhara Occidental, complicando las repatriaciones.

  Koldo: “Buscaremos también aviones para mandarlos a la península y buscar centros en la península también.”

  Pardo: “Vienen todos bien vestidos, con los móviles (…) no pueden ver es que, entrando por Canarias, llegan a la península.”

   En este diálogo se revela una estrategia logísticamente planificada (aviones con fines migratorios) y un reconocimiento oficial de que Rabat podría estar facilitando el envío de inmigrantes, causando una “presión migratoria”.

   Estas declaraciones coinciden con una crisis en Arguineguín (Gran Canaria) en noviembre de 2020, donde miles de personas quedaron atrapadas en el muelle sin capacidad de repatriación, evidenciando esta presión práctica desde el país vecino.

   La mención se produce justo antes del viaje de Marlaska a Marruecos, lo que sugiere que el Gobierno estaba gestionando el asunto con una agenda política activa en la región.

Revelaciones:

1. Comisiones millonarias (2019); Koldo ofrece a Ábalos una comisión de 500.000 euros al mes durante 3 años por mediar con una petrolera venezolana vinculada a Guaidó.

2. Presión migratoria desde Marruecos (2020); Conversaciones con la Policía revelan que Marruecos estaría enviando inmigrantes intencionadamente. Koldo y altos cargos planean traslados en avión a la península.

3. Ofertas de silencio (2023); Koldo asegura que Pepe Blanco y José Bono ofrecieron a Ábalos trabajo en consultoría “de parte del presi” si se mantenía callado.

4. Manipulación de contratos y adjudicaciones; Se graban discusiones sobre puentes, desaladoras, licitaciones en Sevilla y Logroño, incluso menciones a encuentros con prostitutas para cerrar acuerdos.

5. Grabaciones secretas; Koldo afirma tener aún móviles con «todas las barbaridades» sobre Santos Cerdán, y que solo borró algunas por “lealtad a Ábalos”.

Estructura de Acento

  Pepe Blanco (PSOE): Cofundador y director de Acento, con historial de intermediaciones y conexiones con el caso Koldo.

Alfonso Alonso (PP): Cofundador y presidente del consejo. Exministro de Sanidad de España.

Consejeros: Valeriano Gómez, Elena Valenciano, Elena Pisonero, José María Lassalle, Esteban González Pons.

Implicados políticos y empresariales

  José Luis Ábalos (PSOE): Exministro de Transportes. Grabaciones lo vinculan directamente a Koldo y a maniobras con Acento.

Koldo García: Exasesor, figura clave del escándalo. Menciona “el tema de Marruecos” en los audios.

José Bono (PSOE): Exministro de Defensa. Presuntamente implicado en la oferta de consultoría a Ábalos.

Dimensión internacional

Embajada de Marruecos: Cliente directo de Acento en asesoramiento agrícola y diplomático.

Proyectos clave:

Desaladora en Casablanca (340 millones de euros) e Infraestructuras estratégicas relacionadas con el Mundial 2030 o túneles transfronterizos.

Periodismo e investigación

Unai Cano (The Objective): Principal revelador del caso.

Unidad Central Operativa (UCO): Ha entregado al Supremo los audios clave y pruebas documentales.

    El caso Acento revela una simbiosis entre el poder político bipartidista y la estructura de influencia económica, donde antiguos ministros gestionan intereses privados y diplomáticos desde lobbies compartidos. El uso de Marruecos como eje de negocios, las grabaciones filtradas y las ofertas de silencio comprometen gravemente la integridad institucional y la transparencia pública.

   Acento Public Affairs, más que una consultora, aparece como una plataforma de poder compartido entre PP y PSOE, capaz de operar por encima de gobiernos y partidos, sirviendo tanto a grandes empresas como a gobiernos extranjeros.

Campaña marroquí en EE.UU para deslegitimar la lucha justa del pueblo saharaui

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¿Por qué la designación del Frente Polisario como organización terrorista carece de fundamento jurídico serio?

