back to top
22.9 C
Madrid
20 mayo 2025
Inicio Blog Página 23

Malí captura a un importante líder de ISIS en el Sahel

0
Nuakchot (ECS).- El pasado viernes 3 de enero de 2025, las Fuerzas Armadas de Malí (FAMa) capturaron a Mohamed Ould Erkehele (originario de los árabes de Menaka), alias Abou Rakia y Abou Hach. Este importante líder del Estado Islámico en el Sahel (EI-S) fue capturado vivo en la localidad maliense de Amasrakad, a 120 kilómetros de Bourem, en la región de Gao, según un comunicado de las FAMa.
«Las primeras investigaciones confirman que ha colaborado de manera activa con Abu Huzeifa (Higou) y Osama Madalo, dos jefes terroristas que fueron neutralizados a principios de 2024», se lee en la nota.

Mohamed Ould Erkehele, el líder terrorista capturado por el Ejército de Malí.

Mohamed Ould Erkehele es considerado un veterano del terrorismo yihadista en el Sahel. Activo desde 2012 en la región, operó en varias organizaciones terroristas, en particular en la organización MUJAO y en los movimientos de Azawad como CMA/HCUA, antes de reincorporarse definitivamente a las filas del EI-S en el año 2022. Figura reconocida por su papel activo, Abou Rakia desempeñó la labor de coordinar y facilitar la llegada de yihadistas extranjeros a la región, en particular a Menaka.
Su influencia traspasó mucho más allá las fronteras de Malí. Era el vínculo principal entre Daesh en el Sahel y las ramas del norte de África.
Ould Erkehele está implicado en la masacre de Inwelan, perpetrada el 2 de febrero de 2018. Este ataque terrorista estuvo marcado por el asesinato de morabitos, el incendio de la aldea y la profanación del Corán, un acto, según FAMa, de increíble gravedad que conmocionó a toda la región local. También orquestó las masacres en Intakabart, Indélimane, Agarnadamos y Djebock, sembrando terror y desolación a su paso.
Además, utilizó su posición para esclavizar a determinadas comunidades locales en Menaka, presentándose a veces como líder, a veces como protector, para manipular y controlar a las poblaciones. Esta estrategia permitió a este líder terrorista escapar de varias operaciones militares, en particular las llevadas a cabo por la alianza GATIA-MSA desde 2018.
El operativo que culminó con su captura fue realizado por unidades de las FAMa, con la participación, en materia de inteligencia, de las fuerzas rusas (no Wagner). Además de la capturar a este líder terrorista, las fuerzas malienses mataron a varios combatientes (al menos 20 yihadistas) e incautaron un arsenal, incluido material para la fabricación de artefactos explosivos improvisados ​​(IED).
Con esta captura, el ejército de Malí cosecha una serie de éxitos contra el terror, tras la eliminación de otras figuras del EIGS, como Abou Houzeifa (Higou) y Abdoulwahab Ould Choghib (Chouaab), así como la captura de Ahmed Ag Ditta, hace una semana.
La captura de Abou Rakia representa un paso importante, en materia de información para los servicios de inteligencia malienses.
Las primeras investigaciones, según fuentes locales, revelan los estrechos vínculos de Abou Rakia con varias figuras destacadas de Daesh, lo que confirma su papel central en la coordinación de los ataques terroristas en el Sahel, en particular en la región Liptako Gourma. Estos datos permitirán al ejército de Malí comprender mejor las redes yihadistas, los cómplices y el apoyo logístico del EIS, fortaleciendo así sus capacidades en materia de inteligencia.
Si bien la captura de Ould Erkehele debilita a Daesh, no pone fin a sus actividades terroristas en la región. El grupo mantiene una importante capacidad gracias a una red bien estructurada y a células repartidas por todo el Sahel. En los últimos años, Daesh ha demostrado su capacidad militar aumentando los ataques a pesar de la pérdida de varios de sus líderes.
La neutralización de un actor clave en el Daesh no debería hacernos olvidar que otras figuras influyentes siguen activas y que el grupo puede reorganizarse rápidamente. Daesh adopta una estrategia de dispersión que le permite mantener su control en determinadas zonas y seguir perpetuando ataques en la región.
Una dinámica de éxito que hay que preservar
La defensa maliense canta victoria. Según un comunicado oficial publicado esta madrugada, más de 48 después de la captura de Abou Rakia, la junta de Bamako reconoce el importante perfil de este cabecilla yihadista. Las FAMa, en cooperación con los servicios de inteligencia y socios regionales, han demostrado su eficacia en la búsqueda de los terroristas del ISIS-SAHEL. Sin embargo, esta dinámica de éxito debe consolidarse. Las autoridades malienses deben redoblar sus esfuerzos para reforzar la seguridad de las zonas controladas recientemente, proteger a las poblaciones vulnerables e impedir el reclutamiento de nuevos miembros por parte de Daesh en la región de Menaka-Gao.
Según los expertos en terrorismo, Mali también debe permanecer en guardia contra los grupos terroristas que reorganizan constantemente sus estrategias. Mantener la presión militar, combinada con iniciativas de desarrollo y una mayor cooperación internacional, será esencial para superar esta crisis.

La Junta militar de Mali vuelve a acusar a Argelia de «injerencia en sus asuntos internos» del país

0
Mali acusa a Argel de «injerencia» en sus asuntos internos y apoyar a los Azawad
Madrid (ECS).- En un duro comunicado, Mali volvió a acusar este miércoles a Argel de «injerencia en sus asuntos internos» y de apoyar a los «terroristas» (en alusión a los rebeldes de Azawad) que operan en el norte. Además invita a Argelia a revisar la cuestión de la Cabilia. «El Ministerio de Exteriores y de Cooperación internacional condena con el mayor vigor esta nueva injerencia de Argelia en los asuntos internos de Malí a través de un miembro del Gobierno argelino, y recuerda que las opciones estratégicas por la lucha contra los grupos armados terroristas, apoyados por el resto de los patrocinadores estatales extranjeros, depende exclusivamente de la soberanía de Malí y de las opciones de la Confederación de los Estados del Sahel», reza el comunicado.
La Junta militar golpista volvió a acusar a Argel de «actos de injerencia en sus asuntos internos» tras declaraciones del ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, sobre su rechazo a una solución militar contra los independentistas del Azawad.
En su comunicado, el Ministerio de Exteriores de Malí asegura haberse enterado «con profundo asombro» de las declaraciones de Attaf «comentando de nuevo la estrategia maliense de la lucha contra el terrorismo».
En una entrevista con la agencia rusa RT, el titular de exteriores de Argel dijo que la solución para la crisis maliense es política y no militar y vaticinó que llegará el día en el que el poder central en Bamako negociará con los grupos armados del norte del país con la mediación de Argel. No es la primera vez que Mali acusa a Argel, en el enero de 2024, Bamako acusó al país magrebí de «hostilidad».

