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06 junio 2025
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Sáhara Occidental: ¿Hasta cuándo ignorará el mundo al verdadero garante de su soberanía?

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El pueblo saharaui sigue siendo el principal garante de su soberanía

✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis.

A lo largo de décadas, el pueblo saharaui ha demostrado su firme compromiso con la paz y la justicia, siendo fiel guardián de su soberanía e identidad nacional. Lejos de depender de coyunturas o actores externos, el pueblo saharaui se ha convertido en el auténtico garante de su derecho a la autodeterminación, manteniéndose firme y sereno ante las diversas situaciones y cambios en la escena internacional.

En el contexto actual, marcado por cambios en liderazgos globales como el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la República Saharaui mantiene su postura de paz y de respeto hacia todos los países y pueblos. Pero, ¿hasta qué punto están dispuestos los líderes internacionales a reconocer la legitimidad de las aspiraciones saharauis y actuar en consecuencia? ¿Seguirán permitiendo la ocupación o mostrarán un compromiso real con el derecho internacional y la justicia?

La experiencia del pueblo saharaui en la lucha por su independencia ha forjado una madurez diplomática que resalta su posición como nación pacífica y respetuosa de los principios universales de justicia. Esta historia de resistencia pacífica y de apegado respeto al derecho internacional es prueba de la sólida convicción del pueblo saharaui por la paz duradera, basada en el reconocimiento de sus derechos inalienables. Esta causa justa y reconocida por múltiples instancias internacionales, su situación nos deja preguntar: ¿por qué la Comunidad Internacional sigue sin tomar acciones decisivas?

El liderazgo de la República Saharaui, bajo la dirección del Frente Polisario, se ha caracterizado por su independencia y neutralidad frente a alianzas ideológicas o políticas, preservando así un camino propio, sin dejarse llevar por las presiones externas o los intereses de terceros. ¿No es este un ejemplo claro de una lucha por la autodeterminación que merece el apoyo inequívoco de la comunidad internacional?

El pueblo saharaui, desde la fundación del Frente POLISARIO en 1973, ha demostrado una fortaleza admirable al resistir diversas agresiones y ha superado intentos de opresión y ocupación sin renunciar a sus principios. Durante este proceso, se han enfrentado a presiones, incluso militares, pero han respondido siempre con moderación y responsabilidad. En vez de exacerbar conflictos, la República Saharaui ha extendido constantemente una mano de paz, buscando soluciones a través del diálogo y la cooperación internacional, sin ceder nunca en su derecho soberano. ¿Qué más se necesita para que el mundo reconozca la legitimidad de su postura y apoye de manera más contundente su causa?

Es importante destacar que la República Saharaui ha respetado y apoyado las resoluciones de la ONU y los esfuerzos de paz internacionales, colaborando activamente en cada paso para alcanzar una solución pacífica y justa frente a una agresión y ocupación ilegal por parte de Marruecos. Si una parte muestra voluntad de diálogo y la otra obstaculiza el proceso, ¿dónde debería recaer la responsabilidad de hacer cumplir la justicia?

Así, el pueblo saharaui sigue siendo el principal garante de su soberanía. Su causa no está en contra de nadie, sino a favor de su propia dignidad y justicia. Frente a cada reto, como puede ser el cambio de liderazgo en Estados Unidos, el pueblo saharaui seguirá comprometido en su causa, abogando por soluciones basadas en el respeto a los derechos humanos y en el reconocimiento internacional de su estatus como nación libre e independiente. Pero ¿cuántas generaciones más tendrán que pasar antes de que se alcance una paz justa y duradera?

La República Saharaui, pues, continúa en su camino, confiada en la justicia de su causa y en el respaldo de las leyes y principios internacionales, manteniéndose siempre abierta a la cooperación y al diálogo. En este proceso, su posición sigue siendo la de un pueblo que defiende su tierra y su derecho a la paz, demostrando ser el verdadero garante de su soberanía.

Argelia reacciona ante los rumores y desmiente el bloqueo del comercio y de las importaciones con Francia

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Argelia ha negado las informaciones sobre la suspensión del comercio con Francia. “Tras las falsas acusaciones difundidas por el ex embajador de Francia en Argel, en su habitual delirio de odio contra Argelia, sobre supuestas medidas comerciales restrictivas, la unidad de Comunicaciones adscrita al Primer Ministro desea desmentir categóricamente esta afirmación errónea y totalmente información infundada”, afirmó el Primer Ministro en un comunicado publicado a través de la agencia oficial APS.

En un mensaje publicado el miércoles en X, Xavier Driencourt anunció el bloqueo por parte de Argelia de las importaciones francesas. “Para agradecer a Francia, Argelia decide bloquear todas las importaciones y exportaciones francesas a Francia. Estamos decididamente ciegos”, escribió, retomando un documento anónimo y no autenticado que circula desde el martes en las redes sociales sobre la suspensión del comercio con Francia.

Marruecos, apoyado por Francia, emerge en el horizonte como el gran obstáculo para la paz en la región

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  • Francia ha llevado a cabo una amplia y feroz campaña con el objetivo de socavar no solo el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación.

Con crisis diplomáticas, guerra abierta en el territorio saharaui, tensiones bélicas con sus vecinos (…) el fiasco político de Marruecos tras los acuerdos de ‘reconciliación’ con España y Francia, que aún esperan desarrollarse plenamente debido a que han quedado supeditados al internacionalmente rechazado reconocimiento de la supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. 

La propuesta de EE.UU se hace hincapié de que cualquier solución al Sáhara Occidental debe ser basada en el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación

La firma de estos acuerdos ha causado un estado de histeria colectiva en la diplomacia alauita, que ha iniciado frentes contra todo aquel que se ha opuesto a violar la legitimidad internacional usando para imponer sus objetivos la inmigración irregular, el chantaje económico, declaraciones amenazantes y la congelación de la cooperación bilateral en materia de seguridad.

Ahora, con un panorama bastante inflamable debido al ulterior, y no deseado, desarrollo de los acontecimientos en torno al Sáhara Occidental que contradice la retórica con la que se promovió estos planes con Marruecos de traer paz a la región, Rabat emerge en el horizonte como el gran obstáculo para una paz duradera en la región. Para hablar de estos acontecimientos y más allá de estos, nos acercamos al Dr. Sidi Mohamed Omar, representate del Frente POLISARIO en la ONU y el Coordinador con la MINURSO, que, en una entrevista con este medio, nos explica la situación actual en torno al Proceso de Paz y los esfuerzos del Enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, entre otras cosas.

1 – ¿Cuál es su evaluación de la última resolución 2756 del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental?

Respuesta: En cuanto al contenido de la resolución y los debates que surgieron en torno a la negociación y adopción de la misma, se pueden destacar cuatro puntos principales: En primer lugar, el Consejo de Seguridad ha reafirmado que la solución pacífica, justa y duradera del conflicto en el Sáhara Occidental pasa necesariamente por el ejercicio por parte del pueblo saharaui de su derecho a la libre determinación de conformidad con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.