Por Salim Djellab


    París (ECS).- Contexto político. El 25 de junio de 2025, dos congresistas estadounidenses, el republicano Joe Wilson y el demócrata Jimmy Panetta, presentaron un proyecto de ley para designar al Frente Polisario como Organización Terrorista Extranjera (OTE) dependiente del Departamento de Estado de Estados Unidos. Según ellos, el Polisario es una «milicia marxista» presuntamente apoyada por Irán, Hezbolá y Rusia, y desestabiliza a Marruecos, un aliado estratégico de larga data de Estados Unidos.

Su acusación carece de fundamento y tiene motivaciones políticas.

1. El Frente Polisario está reconocido por las Naciones Unidas

   Desde 1979, las Naciones Unidas reconocen al Frente Polisario como representante legítimo del pueblo saharaui (Resolución 34/37 de la Asamblea General de las Naciones Unidas). Administra las zonas liberadas del Sáhara Occidental y aboga por la aplicación del derecho a la autodeterminación, consagrado en la Resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas.

2. El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo según el derecho internacional.

    La Corte Internacional de Justicia (CIJ), en su opinión consultiva del 16 de octubre de 1975, rechazó explícitamente la reivindicación de soberanía histórica de Marruecos sobre el territorio saharaui.

   El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), en sentencias de 2021 y 2024 (C-778/21 P y C-798/21 P), reafirmó que el Sáhara Occidental es un territorio “distinto y separado” de Marruecos y que cualquier acuerdo que afecte a dicho territorio sin el consentimiento del pueblo saharaui es ilegal.

3. No se cumplen los criterios legales para la designación de OET

Según la legislación estadounidense (Código de los Estados Unidos, Título 8, §1189), deben cumplirse tres condiciones:

● La organización debe ser extranjera;

● Debe participar en actividades terroristas (ataques contra civiles);

● Debe amenazar la seguridad nacional o a ciudadanos estadounidenses.

   El Frente Polisario nunca ha atacado a civiles ni a ciudadanos estadounidenses. Sus operaciones se dirigen exclusivamente contra las fuerzas militares marroquíes en el marco de un conflicto armado reconocido por la ONU.

4. Una herramienta diplomática al servicio de los intereses marroquíes e israelíes

   Este proyecto de ley forma parte de una agresiva campaña de cabildeo del régimen marroquí en Estados Unidos, especialmente desde que el expresidente Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en 2020 a cambio de la normalización de las relaciones entre Marruecos y Israel en virtud de los polémicos Acuerdos de Abraham.

   La narrativa del «eje Irán-Hezbolá-Polisario» es completamente inventada: una táctica de propaganda geopolítica destinada a asociar al Frente Polisario con adversarios regionales de EE.UU, a pesar de la falta de información de inteligencia creíble o confirmación oficial por parte de las agencias de seguridad estadounidenses.

5. Implicaciones de gran alcance

   Jurídicamente incoherente: El proyecto de ley contradice las posturas históricas de la ONU y los principios del derecho internacional.

    Diplomáticamente contraproducente: Socavaría aún más la credibilidad de Estados Unidos como mediador neutral en los conflictos de descolonización, incluso en Palestina.

   Esta iniciativa legislativa es jurídicamente insostenible y políticamente imprudente. Se basa en acusaciones falsas, contradice el derecho internacional y contribuye a una estrategia más amplia de criminalización de un movimiento de liberación nacional reconocido por la ONU. Representa un nuevo intento de colonialismo legal, diseñado para deslegitimar el derecho de los pueblos a la autodeterminación.

    Además, los promotores de este proyecto de ley representan una pequeña minoría en el Congreso. Su iniciativa marginal no refleja ni la postura oficial del gobierno estadounidense ni la de la comunidad internacional en general.

Cuando el Congreso de EE.UU se equivoca de enemigo: el caso del Frente POLISARIO y la desesperación del ocupante marroquí

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Por Ahmed Omar


   Madrid (ECS).- En una maniobra que recuerda los errores más vergonzosos de la Guerra Fría, los congresistas Joe Wilson y Jimmy Panetta han propuesto una ley que busca designar al Frente POLISARIO como organización terrorista. El mismo Congreso que en los años ochenta calificó de “terrorista” a Nelson Mandela y al Congreso Nacional Africano, mientras el régimen del apartheid asesinaba, encarcelaba y torturaba, hoy parece repetir la historia: criminalizar a quienes luchan por su libertad y proteger a quienes los reprimen.

