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24 mayo 2025
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¿Por qué incluir al POLISARIO en un artículo que no trata sobre el Sáhara Occidental?

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¿Por qué incluir al POLISARIO en un artículo que no trata sobre el Sáhara Occidental? ¿Por qué justo ahora, tras el viaje de Bourita y la reacción débil de la Casa Blanca?

Por Ahmed Omar

   Durante la primera semana de abril, Marruecos orquestó un movimiento que aspiraba a ser un jaque mate diplomático. El ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, aterrizaba en Washington con una agenda clara: conseguir que la Casa Blanca reiterara —al más alto nivel— la proclamación de Donald Trump reconociendo la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. ¿El resultado? Un comunicado vago, no llegaba al nivel de la proclamación de 2020. Sin nombre, sin compromiso, sin victoria.

   Para Rabat, aquello fue más que una decepción: fue una señal. El Plan A había fracasado. La administración Trump, envuelta en una guerra económica y con la vista puesta en batallas que van más allá de eso,— no quiso ofrecer a Marruecos el regalo que Bourita ansiaba.

Pero cuando el Plan A falla, se activa el Plan B. Y ahí empieza el verdadero relato.

El “viejo amigo” Wilson y el renacimiento de un proyecto tóxico

   Tres días después del tibio comunicado estadounidense, reaparece en escena el congresista republicano Joe Wilson, una figura conocida por su cercanía con el lobby marroquí. En su cuenta de X (antes Twitter), Wilson anuncia su intención de introducir un proyecto de ley para designar al Frente POLISARIO como “grupo terrorista”. Un gesto con apariencia de rutina… salvo que no lo era.

   Wilson no es un actor aislado. Miembro activo del Caucus de Marruecos, el Caucus Republicano de Israel, el Caucus de los Acuerdos de Abraham, el Caucus Saudí-Americano y el Caucus sobre Turquía, su influencia se extiende por todos los ejes geoestratégicos que han respaldado silenciosamente la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. Sus alianzas son una constelación de intereses cruzados: normalización con Israel, contención de Irán, expansión de negocios en el Sahel.

   No es la primera vez que Wilson levanta la bandera contra el POLISARIO. En 2018 ya introdujo una resolución donde mezclaba terrorismo, Irán, y el conflicto saharaui sin pruebas verificables. ¿Por qué revivirla ahora? Porque el tablero diplomático exige un nuevo movimiento. Porque Bourita no consiguió lo que fue a buscar, y alguien tenía que ofrecerle un premio de consolación.

El “refuerzo mediático”: una periodista y una insinuación peligrosa

   En paralelo al tweet de Wilson, aparece un artículo en The Washington Post firmado por la periodista Souad Mekhennet, alemana de origen marroquí, especializada en redes extremistas y conocida por su acceso privilegiado a círculos de inteligencia. En un extenso reportaje sobre el tráfico de armas y el rol de Hezbollah en Siria, se cuela una sutil pero calculada mención al Frente POLISARIO, sin pruebas directas, sin contexto, pero con el veneno suficiente para sembrar la duda.

¿Por qué incluir al POLISARIO en un artículo que no trata sobre el Sahara Occidental? ¿Por qué justo ahora, tras el viaje de Bourita y la reacción débil de la Casa Blanca?

La respuesta no es periodística, es política.

   Mekhennet no es una reportera cualquiera. Es una figura moldeada en las entrañas del poder informativo transatlántico. Ha sido premiada por organismos de seguridad, ha entrevistado a yihadistas, ha sido invitada a foros donde la información se mezcla con la inteligencia. Lo que escribe no es inocente, y lo que insinúa, menos aún.

Una campaña a tres bandas: Congreso, medios e inteligencia blanda

   Lo que estamos presenciando no es una coincidencia. Es una operación meticulosamente ensamblada en la que convergen actores políticos (como Wilson), mediáticos (como Mekhennet) y diplomáticos (como Bourita). La jugada busca un único objetivo: construir artificialmente una percepción internacional del Frente POLISARIO como amenaza terrorista, deslegitimarlo como actor de negociación, y justificar una política de hechos consumados en el Sáhara Occidental.

   Las similitudes con campañas previas —como las que se usaron para desestabilizar gobiernos o justificar intervenciones militares— son evidentes. Se lanza una acusación, se cita a una fuente “indirecta”, se amplifica en redes y luego se utiliza como sustento para decisiones políticas.

¿Y ahora qué? La pieza que falta y el silencio que grita

    Hasta el momento, el proyecto de ley contra el POLISARIO no ha sido presentado formalmente. Solo existe como un tweet, como un globo sonda. Pero el daño está hecho. La narrativa ha sido lanzada al espacio público. La difamación ya recorre los pasillos de Washington, impulsada por think tanks, embajadas y medios conectados al aparato marroquí.

La gran pregunta ahora es: ¿Quién más está en el juego?

¿Qué papel juegan las embajadas afines a Marruecos? ¿Por qué tanto silencio de parte de la Casa Blanca? ¿Hasta cuándo se permitirá que una causa de descolonización sea criminalizada para beneficio de una potencia ocupante?

