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10 septiembre 2025
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Desinformación como arma: respuesta a la campaña contra el Frente Polisario y el pueblo saharaui

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Por Ana Stella (@anaqtella)

    Madrid (ECS).- El artículo publicado por The Daily Signal el 21 de mayo de 2025, titulado “Por qué Estados Unidos debe enfrentarse al Frente Polisario, un agente terrorista”, es un ejemplo flagrante de propaganda disfrazada de análisis. Bajo una fachada de preocupación por la seguridad, el texto promueve una narrativa fabricada que busca deslegitimar una causa justa y respaldada por el derecho internacional: la lucha del pueblo saharaui por su autodeterminación.

1. El Frente Polisario: legitimidad, legalidad y resistencia pacífica

    El Frente Polisario es el único representante legítimo del pueblo saharaui reconocido por la Organización de las Naciones Unidas desde 1979. Fue fundado en 1973 como movimiento de liberación nacional frente al colonialismo español, y tras la ocupación marroquí del Sáhara Occidental en 1975, pasó a encabezar la resistencia contra una invasión que fue condenada por múltiples organismos internacionales.

   Durante décadas, el Polisario ha demostrado su compromiso con una solución pacífica, negociada y conforme al derecho internacional. Ha participado activamente en los esfuerzos diplomáticos liderados por la ONU, respetando el cese al fuego y mostrando voluntad para celebrar el referéndum de autodeterminación prometido desde 1991, que Marruecos sigue bloqueando. En cambio, el régimen marroquí ha intensificado la represión en los territorios ocupados y sigue explotando ilegalmente los recursos naturales saharauis con la complicidad de grandes empresas extranjeras.

Calificar al Frente Polisario como “terrorista” carece por completo de base legal o fáctica. 

    No aparece en ninguna lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos, la ONU ni la Unión Europea, ni tan siquiera en Marruecos, que se sienta en la mesa de negociación con el Polisario. Lo que sí existe es una campaña de difamación promovida por intereses políticos y económicos que pretenden perpetuar la ocupación.

    Asimismo, es necesario desmentir categóricamente los intentos de vincular al  Frente Polisario con Irán o Rusia. Estas acusaciones, que carecen de toda prueba verificable, forman parte de una estrategia de desinformación cuyo objetivo es distorsionar la percepción internacional de la lucha saharaui. El Frente Polisario ha mantenido una política de no alineamiento basada en el respeto al derecho internacional y en el respaldo a una solución pacífica bajo los auspicios de la ONU. No existen relaciones operativas, logísticas ni estratégicas con gobiernos como los de Teherán o Moscú. Presentar esa imagen busca crear una narrativa de amenaza global que no corresponde a la realidad.

2. El caso de Adnan Abu Walid al Sahraoui: una distorsión vergonzosa

    Uno de los puntos más peligrosos del artículo es el intento de vincular al Frente Polisario con Adnan Abu Walid al Sahraoui. Esta asociación no solo es falsa, sino una clara manipulación consciente y profundamente irresponsable.

    Adnan nació en 1973 en Smara, en el Sáhara Occidental ocupado. Aunque vivió temporalmente en los campamentos de refugiados saharauis, rompió pronto con el Polisario por motivos ideológicos, criticando sus políticas sociales progresistas, como la educación mixta y el papel activo de las mujeres. Es decir, se oponía abiertamente a los principios fundacionales del movimiento, que ha promovido desde siempre una visión laica e igualitaria de la sociedad saharaui.

   Posteriormente, se radicalizó en entornos completamente ajenos al Polisario. Estudió en el centro saudí Ibn Abbas de Mauritania —conocido por su influencia islamista radical— y más tarde se integró en redes yihadistas como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO), y finalmente fundó el Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS) en 2015. Bajo su liderazgo, el EIGS cometió atentados atroces en Malí, Burkina Faso y Níger, incluyendo la emboscada de Tongo Tongo en 2017 (en la que murieron cuatro soldados estadounidenses) y el asesinato de seis cooperantes franceses en 2020. Fue abatido por fuerzas francesas en 2021.

   La trayectoria de Adnan representa una ruptura total con el Frente Polisario y sus valores. Utilizar su figura para criminalizar al movimiento saharaui es una falsedad que sólo puede sostenerse mediante desinformación.

   Importante mencionar que su familia no tiene absolutamente nada que ver con su radicalización ni con sus actos. Son personas respetables, como miles de saharauis que luchan pacíficamente por su libertad.

3. Argelia y los refugiados saharauis: solidaridad, no complicidad

   Otro elemento de la campaña de difamación es el intento de criminalizar el apoyo de Argelia a los refugiados saharauis. Desde la ocupación marroquí, miles de personas viven desplazadas en los campamentos de Tinduf, en el suroeste de Argelia. Lejos de ser “bastiones terroristas”, como insinúa el artículo, estos campamentos están gestionados por autoridades civiles saharauis y cuentan con la presencia de organismos internacionales como ACNUR, el PMA y múltiples ONG.