En segundo lugar, el Consejo de Seguridad ha reiterado su llamamiento para que se intensifique la cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), incluso facilitando visitas a la región. Esta posición demuestra el creciente interés del Consejo en el tema de los derechos humanos, por una parte, y su rechazo a que Marruecos, el estado ocupante, siga impidiendo la visita de la ACNUDH al Sáhara Occidental ocupado, por la otra. Además, esta posición se ha reflejado no solo en el contenido de la resolución, sino también en las declaraciones de los Estados miembros del Consejo como Argelia, Mozambique, Eslovenia, Suiza, Guyana, Ecuador, el Reino Unido y la República de Corea.

Francia ha llevado a cabo una amplia y feroz campaña con el objetivo de socavar no solo el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación

En tercer lugar, Francia ha llevado a cabo una amplia y feroz campaña con el objetivo de socavar no solo el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación, sino también su derecho a la resistencia legítima para defender sus derechos, al incluir en el proyecto de resolución un párrafo en el que el Consejo de Seguridad instaría a que se respectara plenamente el llamado “cese de hostilidades”, haciendo caso omiso de que fue Marruecos, el estado ocupate, el que violó y torpedeó el alto al fuego el 13 de noviembre de 2020. Esta propuesta francesa, que también recibió el apoyo de Estados Unidos, fue rechazada de plano por el Frente POLISARIO que afirmaba el derecho del pueblo saharaui a la legitima defensa para defender sus derechos por todos los medios legítimos, incluida la lucha armada.

En cuarto lugar, la posición firme y de principios de Argelia como miembro no permanente del Consejo de Seguridad en relación con la cuestión del Sáhara Occidental. Esa posición se expresó con firmeza y franqueza durante los debates y la votación de la resolución en los que Argelia rechazó la manera opaca y no consultiva en que los Estados Unidos, el “penholder”, llevaron a cabo el proceso de negociación sobre el proyecto de resolución, así como el desprecio de estos por las propuestas de los Estados Miembros sobre algunos de los puntos esenciales en el proyecto de resolución.

El hecho de que Argelia haya presentado dos propuestas sobre el tema de los derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado para su votación en el Consejo de Seguridad es prueba de esta posición de principios y de su incansable defensa del derecho internacional. Así mismo, esta posición ha dejado al descubierto a los miembros del Consejo de Seguridad que supuestamente defienden los derechos humanos en todo el mundo, al tiempo que optan por el silencio, la inacción y el doble rasero en lo que respecta al Sáhara Occidental.

A todas luces es sabido que la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) lleva más de 33 años sin poder cumplir plenamente su mandato, es decir, la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. En vez de dar un paso adelante en esta dirección y tomar medidas concretas que permitan a la MINURSO implementar plenamente su mandato, el Consejo de Seguridad en su nueva resolución ha optado por mantener el statu quo, lo cual representa un paso atrás en el proceso de paz en el Sáhara Occidental.

ONU prorroga por un año más su misión en el Sáhara Occidental con la abstención de Rusia y Mozambique

2 – ¿Les sorprendió a los saharauis la propuesta de de Mistura sobre la partición del territorio saharaui? Y si no es así, ¿Por qué crees que los marroquíes la rechazaron tarde?

El Enviado Personal del Secretario-General de la ONU para el Sáhara Occidental, Sr. Staffan de Mistura, no fue el primero en plantear esta idea. Él mismo dijo en su sesión informativa ante el Consejo de Seguridad el 16 de octubre de 2024 que había revisado y ampliado discretamente con todos los interesados esta opción que había sido mencionada por su predecesor, James Baker III, hace más de 20 años.

Según la parte marroquí, el Enviado Personal les habló de la idea el 4 de abril de 2024 y, como sabemos, no hicieron ninguna declaración pública hasta el 21 de octubre de 2024, o sea 6 meses después. Creo que los marroquíes esperaban la reacción del Frente POLISARIO que se hizo pública un día después de la sesión del Consejo de Seguridad.

Fueran cuales fueran los motivos de Marruecos, el estado ocupante, para no reaccionar antes, no se puede negar el hecho de que el estado ocupante, tras su invasión militar del Sáhara Occidental el 31 de octubre de 1975, dividió al Territorio con Mauritania en virtud del “Convenio relativo al trazado de la frontera estatal establecido entre la República Islámica de Mauritania y el reino de Marruecos” firmado en Rabat, el 14 de abril de 1976. Este acto constituyó una flagrante violación de los principios del derecho internacional y la condición internacional, así como la integridad territorial del Sáhara Occidental como territorio no autónomo en espera de descolonización. Tampoco se puede olvidar el hecho de que el estado ocupante sigue dividiendo al Sáhara Occidental y a su pueblo con su muro miliar de vergüenza durante muchas décadas, lo cual es un crimen contra el pueblo saharaui y un ataque a la integridad territorial de la República Saharaui (RASD).

3- ¿Habrá una escalada si no hay avances en el plano diplomático?

El pueblo saharaui nunca ha emprendido ninguna guerra de agresión contra nadie. Al contrario, desde 1975, el pueblo saharaui ha sido víctima de continuos actos de agresión por parte de Marruecos, el estado ocupante, y por lo tanto nuestro pueblo se ha visto obligado a defenderse con todos los medios legítimos, incluida la lucha armada como un medio y no como un fin en sí mismo. Además, el pueblo saharaui, bajo la dirección del Frente POLISARIO, ha apostado siempre por la paz y ha hecho todas las concesiones y sacrificios posibles con miras a alcanzar una solución pacífica y duradera a la descolonización del Sáhara Occidental. Por esta razón, el Frente POLISARIO sigue su compromiso con el mandato de la MINURSO y con el proceso de paz liderado por la ONU. Sin embargo, ante los continuos actos de agresión por parte del estado ocupante, el pueblo saharaui está más decidido que nunca a continuar e intensificar su lucha de liberación y resistencia por todos los medios legítimos, incluida la lucha armada, para hacer realidad sus aspiraciones nacionales de libertad e independencia y el restablecimiento de su soberanía sobre todo el Territorio de la República Saharaui (RASD).

Dicho esto, podemos decir que, en muchos casos, la guerra estalla debido al fracaso de la diplomacia y que, como dijo Clausewitz, la guerra no es más que una continuación de la política por otros medios. Marruecos, el estado ocupante, ha desencadenado, con total impunidad, una nueva guerra contra nuestro pueblo desde noviembre de 2020, y es el estado ocupante el que debe poner fin a su guerra y a su ilegal ocupación de partes de nuestra tierra. Es también la responsabilidad del Consejo de Seguridad de la ONU hacer todo lo posible para hacer avanzar el proceso de paz con miras a permitir a nuestro pueblo que ejerza su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia. Si el estado ocupante persiste en su guerra de agresión contra nuestro pueblo y mientras continúe la falta de acción y la pasividad del Consejo de Seguridad es muy probable que haya escalada de la guerra en curso cuyas consecuencias harán peligrar aún más la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región.