La verdad no necesita embajadores, la mentira sí

   Marruecos ha invertido millones en propaganda, en cabildeo, en comprar legitimidad. Pero cada mentira necesita un portavoz, un periodista, un congresista… y eso la hace vulnerable. La verdad del pueblo saharaui, por dolorosa que sea, no necesita adornos ni manipulaciones. Su fuerza radica en la justicia de su causa.

    El “Plan B” marroquí ha sido desnudado. Queda ahora a la comunidad internacional decidir si quiere seguir siendo cómplice de una campaña sucia, o finalmente poner fin a una ocupación que lleva casi cinco décadas manchando el nombre de la legalidad internacional.

Porque, como dijo alguien una vez: la verdad, aunque tarde, siempre encuentra la manera de imponerse.

Argelia y China refuerzan cooperación económica en foro empresarial en Argel

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    Argel, Argelia, 15 abr (EFE/EPA).- Altos cargos argelinos y el embajador chino inauguraron hoy el Foro Empresarial Argelino-Chino sobre Inversión en Argelia, organizado por la AAPI en el Centro Internacional de Conferencias.

  Bajo el lema «Alianza Sólida, Cooperación Económica Sostenible», el encuentro busca reactivar acuerdos bilaterales, consolidar la cooperación y proyectar a Argelia como destino atractivo para la inversión en África y el Mediterráneo. IMÁGENES: MOHAMED MESSARA. RECURSOS DEL FORO EMPRESARIAL ARGELINO-CHINO EN ARGEL.


Francia escala su crisis con Argelia con la expulsión de 12 diplomáticos y llama a consultas a su embajador

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   Francia profundizó su crisis con Argelia al llamar a consultas este martes a su embajador en Argel y anunció la expulsión de doce funcionarios argelinos que trabajaban en la embajada de ese país en París.

   La decisión, anunciada por el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrott, llega como respuesta después de que Argel expulsara a doce funcionarios franceses destacados en la embajada de París en Argel. 

¿Y si todo fue un plan? La jugada oculta de Marruecos en Washington que casi pasa desapercibida

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Por Ahmed Omar

¿Fue el comunicado de la administración Trump un portazo diplomático a Marruecos? ¿Y si el verdadero escándalo no fue lo que se dijo, sino lo que se intentó forzar detrás del telón? ¿Quién realmente está escribiendo el guion de la campaña contra el Frente POLISARIO en EE.UU.?

   Durante la primera semana de abril, Marruecos orquestó un movimiento que aspiraba a ser un jaque mate diplomático. El ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, aterrizaba en Washington con una agenda clara: conseguir que la Casa Blanca reiterara —al más alto nivel— la proclamación de Donald Trump reconociendo la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. ¿El resultado? Un comunicado vago, no llegaba al nivel de la proclamación de 2020. Sin nombre, sin compromiso, sin victoria.

   Para Rabat, aquello fue más que una decepción: fue una señal. El Plan A había fracasado. La administración Trump, envuelta en una guerra económica y con la vista puesta en batallas que van más allá de eso,— no quiso ofrecer a Marruecos el regalo que Bourita ansiaba.

Pero cuando el Plan A falla, se activa el Plan B. Y ahí empieza el verdadero relato.

El “viejo amigo” Wilson y el renacimiento de un proyecto tóxico

   Tres días después del tibio comunicado estadounidense, reaparece en escena el congresista republicano Joe Wilson, una figura conocida por su cercanía con el lobby marroquí. En su cuenta de X (antes Twitter), Wilson anuncia su intención de introducir un proyecto de ley para designar al Frente POLISARIO como “grupo terrorista”. Un gesto con apariencia de rutina… salvo que no lo era.

   Wilson no es un actor aislado. Miembro activo del Caucus de Marruecos, el Caucus Republicano de Israel, el Caucus de los Acuerdos de Abraham, el Caucus Saudí-Americano y el Caucus sobre Turquía, su influencia se extiende por todos los ejes geoestratégicos que han respaldado silenciosamente la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. Sus alianzas son una constelación de intereses cruzados: normalización con Israel, contención de Irán, expansión de negocios en el Sahel.

   No es la primera vez que Wilson levanta la bandera contra el POLISARIO. En 2018 ya introdujo una resolución donde mezclaba terrorismo, Irán, y el conflicto saharaui sin pruebas verificables. ¿Por qué revivirla ahora? Porque el tablero diplomático exige un nuevo movimiento. Porque Bourita no consiguió lo que fue a buscar, y alguien tenía que ofrecerle un premio de consolación.

El “refuerzo mediático”: una periodista y una insinuación peligrosa

   En paralelo al tweet de Wilson, aparece un artículo en The Washington Post firmado por la periodista Souad Mekhennet, alemana de origen marroquí, especializada en redes extremistas y conocida por su acceso privilegiado a círculos de inteligencia. En un extenso reportaje sobre el tráfico de armas y el rol de Hezbollah en Siria, se cuela una sutil pero calculada mención al Frente POLISARIO, sin pruebas directas, sin contexto, pero con el veneno suficiente para sembrar la duda.

¿Por qué incluir al POLISARIO en un artículo que no trata sobre el Sahara Occidental? ¿Por qué justo ahora, tras el viaje de Bourita y la reacción débil de la Casa Blanca?