    El intento de estigmatizar al Frente POLISARIO no surge de una evaluación estratégica seria ni de informes de inteligencia. Surge de un cálculo político, de una alianza que se consolida entre Marruecos, Israel y ciertos sectores del poder estadounidense, dispuestos a sacrificar principios fundamentales a cambio de acuerdos diplomáticos y alineamientos geoestratégicos. Es el precio de la normalización marroquí-israelí dentro del marco de los Acuerdos de Abraham. Marruecos ofrece lo que tiene —reconocimiento, tierra ocupada, posicionamiento estratégico— y espera a cambio favores políticos, como esta propuesta de ley. Lo que no ha podido conseguir en el terreno ni en la ONU, lo intenta imponer a través del Congreso estadounidense.

   Esta ley no es una señal de fuerza, sino de debilidad. Después de casi cincuenta años de ocupación, Marruecos no ha logrado derrotar al pueblo saharaui. No ha obtenido el reconocimiento internacional de su soberanía sobre el Sáhara Occidental, ni ha podido presentar al mundo una narrativa convincente. La comunidad internacional, a través de la Corte Internacional de Justicia, la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Seguridad y las más recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ha dejado claro que Marruecos no tiene soberanía sobre el territorio y que el pueblo saharaui tiene el derecho inalienable a la autodeterminación. A pesar de los millones invertidos en operaciones de lobby, sobornos y propaganda, Marruecos sigue siendo, jurídicamente, una potencia ocupante. Esta ley es una señal de hasta qué punto el ocupante necesita que otros hablen por él, que otros legislen su victoria imaginaria.

   La propuesta de Wilson y Panetta busca presentar al Frente POLISARIO como una amenaza. Pero los hechos son otros. El POLISARIO ha sido reconocido por las Naciones Unidas como el representante legítimo del pueblo saharaui. Ha firmado y respetado los acuerdos del alto al fuego, ha cooperado con los mecanismos de la ONU, ha recibido delegaciones internacionales —incluidas estadounidenses— y no existe un solo informe creíble que lo vincule a terrorismo, ataques contra civiles o violaciones del derecho internacional humanitario. Ningún gobierno serio, ninguna organización internacional —ni la ONU, ni la Unión Africana, ni la Unión Europea— lo ha designado como grupo terrorista. Esta ley no tiene base legal ni sustento fáctico. Solo responde a la lógica de la propaganda.

    Incluso voces influyentes en la política estadounidense se han pronunciado en contra de esta deriva. El exasesor de seguridad nacional John Bolton, nada sospechoso de simpatías progresistas, escribió el 28 de mayo de 2025 un artículo en The Washington Times en el que afirmaba que el Frente POLISARIO jamás ha mostrado vínculos con extremismo y que Washington debería retomar su compromiso original: apoyar un referéndum real para que los saharauis decidan su futuro. Bolton conoce el expediente y su palabra deja en evidencia la manipulación de quienes impulsan esta propuesta.

   Es legítimo preguntarse: ¿qué intenta salvar esta ley? ¿Acaso se trata de una maniobra desesperada para proteger a una monarquía que empieza a mostrar signos de jaque mate? Internamente, Marruecos vive una creciente represión, un control sofocante de la prensa, una juventud sin perspectivas, desigualdades profundas y una clase dirigente cada vez más desconectada de la realidad del país. Externamente, su política de ocupación pierde fuerza jurídica y legitimidad política. La sentencia del pueblo saharaui —a pesar del exilio, la represión y la guerra— es clara: no se rendirá.

    El Congreso de los Estados Unidos debería recordar que la historia ya ha juzgado decisiones como esta. En su momento, apoyar al apartheid o declarar terrorista a Mandela eran apuestas políticas cómodas para algunos sectores. Hoy, son motivo de vergüenza histórica. Designar al Frente POLISARIO como terrorista sería repetir ese error, con pleno conocimiento de causa.

   Quienes proponen esta ley no están combatiendo el terrorismo. Lo están encubriendo. Porque el verdadero terrorismo es el que Marruecos ejerce en las calles de El Aaiún, en los tribunales militares contra civiles saharauis, en las cárceles clandestinas, en la represión de periodistas, en el saqueo sistemático de los recursos naturales del Sáhara Occidental. Ese terrorismo, más antiguo, más estructural, más documentado, es el que esta ley pretende ocultar.