4 – El presidente francés Emmanuel Macron prometió, desde el pleno del Parlamento marroquí, que defenderá la propuesta marroquí desde las instancias internacionales, ¿Qué decisiones tomará el Frente POLISARIO para limitar el rol de Francia en el conflicto?

La posición anunciada recientemente por el presidente francés no es nada nuevo en el sentido de que ha sido solo una reafirmación del apoyo incondicional que Francia viene brindado a Marruecos, el estado ocupante, desde el comienzo del conflicto en el Sáhara Occidental en el que Francia sigue siendo un cómplice directo. Además, esta posición no es sorprendente, dados los vínculos permanentes de la “interdépendance” existentes entre Francia y Marruecos, el estado ocupante, que en realidad sigue siendo un protectorado francés en todos los aspectos.

La declaración hecha por el presidente francés ante el parlamento marroquí por tanto no es otra cosa que una fase avanzada de la guerra diplomática francesa contra el pueblo saharaui y su justa causa a nivel europeo e internacional. Además, la explicación que presentó el representante permanente de Francia ante la ONU después de la adopción de la última resolución del Consejo de Seguridad sobre la MINURSO puso al descubierto la intención del gobierno francés de seguir apoyando al estado ocupante por todos los medios en su ilegal ocupación del Sáhara Occidental.

El Frente POLISARIO, el único y legitimo representante del pueblo saharaui, seguirá su lucha por todos los medios legítimos a su disposición, a nivel europeo e internacional, para defender los derechos del pueblo saharaui. Así que ni el apoyo de Francia o de cualquier otro estado al régimen marroquí detendrá la imparable marcha del pueblo saharaui hacia su libertad e independencia.

Marruecos ocultó durante 6 meses la propuesta de De Mistura sobre la partición del Sáhara Occidental

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● De Mistura les habló (a los marroquíes) de la idea el 4 de abril de 2024 y, como sabemos, no hicieron ninguna declaración pública hasta el 21 de octubre de 2024, o sea 6 meses después. Los marroquíes esperaban la reacción del Frente POLISARIO que se hizo pública un día después de la sesión del Consejo de Seguridad.

Nueva York (ECS).- Con crisis diplomáticas, guerra abierta en el territorio saharaui, tensiones bélicas con sus vecinos (…) el fiasco político de Marruecos tras los acuerdos de ‘reconciliación’ con España y Francia, que aún esperan desarrollarse plenamente debido a que han quedado supeditados al internacionalmente rechazado reconocimiento de la supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. 

La firma de estos acuerdos ha causado un estado de histeria colectiva en la diplomacia alauita, que ha iniciado frentes contra todo aquel que se ha opuesto a violar la legitimidad internacional usando para imponer sus objetivos la inmigración irregular, el chantaje económico, declaraciones amenazantes y la congelación de la cooperación bilateral en materia de seguridad.

Ahora, con un panorama bastante inflamable debido al ulterior, y no deseado, desarrollo de los acontecimientos en torno al Sáhara Occidental que contradice la retórica con la que se promovió estos planes con Marruecos de traer paz a la región, Rabat emerge en el horizonte como el gran obstáculo para una paz duradera en la región. Para hablar de estos acontecimientos y más allá de estos, nos acercamos al Dr. Sidi Mohamed Omar, representate del Frente POLISARIO en la ONU y el Coordinador con la MINURSO, que, en una entrevista con este medio, nos explica la situación actual en torno al Proceso de Paz y los esfuerzos del Enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, entre otras cosas.

1 – ¿Cuál es su evaluación de la última resolución 2756 del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental?

Respuesta: En cuanto al contenido de la resolución y los debates que surgieron en torno a la negociación y adopción de la misma, se pueden destacar cuatro puntos principales: En primer lugar, el Consejo de Seguridad ha reafirmado que la solución pacífica, justa y duradera del conflicto en el Sáhara Occidental pasa necesariamente por el ejercicio por parte del pueblo saharaui de su derecho a la libre determinación de conformidad con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.

En segundo lugar, el Consejo de Seguridad ha reiterado su llamamiento para que se intensifique la cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), incluso facilitando visitas a la región. Esta posición demuestra el creciente interés del Consejo en el tema de los derechos humanos, por una parte, y su rechazo a que Marruecos, el estado ocupante, siga impidiendo la visita de la ACNUDH al Sáhara Occidental ocupado, por la otra. Además, esta posición se ha reflejado no solo en el contenido de la resolución, sino también en las declaraciones de los Estados miembros del Consejo como Argelia, Mozambique, Eslovenia, Suiza, Guyana, Ecuador, el Reino Unido y la República de Corea.

En tercer lugar, Francia ha llevado a cabo una amplia y feroz campaña con el objetivo de socavar no solo el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación, sino también su derecho a la resistencia legítima para defender sus derechos, al incluir en el proyecto de resolución un párrafo en el que el Consejo de Seguridad instaría a que se respectara plenamente el llamado “cese de hostilidades”, haciendo caso omiso de que fue Marruecos, el estado ocupate, el que violó y torpedeó el alto al fuego el 13 de noviembre de 2020. Esta propuesta francesa, que también recibió el apoyo de Estados Unidos, fue rechazada de plano por el Frente POLISARIO que afirmaba el derecho del pueblo saharaui a la legitima defensa para defender sus derechos por todos los medios legítimos, incluida la lucha armada.

En cuarto lugar, la posición firme y de principios de Argelia como miembro no permanente del Consejo de Seguridad en relación con la cuestión del Sáhara Occidental. Esa posición se expresó con firmeza y franqueza durante los debates y la votación de la resolución en los que Argelia rechazó la manera opaca y no consultiva en que los Estados Unidos, el “penholder”, llevaron a cabo el proceso de negociación sobre el proyecto de resolución, así como el desprecio de estos por las propuestas de los Estados Miembros sobre algunos de los puntos esenciales en el proyecto de resolución.

El hecho de que Argelia haya presentado dos propuestas sobre el tema de los derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado para su votación en el Consejo de Seguridad es prueba de esta posición de principios y de su incansable defensa del derecho internacional. Así mismo, esta posición ha dejado al descubierto a los miembros del Consejo de Seguridad que supuestamente defienden los derechos humanos en todo el mundo, al tiempo que optan por el silencio, la inacción y el doble rasero en lo que respecta al Sáhara Occidental.

A todas luces es sabido que la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) lleva más de 33 años sin poder cumplir plenamente su mandato, es decir, la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. En vez de dar un paso adelante en esta dirección y tomar medidas concretas que permitan a la MINURSO implementar plenamente su mandato, el Consejo de Seguridad en su nueva resolución ha optado por mantener el statu quo, lo cual representa un paso atrás en el proceso de paz en el Sáhara Occidental.

2 – ¿Les sorprendió a los saharauis la propuesta de de Mistura sobre la partición del territorio saharaui? Y si no es así, ¿Por qué crees que los marroquíes la rechazaron tarde?