El presidente de Senegal anuncia que no habrá más «presencia militar extranjera a partir de 2025» en el país

0
Potencias occidentales como Francia y Estados Unidos compiten ahora por mantener su influencia en otros países de la región cuyos «valores» consideran más afines.
Agencias | ECS
El presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, anunció que el país tiene previsto expulsar a las fuerzas militares extranjeras. «He dado instrucciones al ministro de las Fuerzas Armadas para que proponga una nueva doctrina de cooperación en el ámbito de la defensa y la seguridad, que supondrá el fin de toda presencia militar extranjera en Senegal a partir de 2025», declaró el presidente.
Bassirou Diomaye Faye declaró en noviembre que las bases militares francesas en suelo senegalés eran incompatibles con la soberanía del país. A finales de enero, Le Monde reveló que Francia tenía previsto reducir drásticamente sus fuerzas militares en Senegal, Gabón y Costa de Marfil.
El pasado noviembre, durante una entrevista con varios medios franceses, ​​el presidente senegalés había denunciado que su país es independiente y que «la soberanía no se adapta a la presencia de bases militares en un país soberano», pero no mencionó ninguna fecha para sus planes de retirada, según informó EFE.
«Todos los amigos de Senegal serán tratados como socios estratégicos, en el marco de una cooperación abierta, diversificada y desinhibida», añadió Faye.

Argelia asume presidencia del Consejo de Seguridad con prioridad en el Sáhara Occidental y Palestina

0
Nueva York (ECS).- Argelia asume a partir de este miércoles 01 de enero de 2025 la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU durante este mes, una oportunidad que pretende utilizar “para seguir haciendo oír la voz de los países árabes y africanos al tiempo que aboga por causas justas”, en especial el Sáhara Occidental y Palestina.
Durante el primer año, el país magrebí priorizó la «voz árabe y africana» en el organismo, «en total coordinación con las partes pertinentes, así como con la Liga Árabe y Unión Africana (UA)», explicó el ministro de Exteriores Ahmed Attaf. «Argelia dedica su mandato en el Consejo de Seguridad a la defensa de causas justas, encabezadas por las causas palestina y saharaui, para defender los derechos inalienables del pueblo palestino y saharaui confotme la legalidad internacional», defendió el jefe de la diplomacia argelina.
Un año después de su elección como Miembro no Permanente del máximo órgano de la ONU, Argel asume la presidencia del Consejo de Seguridad durante un mes, centrándose especialmente en la situación en Oriente Medio, sobre todo en la Palestina ocupada, así como en la lucha antiterrorista en África.
Argelia tiene previsto, en calidad de tal, organizar el debate abierto trimestral del Consejo de Seguridad a nivel ministerial sobre “la situación en Oriente Medio, incluida la cuestión palestina”, en un acto en el que estará presente el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.

El fracaso de Occidente en el Sahel ha propiciado la presencia de Rusia y la expansión del terrorismo yihadista

0
En todo el continente africano, los conflictos existentes se están intensificando y las rivalidades latentes están resurgiendo.
Por Lehbib Abdelhay

EDITORIAL

Cae el telón sobre los últimos escenarios del año 2024 en la región africana del Sahel, y aunque este vasto desierto ha permanecido monótono durante muchas décadas, el último escenario llegó para romper su habitual monotonía. Nadie esperaba que el año 2024 concluyera con la expulsión de las fuerzas francesas, y que cientos de militares rusos las sustituirían, y que Moscú estará más cerca que París de muchos de los gobiernos del continente africano. París había desplegado más de 5.000 soldados en el Sahel para luchar contra el terrorismo, mientras que los rusos, a su vez, enviaron sus mercenarios de «Wagner» para ayudar en la misma misión, en la que los franceses fracasaron. El terrorismo sigue en expansión y este año ha atacado incluso en el corazón de los países del Sahel como nunca antes. Tantos los rusos como los franceses fracasaron en su primera misión; derrocar al terrorismo yihadista.

La gran campaña ucraniana de reclutamiento e influencia en la región del Sahel

El terrorismo no fue sólo una excusa para la intervención militar rusa, sino más bien el pretexto perfecto para que los ejércitos de los países del Sahel dominaran al gobierno con sendos golpes militares que hundieron en el caos a los tres países; Mali, Níger y Burkina Faso, en una grave crisis con sus vecinos en la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que derivó en una ruptura y retirada total de los tres países de la organización regional, que hasta hace poco representaba el sueño de integración económica.
Además del terrorismo yihadista y el aislamiento regional, en 2025 se esperan graves repercusiones del cambio climático para los países del Sahel. La sequía afectó a muchos cultivos agrícolas y luego llegaron las inundaciones que destruyeron lo que quedaba de los cultivos y pueblos dispersados en la sabana del Sahel, provocando la muerte de miles y el desplazamiento de millones en Níger, Chad, Mali y Burkina Faso.
La salida de las fuerzas francesas
El Sahel, clasificado como una de las regiones más pobres y frágiles del mundo, representó el segundo frente de la guerra ruso-ucraniana y es uno de los escenarios capitales del conflicto de poder entre Occidente y Rusia. Más allá de la influencia política y estratégica, el Sahel será el nuevo escenario para una confrontación directa por el dominio de las minas de oro, el uranio, los yacimientos petrolíferos y los vastos recursos naturales que alberga el subsuelo de un desierto habitado por casi 100 millones de personas, la mayoría de las cuales viven en extrema pobreza.