   Acoger a una población desplazada no es un acto de complicidad con el terrorismo, sino una obligación moral y legal. Criminalizar esta solidaridad es parte de la misma estrategia para aislar, desacreditar y deshumanizar al pueblo saharaui.

4. ¿Quién escribe esta campaña de desinformación?

Portada del autor del artículo propagandístico publicado en un foro conservadoras de EE.UU sobre el Frente Polisario.

   También es relevante examinar quiénes firman el artículo y desde qué posición política escriben. Robert Greenway fue asesor de seguridad nacional para Medio Oriente y África bajo la administración de Donald Trump y actual director ejecutivo de los acuerdos de Abraham. Su postura en este tema reproduce la línea tomada por Trump en 2020, cuando reconoció de forma unilateral la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, a cambio de que Marruecos se uniera a los Acuerdos de Abraham y normalizara relaciones con Israel. Esa medida violó el consenso internacional sobre el estatus del Sáhara y fue rechazada por la Unión Africana, la ONU y decenas de países.

   Por su parte, Amine Ghoulidi es un ciudadano marroquí, activamente vinculado a medios y espacios afines a la narrativa oficial del régimen de Rabat. Desde Washington ha trabajado como “analista” promoviendo la posición marroquí y negando sistemáticamente que el Sáhara Occidental sea un territorio pendiente de descolonización, como lo reconoce la ONU. Su participación en esta publicación no es imparcial, ni académica, ni objetiva: responde a una estrategia de lobby que busca influir en la política estadounidense en favor de Marruecos y en contra del derecho de los saharauis.

5. La verdadera amenaza: la ocupación marroquí y el silencio internacional

   Mientras se lanzan campañas para difamar al Frente Polisario, Rabat continúa impunemente con su ocupación del Sáhara Occidental. Expulsa observadores internacionales, reprime activistas, encarcela periodistas saharauis y saquea recursos naturales —fosfatos, pesca, energía solar— en flagrante violación del derecho internacional.

   En lugar de combatir la ocupación, algunos sectores intentan cambiar la narrativa: hacer pasar a los ocupados por agresores, y a quienes resisten por criminales. Pero los hechos y el derecho están del lado del pueblo saharaui.

El pueblo saharaui no necesita calumnias, necesita justicia

   La causa saharaui es una de las últimas luchas de descolonización del siglo XXI. Intentar vincularla con el terrorismo, con actores externos como Irán o Rusia, o con figuras como Adnan Abu Walid al Sahraoui es una operación burda de desinformación que no resiste el más mínimo escrutinio.

   El Frente Polisario no es el problema. El problema es una ocupación ilegal, una comunidad internacional que no cumple sus propias resoluciones, y actores que utilizan la seguridad como excusa para legitimar la injusticia. El pueblo saharaui no necesita propaganda. Necesita que se respete su derecho inalienable a decidir su futuro libremente.

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¿Por qué los decoloniales como el PIR callan sobre la colonización del Sáhara Occidental?

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Por Salim Djellab

     París (ECS).- Mientras los discursos decoloniales han ganado visibilidad en Francia, especialmente a través del Partido de los Indígenas de la República (PIR) y su figura mediática Houria Bouteldja, una ausencia flagrante sigue llamando la atención: el silencio sobre la colonización del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. Este silencio es aún más sorprendente si se considera que esas mismas voces denuncian regularmente el colonialismo israelí, el racismo de Estado en Francia o las injerencias imperialistas en Oriente Medio.

¿Por qué este silencio? ¿Por qué esta incomodidad? ¿Por qué se niegan a nombrar un colonialismo magrebí, sostenido militarmente por Israel, diplomáticamente por Francia y financiado por las petromonarquías del Golfo?

    La respuesta hay que buscarla en los puntos ciegos identitarios y religiosos de ciertos sectores que se autodenominan “decoloniales”.

1. El Sáhara Occidental: la colonización invisible

    Desde 1975, Marruecos ocupa ilegalmente el Sáhara Occidental. Esta ocupación va acompañada de prácticas coloniales clásicas: traslado de población, expolio de recursos naturales, represión de activistas saharauis, negación de la identidad autóctona. Ni la ONU, ni la Corte Internacional de Justicia, ni el Tribunal de Justicia de la Unión Europea han reconocido jamás esta anexión.

   Y sin embargo, una parte de la izquierda anticolonial francesa, incluidas sus corrientes más radicales, evita cuidadosamente el tema. El Sáhara Occidental no aparece en las tribunas del PIR, ni en los libros de Houria Bouteldja, ni en los manuales críticos de ciertas corrientes interseccionales. Ese olvido no es inocente: es estratégico.