La respuesta no es periodística, es política.

   Mekhennet no es una reportera cualquiera. Es una figura moldeada en las entrañas del poder informativo transatlántico. Ha sido premiada por organismos de seguridad, ha entrevistado a yihadistas, ha sido invitada a foros donde la información se mezcla con la inteligencia. Lo que escribe no es inocente, y lo que insinúa, menos aún.

Una campaña a tres bandas: Congreso, medios e inteligencia blanda

   Lo que estamos presenciando no es una coincidencia. Es una operación meticulosamente ensamblada en la que convergen actores políticos (como Wilson), mediáticos (como Mekhennet) y diplomáticos (como Bourita). La jugada busca un único objetivo: construir artificialmente una percepción internacional del Frente POLISARIO como amenaza terrorista, deslegitimarlo como actor de negociación, y justificar una política de hechos consumados en el Sáhara Occidental.

   Las similitudes con campañas previas —como las que se usaron para desestabilizar gobiernos o justificar intervenciones militares— son evidentes. Se lanza una acusación, se cita a una fuente “indirecta”, se amplifica en redes y luego se utiliza como sustento para decisiones políticas.

¿Y ahora qué? La pieza que falta y el silencio que grita

    Hasta el momento, el proyecto de ley contra el POLISARIO no ha sido presentado formalmente. Solo existe como un tweet, como un globo sonda. Pero el daño está hecho. La narrativa ha sido lanzada al espacio público. La difamación ya recorre los pasillos de Washington, impulsada por think tanks, embajadas y medios conectados al aparato marroquí.

La gran pregunta ahora es: ¿Quién más está en el juego?

¿Qué papel juegan las embajadas afines a Marruecos? ¿Por qué tanto silencio de parte de la Casa Blanca? ¿Hasta cuándo se permitirá que una causa de descolonización sea criminalizada para beneficio de una potencia ocupante?

La verdad no necesita embajadores, la mentira sí

   Marruecos ha invertido millones en propaganda, en cabildeo, en comprar legitimidad. Pero cada mentira necesita un portavoz, un periodista, un congresista… y eso la hace vulnerable. La verdad del pueblo saharaui, por dolorosa que sea, no necesita adornos ni manipulaciones. Su fuerza radica en la justicia de su causa.

    El “Plan B” marroquí ha sido desnudado. Queda ahora a la comunidad internacional decidir si quiere seguir siendo cómplice de una campaña sucia, o finalmente poner fin a una ocupación que lleva casi cinco décadas manchando el nombre de la legalidad internacional.

Porque, como dijo alguien una vez: la verdad, aunque tarde, siempre encuentra la manera de imponerse.

Enviado de ONU para el Sáhara Occidental advierte de una «guerra total» en la región si no se llega a un acuerdo

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   NUEVA YORK (ECS) – El Consejo de Seguridad de la ONU celebró ayer una reunión para abordar los «avances» en el proceso de arreglo de la ONU en el Sáhara Occidental, de conformidad con la última resolución 2657 del Consejo de Seguridad de la ONU del 31 de octubre de 2024, basándose en la información contenida en las exposiciones informativas dadas por el Representante Especial del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Alexander Ivanko, y el Enviado Especial de Antonio Guterres para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, quien realizó una gira por la región unos días antes de esa reunión.

   El 31 de octubre de 2024, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 2756 para ampliar por un año más el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum de Autodeterminación del Sáhara Occidental (MINURSO).

   La reunión a puerta cerrada, presidida por Francia, miembro permanente del Consejo de Seguridad en virtud de su presidencia rotatoria del organismo internacional desde el 1 de abril, escuchó en primer lugar una exposición informativa sobre la situación sobre el terreno y la labor de la misión de la MINURSO, presentada por Alexander Ivanko. La sesión informativa incluyó un conjunto de información relacionada con los suministros para los efectivos de la misión desplegados a lo largo del muro marroquí, así como las operaciones militares en curso del ejército saharaui y los ataques llevados a cabo por la Fuerza Aérea marroquí con drones en varias zonas contra objetivos civiles.

    En su informe, Ivanko destacó la cuestión de la cooperación con la MINURSO por parte de ambas partes en conflicto, el Frente Polisario y el Reino de Marruecos. Ha señalado en repetidas ocasiones la falta de cooperación en algunas ocasiones por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes y también del Frente Polisario, subrayando la importancia de elevar el nivel de cooperación y facilitar el trabajo de la misión, que está presente en varios puntos a lo largo del muro marroquí que separa el Sáhara Occidental.

   De Mistura, que también parece haber constatado la realidad de la cuestión del Sáhara Occidental, es decir, la falta de una voluntad real por parte de Marruecos de retomar las negociaciones con el Frente  POLISARIO bajo los auspicios de las Naciones Unidas, sugiere la imposibilidad de continuar su misión de mediación. Había declarado anteriormente que el fin de su misión estaba vinculado a la voluntad de las dos partes de volver a las negociaciones.