El Enviado Personal del Secretario-General de la ONU para el Sáhara Occidental, Sr. Staffan de Mistura, no fue el primero en plantear esta idea. Él mismo dijo en su sesión informativa ante el Consejo de Seguridad el 16 de octubre de 2024 que había revisado y ampliado discretamente con todos los interesados esta opción que había sido mencionada por su predecesor, James Baker III, hace más de 20 años.

Según la parte marroquí, el Enviado Personal les habló de la idea el 4 de abril de 2024 y, como sabemos, no hicieron ninguna declaración pública hasta el 21 de octubre de 2024, o sea 6 meses después. Creo que los marroquíes esperaban la reacción del Frente POLISARIO que se hizo pública un día después de la sesión del Consejo de Seguridad.

Fueran cuales fueran los motivos de Marruecos, el estado ocupante, para no reaccionar antes, no se puede negar el hecho de que el estado ocupante, tras su invasión militar del Sáhara Occidental el 31 de octubre de 1975, dividió al Territorio con Mauritania en virtud del “Convenio relativo al trazado de la frontera estatal establecido entre la República Islámica de Mauritania y el reino de Marruecos” firmado en Rabat, el 14 de abril de 1976. Este acto constituyó una flagrante violación de los principios del derecho internacional y la condición internacional, así como la integridad territorial del Sáhara Occidental como territorio no autónomo en espera de descolonización. Tampoco se puede olvidar el hecho de que el estado ocupante sigue dividiendo al Sáhara Occidental y a su pueblo con su muro miliar de vergüenza durante muchas décadas, lo cual es un crimen contra el pueblo saharaui y un ataque a la integridad territorial de la República Saharaui (RASD).

3- ¿Habrá una escalada si no hay avances en el plano diplomático?

El pueblo saharaui nunca ha emprendido ninguna guerra de agresión contra nadie. Al contrario, desde 1975, el pueblo saharaui ha sido víctima de continuos actos de agresión por parte de Marruecos, el estado ocupante, y por lo tanto nuestro pueblo se ha visto obligado a defenderse con todos los medios legítimos, incluida la lucha armada como un medio y no como un fin en sí mismo. Además, el pueblo saharaui, bajo la dirección del Frente POLISARIO, ha apostado siempre por la paz y ha hecho todas las concesiones y sacrificios posibles con miras a alcanzar una solución pacífica y duradera a la descolonización del Sáhara Occidental. Por esta razón, el Frente POLISARIO sigue su compromiso con el mandato de la MINURSO y con el proceso de paz liderado por la ONU. Sin embargo, ante los continuos actos de agresión por parte del estado ocupante, el pueblo saharaui está más decidido que nunca a continuar e intensificar su lucha de liberación y resistencia por todos los medios legítimos, incluida la lucha armada, para hacer realidad sus aspiraciones nacionales de libertad e independencia y el restablecimiento de su soberanía sobre todo el Territorio de la República Saharaui (RASD).

Dicho esto, podemos decir que, en muchos casos, la guerra estalla debido al fracaso de la diplomacia y que, como dijo Clausewitz, la guerra no es más que una continuación de la política por otros medios. Marruecos, el estado ocupante, ha desencadenado, con total impunidad, una nueva guerra contra nuestro pueblo desde noviembre de 2020, y es el estado ocupante el que debe poner fin a su guerra y a su ilegal ocupación de partes de nuestra tierra. Es también la responsabilidad del Consejo de Seguridad de la ONU hacer todo lo posible para hacer avanzar el proceso de paz con miras a permitir a nuestro pueblo que ejerza su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia. Si el estado ocupante persiste en su guerra de agresión contra nuestro pueblo y mientras continúe la falta de acción y la pasividad del Consejo de Seguridad es muy probable que haya escalada de la guerra en curso cuyas consecuencias harán peligrar aún más la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región.

4 – El presidente francés Emmanuel Macron prometió, desde el pleno del Parlamento marroquí, que defenderá la propuesta marroquí desde las instancias internacionales, ¿Qué decisiones tomará el Frente POLISARIO para limitar el rol de Francia en el conflicto?

La posición anunciada recientemente por el presidente francés no es nada nuevo en el sentido de que ha sido solo una reafirmación del apoyo incondicional que Francia viene brindado a Marruecos, el estado ocupante, desde el comienzo del conflicto en el Sáhara Occidental en el que Francia sigue siendo un cómplice directo. Además, esta posición no es sorprendente, dados los vínculos permanentes de la “interdépendance” existentes entre Francia y Marruecos, el estado ocupante, que en realidad sigue siendo un protectorado francés en todos los aspectos.

La declaración hecha por el presidente francés ante el parlamento marroquí por tanto no es otra cosa que una fase avanzada de la guerra diplomática francesa contra el pueblo saharaui y su justa causa a nivel europeo e internacional. Además, la explicación que presentó el representante permanente de Francia ante la ONU después de la adopción de la última resolución del Consejo de Seguridad sobre la MINURSO puso al descubierto la intención del gobierno francés de seguir apoyando al estado ocupante por todos los medios en su ilegal ocupación del Sáhara Occidental.

El Frente POLISARIO, el único y legitimo representante del pueblo saharaui, seguirá su lucha por todos los medios legítimos a su disposición, a nivel europeo e internacional, para defender los derechos del pueblo saharaui. Así que ni el apoyo de Francia o de cualquier otro estado al régimen marroquí detendrá la imparable marcha del pueblo saharaui hacia su libertad e independencia.

El Partido Nacional Rifeño y sus aspiraciones de independencia

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✍️ Lehbib Abdelhay, Madrid (ECS)

En una entrevista exclusiva, conversamos con el Sr. Redouan Al-Rifi, portavoz y miembro del buró político del Partido Nacional Rifeño, sobre los objetivos del partido, sus iniciativas diplomáticas y los desafíos en su lucha por la independencia de la región del Rif.

Contexto histórico de la cuestión rifeña

El Sr. Redouan comenzó destacando que el Rif nunca ha sido parte de Marruecos, señalando la larga historia de resistencia y la búsqueda de independencia en esta región.

La República del Rif se estableció en 1921 bajo el liderazgo de Abdelkrim Al-Khattabi, rechazando la ocupación española y proclamando su independencia frente a la administración colonial. Sin embargo, en 1926, una coalición militar franco-española, con apoyo de las fuerzas del sultán marroquí, lanzó una campaña en la que se utilizaron armas prohibidas internacionalmente, resultando en masacres y el desplazamiento de miles de habitantes. Desde entonces, la región ha sufrido un prolongado estado de aislamiento y represión contra diversos levantamientos populares que se han registrado desde 1958-1959 hasta 2015.

La búsqueda de so

beranía del Partido Nacional 

Rifeño

El Partido Nacional Rifeño fue fundado en 2021 por activistas rifeños en Europa, específicamente en Francia, con el propósito explícito de restaurar la independencia de Rif. Desde su fundación, el partido ha trabajado activamente para fortalecer su presencia internacional. En 2023, el partido anunció oficialmente su presencia en Bruselas, estableciendo representaciones en varios países europeos y abriendo una oficina diplomática en Argelia a principios de ese año.