2. El peso de un sesgo islamista en la lectura política

    Uno de los principales ángulos muertos del pensamiento de Bouteldja es su sesgo islamista. Bajo el pretexto de defender a los “musulmanes” como una categoría racial, construye una visión del mundo donde el islam se convierte en un referente político estructurante, en detrimento del análisis material, histórico y laico de las relaciones de poder.

Este sesgo conlleva tres errores fundamentales:

   • En primer lugar, reduce la realidad del Magreb a una solidaridad musulmana abstracta, donde se borran las contradicciones entre pueblos y regímenes. Marruecos deja de ser un Estado colonizador para convertirse en un “país hermano”, en nombre de un supuesto continuum islámico.

   • En segundo lugar, sacraliza la religión como fundamento identitario, hasta el punto de negarse a criticar el patriarcado islámico, el autoritarismo monárquico o la alianza entre islam político y neocolonialismo.

   • En tercer lugar, opone un bloque musulmán imaginario a Occidente, sin analizar cómo ciertos regímenes “musulmanes” —como Marruecos, Emiratos Árabes o Arabia Saudí— se han convertido en los aliados más fervientes del capitalismo global, del sionismo de Estado y del aparato securitario occidental.

   Este sesgo islamista encierra el pensamiento en una lógica de lealtad comunitaria. Impide nombrar al opresor cuando este se reclama de la misma religión que el oprimido.

3. El Sáhara Occidental: un tabú comunitario en la diáspora

   El silencio del PIR y de sus entornos también se explica por una lógica de gestión comunitaria del discurso. En los barrios populares de Francia, donde las diásporas magrebíes son numerosas, criticar al régimen marroquí suele percibirse como “dividir a los hermanos” o “hacer el juego a los sionistas”.

   Bouteldja, con su concepto de “hermano en indigeneidad”, lleva esta solidaridad al extremo. Lo aplica primero para justificar el silencio sobre el machismo de los hombres de origen inmigrante, pero esta lógica se replica a nivel político: no criticar públicamente a un Estado magrebí, sobre todo si es musulmán.

   Pero esta estrategia es un callejón sin salida moral y político. El pueblo saharaui no amenaza la fraternidad magrebí: es su víctima olvidada. Silenciar su lucha refuerza la hegemonía del Majzén, legitima su alianza con Israel y reduce la descolonización a un eslogan identitario vacío.

4. El verdadero pensamiento decolonial es antiimperialista, no comunitarista

   La causa saharaui es un revelador. Distingue a los verdaderos decoloniales, que defienden a los pueblos contra todos los imperios, de los falsos anticolonialistas, que adaptan su discurso según intereses comunitarios o confesionales.

   Frantz Fanon, de quien Bouteldja se reclama, escribió en los condenados de la tierra: “Cada generación debe, en una relativa opacidad, descubrir su misión, cumplirla o traicionarla.”

   Traducir a Fanon hoy significa rechazar la colonización marroquí del Sáhara Occidental del mismo modo que se rechaza la ocupación de Palestina. Es entender que el colonialismo no cambia de naturaleza según la religión o la lengua del colonizador. Es denunciar la complicidad de Francia, de Israel y del Golfo en el saqueo de los recursos saharauis, desde los fosfatos hasta las aguas territoriales.

   Y es afirmar, contra todos los silencios y todos los cálculos: la lucha saharaui es una lucha decolonial. Es universal. Merece nuestra voz.

Conclusión: descolonizar de verdad es también decir lo que incomoda

   Houria Bouteldja ha contribuido a devolver la cuestión colonial al centro del debate francés. Pero su pensamiento sigue prisionero de un imaginario comunitario, islamocéntrico y, en ocasiones, complaciente con los regímenes autoritarios del Sur.

   Ha llegado el momento de reconstruir un decolonialismo coherente, comprometido con la justicia, la verdad y los pueblos. Un decolonialismo que no sacralice ni a los Estados, ni a las religiones, ni a los silencios. Un decolonialismo saharaui, popular, laico e internacionalista.

La administración Trump, en coordinación con Israel, contempla reasentar a la población de Gaza en Libia

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 Por Ana Stella (@anaqtella) y Lehbib Abdelhay

     Madrid (ECS).- La administración estadounidense, en coordinación con Israel, está explorando la posibilidad de reasentar a una gran parte de la población palestina de Gaza en países africanos y de Oriente Medio, incluyendo Libia, Sudán, Somalia y Siria. Según NBC, EE.UU. contempla reasentar hasta un millón de palestinos en Libia. A cambio, podría liberar miles de millones de dólares en activos libios congelados desde hace más de una década.

    Sudán y Somalia. CBS informa que Washington y Tel Aviv ya han establecido contactos con las autoridades de estos países para negociar posibles acuerdos de reasentamiento.