Se puede decir que el año 2024 supuso un punto de inflexión en la historia de la presencia militar francesa en la región del Sahel, sobre todo desde que los franceses entraron en la región a principios del siglo XIX, bajo cobertura comercial y económica, pero rápidamente viraron hacia un colonialismo militar y político, bajo el cual los franceses dominaron la región durante más de un siglo. Después de la independencia de estos países, Francia permaneció militarmente presente bajo sendos acuerdos de cooperación militar y de seguridad.
La presencia militar francesa en el Sahel aumentó en 2013, después de que Al-Qaeda se estableciera en esa región africana, para convertirla en un centro de sus actividades tras los varapalos que recibió en Afganistán e Irak, y al mismo tiempo para aprovechar el caos que se extendió por la región tras la caída del régimen del coronel libio Muammar Gaddafi en 2011. En ese momento, los franceses comenzaron a liderar la “guerra global contra el terrorismo” en el Sahel y lanzaron la operación militar “Serval” en enero de 2013. Que en 2014 se renombró en la operación militar “Barkhane”, en la que los franceses gastaron mil millones de euros anuales, y en la que desplegaron más de 5.000 soldados divididos en los países de Mali, Níger, Burkina Faso y Chad.
A raíz de esta feroz guerra entre los franceses y Al-Qaeda, y de la notable proliferación de las tropas francesas en las calles de las ciudades sahelianas, el sentimiento anti-francés se intensificó entre los círculos populares, lo que llevó al colapso de los regímenes políticos leales a París, dando paso a jóvenes militares que tomaron el poder en Mali, Níger y Burkina Faso. La primera decisión que tomaron fue “revisar” la relación con Francia, revisión que terminó en una ruptura total sin paliativos.
Las fuerzas francesas hicieron las maletas y abandonaron Mali, luego Burkina Faso y Níger, pero la mayor sorpresa llegó el 28 de noviembre de 2024, cuando Chad decidió poner fin al acuerdo de cooperación militar con Francia, que siempre había sido descrita como un “aliado estratégico” de Francia y Occidente en la región.
De hecho, los franceses comenzaron a hacer sus maletas y abandonar Chad sin demora; los cazas franceses “Mirage” se retiraron de su base militar en la capital de Chad, Yamena, el martes 10 de diciembre de 2024, mientras comenzaban las conversaciones sobre un plan para la extracción de más de mil soldados franceses que estaban presentes en Chad.
Los franceses decidieron adaptarse a la nueva situación en África, cuando se dieron cuenta de la cantidad de esfuerzos desperdiciados en intentar confrontar y presionar a los regímenes militares aliados de Rusia, ya que estos regímenes no dejan de “humillar” a la antigua potencia colonial con decisiones “provocadoras” como la detención de 4 empleados de la embajada de Francia en Burkina Faso, acusados ​​de espionaje, y que tras un año de prisión fueron liberados gracias a la mediación liderada por el rey marroquí Mohamed VI el 19 de diciembre de 2024.
En Níger, la junta militar golpista decidió, en junio de 2024, cancelar la licencia de una empresa francesa que explotaba una mina de uranio en el norte del país, al igual que Mali y Burkina Faso, que previamente habían decidido impedir a los medios franceses retransmitir en el país luego de que los acusaran de publicar noticias falsas.
Estas decisiones son parte de un proceso que confirma que el “rechazo” hacia los franceses en los países del Sahel se ha convertido en una decisión final que tiene como objetivo romper definitivamente con el sometimiento del antiguo colonialista. Ante el temor de que esta brecha se expandiera hacia otros países africanos aún cercanos a París, los franceses desarrollaron un plan para reestructurar su presencia militar en África, reduciendo sus tropas desplegadas en Senegal, Costa de Marfil, Gabón y Yibuti.
El presidente francés, Emmanuelle Macron, asignó la tarea de preparar este plan a Jean-Marie Bockel, cuando lo nombró en febrero de 2024 agente enviado especial a África, misión que completó en unos 10 meses, tras lo cual presentó un informe especial a Macron, el 27 de noviembre del año pasado, aconseja reducir al mínimo el número de fuerzas francesas estacionadas y transformar las bases militares en “centros” más flexibles y ágiles, cuyo objetivo es centrarse en el entrenamiento militar y la recopilación de información de inteligencia y fortalecimiento de alianzas estratégicas.
Expulsión de los norteamericanos
Cuando durante las últimas dos décadas todo el mundo hablaba del despliegue militar francés y de la influencia que París disfrutaba en el Sahel y en África occidental, los estadounidenses estaban presentes pero en silencio, desplegando cientos de soldados de sus fuerzas especiales en Níger para ayudar a este país en su guerra contra grupos como Al-Qaeda, Boko Haram e ISIS. En el curso de sus operaciones, los estadounidenses utilizaron una base aérea ubicada en la región de Agadez, que albergaba drones que les permitían monitorear el desierto del Sáhara y trazar los movimientos de Al Qaeda desde el sur de Libia hasta el norte de Mali.
Los estadounidenses siguen siendo fieles a la estrategia de una presencia militar silenciosa en África, a diferencia de sus aliados franceses y sus rivales rusos, pero las recientes transformaciones en la región del Sahel los obligaron a salir al exterior o más bien fueron forzados, especialmente cuando el grupo «Wagner» comenzó a gozar de influencia en Níger. Luego, EE.UU informó al régimen de Niamey que no había lugar para que «Wagner» accediera a un país en el que están presentes. Pese a ello, Níger optó por inclinarse hacia Rusia y Wagner, por lo que los estadounidenses decidieron en agosto de 2024 retirar sus fuerzas de Níger y cerrar su base aérea militar en el norte del país.
Ante el escenario resultante, los estadounidenses anunciaron un plan para reposicionar sus fuerzas en África Occidental, por lo que Washington se dirigió hacia Ghana, Costa de Marfil y Benín, países que aumentaron su nivel de cooperación militar con Estados Unidos, y recibieron la ayuda militar que estaba dirigida a Níger, en forma de blindados y otros vehículos militares.