   No se puede construir la paz criminalizando a quienes buscan justicia. No se puede legislar la ocupación. Y no se puede tapar la verdad con una votación amañada. La causa saharaui es legal, legítima y profundamente humana. Ya lo intentaron silenciar antes, y fracasaron. Esta vez también fracasarán.

La deuda moral de «La Vanguardia»

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Por Mahayub Sidina


     Madrid (ECS).- En la sociedad saharaui, el té es omnipresente, no solo físicamente sino también en la tradición oral y en el instinto colectivo. Así, ante una impertinencia o broma del mal gusto, es muy común oír a la gente decir “fulano o mengano tayar an-na alyum alkas”. Literalmente, significa “estragarle a uno el té del día”. En cambio, la moraleja que encierra es mucho más profunda. Censura comportamientos incívicos, falta de rigor, poca seriedad y actitudes groseras que generan malestar individual y colectivo.

   Algo parecido, ocurrió el día 8 de junio de 2025 con los lectores del diario Barcelonés, la Vanguardia. Cuando se encontraban saboreando su primer café del día, entre ojeadas a su diario favorito, fueron sorprendidos por una portada sensacionalista, insolente y de mucho más mal gusto.

   El hecho, de que les haya estragado el primer café del día, no era nada, en comparación, con el malestar provocado por la falta de rigor y profesionalidad de sus autores.

   Su serenidad quedó muy alterada. No daban crédito a lo que estaban leyendo. Su periódico, de referencia, se convirtió en caja de resonancia de un relato falso y malintencionado.

    Las imágenes terribles, de los atentados terroristas de Barcelona y Cambriles de 2017, siguen todavía vivas en la memoria colectiva de todos ellos. Por si los autores, de la panfletada querrán hacer vista gorda, conviene refrescarles la memoria, que dichos atentados fueron planificados y ejecutados por personas originarias de Marruecos, autor intelectual de la narrativa de la cual la Vanguardia hace eco.

   La falacia vinculaba la lucha de liberación nacional saharaui con la lacra del terrorismo en el Sahel y, lo que es peor, la utiliza, como argumento mezquino, para estigmatizar a uno de las obras humanitarios y sociales mas nobles y exitosos de los recientes tiempos: el Programa Vacaciones en Paz para Niños Saharauis.

3.000 niños saharauis llegarán a España este verano gracias al programa ‘Vacaciones en Paz 2025’

   ¿Qué coincidencia? 

    El Majzén marroquí recurre al mismo método, de estigmatización, para neutralizar a sus adversarios, sobre todo periodistas independientes. Como paso previo, inventa acusaciones infundadas para su encarcelamiento.

   La sospecha de malas intenciones, ocultas detrás de la salida de La Vanguardia, se hace más evidente si se tiene en cuenta que los primeros grupos, de niños del programa 2025, empiezan a llegar a todos los rincones de la geografía española, a partir del 30 de junio.

    Ante tal manipulación, muchos lectores entraron, al principio, en una confusión mental y empezaron a hacer elucubraciones en forma de preguntas: ¿Nos hemos equivocado de periódico? ¿Estamos leyendo una cabecera de la prensa amarilla? O ¿se trata de un panfleto callejero que hemos recogido, en el rincón, por descuido? No, no era nada de eso, lo que tenían entre las manos era, efectivamente, el veterano diario la Vanguardia, fundado en 1881 en Barcelona por la familia Godo’.

     Aunque no es el primer desliz de la Vanguardia, cara a lucha del pueblo saharaui, es el más grave. En su edición del 7 de octubre de 2018, publicó una crónica, insólita, de su corresponsal en Sevilla, bajo el título “Marruecos pide ayuda a Trump contra Irán”. Hasta el momento, sigue el misterio del porqué un corresponsal regional, saltó a la otra orilla del estrecho o, incluso mas lejos, al otro lado del Atlántico.

    El contenido principal, de la citada crónica, era la reproducción de una entrevista, del Ministro marroquí de asuntos exteriores Bourita, con una Web americana de extrema derecha, denominada Breitbart.