   Siria. El equipo de Trump intentó comunicarse con el nuevo gobierno sirio mediante un intermediario, pero no está claro si hubo respuesta oficial. Siria no ha confirmado su participación en las conversaciones.

   En este contexto, EE.UU. e Israel siguen buscando activamente países dispuestos a aceptar a palestinos de Gaza, ofreciendo incentivos económicos o políticos como parte de los acuerdos. Este plan ha generado controversia internacional por sus posibles implicaciones humanitarias, legales y geopolíticas, y por el riesgo de una reubicación forzada masiva, contraria al derecho internacional. Aunque EE.UU. ha negado oficialmente que exista un plan concreto, múltiples fuentes aseguran que las negociaciones están en curso.

Estallido de masivas protestas en Libia. Dimiten varios ministros del Gobierno libio

Trump trabaja en un plan para trasladar a un millón de palestinos a Libia

    Según NBC-News, el plan está siendo considerado con la suficiente seriedad como para que la administración lo haya discutido con los líderes de Libia, dijeron dos personas con conocimiento directo de los planes y un ex funcionario estadounidense. A cambio del reasentamiento de los palestinos, la administración Trump dispuesta a liberar a Libia miles de millones de dólares de fondos que Estados Unidos congeló hace más de una década, según al menos tres fuentes de la administración Trump.

    No se ha llegado a ningún acuerdo final y se ha mantenido a Israel informado de las discusiones de la administración, según la misma fuente. Estados Unidos afirma que «es totalmente falso». «La situación sobre el terreno es insostenible para un plan como este. No se debatió y carece de sentido», declaró el portavoz de la Casa Blanca.

     Basem Naim, un alto funcionario de Hamas, dijo que Hamas no estaba al tanto de ninguna discusión sobre el traslado de palestinos a Libia. “Los palestinos están muy arraigados a su patria, muy comprometidos con ella, y están dispuestos a luchar hasta el final y a sacrificarlo todo para defender su tierra, su patria, sus familias y el futuro de sus hijos”, declaró Naim en respuesta a preguntas de NBC News. “[Los palestinos] son ​​los únicos que tienen derecho a decidir por los palestinos, incluyendo a Gaza y a sus habitantes, qué hacer y qué no hacer”, agrega.

Los funcionarios del gobierno israelí declinaron hacer comentarios.

    Libia se ha visto asolada por la inestabilidad y las facciones políticas enfrentadas durante los casi 14 años transcurridos desde que estalló la guerra civil y derrocó a su dictador, Muamar el Gadafi. Libia lucha por mantener a su población actual, mientras dos gobiernos rivales, uno en el oeste liderado por Abdul Hamid Dbeibah y otro en el este liderado por Khalifa Haftar, luchan activa y violentamente por el control. El Departamento de Estado de EE.UU recomienda a los estadounidenses no viajar a Libia «debido a la delincuencia, el terrorismo, las minas terrestres sin detonar, los disturbios civiles, los secuestros y el conflicto armado».

    Cuántos palestinos de Gaza se irían voluntariamente a vivir a Libia es una incógnita. Una idea que funcionarios de la administración Trump han discutido es proporcionar a los palestinos incentivos financieros, como vivienda gratuita e incluso un sueldo de por vida, según el exfuncionario estadounidense.

     Los detalles de cuándo y cómo se podría implementar cualquier plan para reasentar a los palestinos en Libia son confusos, y un esfuerzo para desplazar al país norteafricano hasta un millón de personas probablemente enfrentaría obstáculos significativos.

     Tal esfuerzo probablemente sería extremadamente costoso, y no está claro cómo la administración Trump buscaría financiarlo. Anteriormente, la administración Trump ha declarado que las naciones árabes ayudarían a reconstruir Gaza tras el fin de la guerra, pero han criticado la idea de Trump de desplazar permanentemente a los palestinos. En las últimas semanas, la administración Trump también ha considerado a Libia como un lugar al que podría enviar a algunos inmigrantes que quiere deportar de Estados Unidos. Sin embargo, los planes para enviar a un grupo de inmigrantes a Libia fueron bloqueados por un juez federal este mes.

El traslado de hasta un millón de palestinos a Libia es un crimen

     La estimación pública más reciente de la CIA sobre la población actual de Libia es de aproximadamente 7,36 millones. En términos de población, si Libia absorbiera un millón más de personas, equivaldría a que Estados Unidos absorbiera a unos 46 millones. Según el exfuncionario estadounidense, aún no se ha determinado con precisión dónde se reasentará a los palestinos en Libia. Funcionarios de la administración norteamericana están estudiando opciones para alojarlos y se están considerando todos los métodos posibles para transportarlos de Gaza a Libia —por aire, tierra y mar—, según una de las fuentes de NBC con conocimiento directo del polémico proyecto.