La violencia yihadista, Azawad y el descontento popular erosionan a la junta militar de Malí

La alternativa rusa
Rusia, presente en Libia y la República Centroafricana hace años, aprovechó la disminución de la influencia occidental en la región del Sahel, así como el rechazo generado, y desplegó cientos de combatientes de Wagner primero en Mali, luego en Burkina Faso y Níger, firmando importantes acuerdos de seguridad con estos países. Pero el año pasado, Moscú intentó elevar el nivel de su alianza con los países del Sahel a niveles más altos. Además de la asociación militar y de seguridad, los rusos aspiraban a una asociación económica y comercial para blindar y/o afianzar más su relación. Quizás el acontecimiento más destacado en este sentido fue una gira realizada por una delegación rusa encabezada por el viceprimer ministro Alexander Novak, a finales de noviembre pasado, que le llevó a los tres países del Sahel: Mali, Burkina Faso y Níger.
El objetivo de la gira es reforzar la asociación económica, con una clara orientación rusa hacia el campo energético. La delegación rusa incluyó a empresarios y figuras del sector energético, entablando conversaciones sobre acuerdos para establecer plantas de producción de energía solar que empresas rusas implementarían en los tres países mencionados. En septiembre pasado, los presidentes de Mali, Burkina Faso y Níger firmaron un acuerdo con la Agencia Espacial Rusa, según el cual la agencia rusa proporcionará a estos países “imágenes de satélite” para fortalecer el control fronterizo y mejorar las comunicaciones, Rusia se convirtió en el ojo guardián de los países del Sahel después de que se cerrara el ojo francés. A esto se suma el éxito de Rusia al jugar la carta de la seguridad alimentaria. El trigo ruso fue el embajador más importante de Moscú en los países del Sahel, y el año pasado Moscú se convirtió en el mayor proveedor de cereales para estos países que enfrentan grandes problemas para satisfacer sus necesidades alimentarias. El trigo ruso controla ahora un tamaño de mercado estimado en 100 millones de personas.
A pesar de los avances logrados por Rusia en la región africana del Sahel, Moscú admitió la primera derrota que sufrió la compañía privada “Wagner” desde que comenzó a luchar junto al ejército maliense hace varios años. Esto se produjo cuando el ritmo de las batallas se intensificó entre el ejército de Malí y los rebeldes del Azawad, tras la retirada unilateral de Malí del Acuerdo de Argel, firmado entre ambas partes en 2015, mediante el cual alcanzaron una tregua que duró casi una década. Pero la tregua terminó cuando los malienses decidieron avanzar hacia el norte, donde tenían su base los rebeldes.
El ejército maliense, apoyado por Wagner, logró hacerse rápidamente con el control de las principales ciudades del norte, hasta que lo único que restaba bajo control de los rebeldes fue una pequeña aldea llamada Tinzaouaten, localizada en la frontera con Argelia. En donde a finales de julio de 2024 tuvo lugar una de las grandes batallas del movimiento Azawad, en la que fueron abatidos decenas de soldados del ejército maliense y de Wagner, siendo varios de ellos capturados. Wagner quedó amargamente derrotado.
Fue una derrota repentina y humillante, sobre todo cuando los rebeldes publicaron vídeos de decenas de cadáveres carbonizados, algunos de los cuales pertenecían a combatientes de Wagner (80 cadáveres), incluido el comandante de la división que prestaba apoyo al ejército maliense para recuperar el control del norte de Mali.
La sorpresa ucraniana
Lo sorprendente después de la derrota de Wagner y del ejército maliense en la “Batalla de Tinzaouaten” es el descubrimiento del papel desempeñado por Ucrania en el apoyo a los rebeldes del movimiento azawadí de CSP-DPA (ahora FLA) para quebrantar el orgullo de Rusia, humillando a Wagner, como se confirmó por fuentes militares y de seguridad ucranianas.
Varias fuentes fiables confirman a ECSaharaui que los rebeldes del norte de Mali recibieron entrenamiento especial en Ucrania y que se beneficiaron de drones suministrados por Kiev, que les permitieron ganar la batalla rápidamente, además de información de inteligencia que les proporcionó la agencia ucraniana, que tuvo una gran responsabilidad en la derrota sufrida por las fuerzas Wagner y el ejército de Malí.
De hecho, Ucrania no tenía ninguna influencia en la región africana del Sahel y su presencia no superaba las embajadas medio inactivas, pero de repente infligió a Rusia su primera gran derrota en el desierto del Sáhara, y empezó a aspirar a algo más que eso. Sin embargo, una semana después de la “Batalla de Tinzaouaten”, Mali anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Ucrania, seguido de Níger y Burkina Faso. Bamako también presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU acusando a Ucrania de apoyar el “terrorismo” en el Sahel. A pesar de los avances de Rusia en el Sahel, en el año 2024 se dió la primera derrota del Grupo Wagner desde que comenzó a luchar junto al ejército de Malí.
La creciente amenaza terrorista
En 2024, los ejércitos de los países del Sahel intensificaron su guerra contra las organizaciones terroristas y lograron importantes avances, eliminando a cientos de combatientes de Al-Qaeda e ISIS. A esto contribuyó la asociación con Rusia y el hecho de que los ejércitos del Sahel obtuvieran armas rusas avanzadas, como fue el caso. Un factor decisivo lo representaron también las operaciones selectivas con el dron turco de Bayraktar, que eliminó a cientos de combatientes.
Pero el paso más importante de la guerra se produjo el 6 de marzo de 2024, cuando los líderes de los ejércitos de Malí, Níger y Burkina Faso anunciaron el establecimiento de una “fuerza militar conjunta” para enfrentar a los grupos terroristas activos en la región, especialmente en las zonas fronterizas, lo que ha reducido la capacidad de las organizaciones terroristas para cruzar las fronteras.
Mientras tanto, los países del Sahel decidieron elevar el nivel de esta cooperación a principios de julio de 2024, formando la “Coalición de Estados del Sahel”. Con el objetivo de unificar sus esfuerzos en el ámbito de la lucha contra el terrorismo, pero también sus posiciones políticas, económicas y estratégicas, antes de avanzar hacia la formación de una moneda unificada y un pasaporte unificado.
Mientras tanto, las organizaciones terroristas no pararon de lanzar sus ataques en los tres países, y quizás el atentado más importante del año pasado fue el perpetrado por Al-Qaeda el 17 de septiembre contra un aeropuerto militar y una escuela de gendarmería de la capital maliense, Bamako. El ataque, que dejó más de 70 muertos, constituyó una grave brecha de seguridad, mediante la cual la organización terrorista demostró su capacidad para llegar a una de las zonas militares más sensibles en el corazón del Estado maliense.
El 28 de enero de 2024, los regímenes militares gobernantes en Mali, Níger y Burkina Faso anunciaron su retirada de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que impuso sanciones contra los países del Sahel tras los golpes militares que allí tuvieron lugar, y en julio volvieron a formar la “Coalición de Estados del Sahel” (AES).
La nueva alianza AES confirma el deseo de estos países de retirarse permanentemente de la organización, pero a cambio perfila las características del conflicto internacional en la región. La Alianza Saheliana representa el eje prorruso, mientras que la CEDEAO es el aliado tradicional de Francia y Occidente.
Aunque la CEDEAO, en su última cumbre celebrada este diciembre, dejó la puerta abierta a que los países del Sahel se retractaran de su decisión, y les dio un plazo de seis meses, los comandantes militares de los países del Sahel respondieron a la organización diciendo que su decisión fue “irreversible”.
La crisis política en Francia
Nueve días después de la caída del gobierno francés, encabezado por Michel Barnier, en una moción de censura, el presidente francés Emmanuel Macron nombró a François Bayrou, líder y jefe del Partido del Centro (Modem), para encabezar el nuevo gobierno. La decisión de nombramiento se produce en un momento en que Francia vive una grave crisis parlamentaria debido a la ausencia de una mayoría y a la fragilidad de las alianzas, una atmósfera de inestabilidad y caos aún domina su escenario político. Esta decisión era esperada, ya que el nuevo Primer Ministro es una de las figuras más conocidas del panorama político francés y, lo más importante, fue un elemento clave en la alianza centrista de Macron y aliado del presidente desde el inicio de su mandato en 2017. Muchas preguntas acompañaron el anuncio del nombramiento, la más importante de las cuales son las posibilidades del nuevo Primer Ministro de lograr una reconciliación que saque al país de la crisis parlamentaria y su capacidad de salvar el segundo mandato de Macron.

Los drones, la nueva y disruptiva arma de los conflictos que democratiza la destrucción