Iniciativas diplomáticas en Sudáfrica

En noviembre de 2023, una delegación del partido visitó Sudáfrica por invitación del Congreso Nacional Africano (ANC), el partido en el poder, lo que representó un reconocimiento oficial del derecho del pueblo rifeño a la autonomía y a la independencia. Esta visita provocó una reacción de las autoridades marroquíes, que en secreto presentaron una protesta al embajador sudafricano en Rabat, expresando su rechazo al reconocimiento del Partido Nacional Rifeño por parte del ANC.

Obstáculos en la representación internacional

El partido ha enfrentado obstáculos en su esfuerzo por obtener representación en foros internacionales, ya que presiones diplomáticas de Marruecos habrían impedido su participación en sesiones de la ONU sobre la descolonización. Una delegación del partido estaba programada para asistir a dichas sesiones en Nueva York este año, pero el comité organizador informó al partido que su solicitud fue rechazada, aduciendo razones que el partido considera poco convincentes.

Fuentes de financiamiento

Al ser consultado sobre las fuentes de financiamiento del Partido Nacional Rifeño, el Sr. Redouan aclaró que el partido se sostiene principalmente con las cuotas de sus miembros y con contribuciones de la diáspora rifeña en Europa. Además, el partido ha emitido más de cuatro mil carnés de identidad para sus miembros en el Rif (dentro de Marruecos), que actúan como carnés oficiales de membresía y reflejan el significativo respaldo popular, tanto en términos económicos como en apoyo moral.

Alianza con el Frente Polisario

El Partido Nacional Rifeño considera de importancia estratégica fortalecer sus relaciones con el Frente Polisario antes de emprender medidas diplomáticas más audaces. Según el Sr. Redouan Al-Rifi, “Podemos apoyar a nuestros hermanos saharauis, y ellos, a su vez, pueden respaldarnos para lograr nuestra independencia.” Con esta alianza, los rifeños buscan aprovechar el impulso político, aspirando a asegurar representación para la causa rifeña en foros internacionales y a elevar las demandas de soberanía del pueblo rifeño.

Estrategia hacia países africanos y europeos

Según el Sr. Redouan, el partido tiene como objetivo establecer canales de comunicación y colaboración con países de todo el mundo, haciendo énfasis en aquellos que defienden la libertad y el derecho a la autodeterminación. Señaló que el partido ha cultivado relaciones sólidas con partidos socialistas y de izquierda en varios países.

Resistencia a campañas de difamación

El Sr. Redouan observó que, como ha ocurrido en numerosas ocasiones, el gobierno marroquí (conocido como el “Makhzen”) busca desviar la atención de sus propios fracasos mediante intentos de desprestigiar al Partido Nacional Rifeño, supuestamente mediante la creación de un “partido rifeño” alineado con sus intereses bajo el nombre de «Actividades Rifeñas en Europa.» No obstante, enfatizó que el partido está bien protegido contra tales intentos gracias a sus estructuras de gobierno interno, lo cual refuerza su resiliencia frente a la interferencia externa. Además, estas campañas de difamación pierden efectividad ante el trabajo y activismo continuos del partido en diversos ámbitos.

Aspiraciones del Partido Nacional Rifeño

El Partido Nacional Rifeño aspira a establecer una amplia base de apoyo político que fortalezca su posición frente a estos desafíos. El Sr. Redouan reiteró que la independencia sólo puede lograrse mediante un mayor respaldo internacional, particularmente de entidades políticas y países que defiendan la libertad y el derecho de los pueblos a la autodeterminación y a la soberanía.

«Buscamos un impulso internacional que pueda elevar la cuestión del Rif y representar al pueblo rifeño en los foros internacionales a través del apoyo de nuestros aliados», afirmó Redouan Al-Rifi.

Preguntado sobre cuál sería la efectividad de las acciones del Partido Nacional del Rif sin el apoyo de los países de la región, Redouan respondió diciendo: “Los desafíos sólo se pueden afrontar con un amplio y gran apoyo político, y esto no se logrará sin el apoyo de nuestros aliados. En todas partes, aquí en Europa también tenemos un gran apoyo”, concluyó.

Marruecos se convierte en el cómplice de Israel en un intento desesperado por limpiar su imagen tras los genocidios en Palestina y Líbano

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✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis

En un acto de sumisión y complicidad, el régimen marroquí ha dado un paso más en su apoyo incondicional a Israel, un estado ampliamente criticado por sus acciones genocidas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en Palestina y Líbano. Con una estrategia claramente calculada, Marruecos ha enviado a ocho periodistas a Israel, bajo la invitación directa del gobierno de Netanyahu, para encubrir las atrocidades israelíes y reforzar una imagen manipulada que intenta ocultar los crímenes cometidos contra civiles indefensos.

Este respaldo no es una novedad, sino la culminación de una larga historia de alianzas oscuras entre Marruecos e Israel, que se hicieron públicas de manera descarada en el marco de los Acuerdos de Abraham. En esta alianza, Marruecos se vendió a cambio de una promesa geopolítica: que Estados Unidos reconociera una supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, una ocupación ilegal y brutal que somete al pueblo saharaui desde hace casi cinco décadas. Esta concesión no solo traiciona los principios de autodeterminación y justicia, sino que muestra hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen marroquí para sostener su expansionismo territorial, aunque esto signifique respaldar a un régimen acusado de genocidio.

La visita de estos periodistas, cuidadosamente seleccionados y financiados para maquillar la imagen de Israel, refleja la perversión moral del régimen marroquí. Mientras el mundo observa con horror las masacres y el sufrimiento de los pueblos palestino y libanés, Marruecos opta por aplaudir y colaborar con el verdugo, exponiendo su verdadero rostro: el de un estado dispuesto a ignorar el dolor humano y los crímenes de lesa humanidad en su afán de asegurar una legitimidad inexistente sobre el Sahara Occidental.

No es casualidad que Marruecos haya normalizado sus relaciones con Israel en uno de los momentos más oscuros de la ocupación palestina, ni es casualidad que se preste como cómplice en el intento de blanquear la imagen de un estado responsable de violaciones flagrantes a los derechos humanos. La realidad es clara: Marruecos ha escogido alinearse con el opresor, convirtiéndose en socio estratégico de una maquinaria de guerra que no distingue entre adultos y niños, que no respeta ni treguas ni derechos, y que mantiene a millones de personas bajo una opresión constante.

Para Israel, esta alianza con Marruecos es un respiro en medio de la condena internacional, una herramienta más en su intento por legitimar lo indefendible. Pero para Marruecos, esta complicidad desenmascara la hipocresía de un régimen que busca reconocimiento y legitimidad a costa de principios éticos y derechos humanos. Al aceptar ser el salvavidas de un régimen genocida, Marruecos demuestra que la opresión, la ocupación y el desprecio por la vida humana son los valores que realmente defiende.