Estallido de masivas protestas en Libia. Dimiten varios ministros del Gobierno libio

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Por Ana Stella (@anaqtella)

     Trípoli (ECS).- Estallido de masivas protestas en la capital, Trípoli, que exigen la dimisión del jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), Abd al-Hamid al-Dbeibah. Las manifestaciones, que comenzaron tras las oraciones del viernes, congregaron a miles de personas en las principales plazas de la ciudad, donde los manifestantes acusaron a Dbeibah de ser un “agente estadounidense” y facilitar los intereses extranjeros en el país.

Dimiten varios ministros del Gobierno libio en apoyo a las protestas contra el primer ministro

     La situación se intensificó por la tarde cuando, tras convocatorias en redes sociales, las multitudes marcharon hacia el edificio del GNA en la carretera al-Sikka. En ese momento, se reportaron tiroteos contra los manifestantes, dejando varios heridos. Las autoridades aún no han confirmado el número de víctimas, pero las tensiones siguen aumentando.

    En paralelo, se ha producido una cadena de renuncias sin precedentes en el seno del gobierno. Hasta ahora, al menos 11 altos funcionarios han dimitido, incluidos los ministros de Finanzas, Justicia, Construcción, Gobierno Local, Salud y el viceministro del Interior, marcando un colapso progresivo del gabinete liderado por Dbeibah.

     Según informes no confirmados, Dbeibah estaría negociando con el grupo armado al-Rada, que controla el aeropuerto de Mitiga, para obtener permiso de salida hacia Italia. Esta maniobra sugiere que el líder del GNA podría estar buscando abandonar el país ante el agravamiento del escenario político.

      En este contexto, varios ministros del Gobierno libio reconocido por la comunidad internacional han presentado en las últimas horas su dimisión en apoyo a las protestas contra el primer ministro del país, Abdul Hamid Dbeibé.

    En concreto, presuntamente han dimitido el ministro de Economía y Comercio, Mohamed al Hawij; el de Gobierno Local, Badr Eddin al Tumi, y el ministro de Vivienda, Abu Bakr al Ghawi, según un vídeo publicado en redes sociales.

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Varios ciudadanos mauritanos asesinados tras bombardeo marroquí en la frontera del Sáhara Occidental

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Por Ana Stella (@anaqtella)

     Madrid (ECS).- Un ataque aéreo llevado a cabo por un dron marroquí ha causado la muerte de varios ciudadanos mauritanos en la zona de Karazras, ubicada en el Sáhara Occidental, cerca de la frontera. Las víctimas, al parecer mineros que trabajaban en la región, fueron alcanzadas por el bombardeo mientras se encontraban en un convoy civil altamente identificado. Miembros de la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) acudieron al lugar.

Los drones, la nueva y disruptiva arma de los conflictos que democratiza la destrucción

    Este nuevo incidente se suma a una serie de violaciones recientes contra ciudadanos mauritanos, que continúan sin una condena clara por parte de las autoridades marroquíes.

Ataques con drones marroquíes contra civiles mauritanos

1. Enero de 2023 – Bombardeo en Azkoula.

     Un dron marroquí atacó un camión mauritano en Azkoula, dentro del territorio saharaui controlado por el Frente Polisario. El vehículo transportaba tierra para extracción de oro. El ataque resultó en tres muertos y tres heridos, todos mauritanos.

2. Abril de 2022 – Ataque cerca de Aïn Ben Tili.

   Un ataque de dron marroquí alcanzó un convoy de vehículos civiles a pocos cientos de metros de la ciudad mauritana de Aïn Ben Tili. El balance fue de tres muertos y varios heridos, entre ellos una mujer y su hija, todos civiles saharauis y mauritanos.

3. Diciembre de 2023 – Bombardeo en El Guerguerat

     El 31 de diciembre, tres ciudadanos mauritanos, presuntamente buscadores de oro, murieron en un ataque de dron marroquí en la zona de El Guerguerat. Este incidente coincidió con un aumento del 171% en las tasas aduaneras impuestas por Mauritania a productos marroquíes, lo que generó tensiones bilaterales.

4. En 2024:

    Estos ataques se enmarcan en una estrategia marroquí para controlar la zona desmilitarizada del Sáhara Occidental, especialmente tras la reanudación del conflicto con el Frente Polisario en 2020. La utilización de drones ha sido clave para imponer una zona de exclusión, afectando tanto a civiles como a actividades económicas informales como la minería artesanal.

     Hasta la fecha se cuentan más de 300 víctimas en ataques marroquíes, entre ellos 120 muertos.

     A pesar de la gravedad de estos incidentes, la reacción oficial de Mauritania ha sido limitada, lo que ha generado críticas internas y ha sido interpretado por algunos como una falta de firmeza frente a las acciones marroquíes.