   El emisario de la ONU presentó a los miembros del Consejo de Seguridad los resultados de su visita a la región, que no aportó nada nuevo, dada la persistencia de ambas partes en sus posiciones, especialmente Marruecos, que se niega a abordar la cuestión de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad y la legitimidad internacional, pues considera su propuesta de “autonomía” como única base para la negociación. Esto supondría un obstáculo a cualquier diálogo o evolución positiva hacia una solución final del conflicto, que, según las resoluciones del Consejo de Seguridad, debe responder al derecho del pueblo del Sáhara Occidental a la autodeterminación, al que se aferra el Frente Polisario.

De Mistura advierte de una «guerra total» en el Sáhara Occidental si no se llega a un acuerdo en el marco de la ONU

   AFP (Agencia francesa de Prensa) informó que Staffan de Mistura, enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, en su reunión informativa ante el Consejo de Seguridad de la ONU celebrada a puerta cerrada el lunes, pidió a los miembros del Consejo que aprovechen lo que describió «el momentum» para resolver el «prolongado» conflicto en la antigua colonia española.

   La agencia francesa agregó que de Mistura advirtió a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que los próximos tres meses son clave para lograr una desescalada regional, independientemente de una hoja de ruta que promueva una resolución al conflicto del Sáhara Occidental.

   Mientras tanto, de Mistura saludó la reciente visita del ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, a Argelia para aliviar las tensiones entre los dos países, según la agencia de noticias francesa.

   La reunión del Consejo de Seguridad concluyó como comenzó, sin ninguna señal positiva clara en el proceso de solución ONU/UA. Esto da la impresión de que el Consejo de Seguridad sigue dando largas, principalmente Francia, principal apoyo de Marruecos en el seno del organismo internacional.

“La posición de la ONU sobre el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación es la mejor respuesta a la propaganda marroquí”

   En respuesta a las afirmaciones del representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, Omar Hilale, quien aseguró después de la reunión del Consejo de Seguridad que Estados Unidos estaba decidida a «clausurar» la cuestión del Sáhara Occidental ocupado y que esperaba celebrar el final feliz de este conflicto de una vez por todas durante el cincuentenario de la Marcha Verde, el Dr. Sidi Mohamed Omar, miembro del Secretariado Nacional del Frente Polisario, su representante ante las Naciones Unidas y coordinador con la MINURSO, destacó que la reunión de consulta celebrada por el Consejo de Seguridad el lunes sobre la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) es una prueba tangible de la persistencia de la cuestión saharaui en la agenda de las Naciones Unidas.

   Esta confirmación se produjo durante la entrevista que mantuvo el diplomático saharaui el lunes con la televisión nacional, en la que llamó la atención sobre la propaganda promovida por el Estado ocupante marroquí para engañar a su opinión pública interna de que el expediente de la cuestión saharaui ha sido “cerrado” a nivel de Naciones Unidas, después de que la administración Trump reafirmara su posición de apoyo a la política expansionista marroquí, que contradice la Carta de Naciones Unidas.

   El diplomático saharaui afirmó también que la celebración de la sesión de consulta por el Consejo de Seguridad, con la plena participación de Estados Unidos, y las posiciones expresadas de muchos miembros del Consejo, que enfatizaron la necesidad de lograr una solución pacífica, justa y duradera que garantice la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental, es una respuesta clara y contundente a las posiciones expresadas recientemente por los gobiernos francés y estadounidense y a la propaganda del Estado de ocupación marroquí.

  Para concluir, el representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas y coordinador de la MINURSO destacó que la cuestión del Sáhara Occidental no ha sido ni será “cerrada” mientras el pueblo saharaui no pueda ejercer su derecho inalienable, no negociable e imprescriptible a la autodeterminación y la independencia.

   Según observadores, el embajador de Marruecos ante las Naciones Unidas se mostró decepcionado por los resultados de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU y sus declaraciones iban dirigidas a la opinión pública marroquí.

  Pues, la cuestión del Sáhara Occidental se está gestionando en los pasillos del Consejo de Seguridad de la ONU, no en el Departamento de Estado de Estados Unidos. Según los observadores, el Departamento de Estado de Estados Unidos, llegue donde llegue, no es más que un mero miembro de este organismo internacional, de cinco miembros permanentes y diez miembros no permanentes.

Reunión de ONU sobre el Sáhara Occidental: los miembros piden solución que garantiza el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación

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   Nueva York (Naciones Unidas). – El representante del Frente Polisario en las Naciones Unidas y coordinador saharaui con la MINURSO, Dr. Sidi Mohamed Omar, consideró que la reunión de consultas, a puerta cerrada, celebrada el lunes por el Consejo de Seguridad sobre la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) es una «prueba clara de que la cuestión saharaui sigue existiendo en la agenda del Consejo de Seguridad las Naciones Unidas», del que EE.UU forma parte.

    En este contexto, el diplomático saharaui, en una entrevista con la televisión saharaui, Omar alertó sobre la «propaganda que está promoviendo Rabat para engañar a la opinión pública haciéndoles creer que la cuestión saharaui ya no está en manos de Naciones Unidas, después de que la administración de Trump reafirmara su posición de apoyo a la política expansionista de Marruecos, que contradice la Carta de la ONU».