0
Por Lehbib Abdelhay
El campo de batalla ya no es dominio exclusivo de soldados y tanques. Enjambres de ojos robotizados invaden los cielos, guiados por inteligencia artificial y con capacidad para atacar y alcanzar sus objetivos con precisión milimétrica. Los drones han democratizado la destrucción, dando poder a naciones más pequeñas e incluso a actores no estatales para desafiar a los poderes militares establecidos. Esta revolución en la guerra plantea cuestiones éticas. Esta nueva era de la guerra exige una estricta reevaluación de la seguridad global mientras navegamos por un delicado futuro en el que las líneas divisorias entre el hombre y la máquina, la guerra y la paz, se vuelven cada vez más difusas.
Democratización de los cielos
La tecnología de los drones ha transformado radicalmente el panorama del poder aéreo y lo ha hecho más accesible a una gama más amplia de actores. Históricamente, lograr la superioridad aérea exigía inversiones significativas en aviones de combate avanzados, entrenamiento especializado para pilotos y una amplia infraestructura y logística. Sin embargo, la aparición de drones asequibles, como el turco Bayraktar TB2 o el iraní Chahed, ha equilibrado el campo de juego. Estos drones, que cuestan una fracción de los aviones de combate modernos, permiten a las naciones más pequeñas y a los grupos no estatales proyectar poder de maneras nunca antes vistas.
Pensemos en los hutíes en Yemen., que utilizaron tecnología de los drones para llevar a cabo ataques contra importantes instalaciones petroleras, desafiando a poderes establecidos que la mayoría de los expertos y analistas no habrían imaginado hace una década. Este cambio plantea preocupaciones críticas y exige que los Estados se pregunten cómo adaptarse a un mundo en el que el dominio aéreo ya no es su dominio exclusivo. La democratización de los cielos obliga a reevaluar las estrategias de defensa y subraya la necesidad de enfoques innovadores en materia de seguridad en una era en la que la tecnología sigue evolucionando.
Un punto de inflexión en el campo de batalla
Los drones han cambiado radicalmente la naturaleza de la guerra moderna. Estos aparatos no son solo vehículos no tripulados, sino herramientas multifuncionales capaces de transformar la forma en la que se libran los conflictos armados. Un dron puede utilizarse para realizar misiones de reconocimiento y proporcionar información en tiempo real a los drones kamikaze. La mera presencia de un vehículo aéreo no tripulado (UAV) en los cielos del enemigo puede crear inquietud e incertidumbre entre sus fuerzas, alterar sus tácticas y estrategias, y en definitiva, la toma de decisiones en el campo de batalla.
Un ejemplo de esta transformación se puede ver en Ucrania, donde los drones han sido fundamentales para nivelar la correlación de fuerzas contra un adversario más poderoso y con mejores recursos. Las fuerzas ucranianas han utilizado drones para la vigilancia con el fin de identificar los movimientos de tropas rusas y atacar objetivos clave. En esta guerra asimétrica, los drones han proporcionado una manera rentable de neutralizar las ventajas militares convencionales.
Más allá de Ucrania, los drones están obligando a los ejércitos de todo el mundo a repensar sus estrategias. La alta adaptabilidad de estos dispositivos significa que pueden utilizarse en diversos entornos, desde espacios urbanos hasta terrenos accidentados.
La amenaza inminente de los enjambres
Imaginemos un cielo lleno de una masa coordinada y sincronizada de drones, cada uno de los cuales se mueve con precisión y un propósito, como un enjambre de abejas, de ahí recibe precisamente su nombre. No se trata de una escena de una película de ciencia ficción, sino de una realidad inminente en la guerra moderna. Los enjambres de drones, que operan con inteligencia colectiva, tienen el potencial de abrumar incluso a los sistemas de defensa aéreos más sofisticados. Las grandes potencias, incluidos los Estados Unidos y China, están inmersos en una carrera tecnológica para desarrollar y desplegar estas flotas autónomas, reconociendo su importancia estratégica. La gran cantidad y coordinación de estos drones puede abrumar las defensas, haciendo que las contramedidas tradicionales sean menos efectivas. Este cambio estratégico requiere una rápida adaptación a esta nueva forma de guerra.
El dilema ético
Como ya hemos visto, la rápida integración de los drones en las operaciones militares ha transformado sin duda la guerra moderna, ofreciendo una precisión sin precedentes, un menor riesgo para el personal y un gran poder destructivo. Sin embargo, este avance tecnológico trae consigo una serie de dilemas éticos que no se pueden pasar por alto. Una de las preocupaciones es si la seguridad percibida por los operadores reduce el umbral para iniciar enfrentamientos militares. Cuando los responsables de la toma de decisiones no se enfrentan a la variable de los costos humanos inmediatos de la guerra, pueden entrar en conflictos con mayor facilidad, lo que podría llevar a un enfoque más militarizado de las relaciones internacionales.
Aunque los drones son elogiados por su precisión, la realidad es que las bajas civiles siguen constituyendo un problema importante. La promesa de ataques quirúrgicos a menudo choca con las complejidades sobre el terreno, convirtiéndose en un desafío distinguir a los combatientes de los civiles. En el Sáhara Occidental, Marruecos ha asesinado con los drones turcos e israelíes a mas de 150 civiles entre saharauis, argelinos y mauritanos.
La práctica de asesinatos selectivos mediante drones complica aún más el panorama ético. Estas operaciones han suscitado intensos debates sobre su legalidad y moralidad. La falta de transparencia y rendición de cuentas sobre estos ataques puede erosionar la confianza en las instituciones militares e incluso en los marcos jurídicos internacionales.
Adaptación a la revolución de los drones
El conflicto de Nagorno-Karabaj de 2020 demostró las vulnerabilidades de las fuerzas militares tradicionales frente a la guerra moderna con drones. Los drones, con su agilidad y capacidades avanzadas, superaron con eficacia a los sistemas de defensa aérea convencionales, obligando a las naciones a reevaluar sus estrategias militares, como se vio en el conflicto. Este cambio ha llevado a un aumento de las inversiones destinadas a reforzar las defensas contra las amenazas aéreas no tripuladas.
Los países se están centrando cada vez más en el desarrollo y la implementación de tecnologías para contrarrestar los drones, como sistemas de interferencia electrónica diseñados para interrumpir las comunicaciones de los drones y drones interceptores capaces de neutralizar vehículos aéreos no tripulados hostiles en pleno vuelo. Esta dinámica en evolución se asemeja al juego del gato y el ratón, en el que cada bando se adapta continuamente a los avances del otro. A medida que la tecnología de los drones sigue avanzando, aumenta la urgencia de contar con contramedidas eficaces, lo que garantiza que esta carrera armamentista tecnológica siga siendo un foco central en la planificación militar moderna.
El papel de la IA y la autonomía
La integración de la inteligencia artificial (IA) en la tecnología de los drones ha elevado significativamente los desafíos de la guerra moderna. Los drones autónomos equipados con IA pueden tomar decisiones en tiempo real sin intervención humana directa, lo que podría revolucionar las estrategias militares. Estos drones pueden identificar y atacar objetivos de forma independiente, realizar misiones de vigilancia o adaptarse a las condiciones cambiantes del campo de batalla. Este nivel de autonomía ofrece una eficiencia y una velocidad operativas sin precedentes, que podrían redefinir los escenarios de combate.
Sin embargo, el despliegue de drones impulsados por IA presenta riesgos sustanciales que pueden eclipsar sus ventajas. La preocupación principal es la posibilidad de que los sistemas de IA interpreten mal situaciones complejas, lo que daría lugar a enfrentamientos no deseados o daños colaterales. A diferencia de los operadores humanos, la IA carece de una comprensión matizada del contexto, lo que es crucial en entornos de combate dinámicos. Además, estos sistemas son vulnerables a los ciberataques; los adversarios podrían explotar las debilidades de los algoritmos de IA, lo que provocaría un mal funcionamiento de los drones o incluso que se volvieran contra sus propias fuerzas. Estos escenarios subrayan la fragilidad de depender en gran medida de sistemas autónomos en operaciones militares críticas.
Drones submarinos
El uso de drones submarinos está revolucionando la guerra naval y aportando una nueva dimensión a la estrategia marítima. Estos vehículos sumergibles no tripulados no son sólo novedades tecnológicas, sino que suponen un punto de inflexión en el teatro de operaciones de la guerra marítima. Un ejemplo convincente es su despliegue en el Mar Negro, donde las fuerzas ucranianas han utilizado drones submarinos para interrumpir las operaciones navales rusas. Este uso estratégico pone de relieve cómo las naciones más pequeñas pueden aprovechar la tecnología avanzada para desafiar el dominio naval de las potencias más consolidadas.
Las implicaciones de los drones submarinos van más allá de los enfrentamientos militares inmediatos. Ofrecen un medio para que las naciones con recursos navales limitados protejan sus intereses marítimos de manera eficaz. Por ejemplo, estos drones pueden realizar tareas de vigilancia, recopilar información de inteligencia e incluso participar en operaciones ofensivas sin poner en riesgo la vida humana. Esta capacidad es valiosa en regiones en disputa donde las fuerzas navales tradicionales pueden ser vulnerables o insuficientes.
La proliferación de los drones submarinos plantea importantes preocupaciones. A medida que más naciones y actores no estatales obtienen acceso a estos dispositivos, aumenta el potencial de enfrentamientos submarinos. Este escenario requiere el desarrollo de nuevas doctrinas marítimas y regulaciones internacionales para gestionar el despliegue y uso de drones submarinos. Sin la existencia de esos marcos, el riesgo de escaladas y conflictos no deseados en los océanos del mundo aumentaría y desafiaría las normas existentes de guerra naval.