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Sánchez y Mohamed VI: sendos discursos de «paz», pactos con el ocupante

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La historia no olvidará a los que aplaudieron mientras ardía Gaza. Y Marruecos, si sigue este camino, estará entre ellos. Y España, también.



Por Ana Stella (@anaqtella)

    Madrid (ECS).- En la reciente cumbre de la Liga Árabe en Bagdad, el rey de Marruecos Mohamed VI, a través de su ministro Nasser Bourita, pronunció un discurso en el que llamó a una “hoja de ruta árabe para la paz en Palestina”. Palabras cargadas de emoción, diplomacia y supuesta solidaridad …, que contrastan brutalmente con la realidad de las acciones del propio régimen marroquí. Porque mientras en Bagdad se hablaba de justicia para los palestinos, en Marruecos se siguen firmando acuerdos con su verdugo: Israel.

    La hipocresía es tan flagrante que raya en la burla. Marruecos no solo normalizó relaciones con Israel en 2020 bajo los llamados Acuerdos de Abraham; lleva décadas colaborando con el aparato sionista. Esta no es una traición nueva. Ya en los años 60, el difunto rey Hassan II —padre de Mohamed VI— colaboraba con el Mossad, facilitando al espionaje israelí información crucial sobre los ejércitos árabes, como en la famosa cumbre de Casablanca de 1965. Esa traición fue clave para que Israel obtuviera ventaja en la Guerra de los Seis Días. Desde entonces, la línea de sumisión marroquí se ha mantenido firme, aunque envuelta en un discurso árabe de “solidaridad”.

ONGs, partidos políticos y personalidades exigen a Sánchez retirar su apoyo a Marruecos en el Sáhara Occidental

    Hoy, esa colaboración no solo continúa, sino que se intensifica. Marruecos permite que empresas de armas israelíes operen en su territorio, fabrica y compra drones, sistemas de vigilancia y tecnología represiva a un Estado que está cometiendo crímenes de guerra diarios contra civiles palestinos. Se ha documentado la presencia de representantes militares israelíes en Marruecos, y se entrena a soldados marroquíes bajo la doctrina del ejército israelí, que actúa con impunidad en Gaza y Cisjordania. Además, barcos cargados de armas han salido de puertos marroquíes con destino a Israel. Esto es complicidad directa.

     Y no solo los palestinos sufren las consecuencias de esta alianza. Las mismas armas israelíes adquiridas por Marruecos se utilizan también para reprimir al pueblo saharaui en el Sáhara Occidental, perpetuando una ocupación que, al igual que la israelí, se basa en el despojo, la represión y la negación del derecho a la autodeterminación. Palestina y el Sáhara Occidental están conectados por la misma lógica colonial, y Marruecos ha elegido estar del lado del opresor en ambos frentes.

    Durante la misma cumbre de Bagdad, Nasser Bourita anunció la reapertura de la embajada marroquí en Siria, cerrada desde 2012. Este gesto no es un simple movimiento diplomático: es parte de una estrategia regional más amplia, donde Marruecos, como otros actores árabes, se alinea cada vez más con grupos y estructuras que han sido cómplices de la fragmentación de Siria. Al integrarse en este tablero, el régimen marroquí se acerca de facto al campo que respalda a figuras como Abu Mohamad al-Julani, líder de Hayat Tahrir al-Sham, un yihadista con sangre en las manos, reciclado en socio “tolerable” por ciertas potencias. Es el mismo bando que ha participado —directa o indirectamente— en masacres contra minorías sirias: cristianos, alauitas, chiítas, drusos, yazidíes… comunidades que han sido objetivo de campañas de exterminio, desplazamiento y terror. Marruecos, lejos de actuar con principios, se acomoda en ese eje de intereses oscuros y sangrientos.

    Y mientras tanto, en sus medios y en los foros árabes, el régimen intenta mantener la fachada: un discurso cuidadosamente fabricado para calmar la indignación popular, mayoritariamente solidaria con Palestina. Pero la verdad es que el palacio habla una lengua para sus ciudadanos… y otra muy distinta en sus acuerdos secretos y comerciales. Se negocia con el opresor, se colabora con el ocupante, se lucra con la sangre.

    La cumbre de Bagdad fue, una vez más, teatro político. Marruecos no defiende a Palestina: la utiliza. La causa palestina es instrumentalizada para mantener una imagen panárabe, mientras en los despachos se cierra filas con quienes asesinan niños, destruyen hospitales y violan sistemáticamente el derecho internacional.