   Omar afirmó que la celebración de esa reunión (del Consejo de Seguridad), con la participación plena de Estados Unidos, y las posteriores posiciones expresadas de los miembros del organismo internacional, que enfatizan la necesidad de lograr una solución pacífica, justa y duradera que garantice la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental, es una respuesta clara y contundente a las posiciones expresadas por los gobiernos francés y estadounidense y a la propaganda del Estado de ocupación marroquí», asevera Omar.

«Es una respuesta clara y contundente a las posiciones expresadas recientemente por los gobiernos francés y estadounidense, junto a la propaganda del Estado de ocupación marroquí”

   Por último, el representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas destacó que la cuestión del Sáhara Occidental no ha sido ni será «clausurada» mientras el pueblo saharaui no pueda ejercer su derecho inalienable, no negociable e imprescriptible a la autodeterminación y la independencia.

De Mistura alerta de una guerra total

   En la reunión del Consejo de Seguridad a puerta cerrada, el enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, consideró que los próximos tres meses son claves para «producir las tensiones bélicas y aparte, una hoja de ruta repotenciada para la resolución del conflicto en Sahara Occidental», según informa AFP.

   De Mistura pidió al Consejo de Seguridad capitalizar lo que llamó el «momentum» para resolver el conflicto del Sáhara Occidental.

¿Fracaso del enfoque ruso? el cinturón golpista en la región ha convertido el Sahel en el epicentro del terrorismo yihadista global

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Por Lehbib Abdelhay

El terrorismo no fue sólo una excusa para la intervención militar rusa, sino más bien el pretexto perfecto para que los ejércitos de los países del Sahel dominaran al gobierno con sendos golpes militares que hundieron en el caos a los tres países; Mali, Níger y Burkina Faso, en una grave crisis con sus vecinos, que derivó en una ruptura y retirada total de los tres países de la organización regional CEDAO, que hasta hace poco representaba el sueño de integración económica.

El pasado 16 de septiembre se cumplía un año de la creación de la Alianza de Estados en el Sahel (AES) compuesta por Mali, Burkina Faso y Níger, tres países en los que se ha creado un auténtico triángulo de violencia, crisis e inestabilidad a raíz de la creciente presencia e influencia de organizaciones terroristas asentadas en sus territorios, especialmente en el área de Liptako Gourma, y varios actores internacionales.

   La confederación AES, lejos de haber conseguido éxitos en sus operaciones antiterroristas desde su creación, ha provocado una profunda reestructuración de los compromisos de seguridad previamente adquiridos y ha forzado a países vecinos a revisar sus estrategias a la hora de crear presión e invertir esfuerzos que satisfagan sus intereses geoestratégicos. Países como Níger, Mali o Chad han roto lazos con sus socios occidentales tradicionales como Francia, Estados Unidos y la Unión Europea, rellenando el vacío de cooperación y las estructuras de seguridad con países como Rusia, China o Turquía. Otras potencias regionales, como Argelia, Nigeria o Costa de Marfil, también se encuentran inmersas en la reedición de unas nuevas dinámicas de poder vis a vis los países de la AES que les ayuden a salvaguardar su seguridad y prevenir los focos de amenazas que asolan en su vecindario. A Occidente le sobran cada vez menos las amistades en África Occidental, buscando cumplir con las expectativas de los pocos socios preferentes que les quedan (como Mauritania o Senegal) para contrarrestar un posible acercamiento de Rusia y otros actores.

El Ejército de Argelia derriba un dron turco AKINCI cerca de la frontera con Mali

    Por su parte, la actividad terrorista en la zona no ha hecho más que aumentar en los últimos años. La coalición JNIM, afiliada a Al Qaeda, ha demostrado ostentar una presencia y poder incuestionables desde el norte de Mali hasta el sur de Burkina Faso, e incluso en el Golfo de Guinea, especialmente en Togo y en Benín. El Estado Islámico en el Sahel, muy activo en su zona de operaciones (flanco oriental maliense, en Ménaka, y occidental de Níger, en Tillaberi), también se encuentra fortaleciendo su propia marca convertida desde 2022 en una wilaya más de Estado Islámico, con grandes éxitos tanto mediáticos como operativos. Su nueva estrategia es el secuestro de ciudadanos occidentales.

    Los ataques yihadistas de grupos como Al Qaeda (JNIM) o Estado Islámico (tanto en el Sahel como en lago Chad a través de ISWAP) están poniendo contra las cuerdas a unos gobiernos que únicamente buscan preservar su poder y control del estado a cualquier coste, manteniendo así unos regímenes que han llegado la mayor parte de ellos a través de un golpe de estado, el último de ellos Níger en julio de 2023. Sin embargo, la imposibilidad de disminuir las dinámicas del terrorismo regional está poniendo en peligro la popularidad de estos sistemas de gobierno, lo que frecuentemente está desembocando en intentos de golpe de Estado que buscan socavar el actual régimen e instaurar una nueva autoridad.

Estos son los grupos terroristas que operan en el Sahel

    Mientras los intentos de tomar el poder fallan en su cometido, las juntas militares están optando por emplear tácticas más coercitivas, incluyendo detenciones, arrestos arbitrarios, violaciones a los derechos más básicos y castigos ejemplarizantes, en un desesperado intento de acallar las voces que ponen en duda la verdadera efectividad de los gobiernos militares afincados en el poder.