Esta visita de periodistas marroquíes a Israel, con el pretexto de «fortalecer lazos», no es más que un espectáculo de propaganda, un intento fallido de disfrazar la verdad: que el régimen marroquí ha renunciado a cualquier principio de justicia y moralidad para convertirse en el cómplice de un estado opresor. Marruecos e Israel, unidos en su desprecio por los derechos de los pueblos ocupados, exponen su verdadera cara al mundo, una cara manchada por la represión, la ocupación y el genocidio.

Dos investigadoras noruegas expulsadas del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos

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  • Estudiaban las energías renovables de Marruecos para la excolonia española, que benefician a los colonos marroquíes y excluyen al pueblo saharaui.

Contramutis

Dos investigadoras noruegas que se encontraban en El Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupado por Marruecos, han sido expulsadas tras reunirse con activistas saharauis para estudiar los proyectos de energías renovables de las autoridades marroquíes en la excolonia española, que benefician a Marruecos y excluyen al pueblo saharaui.

La agencia periodística saharaui Equipe Media, que lucha contra el silencio informativo que impone Marruecos, indica que Ingeborg Savik Helten y Vivian Collin Nedines habían viajado a la región para evaluar la perspectiva saharaui sobre los controvertidos proyectos de energía renovable de Marruecos en el Sáhara Occidental, un territorio clasificado por las Naciones Unidas como la última colonia de África que aún no ha sido descolonizada,

En declaraciones a EM Ingeborg relató que estaban en la vivienda de un activista saharaui tomando té cuando se enteraron de que llegaba la policía y llamaba a la puerta, por lo que se prepararon para irse.

Sidi Mohammed Dadach, conocido como el “Mandela saharaui” por haber pasado 24 años en la cárcel, denunció que las dos noruegas fueron expulsadas de su casa bajo amenazas.

Una vez fuera de la casa se encontraron con un gran grupo de agentes vestidos de civil que les pidieron sus pasaportes. “Todo sucedió muy rápido. Nos dijeron que no se nos permitía estar en esa parte de El Aaiún y que teníamos que marcharnos”, agregó Heltne.

“Les preguntamos si era legal que revisaran nuestros teléfonos y simplemente nos ignoraron. No nos dieron más detalles, ni citaron ley alguna o reglamento y tampoco se identificaron”, dijo la investigadora noruega. Mencionó que los agentes insistieron en que tenían prohibido fotografiar lugares públicos e interactuar con “personas que no tienen autoridad”.

Apuntó que el hecho de que decenas de policías vestidos de civil siguieran a dos mujeres por la ciudad y deportaran “demuestra claramente que Marruecos tiene algo que ocultar”. Para Heltne y Nedenes, esta dura experiencia refuerza su compromiso de apoyar la causa saharaui y de amplificar las voces de quienes arriesgan su seguridad para resistir a la ocupación.

Heltne expresó su profunda admiración por el pueblo saharaui y afirmó que “si los enfrentamientos con la policía han sido aterradores y abrumadores, palidecen en comparación con las historias que escucharon de los activistas saharauis: “Estamos muy impresionadas y agradecidas y prometemos seguir en la lucha y continuar siendo solidarias”.

Heltne destacó la frustración de los saharauis con los proyectos de energía renovable, señalando que “se utilizan para abastecer a las industrias extractivas en los territorios ocupados, los beneficios van directamente a los marroquíes y los saharauis nunca son empleados en estos proyectos; están reservados para los marroquíes que se establecen en los territorios ocupados”.

Y concluyó: “La energía renovable es un recurso natural, y tanto Noruega como la Unión Europea no deberían apoyarla”.

En declaraciones a El Independiente, Heltne relató que después de ser detenidas tuvieron diez minutos en la habitación del hotel para recoger sus cosas, “antes de que nos dijeran que subiéramos a un taxi que nos traería hasta Agadir”.

El diario indica que Ingeborg Sævik Heltne es una investigadora que trabaja en el Consejo Noruego para África y es autora de una tesina sobre cómo Marruecos utiliza el sector de las renovables para consolidar cerca de medio siglo de ocupación y que Vivian Kaulen Nedenes es estudiante y miembro del consejo central de las Juventudes Socialistas de Noruega.

«En ningún momento se identificaron, ni siquiera cuando se les preguntó, y las pocas preguntas que respondieron lo hicieron con muy pocas palabras. Nos dijeron que nos habíamos encontrado con gente ‘sin autoridad’ y que teníamos que irnos. Nos dijeron que volviéramos al taxi y que nos llevaría a Agadir. Cuando preguntamos por qué íbamos en taxi y no en autobús, nos dijeron que no teníamos permiso para coger el autobús. Nos dijeron que íbamos a Agadir y no nos dieron ninguna otra información. Nos siguieron filmando durante todo el proceso», comentó Heltne

Sáhara Occidental | Casi cuatro años ante Exteriores de España por los presos políticos saharauis

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  • El Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) reclama al Gobierno de Pedro Sánchez que intervenga ante las autoridades marroquíes por la libertad de los presos políticos saharauis, condenados en procesos injustos según Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

  • El Gobierno socialista, que proclama la defensa de los Derechos Humanos como una señal de identidad, guarda silencio sobre las vulneraciones que padece el pueblo saharaui.

Alfonso Lafarga

“Libertad para los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes”. Es la pancarta que desde hace tres años y ocho meses muestran ante el Ministerio de Asuntos Exteriores para que España, potencia administradora del Sáhara Occidental, actúe ante Marruecos, ocupante de la excolonia española, un territorio no autónomo pendiente de descolonización.

El Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) se concentra todos los lunes en la Plaza de la Provincia de Madrid para pedir al Gobierno socialista que no mire para otro lado y tenga en cuenta al pueblo saharaui, al que en su día se consideró español.

Delante del MAEC recuerdan al ministro José Manuel Albares, como antes lo hicieron con la ministra Arancha González Laya, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cerca de cuarenta presos saharauis languidecen en cárceles marroquíes, condenados en procesos injustos con penas de hasta cadena perpetua, como han denunciado Human Rights Watch Amnistía Internacional.

Juristas internacionales también han puesto de relieve las irregularidades y falta de garantías de los juicios contra los activistas saharauis -de los que se obtuvieron confesiones bajo tortura-, todo por defender los Derechos Humanos y reclamar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, como se acordó en el alto el fuego de septiembre de 1991 entre el Frente Polisario y Marruecos, referéndum al que se niegan las autoridades marroquíes.

Mientras, desde el Gobierno de Sánchez no se hace referencia alguna a los presos políticos saharauis ni a la vulneración de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental ocupado por parte de Marruecos, como denuncian constantemente las principales ONG del mundo.

Sin embargo, las palabras “Derechos Humanos” son esgrimidas continuamente desde el Gobierno como una señal de identidad de la política exterior de España.

Solo en octubre, el ministro Albares ha reflejado en la red social X en seis ocasiones, al menos, la apuesta de España por los Derechos Humanos. El día 4 dijo en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados que la política exterior está basada en “la defensa de la paz, la democracia y los derechos humanos” -intervención que destacó el ministro al ser reproducida por el Real Instituto Elcano-, valores que también esgrimió el día 5 en un artículo en La Vanguardia.