    Y esta hipocresía no es exclusiva de Marruecos. También se extiende a sus aliados europeos. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se ha mostrado en las últimas semanas como uno de los líderes europeos más vocales en la denuncia de la ofensiva israelí en Gaza. Ha hablado de derechos humanos, de la necesidad de una solución justa para Palestina, e incluso ha provocado tensiones diplomáticas con Israel. Pero ese mismo Sánchez, en 2022, envió una carta al rey Mohamed VI en la que calificaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental como “la base más seria, creíble y realista” para resolver el conflicto. Aunque esa carta no reconocía formalmente la soberanía marroquí, tuvo un valor político inmenso: fue una concesión propagandística que rompió con la histórica neutralidad de España y sirvió para contentar al régimen alauita, debilitando aún más al pueblo saharaui.

    No fue una decisión basada en principios, sino en intereses: desactivar tensiones con Marruecos, garantizar colaboración migratoria y preservar relaciones comerciales. Mientras tanto, el gobierno español ha seguido comprando armamento a empresas israelíes, incluso durante las masacres en Gaza, financiando con dinero público a un régimen que comete crímenes de guerra en vivo y en directo. El discurso de Sánchez sobre Palestina se convierte así en un acto vacío, incompatible con sus acciones. Habla de legalidad internacional en Gaza, pero la ignora en El Aaiún. Condena el apartheid israelí, pero fortalece la ocupación marroquí.

    El régimen marroquí no está siendo ambiguo: está siendo traidor. Y no solo al pueblo palestino, sino también al saharaui, al sirio, a las minorías perseguidas, y al suyo propio, al que se le miente en la cara, al que se le niega la verdad, y al que se le obliga a ser cómplice de un crimen histórico bajo la máscara de la diplomacia. La historia no olvidará a los que aplaudieron mientras ardía Gaza. Y Marruecos, si sigue este camino, estará entre ellos. Y España, también.

Sánchez ignoró por completo la situación en el Sáhara Occidental. Pero si apoyó a Gaza en Cumbre árabe de Bagdad

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El presidente del Gobierno de España, único líder europeo invitado a 34ª edición de la cumbre de la Liga Árabe celebrada en Bagdad, ha anunciado que España presentará una propuesta a la asamblea de la ONU para que el Tribunal Penal Internacional se pronuncie sobre la responsabilidad internacional de Israel en Gaza. Ignora por completo la situación en el Sáhara Occidental.

Por Ana Stella (@anaqtella)

    Bagdad (ECS).- Este viernes 17 de mayo se dio inicio en Bagdad a la 34ª sesión ordinaria de la Cumbre Árabe, bajo el lema “Bagdad de la paz acoge las causas árabes”. El evento reúne a representantes de los 22 países miembros de la Liga Árabe y cuenta con la presencia de invitados internacionales.

     Entre los principales asistentes se encuentran el emir de Qatar, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani; el presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi; el presidente palestino Mahmoud Abbas; y líderes de países como Yemen, Somalia, Jordania, Líbano, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Argelia, Marruecos y Túnez, entre otros. En algunos casos, los países están representados por sus ministros de exteriores o enviados especiales.

Sánchez, ignoró por completo la situación en el Sáhara Occidental. Pero si apoya a Gaza en la Cumbre árabe de Bagdad

      Como invitado de honor destaca el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. También asisten altos representantes de organismos internacionales como António Guterres, secretario general de la ONU; Ahmed Aboul Gheit, secretario general de la Liga Árabe; y Hissein Brahim Taha, de la Organización de Cooperación Islámica. La Unión Africana y la Unión Europea también enviaron representantes de alto nivel.

     Una ausencia destacada fue la del presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa (Julani), debido a controversias por su pasado yihadista; Siria estuvo representada por su ministro de exteriores.

     El tema central de la cumbre es el conflicto en Gaza, con llamados conjuntos a un alto el fuego inmediato y apoyo a la reconstrucción. Irak anunció una contribución de 20 millones de dólares para ayudar a Gaza y al Líbano a través de un fondo árabe. También se abordan otros temas como las crisis en Yemen, Sudán, Siria y Libia, así como la situación nuclear en Irán.

    Sánchez llamó a «redoblar» la «presión sobre Israel para frenar» la «catástrofe humanitaria» en Gaza y pedirá que la justicia internacional se pronuncie sobre el bloqueo al acceso de la ayuda. En este contexto, el presidente del gobierno eludió la responsabilidad de España en el Sáhara Occidental; mismo caso del de Palestina.

    El presidente del Gobierno lo incluyó entre las prioridades de acción ante la catástrofe en Gaza durante su discurso en la cumbre de la Liga Árabe en Bagdad. «Quiero anunciarles una medida que España va a impulsar y es llevar una propuesta a la Asamblea de las Naciones Unidas para que la Corte Internacional de Justicia se pronuncie sobre el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones internacionales en relación con el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza», dijo en su discurso en el foro.