    En sus declaraciones, el ministro marroquí saca de la chistera, sin ninguna prueba hasta el día de hoy, que Irán ayuda al Frente Polisario a través del partido libanes Hizbolah. Era el colmo del ridículo.

    El diario la Vanguardia, no es ningún recién llegado. Es casi el Decano de la prensa nacional. Desde esta posición privilegiada, sus lectores, y el público en general, merecen recibir una información de calidad, veraz y contrastada.

    «En España existen varias Delegaciones Saharauis. Podría haber contactado con una de ellas para conocer su opinión. Es un deber ética»

    Todos sabemos, que el Majzén marroquí no cesa en su empeño de desestabilizar, por todos los medios, a la causa saharaui. Su guerra sucia abarca todas las esferas, incluido el terrorismo encubierto. ¿A quién beneficiaría el secuestro de cooperantes humanitarios, en 2011, en los Campamentos Saharauis?

    Según las estadísticas, el aeropuerto de Tindouf es el aeropuerto, de Argelia, que más visitantes extranjeros registra. Si no todos, al menos, el 90% vienen para visitar a los Campamentos de Refugiados Saharauis. Por lo cual, la transparencia es absoluta y el Mundo conoce, de sobra, quién es quién.

    Para concluir, no sería de sentido común dejar pasar que La Vanguardia les debería, al menos, unas disculpas a las familias, saharauis españolas, participantes en el Programa Vacaciones en Paz. Es una deuda moral que se debería saldar. La magnanimidad y la sabiduría fomentan la grandeza.

Marruecos, Israel y la guerra: la alianza que desestabiliza Oriente Medio y el Magreb

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Por Ana Stella (@anaqtella)


   Madrid (ECS).- La actual guerra entre Irán e Israel ha servido para desenmascarar alianzas, exponer hipocresías y confirmar lo que muchos analistas venían denunciando desde hace años: Marruecos, lejos de ser un actor neutral o moderado, se ha convertido en una extensión operativa del sionismo en el norte de África. Y esa colaboración ya no se limita a lo diplomático, sino que involucra inteligencia, entrenamiento y despliegue militar conjunto.

    La filtración de un documento confidencial fechado el 20 de junio de 2025, atribuido a la Oficina de Enlace de Marrrocos en Tel Aviv, confirma la muerte de dos oficiales marroquíes y las heridas graves de un tercero tras un bombardeo iraní contra la base militar israelí de Merom. El documento, clasificado como «SECRETO«, ha sido difundido por canales de resistencia y periodistas independientes, y aporta datos concretos sobre la presencia de personal marroquí en instalaciones vinculadas a la Unidad 8200 israelí, conocida por sus operaciones de guerra cibernética, vigilancia de la resistencia y participación directa en ataques a Gaza, Siria y Líbano.

El negocio de las armas: Israel, España y Marruecos

   El documento menciona expresamente la muerte del capitán Mehdi Jenour y del mayor Jamal Idriss, así como las heridas graves del teniente Noureddine Tazi, hospitalizado en Haifa. La base Merom está identificada como centro de operación de drones, espionaje de señales, escucha de comunicaciones y ataques contra Hezbollah y otras fuerzas de la resistencia. El documento establece que los oficiales marroquíes participaban en «formación conjunta» con las FDI, sin especificar el tipo de tareas. Fuentes cercanas indican que su rol se insertaba en actividades de inteligencia ofensiva.

    Esto echa por tierra años de propaganda lanzada desde Rabat y replicada por sus aliados mediáticos. Marruecos ha sostenido, desde la firma de los Acuerdos de Abraham, una narrativa sistemática de difamación contra Irán, el Frente Polisario y Argelia. Acusó sin pruebas a Teherán de armar a la resistencia saharaui, vinculó a Hezbollah con el Magreb y calificó a Argelia de base del «extremismo chiíta».

   El think tank estadounidense The Heritage Foundation, vinculado a la administración Trump, llegó a publicar un documento en 2021 celebrando el papel de Marruecos como socio estratégico de Israel en el Magreb, y defendiendo su papel en la lucha contra el «terrorismo pro-iraní». Hoy ese discurso se ha revelado como un inversión cínica de la realidad: Marruecos y sus aliados del Golfo han sido los principales financiadores de grupos armados en el Sahel, Libia y Siria, mientras acusaban a otros de lo que ellos mismos promovían.