El día 9 Albares mostró su alegría por haber sido elegida España para el Consejo de Derechos Humanos en el periodo 2025-2027, lo que dijo era “un logro de todo el país y de su política exterior que muestra el compromiso y el peso de la voz de España en favor de los derechos humanos, el multilateralismo y la paz”.

El día 21, con motivo de la presentación del Plan Director 2024-27 de la Cooperación Española, afirmó que “la centralidad de los DDHH, la promoción de desarrollo inclusivo y sostenible que garantice la igualdad son rasgos de una política exterior de cooperación con identidad propia”.

Y por si había quedaba alguna duda, el día 30 insistió en un coloquio con el historiador económico y profesor de la Universidad de Columbia Adam Tooze y un grupo de alumnos de este centro que “España tiene una política exterior con voz propia, basada en principios como el multilateralismo, la democracia y los derechos humanos.”

Silencio del Gobierno de España

A pesar de la continua referencia a la defensa de los Derechos Humanos, el Gobierno de Pedro Sánchez nunca la ha ejercido con el pueblo saharaui, que sufre la persecución del régimen marroquí desde finales de 1975 cuando invadió su territorio, y al que desde marzo de 2022 apoya en su ocupación del Sáhara Occidental.

Este silencio afecta especialmente a los presos políticos saharauis, que padecen situaciones de reclusión extremas, malos tratos y falta de atención médica, ante lo que la huelga de hambre es su única posibilidad de protesta, como ya expuso Contramutis en noviembre de 2018

Según la Liga para la Protección de los Presos Saharauis en cárceles marroquíes (LPPS), en 2023 los reclusos saharauis realizaron 23 huelgas de hambre que duraron entre 48 horas y 36 día y que en la mayoría de los casos terminaron después de que la dirección penitenciaria marroquí prometiera responder a sus demandas, promesas que “a menudo fueron negadas por la propia dirección penitenciaria, ignorándolas y no cumpliéndolas”.

La LPPS denunció “informes fabricados juicios simulados” contra los activistas saharauis y criticó el traslado de los presos saharauis a cárceles lejos del Sáhara Occidental, lo que interpreta como un “intento de venganza contra ellos y sus familias y una violación flagrante del espíritu del derecho internacional”.

La situación de los DDHH le ha sido planteada directamente alas autoridades españolas. En marzo pasado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, y el director de la organización en España, Esteban Beltránpidieron al Gobierno que promueva “activamente” ante las autoridades marroquíes el respeto a los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental en un encuentro con el ministro José Manuel Albares.

En este contexto, el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis sigue pidiendo todos los lunes ante el MAEC, de 12.30 a 13.30 h, protección para los reclusos saharauis “que sobreviven a duras penas en las cárceles de Marruecos, pues esa protección frente al ocupante-verdugo es una de las principales obligaciones legales que España tiene como potencia administradora de iure”, según dijo Luis Portillo Pasqual del Riquelme al cumplirse tres años y cuatro meses de lucha por quienes más directamente sufren la opresión marroquí.

La siguiente es una relación de algunos hechos relacionados con los Derechos Humanos ocurridos en octubre de 2024 en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y con presos políticos saharauis en cárceles marroquíes, según informaciones de medios de comunicación saharauis y españoles.

Francia se aventuró descalza sobre las ardientes arenas del Sáhara Occidental

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Entre la geopolítica y la ilegalidad; Francia y su posición candente en el Sáhara Occidental

✍️ Lehbib Abdelhay

En el desierto del Sáhara Occidental la arena no sólo está quemada por el sol, sino también por las tensiones geopolíticas que han seguido y siguen inflamando la región durante décadas. Sin tener en cuenta la naturaleza jurídica del conflicto saharaui, Francia se aventuró descalza sobre las ardientes arenas del Sáhara Occidental, mostrando los límites de su diplomacia, atrapada entre intereses inmediatos y las lecciones de un pasado colonial que todavía le cuesta interiorizar y aceptar.

Entre Marruecos, Argelia y las demandas de autodeterminación del pueblo saharaui, Francia intenta encontrar su camino, pero cada paso que da se arriesga a quemarse. El reciente anuncio de Emmanuel Macron de su apoyo al plan de autonomía marroquí para las ciudades saharauis ocupadas por Marruecos marcó un punto de inflexión que sigue dando lugar a debates y, a veces, a malentendidos que ignoran, deliberada o inadvertidamente, la naturaleza jurídica de un conflicto de autodeterminación. ¿Por qué se da ahora el apoyo y no antes siendo Francia un aliado de los intereses marroquíes en el Sáhara Occidental? ¿Está reconociendo Francia que antes el Sáhara Occidental no pertenecía a Marruecos y ahora sí?

A primera vista, este reconocimiento parece pragmático; Marruecos es un aliado estratégico y es denominado su ‘satélite’, y París tiene intereses económicos y de seguridad que preservar en la región. También constituye un apoyo en la carrera por la hegemonía del Norte de África. Una muestra de apoyo arriesgada que se da en un periodo marcado por tensiones franco-marroquíes debido al espionaje marroquí a diversos ministros incluido el propio Macron, además del fallo definitivo del TJUE anulando el acuerdo de pesca y agricultura con Marruecos que incluía los territorios ocupados, lo que revela la urgencia y necesidad de este apoyo que se ha oficializado ahora pese a que París asesoró y ayudó a Marruecos a redactar el Plan de Autonomía hace 17 años.

Pero esta posición, que pretende ser un “apoyo a la estabilidad”, no es más que el retorno a políticas de doble rasero que solo consiguen antagonizar más las relaciones ya tensas. Dichas tensiones no se limitan a las realidades geopolíticas actuales; mantienen un vínculo con el pasado colonial de Francia en el norte de África. Argelia, antigua colonia francesa, recuerda con vivacidad y orgullo el sufrimiento vivido durante la colonización, y su independencia, conseguida con esfuerzo en 1962, sigue siendo una de las señas de identidad más fuertes del país.

Marruecos experimentó un protectorado menos violento, pero igual de intrusivo. Ahora Francia reconoce a los dos y les felicita en su día de independencia como uno de los mejores conocedores de su historia. Hoy, al apoyar el ilegal plan de autonomía marroquí, Francia entra en una zona donde todavía resuenan los recuerdos de aquella época colonial. Una autonomía que Francia también trató de imponer en Argelia. Esta ambivalencia histórica plantea la siguiente pregunta; ¿cómo puede Francia pretender defender los valores de la justicia y el derecho a la autodeterminación en África mientras apoya un proyecto de anexión que utiliza la misma fórmula fracasada que ellos intentaron en Argelia? 

¿Cómo considera Francia ir en contra de la posición de la Unión Africana respecto al conflicto saharaui? El apoyo de Macron tiene consecuencias directas también para Argelia, principal valedor de la estabilidad en la región y ferviente defensor de los derechos del pueblo saharaui, esta posición se percibe como una amenaza y una injerencia directa en los asuntos regionales. Una Argelia que no olvida su propio pasado colonial y su consecución de la independencia, esta postura le parece incómoda, incluso contradictoria, como si Francia no hubiera aprendido plenamente las lecciones de su historia en el norte de África.