Sáhara Occidental: Cuatro años de guerra en cifras

El 80% del territorio saharaui está actualmente ocupado por Marruecos. Más de 200.000 de saharauis son refugiados.
Madrid (ECS). – Con el inicio del año 2025, se cumplen cuatro años y dos meses desde que reestalló el conflicto del Sáhara Occidental a causa de la violación del alto el fuego cometida por Marruecos, el 13 de noviembre de 2020, al atacar a civiles saharauis y quemar sus hogares en la brecha ilegal de El Guerguerat. Además, el ejército marroquí sembró un nuevo campo de más de 12.000 minas antipersona de aproximadamente 4 kilómetros de largo, al sur del Sáhara Occidental, desde El Guerguerat al punto 55 de Mauritania. También sembró otro campo de mina de unas 20.000 minas en el sector de Touizgui, la frontera norte del Sáhara Occidental con Marruecos.
En el año saliente, el POLISARIO redujo considerablemente sus ataques contra el muro militar marroquí, en cambio efectuó ataques con gran precisión. El Ejército Saharaui condujo un poco más de 400 bombardeos en 2024 contra una veintena de objetivos militares marroquíes, estando afectadas la mayoría de las regiones saharauis ocupadas, con especial cadenci en el norte y noreste del país.
A pesar de los reportes de la MINURSO, Marruecos sigue negando la guerra pero moviliza tropas, cazas y drones al Sáhara Occidental y efectúa un desgaste diplomático con Occidente, pues en África sufrió el ostracismo derivado de su rechazo a la UA. Es evidente que Rabat ha convertido el discurso en uno de los ejes de su estrategia: conduce una operación de censura y silenciamiento en el interior del Sáhara Occidental, además impide la entrada de periodistas extranjeros, con el único objetivo de controlar el relato y poder construir un contra-discurso a su modo.
El total de los ataques registrados contra los objetivos militares marroquíes en el Sáhara Occidental/Fuente: Ministerio de Defensa de la República Saharaui.
Los ataques saharauis en los últimos cuatro años
A principios de este año pasado, el Norte del Sáhara Occidental, donde se encuentran las bases de logística en Smara y las bases se artillería pesada en Mahbes, fue severamente atacado por los efectivos del Ejército Saharaui. La ciudad de Smara fue bombardeada al menos seis veces entre enero y septiembre. También fue atacada por un comandos saharaui el pasado siete de noviembre la ciudad de Mahbes, donde miles de marroquíes celebrada el aniversario de la «Marcha Verde».
MAHBES:
Norte del Sáhara Occidental. Aquí se encuentran las bases marroquíes 19, 20 y 23, decenas puntos de observación y zanjas de atrincheramiento del ejército invasor. En dicha región, las zonas más atacadas fueron Rus Chedmiya, Um Legta y Sabjat Tinushad, donde se encuentra la base marroquí nº 20, con la mayoría de los ataques y en donde fue destruido una decena de puestos de mando de campo. Le sigue muy de cerca Rus Sabti. Durante todo el año, Mahbes se vio intensamente bombardeado por el Ejército Saharaui (unos 250 ataques), provocando el desplazamiento de tropas marroquíes a la mencionada región. En un rango inferior se sitúan las zonas de Um Legta, Güerat uld Blal y Laagad.
Desde el 13 de noviembre de 2020 hasta el 19 de diciembre de 2024, el Ejército saharaui condujo 1414 ataques contra Mahbes.
HAUZA: 
Esta región norteña del Sáhara Occidental acoge las bases militares marroquíes 4, 7, 8 y 13, el cuerpo de infantería Nº 70 de las fuerzas de ocupación marroquíes así como el Centro de Alerta Nº 71. Los bombardeos en esta zona fueron muy dispersos entre distintas zonas, sobresale Rus Targant y Rus Rdeib Algaa. El segundo lugar lo comparten Fadret Laghrab, Fadret Tamat y Fadret Al Ish. El resto se reparte en otras zonas como Harishat Dirt, Gleib Dirt y Rus Ben Zakka. En la región de Hauza, el mando militar marroquí acantonó tropas a partir del 20 de diciembre de este año.
Desde el 13 de noviembre de 2020 hasta el 19 de diciembre de 2024, el Ejército saharaui condujo 792 ataques contra Hauza.
SMARA:
A pesar de ser una de las menos atacadas durante estos cuatro años de guerra (un total de 143 desde el 13 de noviembre de 2020), tan pronto como evolucionó la guerra, Smara se convirtió en blanco digno del ejército saharaui en los últimos meses de 2023 y hasta finales de este año. Por aquí pasa el cinturón que protege el triángulo de riqueza del Sáhara Occidental, cuenta con innumerables bases, puntos de apoyo y de abastecimiento de las Fuerzas de ocupación marroquíes. El distrito de Lgayez es el que alberga más ataques, seguido de Rdeib Lahwash. Ocurre lo mismo con Hauza, la dispersión de bombardeos se extiende sobre la mayoría de los distritos de la región en cuestión, no obstante, es digno de mención el subsector de Tazuwet Miran. El pasado 18 de mayo un ataque a tropas marroquíes acantonadas en el sector de Smara dejó víctimas, caos y un estado de pánico y terror entre las filas de las tropas y oficiales del ejército marroquí.
El pasado 05 de octubre fue severamente destrozado un cuartel de las Fuerzas de ocupación marroquíes en Akreib Ghalia, en Amgala. También sobresale Amegli Dashra en el mismo sector. En Tazuwet Miran, a 50 kilómetros de la ciudad homónima ocupada, tuvo lugar varios ataques.
Desde el 13 de noviembre de 2020 hasta el 19 de diciembre de 2024, el Ejército saharaui condujo 143 ataques contra Smara y 105 ataques contra Amgala.
FARSIA:
Alberga la base marroquí Nº 25, el punto de alerta 191 y el centro de operaciones del batallón 40º de las Fuerzas de ocupación marroquíes. Destaca el subsector de Grair Chdida con más ataques, ligeramente seguido de Al Fay’iyin y Russ Udeyat Chdida. Otras zonas que fueron objetivo de los obuses saharauis fueron Gararat Al Ramth, Lejcheibi y Russ Ben Zakka.
Desde el 13 de noviembre de 2020 hasta el 19 de diciembre de 2024, el Ejército saharaui condujo 443 ataques contra Farsia.
BAGARI:
Al sur del Sáhara Occidental, la zona del muro más costosa de mantener para Marruecos. Aquí se encuentran desplegados los batallones 63º, 67º y 69º de las Fuerzas de ocupación marroquíes, concretamente en las zonas de Um Edeguen y Hafret Shiaf, que lideran la lista con más ofensivas. Aquí se implementaron bombardeos cuádruples que dejaron graves daños a las bases marroquíes el pasado 19 de noviembre, pues fueron arrasados vehículos militares y se reportaron daños técnicos y materiales.
Desde el 13 de noviembre de 2020 hasta el 19 de diciembre de 2024, el Ejército saharaui condujo 217 ataques contra Bagari.
La guerra y los ataques del Ejército de Liberación Saharaui continuarán por cuarto año consecutivo, sin tregua hasta que haya una fecha establecida para la celebración del referéndum, tal y como dijo la defensa de la RASD. Marruecos sigue sin reconocer las pérdidas, que con el tiempo se volverán significativas.