La sociedad civil, atrapada entre el fuego cruzado de grupos armados y fuerzas de seguridad, enfrenta un panorama de inseguridad agravado por múltiples factores.

    No solo sufre la violencia yihadista, sino también los abusos de las fuerzas estatales, la rampante y depredadora economía criminal, que no hace más que crecer con el paso de los años y de la que cada vez más sectores de la población dependen, y los conflictos interétnicos, que juegan un papel crucial en la dinámica de los conflictos locales. Este entorno se ve agravado por los impactos del cambio climático: inundaciones, sequías y la desertificación empujan a las comunidades a migrar en busca de tierras más fértiles, aunque esto signifique someterse al control de grupos islamistas o de milicias tribales en conflicto.

    El Sahel se ha convertido en un nuevo espacio de competición geopolítica multinivel, por lo que atraviesa uno de sus momentos más críticos a su seguridad. Los focos de conflicto son numerosos y las partes que intervienen, lejos de proporcionar la protección necesaria, están inmersos en sus propias agendas e intereses, dejando a la población local sumida en una de las crisis humanitarias más graves y extensas geográficamente a las que ha podido hacer frente.

El Sahel se ha convertido en “el epicentro del terrorismo global”

   El último informe anual de OIET monitorea el crecimiento de la influencia de los grupos yihadistas y su modelo operativo en la región del África Occidental, destacando un aumento de hasta el 190% en el número de víctimas del terrorismo en los países de la región durante el año 2024 en comparación con el año 2021, lo que refleja una clara expansión de la agenda de estas organizaciones extremistas en la región.

   Durante tres años consecutivos, el número de muertes relacionadas con el terrorismo yihadista en la región del Sahel ha representado más de la mitad del total de muertes en el mundo (cifras de la ONU). En una sesión informativa del Consejo de Seguridad en enero de 2025, se afirmó que Burkina Faso lideraba el ranking mundial en número de muertes a causa del terrorismo yihadista, con un aumento del 68 por ciento.

    A lo largo del año 2024, se han registrado más de 3.200 ataques terroristas y 8.400 víctimas civiles entre enero y septiembre de 2024 en el continente africano. Otro factor de la migración son los efectos devastadores del cambio climático. Además de los conflictos armados y la inestabilidad política en la región del Sahel, los efectos del cambio climático están entre las causas profundas de los movimientos migratorios.

La sorpresa ucraniana

   Lo sorprendente, después de la derrota de Wagner y del ejército maliense en la “Batalla de Tinzaouaten”, es el descubrimiento del papel desempeñado por Ucrania en el apoyo a los rebeldes del movimiento azawadí de CSP-DPA (ahora FLA) para quebrantar el orgullo de Rusia, humillando a Wagner, como se confirmó por fuentes militares y de seguridad ucranianas.

    Varias fuentes fiables confirman a ECSaharaui que los rebeldes del norte de Mali recibieron entrenamiento especial en Ucrania y que se beneficiaron de drones suministrados por Kiev, que les permitieron ganar la batalla rápidamente, además de información de inteligencia que les proporcionó la agencia ucraniana, que tuvo una gran responsabilidad en la derrota sufrida por las fuerzas Wagner y el ejército de Malí.

   De hecho, Ucrania no tenía ninguna influencia en la región africana del Sahel y su presencia no superaba las embajadas medio inactivas, pero de repente infligió a Rusia su primera gran derrota en el desierto del Sáhara, y empezó a aspirar a algo más que eso. Sin embargo, una semana después de la “Batalla de Tinzaouaten”, Mali anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Ucrania, seguido de Níger y Burkina Faso. Bamako también presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU acusando a Ucrania de apoyar el “terrorismo” en el Sahel. A pesar de los avances de Rusia en el Sahel, en el año 2024 se dió la primera derrota del Grupo Wagner desde que comenzó a luchar junto al ejército de Malí.

La ONU dictamina que el activista saharaui que España entregó a Marruecos hace 6 años debe ser puesto en libertad

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  • Hussein Bachir pidió asilo político en España en enero de 2010, a donde llegó en patera huyendo de la policía marroquí, pero fue entregado a Marruecos a pesar de haber pedido asilo político.

  • El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria  afirma que España que debe adoptar medidas diplomáticas para conseguir la  liberación del estudiante saharaui, que cumple una condena en Marruecos de 12 años de cárcel.

Alfonso Lafarga

   El estudiante saharaui universitario Hussein Bachir Amadour cumple una pena de 12 años de cárcel en Marruecos, a donde fue enviado por el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, a pesar de que pidió asilo político en Canarias en enero de 2019. Ahora, Naciones Unidas dictamina que debe ser puesto en libertad y dice que España que debe adoptar medidas diplomáticas para conseguir su liberación.

   El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria ha determinado que la decisión de privar de libertad al estudiante saharaui fue “arbitraria” y “contraria” a la Declaración Universal de Derechos Humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

   Ante esto, exige a Marruecos que Hussein Bachirsea liberado de forma “inmediata” e  “incondicional”, a la vez que denuncia graves violaciones en el proceso y del derecho internacional.