Las relaciones entre Argelia y Francia, ya frágiles, han seguido tensándose a este respecto, y cada gesto diplomático constituye una posición explícita o implícita en el conflicto argelino-marroquí por la hegemonía del norte de África.

Francia se presenta como defensora de los derechos humanos y la justicia; por el otro, apoya la reivindicación territorial ilegal de un aliado, pese a las aspiraciones saharauis legítimas de autodeterminación. El papel de Francia en la comunidad internacional ha evidenciado que su política exterior muestra un doble rasero al aplicar el derecho internacional personalizado a los conflictos del Sáhara Occidental, Palestina y Ucrania.

Entonces, ¿qué es lo que realmente busca Francia? ¿puede y quiere mantener un equilibrio en esta región donde cada gesto es analizado y donde cada palabra puede inflamar relaciones ya frágiles? Con esta posición en sus relaciones con Argelia y Marruecos, que consiste en tratar de complacer a uno sin ofender al otro, Francia no hace más que subrayar su propio dilema y mostrar los errores en su toma de decisiones: entre construir relaciones basadas en los principios de libertad y justicia o seguir una estrategia imprudente y selectiva de intereses políticos causando más tensiones, elige la segunda, lo que la coloca en una posición delicada, dividida entre intereses estratégicos y expectativas de coherencia moral. Su elección de reconocer implícitamente la soberanía marroquí sobre ciudades de la República Saharaui parece responder a imperativos geopolíticos, pero pone de relieve inconsistencias con los determinantes de la autodeterminación que reivindica en otros lugares.

Al aventurarse en el abrasador terreno del Sáhara Occidental, Francia sin duda tendrá que reconsiderar su diplomacia basada tanto en sus valores como en sus intereses. Una política exterior marcada por una mayor coherencia, transparencia, historia y respeto por los derechos de los pueblos podría permitirle navegar con más tranquilidad en una región donde la más mínima incomodidad puede reavivar las brasas de un pasado colonial complejo y doloroso. Mientras estas contradicciones no se transiten, la diplomacia francesa seguirá caminando, descalza y cautelosa, sobre un terreno tan inestable como caliente.

EE.UU como ‘penholder’ del Sáhara Occidental: ¿un rol desacreditado que necesita urgente reforma?

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✍️ Ahmed Omar, Campamentos de Refugiados Saharauis

EDITORIAL

La reciente prórroga de la misión de la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental) hasta octubre de 2025 ha reavivado un debate esencial en el seno de las Naciones Unidas: ¿es Estados Unidos el penholder adecuado para una solución justa y duradera en el Sahara Occidental? La función de penholder o “titular de la pluma” —quien asume la responsabilidad de redactar y liderar negociaciones dentro del Consejo de Seguridad— conlleva una gran influencia y exige neutralidad. Sin embargo, diversos factores evidencian que los Estados Unidos no cumplen con este perfil neutral en el caso del Sahara Occidental, lo que deslegitima su rol y exige una reforma urgente en las dinámicas de trabajo de la ONU.

Parcialidad en la redacción de resoluciones y propuestas

Desde su reconocimiento unilateral de la supuesta «soberanía» marroquí sobre el Sahara Occidental en 2020, Estados Unidos ha mostrado una falta de imparcialidad en este contexto. Este posicionamiento político no solo va en contra del derecho de libre determinación del pueblo saharaui, sino que también refleja una inclinación clara hacia los intereses de Marruecos, el estado ocupante. En consecuencia, cualquier propuesta redactada por EE.UU. sobre el Sáhara Occidental carece de objetividad, comprometiendo el proceso de paz y la credibilidad de las Naciones Unidas.

Opacidad y exclusión en el proceso de negociación

La estructura de penholder, en particular bajo el liderazgo de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad como EE.UU., limita la transparencia en la toma de decisiones. La práctica habitual de presentar textos prácticamente finales con poco tiempo para debate o modificación excluye a los miembros no permanentes del Consejo y restringe la posibilidad de que otras voces se integren al proceso de redacción. Esto no solo limita la calidad y profundidad de las resoluciones, sino que también genera resoluciones alineadas a intereses particulares de los P5 —en este caso, favoreciendo claramente a Marruecos— en lugar de a la comunidad internacional en su conjunto.

Efecto de «cansancio del Penholder» y su impacto en la eficiencia del Consejo

La responsabilidad continua de EE.UU. en este tema ha llevado a lo que se conoce como «cansancio del penholder», un fenómeno donde el país en cuestión no presenta iniciativas nuevas o frescas, y se limita a prórrogas técnicas y decisiones diplomáticas de bajo impacto. Esta falta de compromiso activo perpetúa el statu quo en el Sáhara Occidental, y socava el mandato de la MINURSO para implementar el referéndum y garantizar la protección de los derechos humanos del pueblo saharaui. La reciente resolución de prórroga, que evita abordar temas de derechos humanos y que no otorga a MINURSO la capacidad de monitorear estos derechos, es un claro reflejo de esta parálisis.

La necesidad de reformar el «Grupo de Amigos» del Sáhara Occidental

A la luz de esta falta de neutralidad y transparencia, se torna cada vez más urgente una revisión de la estructura del Grupo de Amigos del Sahara Occidental. Este grupo, que históricamente ha incluido a países con intereses específicos en la región, necesita una reforma total para que sea verdaderamente representativo de la diversidad de la comunidad internacional y que incluya voces de estados que no tienen conflictos de interés como el claro caso de Francia. Esta nueva estructura podría permitir una distribución más equitativa de responsabilidades y una visión más equilibrada y justa para abordar la descolonización del Sahara Occidental.

La oportunidad de democratizar el Consejo de Seguridad

Los Estados Unidos y otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad deben reconocer que el sistema de penholdership está en una encrucijada. La falta de neutralidad y las prácticas excluyentes han erosionado la confianza en las Naciones Unidas como organismo internacional, especialmente en temas de descolonización.

Si el Consejo realmente desea cumplir con su responsabilidad de asegurar la paz y la justicia, es fundamental democratizar el rol de penholder, permitiendo que los miembros no permanentes y aquellos con un compromiso real hacia el derecho internacional asuman un papel más activo en la redacción y negociación de resoluciones. Este enfoque podría restaurar la legitimidad y eficacia de las Naciones Unidas en su labor de descolonización.

La situación actual del Sáhara Occidental exige una revisión profunda del papel de Estados Unidos como penholder. Si bien la ONU es el foro adecuado para buscar una solución pacífica, esta solo será creíble si se asegura la objetividad, la transparencia y una estructura de trabajo inclusiva. La reforma del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental y una distribución equitativa de los penholders son medidas urgentes para evitar que el Consejo de Seguridad caiga en el descrédito y que el pueblo saharaui pueda ver su derecho a la autodeterminación finalmente reconocido.