2024: El año en el que el Sáhara Occidental coronó una década de batalla jurídica en el TJUE

0
Por Salem Mohamed
Madrid (ECS).- El saliente 2024 marcó para el pueblo saharaui un hito histórico. Se despidió del año reforzado en su lucha por lograr el derecho a la autodeterminación tras la decisión histórica del Tribunal de Justicia de la UE anulando los acuerdos agrícolas y pesqueros entre la UE y Marruecos por incluir el territorio ocupado de la República Saharaui, asestando un duro revés a Marruecos, y arruinando definitivamente sus reivindicaciones sobre una supuesta soberanía sobre el Sáhara Occidental.
El Tribunal europeo no sólo invalidó definitivamente dos acuerdos comerciales en materia de pesca y agricultura celebrados en 2019 entre Marruecos y la UE y extendidos ilegalmente al Sáhara Occidental, sino que también quiso dejar las cosas claras. En primer lugar, reafirmó que «en lo que respecta al Derecho internacional, el Sáhara Occidental tiene un estatuto propio y diferenciado respecto al de Marruecos», y después reconociendo, una vez más, al Frente POLISARIO como «sujeto de derecho internacional, representativo del pueblo saharaui, con poder para emprender acciones legales ante todos los tribunales europeos» y, finalmente, precisando que el consentimiento del pueblo saharaui (y no de la población saharaui) a estos acuerdos era una de las condiciones de su validez. Un consentimiento que solo se puede obtener mediante una negociación con el Frente POLISARIO en tanto que representante del pueblo saharaui.
Esta aclaración respondía al enfoque adoptado por la Comisión Europea con respecto a las decisiones anteriores del Tribunal sobre el Acuerdo Agrícola y el Acuerdo de Pesca. En lugar de buscar el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental, único titular del derecho a la autodeterminación en lo que respecta este territorio, como estipula el Tribunal, la Comisión organizó una consulta con las partes interesadas marroquíes. Es decir, eran colonos desplazados, la mayoría de los cuales no pertenecen al pueblo saharaui.
Todas estas afirmaciones aportadas por el TJUE en sus últimas sentencias, constituyen ahora el marco jurídico que la UE debe cumplir en sus futuras relaciones con Marruecos. Como así lo precisó el que fuera abogado del Frente POLISARIO, el fallecido Gilles Devers, que estimó que esta decisión «fija definitivamente el marco jurídico y marcará la jurisprudencia del Tribunal».
“El año 2024 fue excepcional en la historia del pueblo saharaui”, afirmó por su parte el representante de la República Saharaui ante Suiza, las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales en Ginebra, Oubi Buchraya.
Ante la insistencia de algunos países, en particular Francia, en querer eludir las sentencias de los tribunales europeos, el abogado del Frente POLISARIO advirtió en su momento a las empresas extranjeras que operan en los territorios ocupados del Sáhara Occidental que no continúen con sus actividades tras la decisión del Tribunal Europeo. Agregando en este sentido que el Frente POLISARIO, que esperó 10 años para obtener tal sentencia, iniciará «procedimientos bien orientados» para demostrar su determinación.
De hecho, la decisión del TJUE asesta un golpe fatal a Marruecos, ya que lo priva de las palancas económicas y políticas que le permitieron continuar con la ocupación ilegal de partes del Sáhara Occidental.
Una cuestión de descolonización
El TJUE, a través de sus sentencias del 4 de octubre, reafirmó con fuerza que la cuestión del Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización y que no hay solución que no sea el estricto respeto al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.
Además, el estatus del Sáhara Occidental como territorio pendiente de descolonización fue confirmado, una vez más, por la Asamblea General (AG) de las Naciones Unidas durante su 79º período de sesiones, aprobó una resolución sobre la cuestión del Sáhara Occidental, incluida en el orden del día relativo a la implementación de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Colonizados. Una declaración en la que reafirmó el marco jurídico de la cuestión del Sáhara Occidental, como una cuestión de descolonización.
Para el representante del Frente POLISARIO ante la ONU y coordinador de la Misión de las Naciones Unidas para la Organización de un Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), Sidi Omar, la resolución adoptada el 4 de diciembre de 2024 por la Asamblea General «constituye una nueva reafirmación por parte de la ONU del estatus jurídico internacional del Sáhara Occidental y del derecho inalienable e imprescriptible del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia.»
El alto cargo saharaui califica el mantenimiento de la cuestión del Sáhara Occidental en la agenda de la ONU como una cuestión de descolonización de «gran éxito» para el pueblo saharaui y su legítima lucha por la libertad y la independencia.
Para Oubi Buchraya es incluso el mayor logro de la causa saharaui en 2024. «El mayor logro sigue siendo el mantenimiento del Sáhara Occidental en la lista de la ONU de territorios no autónomos y la consagración del derecho legítimo e inalienable de su pueblo a la autodeterminación en todas las resoluciones de la ONU a pesar de los intentos de Marruecos y sus aliados de legitimar la ocupación».

Mauritania, nuevo productor africano de hidrocarburos

0
Ya es oficial, Mauritania ha vuelto a hacer historia y hoy se ha convertido en una nación productora de gas.
Nuakchot (ECS).- A partir del 31 de diciembre de 2024 a las 16:00H GMT, la británica de hidrocarburos BP ha anunciado la primera producción de gas del proyecto de gas natural licuado Greater Tortue Ahmeyim (GTA) en alta mar entre Senegal y Mauritania. Los gobiernos de Dakar y Nuakchot, junto con las energéticas BP y Kosmos Energy, han trabajado duro para garantizar el éxito del proyecto GTA.

El petróleo cae en 2024 y completa su segundo año consecutivo a la baja

Con varios años de retraso y millones de esperanzas depositadas, Mauritania entró el 31 de diciembre de 2024 en el selecto club de países productores de Gas, un importante paso adelante para renovar la economía de esa nación.
El anuncio fue realizado por la compañía británica British Petroleum, que lidera la extracción de petróleo en GTA, proyecto en alta mar situado a 120 kilómetros al oeste de Saint Louis, entre Senegal y Mauritania, a través de una unidad flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO, en inglés). GTA producirá gas en los yacimientos ubicados a 120 kilómetros de la costa, a 2.850 metros de profundidad, a través de un sistema submarino de cuatro pozos conectados a la FPSO que procesará los fluidos del pozo.
Los líquidos se descargarán en camiones cisterna, mientras que el gas se transportará por gasoducto desde la FPSO hasta un buque flotante de GNL con una capacidad de 2,5 millones de toneladas al año amarrado detrás de un rompeolas de hormigón exclusivo. Esta estructura protegerá el buque FLNG así como diversas plataformas de alojamiento y servicios, conocida como Terminal Central GTA.
Cabe señalar que Senegal y Mauritania por sí solos no cubrirán las necesidades de Europa del Gas. El bloque GTA es ciertamente grande, con reservas de alrededor de 425 mil millones de metros cúbicos. Esto es suficiente para sustentar la producción de alrededor de 2,5 millones de toneladas de GNL por año en la primera fase, que luego podría aumentar a 5 millones de toneladas por año si BP y su socio estadounidense Kosmos Energy deciden duplicar la capacidad de su GNL en su infraestructura flotante (FLNG). Puede que esto no parezca mucho en comparación con los enormes volúmenes de gas que envía Rusia y Argelia a Europa. Tras la exportación y la regasificación, los 2,5 millones de toneladas de GNL que Senegal y Mauritania pueden suministrar desde la primera fase del GTA equivaldrían a unos 3.690 millones de metros cúbicos de gas natural, mientras que la producción de la segunda fase sería de 5 millones de toneladas, equivaldría a aproximadamente 7,37 mil millones de metros cúbicos.
Senegal y Mauritania cosechan frutos de su arduo esfuerzo
Senegal deseaba actualizar su Código del Petróleo de 1998 para tener en cuenta el descubrimiento de GTA y otros grandes yacimientos marinos. Mauritania, por su parte, se ha fijado el objetivo de permanecer lo más abierto posible a la inversión extranjera y cooperar estrechamente con las instituciones financieras internacionales (IFI), como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Nuakchot está inmerso en un proceso de reforma en curso y está dispuesto a trabajar con el resto de los países para aprovechar al máximo sus recursos energéticos.
Estos esfuerzos están a punto de empezar a dar frutos. Mauritania y Senegal han sentado las bases para que BP, Kosmos Energy y sus contratistas establezcan un complejo de producción en alta mar, con pozos de desarrollo vinculados a un buque flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO), así como al buque FLNG y las estructuras asociadas. Este complejo ya tiene un avance de más del 75% y para finales de este año estará casi listo para comenzar a operar.