   La historia de lo que pasó a este estudiante en España se saltó todos los procedimientos establecidos: llegó en patera a la isla de Lanzarote el 11 de enero de 2019, huyendo de la policía marroquí  y tres días después compareció en el juzgado de instrucción número 4 de Arrecife.

   El acta judicial, que se reproduce en este articulo, deja claro que “pide asilo porque es estudiante universitario y activista de derechos humanos, que defiende la autodeterminación del Sáhara y su grupo llamado Compañeros de El Luali ha sido perseguido por las autoridades y dos de los integrantes de su grupo han sido asesinados”.  A esto, se añade: “Si regresa tiene miedo que vaya a ser detenido o asesinado como otros integrantes de su grupo”.

    El titular del juzgado ordenó su ingreso en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Hoya Fría (Tenerife), pero a los tres días, el 17 de enero, fue entregado a Marruecos por funcionarios del Ministerio del Interior y el 21 de enero ingresó en la cárcel de Luidadya, en Marrakech. Fuentes próximas al caso aseguraron entonces a Contramutis que en lugar de ser llevado al CIE fue trasladado a Las Palmas de Gran Canaria y desde allí a Marruecos.

PSOE y PP impidieron que Grande-Marlaska diera explicaciones

    Un año después, en noviembre de 2019, Hussein Bachir fue condenado a doce años de cárcel, acusado de formar parte del grupo de estudiantes saharauis «El Luali» y de participar en el asesinato de un joven marroquí. En la vista oral, la defensa del estudiante saharaui planteó que la única prueba era un atestado policial sin firma con declaraciones auto inculpatorias, que el estudiante saharaui negó haber hecho. Los abogados Pablo Gutiérrez Vega Ana Sebastián Gascón, observadores del Consejo General de la Abogacía Española, dijeron que la Fiscalía no presentó ni una sola prueba o indicio de la participación de Hussein Bachir en los delitos por los que le acusaban.

   Cuando se produjo la entrega del estudiante a Marruecos, Unidos Podemos y Compromís, con el apoyo del PNV y ERC, pidieron la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro Fernando Grande-Marlaska, pero lo impidieron PSOE, PP y Ciudadanos. El caso también fue denunciado ante la Comisión Europea por la eurodiputada de Izquierda Unida Marina Albiol, al considerar que el Estado español violó la normativa europea en materia de asilo y el principio de no devolución.

   El ministro Grande-Marlaska, el mismo que como magistrado presidio la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que en julio de 2014 recogió que España sigue siendo de iure  la Potencia Administradora del Sáhara Occidental,  “y como tal, hasta que finalice el periodo de la descolonización, tiene las obligaciones recogidas en los artículos 73 y 74 de la Carta de Naciones Unidas, entre ellas dar protección, incluso jurisdiccional, a sus ciudadanos contra todo abuso…”, se libró de dar explicaciones en la sede de la soberanía nacional.

    El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria,  además de afirmar que la detención de  Hussein Bachir  fue arbitraria,  concluye que su detención fue ilegal, con confesiones manipuladas y violaciones del derecho a no ser torturado.

   En el informe se indiaca que las condiciones de detención que sufre el estudiante son “inhumanas”, en una prisión marroquí lejos de su familia. Esto le ha llevado a mantener como medida de denuncia varias huelgas de hambre.

  El grupo de NNUU insta a España a reconocer su responsabilidad en la cadena de acontecimientos que llevaron a la detención ilegal de Hussein y afirma que debe adoptar  todas las medidas diplomáticas que sean precisas para que sea liberado.

   En relación con el grupo El Luali, en noviembre de 2019 el Grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de NNUU ya dictaminó que los estudiantes Moussayih, Burgaa, Errami, Baber, Rguibi, Elbeur, Charki, Ajna, Amenkour, Baalli, El Ouahidi, Dadda, Baihna y El Hafidi (los que presentaron la queja) fueron objeto de detenciones arbitrarias y que el Gobierno de Marruecos debía tomar las medidas necesarias para liberar a los que seguían en la cárcel e indemnizar a todos para ofrecerles una reparación, dictamen que no acataron las autoridades marroquíes.

Sáhara Occidental | Netanyahu habría facilitado el encuentro de Bourita con Marco Rubio en Washington

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¿Qué tan bajo puede caer un régimen para sostener una ocupación? Marruecos acaba de dar la respuesta.

Por Ahmed Omar

   En un acto de humillación geopolítica sin precedentes, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, aterrizó en Washington al mismo tiempo que Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel y rostro visible del genocidio en Gaza. Pero Bourita no fue allí por Palestina. Fue allí por el Sáhara Occidental. Y lo hizo, paradójicamente, usando el sufrimiento palestino como moneda de cambio para reforzar la ocupación de otro pueblo.

Es la cima de la bajeza moral

Un régimen que pacta con el verdugo para asegurar su propio crimen colonial.

Una diplomacia que apesta a desesperación

   Bourita no buscaba un diálogo. Buscaba una repetición de la transacción del 2020: “yo normalizo con Israel, tú me regalas el Sáhara”. Pero ya no hay cartas nuevas que jugar.