   A ello se suman una serie de artículos publicados en medios estadounidenses, como National Interest, The Hill y Real Clear Politics, firmados por asesores y figuras cercanas al entorno de Donald Trump, que han repetido incansablemente la narrativa de que el Frente Polisario representa una «amenaza para la estabilidad regional» o que es un «actor respaldado por Irán». Todos estos textos han servido de justificación ideológica para la decisión de Trump de reconocer la supuesta «marroquinidad del Sáhara Occidental» en 2020, a cambio de la normalización de relaciones entre Marruecos e Israel.

   Estos discursos, circulan como parte del arsenal propagandístico de Rabat en Washington y Bruselas, y han sido adoptados por lobbies vinculados al complejo militar-industrial estadounidense y a los intereses de Tel Aviv en África del Norte.

Marruecos e Israel; un proyecto común de ocupación y expansión contra el orden internacional

   La campaña de propaganda no se limita al extranjero. En fechas recientes, medios oficiales marroquíes han lanzado titulares abiertamente hostiles contra España, acusándola de «ocupar Ceuta y Melilla». Esta retórica agresiva se suma a la militarización del Magreb oriental y la presencia creciente de asesores israelíes en el muro del Sáhara Occidental. Lo que Marruecos denuncia en el norte, lo practica con violencia en el sur.

   En paralelo, medios como Middle East Eye han revelado cómo Israel se apoya en sus nuevos aliados árabes para articular una red de espionaje y guerra híbrida. Marruecos ha servido como laboratorio para el software Pegasus, como centro logístico para drones y como base diplomática para blanquear la ocupación.

   Israel desestabiliza Oriente Medio. Marruecos hace lo propio en el Magreb. Ambos utilizan el pretexto de la «lucha antiterrorista» para aplastar pueblos enteros: Palestina, el Sáhara Occidental, Yemen, Líbano, Siria. Y lo hacen con el silencio clamoroso de sus socios occidentales, que financian, arman y justifican cada crimen.

    La verdad, hoy más que nunca, es clara: la alianza entre Rabat y Tel Aviv no busca la paz ni la estabilidad, sino el mantenimiento del orden colonial, la represión de las resistencias autóctonas y la subordinación de las regiones insumisas a los intereses de potencias extranjeras.

   El precio de esa alianza ya se paga con sangre marroquí, palestina y saharaui. Y su desenlace, como el de todos los regímenes colaboracionistas, es solo cuestión de tiempo.


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Marruecos e Israel; un proyecto común de ocupación y expansión contra el orden internacional

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La cuestión del Sáhara Occidental ya no puede ser abordada únicamente como un tema de descolonización pendiente. Es un frente de resistencia ideológica. La derrota de la causa saharaui equivaldría a la legitimación de este nuevo orden colonial disfrazado de modernidad. Y su defensa, por el contrario, mantiene viva la posibilidad de un Magreb libre de injerencias, fiel a su historia de liberación y soberanía.

Por Victoria G. Corera

    Madrid (ECS).- El conflicto del Sáhara Occidental no puede entenderse hoy sin considerar el nuevo mapa de alianzas que está redibujando el equilibrio de fuerzas en el norte de África. Lo que antes parecía una disputa regional entre Rabat y el Frente Polisario bajo la supervisión pasiva de Naciones Unidas, se ha transformado en una pieza central de una estrategia geopolítica de mayor alcance, donde actores externos —en especial Israel— desempeñan un papel clave. La causa saharaui ya no es solo una cuestión de descolonización; es un campo de prueba de un nuevo modelo de ocupación sofisticada, que combina diplomacia, tecnología, economía y guerra híbrida.

    Las similitudes con otros escenarios de ocupación no son casuales. Basta con observar lo que ocurre en Gaza y en el Sáhara Occidental para entender que se trata de una misma lógica aplicada en contextos diferentes: la ocupación prolongada, la negación de los derechos nacionales y el intento sistemático de borrar la memoria de un pueblo. En Gaza, Israel destruye barrios enteros y corta el acceso al agua; en el Sáhara Occidental, Marruecos levanta proyectos turísticos y vende recursos saharauis al extranjero. En ambos casos, el objetivo último es impedir el retorno, disolver la identidad nacional y transformar la ocupación en normalidad aceptada.