Mauritania se ha convertido en un actor crucial en la región

0
Por Lehbib Abdelhay
Desde que se firmó el Acuerdo mauritano-saharaui el 10 de agosto de 1979 en Argel, Mauritania se ha convertido en un actor crucial en la región del Norte de África y África Occidental. Su ubicación estratégica entre Senegal y el Sáhara Occidental, con amplias fronteras con Argelia y el Sahel, la posiciona como un actor esencial en los esfuerzos de resolución. Sin embargo, la interacción de sus intereses políticos y económicos con diversos actores complica el posicionamiento de Nuakchott, especialmente bajo la presión y el chantaje del régimen de Marruecos. En los últimos años, los analistas han observado un acercamiento inédito entre Argel y Nuakchott.

Mauritania paralizó planes de Marruecos de desplegar cable submarino a través del Sáhara Occidental

Para contextualizar sus esfuerzos desplegados para la integración regional económica en el Norte de África, el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, visitó el 9 de diciembre Mauritania. El mandatario argelino participó en la “Conferencia Continental sobre Educación y Empleo Juvenil”, que organizó la Unión Africana en Nuakchott desde el 9 al 11 de diciembre, bajo el lema: “Educar y capacitar a nuestra juventud para una vida próspera y dinámica en una África integrada”. Esta visita del presidente argelino Nuakchott fue la primera visita de un presidente de Argelia en 37 años.
Las relaciones entre Argelia y Mauritania encarnan un concepto de apoyo mutuo arraigado en una rica historia y una cooperación estratégica bilateral. Estos importantes vínculos se originaron a través de nociones esenciales y comunes que inciden significativamente en la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de las regiones Norte y Occidental del continente africano, enmarcadas en un nuevo contexto que aborda los desafíos y las oportunidades futuras. A lo largo de los años, Argelia y Mauritania han establecido un camino para la colaboración estratégica a través de una asociación sólida e integral que incluye las esferas culturales, religiosas, económicas, políticas y de seguridad.
Esta asociación enciende las alarmas en Rabat, que ve con celos este acercamiento entre Nuakchott y Argel. En términos de seguridad, los intereses de ambas naciones convergen en cuestiones vitales que reflejan los desafíos que enfrentan, en particular el conflicto del Sáhara Occidental. Las pretensiones expansionistas marroquíes, la proximidad geográfica al Sahel y la presencia de alianzas extranjeras en la región, inciden en que los dos países cierren filas. En este contexto, Mauritania se encuentra en una posición crítica debido a sus relaciones fronterizas con las fuerzas de ocupación marroquíes cerca del muro militar marroquí que divide el Sáhara Occidental en la región de Bir Ganduz y Tichla. Más importante aún, se enfrenta a la presión y chantaje del régimen marroquí que trata de socavar su estabilidad económica, política y de seguridad. A pesar de estas tensiones, Nuakchott mantiene una postura firme respecto al Sáhara Occidental y rechaza continuamente las peticiones de Rabat en relación al Sáhara Occidental.
Sin embargo, los desafíos geopolíticos y de seguridad a los que se enfrenta en la region del Sahel, permiten a Mauritania desempeñar un papel crucial. Occidente considera a Mauritania, y no a Marruecos, como un aliado importante y un actor moderado en la lucha contra el terrorismo. Las políticas de Mauritania contrastan con el enfoque confrontativo de Marruecos, que ha aumentado las tensiones con sus socios tradicionales y los países vecinos.
Argelia y Mauritania lanzan la zona de libre comercio
El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, y su homólogo mauritano, Mohamed Ould Cheikh Al-Ghazouani, inauguraron conjuntamente una zona de libre comercio entre ambos países. La inauguración, que tuvo lugar el 22 de febrero de 2024 en la provincia de Tinduf, en el oeste de Argelia, también marcó el inicio de la construcción de una carretera de 840 km que conectará las ciudades de Tinduf (Argelia) y Zuérat (Mauritania). Este proyecto de infraestructuras de transporte tiene como objetivo mejorar la conectividad entre las dos naciones y facilitar las operaciones dentro de la zona de libre comercio establecida.
En una declaración conjunta, los presidentes Tebboune y Al-Ghazouani alentaron a los inversores mauritanos a aprovechar las exenciones fiscales y aduaneras que ofrece el proyecto. Ghazouani elogió el acuerdo comercial como catalizador para el fortalecimiento de la cooperación bilateral, y lo concibió como un “lugar de encuentro y un puente de intercambio” entre las dos naciones. Además de Mauritania, Argelia también ha esbozado planes para establecer zonas de libre comercio con estados vecinos como Túnez, Libia y Níger, cuya implementación está prevista en el entrante 2025.
Los vínculos estratégicos entre Argelia y Mauritania
La esencia de los vínculos estratégicos entre Argelia y Mauritania refleja una alineación de perspectivas estratégicas centradas en la cooperación regional, el desarrollo y las inversiones en proyectos clave, como megainfraestructuras modernas, intercambio económico y energético, resaltan el potencial de estas inversiones para convertir a Mauritania en un centro de inversión y comercio. Entre los planes estratégicos que encarnan este concepto se encuentra la Ruta Tinduf-Zuérat, en construcción, que unirá a las ciudades mencionadas y marcará un paso crucial en la conexión entre África Occidental y África del Norte.
Desde el punto de vista de Mauritania, este gran proyecto también representa una oportunidad para fortalecer los lazos económicos con Argelia y aprovechar esta nueva ruta para acceder a los mercados del Norte de África. Los acuerdos entre las dos partes establecen un entorno geopolítico que coloca a ambas naciones en el corazón de la estabilidad regional. La colaboración estratégica entre Argelia y Mauritania se extiende más allá de las inversiones económicas y abarca esfuerzos coordinados en cuestiones de seguridad y estabilidad.
La asociación entre Argelia y Mauritania tiene el potencial de fomentar iniciativas conjuntas que mejoren el papel de Nuakchott como piedra angular fundamental del equilibrio de poder económico entre África del Norte y África Occidental.

Emiratos, la extracción de oro y los riesgos en la triple frontera entre Mauritania, Argelia y Mali

En el plano diplomático, Argel y Nuakchott demuestran su cooperación y sintonía en cuestiones regionales e internacionales mediante la coordinación en foros globales, en particular en lo que respecta a la paz, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo. Como actor clave, Argelia desempeña un papel estratégico en el mantenimiento de los equilibrios en el Norte de África. Los sectores económicos como el petróleo, la agricultura, la pesca y el comercio libre ofrecen importantes oportunidades para la sostenibilidad económica colaborativa entre los dos países, fomentando la creación de empleo y mejorando la calidad de vida de ambos países.