   El comunicado emitido tras su encuentro con el nuevo secretario de Estado fue un baño de agua fría. Lejos de ofrecer una reafirmación del reconocimiento unilateral de 2020, Washington se limitó a repetir lo ya dicho, pero esta vez con una cláusula que lo vacía de sustancia: cualquier solución, incluida la supuesta “autonomía”, debe surgir de una negociación entre las partes. Es decir, no hay respaldo incondicional, no hay compromiso renovado, no hay victoria diplomática.

   El texto no reconoce soberanía, no alude al reconocimiento anterior como marco vigente, y apenas menciona la propuesta marroquí como una opción “seria, creíble y realista” —una fórmula ambigua que ha sido usada durante años sin ninguna consecuencia práctica. En otras palabras, el régimen marroquí vino a Washington a exigir una ratificación, y volvió con una reinterpretación diluida.

   La supuesta autonomía ya no es presentada como una solución válida por sí misma, sino como una posibilidad condicionada. Condicionada a la aceptación de un pueblo que lleva décadas resistiendo, y que jamás ha sido consultado. Esa es la derrota silenciosa de Bourita: no solo no ganó nada, sino que el poco respaldo simbólico que obtuvo vino atado con cadenas.

EEUU dice ahora que la autonomía marroquí para el Sáhara Occidental es la única solución “factible”

   Su fracaso no es solo diplomático. Es histórico. Ha quedado como un peón despreciable en una partida donde ya nadie cree en sus cartas.

Del chantaje a la traición absoluta

   ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen marroquí para mantener su ocupación del Sáhara Occidental? Ya sobornó al Parlamento Europeo. Ya hackeó teléfonos de jefes de Estado con Pegasus. Ya vendió su alma a Israel. Y ahora —con la sangre de miles de niños palestinos aún tibia sobre la arena de Gaza— pretende utilizar esa masacre como legitimidad para su propia expansión colonial.

   La traición a la causa palestina no es una acusación ideológica. Es un hecho. Marruecos, país «árabe», «musulmán», «africano», decidió abrazar al carnicero de Gaza en plena ejecución del crimen del siglo. No por necesidad. No por estrategia. Por codicia territorial. Por hambre de un poder que no le pertenece.

Un régimen que hipoteca su propio pueblo

   En su obsesión por el Sáhara Occidental, Marruecos ha vendido todo: su reputación internacional, su soberanía diplomática, su voz en el mundo. Y lo ha hecho a costa de su propio pueblo. Hoy en día, los marroquíes son expulsados de sus casas en nombre de “proyectos estratégicos” que sirven a intereses extranjeros. Se callan sus bocas por miedo, se pudren sus voces en cárceles, y se empuja a toda una nación al abismo de la servidumbre política.

No es el Sáhara el que devora a Marruecos. Es el régimen marroquí el que devora a Marruecos por el Sáhara.

Una paradoja que huele a traición

   Bourita regresó con un comunicado sin gloria, sin promesas, sin triunfo. Pero lo hizo habiendo cruzado una línea sin retorno: usar el exterminio de un pueblo oprimido —el palestino— para justificar la opresión de otro —el saharaui. Es el tipo de paradoja que no se escribe en libros de historia, sino en manuales de ignominia.

   ¿Quién puede respetar a un régimen que convierte las tragedias humanas en herramientas de negociación? ¿Quién puede confiar en un gobierno que cambia alianzas según conveniencia y vende sus principios al mejor postor? ¿Qué credibilidad puede tener un país que habla de estabilidad mientras dinamita toda posibilidad de paz?

Volver con las manos vacías y manchado de desgracia

   Bourita no volvió con una victoria. Volvió con la prueba definitiva de su ruina moral. Y Marruecos, al entregarse al chantaje, al espionaje y a la traición regional, no está ganando el Sáhara: está perdiendo su alma. El mundo ha visto esta semana el verdadero rostro del régimen marroquí. Ya no puede esconderse tras comunicados. Ya no puede disfrazar su miseria diplomática con frases recicladas.

   La historia juzgará esta etapa oscura de la diplomacia marroquí no por sus acuerdos firmados, sino por el costo humano, político y ético de su desesperación.

Argelia expulsa a 12 diplomáticos franceses

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   Agencias 

   ARGEL | ECS. Aunque los presidentes francés y argelino, Emmanuel Macron y Abdelmadjid Tebboune, han intentado en las últimas semanas aliviar las tensiones diplomáticas entre ambos países, este fin de semana se ha alcanzado un nuevo punto álgido. Argel anunció el domingo que daba un plazo de 48 horas a 12 agentes de la embajada francesa para que abandonen su territorio.

    Esta petición se produce después de que un funcionario consular argelino fuera detenido en Francia el sábado.

    Es sospechoso de estar implicado en el supuesto secuestro del opositor argelino Amir Dz en suelo francés a finales de abril. Tres hombres fueron inculpados el viernes en este caso.

    Todos los expulsados dependen del Ministerio del Interior, por lo que entienden que la decisión está vinculada al asunto ‘Amir DZ’. El ministro del interior francés ha denunciado una posible injerencia extranjera después de que la Fiscalía francesa acusara a un ciudadano argelino con pasaporte diplomático y a otros dos ciudadanos del secuestro de Amir DZ.