«Olvidar al Sáhara Occidental sería derribar la primera ficha de dominó de un proceso que podría extenderse más allá de sus fronteras, arrastrando con él la esencia misma del derecho de los pueblos a decidir su futuro»

    El paralelismo va más allá de la táctica: también alcanza la estrategia. Marruecos persigue un viejo sueño imperial —el del Gran Marruecos, que incluiría no solo el Sáhara Occidental sino territorios argelinos y mauritanos— que recuerda inevitablemente a las fantasías del «Gran Israel» bíblico. Y esta aspiración ya no es una mera ambición solitaria: Rabat cuenta con el respaldo explícito de Israel, con quien ha sellado una alianza abierta que transforma a Marruecos en el relevo israelí y occidental en el Magreb. La monarquía marroquí ya no es simplemente una potencia regional: se ha integrado en una coalición colonial que redefine los equilibrios de África del Norte.

Periodismo o propaganda: cuando la narrativa mediática entierra al pueblo saharaui

    Esta alianza va mucho más allá de acuerdos diplomáticos superficiales. Israel se ha convertido en el principal proveedor de tecnología militar avanzada para Marruecos, incluyendo drones de ataque, sistemas de vigilancia, inteligencia artificial aplicada al control poblacional y ciberespionaje a través del software Pegasus. La firma de cooperación en defensa entre Rabat y Tel Aviv en 2021 marcó un punto de inflexión: por primera vez un país árabe aceptaba públicamente una integración militar tan profunda con Israel, rompiendo todos los tabúes regionales.

   Pero no es solo cuestión de armas: Israel también participa en megaproyectos de infraestructuras, agricultura en zonas ocupadas, seguridad cibernética para la represión interna y el control de las poblaciones saharauis. Las empresas israelíes comienzan a invertir en el desarrollo de las zonas costeras saharauis con la vista puesta en la explotación de fosfatos, pesca y energía solar, intentando convertir la ocupación en un negocio rentable para las potencias extranjeras. Así, como en Palestina, el territorio ocupado se transforma en laboratorio de nuevas formas de colonialismo económico y tecnológico.

   El Sáhara Occidental es, en este esquema, un paso intermedio, no un fin. Un trampolín para una estrategia de reposicionamiento geopolítico que tiene como objetivo final a Argelia, país que encarna una visión opuesta: la de la soberanía nacional, la resistencia al neocolonialismo y la defensa del derecho de los pueblos a decidir su destino. Lo que se juega en el Sáhara no es solo la suerte del pueblo saharaui, sino la continuidad o el fin del orden poscolonial africano. Como advirtió John Bolton, una renuncia en esta cuestión abriría la puerta al derrumbe de todo el principio de autodeterminación que sustenta el derecho internacional en África.

   La comunidad internacional, en su mayor parte, prefiere ignorar estas conexiones. Pero Argelia, que ha sido históricamente un faro de la lucha anticolonial, no puede permitirse este lujo. El conflicto saharaui afecta de manera directa a su seguridad, su frontera y su visión de un Magreb soberano. La absorción del Sáhara Occidental y el sometimiento de Gaza son eslabones de una misma cadena: la de un nuevo colonialismo tecnológico, económico y militar que amenaza con redefinir la región.

   Por ello, la cuestión del Sáhara Occidental ya no puede ser abordada únicamente como un tema de descolonización pendiente. Es un frente de resistencia ideológica. La derrota de la causa saharaui equivaldría a la legitimación de este nuevo orden colonial disfrazado de modernidad. Y su defensa, por el contrario, mantiene viva la posibilidad de un Magreb libre de injerencias, fiel a su historia de liberación y soberanía.

   De Gaza al Sáhara Occidental se dibuja un mismo proyecto de ocupación y expansión que desafía abiertamente el derecho internacional y los principios universales de autodeterminación. Olvidar una de estas luchas es debilitar la otra; defenderlas juntas es la única manera de frenar este nuevo colonialismo disfrazado de modernidad.


NOTA: Este artículo se publicó originalmente en la plataforma «No Te Olvides del Sáhara Occidental (de la sociedad civil española). Se ha convertido en magazine visible de noticias del Sáhara Occidental.