    En su escueto discurso, Sánchez estableció cuatro «prioridades urgentes» con respecto al conflicto en Gaza. En primer lugar, exigió «el fin inmediato de la catástrofe humanitaria en Gaza» y explicó que España y Palestina están «impulsando un nuevo proyecto de resolución en la Asamblea General de Naciones Unidas» que exija a Israel «el fin del bloqueo humanitario impuesto a Gaza y el acceso completo y sin restricciones a la asistencia humanitaria».

     El gobierno español, bajo la presidencia de Sánchez, ha sido criticado por su postura sobre el Sahara Occidental, con acusaciones de eludir responsabilidades y cambiar su posición anterior. El gobierno español, según las críticas, ha aceptado que Marruecos considere el Sahara Occidental como una autonomía, lo que rompe con la legalidad internacional y las obligaciones que España tiene como potencia administradora. España ha sido históricamente la potencia administradora de la zona, y se le reconoce el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.

    Bagdad busca posicionarse nuevamente como un actor clave en la diplomacia regional y como un punto de encuentro para las causas árabes comunes.

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MPPS con la Marcha por la «Libertad de los Presos Políticos Saharauis» | Sáhara Occidental

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Con un recorrido de 3.000 kilómetros, la Marcha se inició en Francia, ahora atraviesa España y finalizará ante la cárcel marroquí de Kenitra.

Por Alfonso Lafarga

    El Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) apoya y felicita a la Marcha por la Libertad de los saharauis encarcelados en Marruecos, que partió el pasado 30 de marzo de las cercanías de Paris y ya se encuentra en España camino de la cárcel de Kenitra, a 40 kilómetros de Rabat, con un recorrido de 3.000 kilómetros.

    El MPPS, que lleva cuatro años y dos meses concentrándose los lunes en Madrid ante el Ministerio de Asuntos Exteriores por los Derechos Humanos y la libertad de los reclusos saharauis, comunica su solidaridad con la Marcha que encabeza la activista francesa Claude Mangin Asfari, esposa del saharaui Naâma Asfari, que cumple una condena de 30 años en Kenitra y al que las autoridades marroquíes no permiten que visite.

    En estos años de reclamación, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni el ministro de Exteriores, José Manuel Albares -anteriormente Arancha González Laya– han tenido el mínimo gesto hacia los presos saharauis, a pesar de que España es la potencia administradora del Sáhara Occidental y su Ejecutivo proclama constantemente la defensa de los Derechos Humanos “en cualquier parte del mundo”.

    Alrededor de 35 presos políticos saharauis permanecen en cárceles marroquíes, a más de 1.000 kilómetros de sus familias, en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, cumpliendo severas condenas, de hasta cadena perpetua, impuestas en juicios sin garantías y con declaraciones obtenidas bajo tortura, según las principales organizaciones de Derechos Humanos, juristas, observadores internacionales y organismos de Naciones Unidas.

   La Marcha por la libertad de los presos políticos saharauis recibe continuas muestras de apoyo por los lugares que pasa, donde se realizan una serie de actos como conferencias, reuniones con representantes políticos, películas, exposiciones, talleres creativos y partidos de fútbol con la participación de la diáspora saharaui.

    En España el recorrido lo hacen por localidades de la costa mediterránea para llegar a Andalucía, estar en Sevilla y desde Algeciras atravesar el Estrecho de Gibraltar rumbo a Marruecos. En Cataluña han sido recibidos en el Ayuntamiento de Caldes de Montbui, en la sede del Parlamento catalán en Barcelona y en Zaragoza estuvieron en las Cortes de Aragón, la Diputación, el Ayuntamiento y el Colegio de Abogados.

    En apoyo a la Campaña Internacional para la liberación de los presos saharauis, que se celebra este año, y a la Marcha por la libertad, que concluirá a primeros de junio en Marruecos, en Las Palmas de Gran Canaria se realizó una concentración frente al Consulado de Marruecos-

   A estos apoyos se han sumado organizaciones de Derechos Humanos de los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos, de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), y de asociaciones saharauis y solidarias de varios países, como refleja diariamente la publicación No te olvides del Sáhara Occidental.

Provocaciones marroquíes

Pero también ha habido actos de provocación por parte de grupos de marroquíes, como ocurrió en Francia en Poitiers, o en Béziers, donde fueron atacados los periodistas de Equipe Media Mohamed Limam Bah y Brahim Laajie. El Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (CODESA) atribuye estas acciones a marroquíes que asegura actúan en connivencia con los servicios de inteligencia de Marruecos.

    Claude Mangin denunció la violencia de algunos marroquíes residentes en Francia hacia los saharauis que participan en la marcha para obstaculizar las actividades dedicadas a la lucha del pueblo saharaui por la independencia. “Fueron muy hostiles e insultantes, utilizando palabras como terroristas y distribuyendo folletos difamatorios y engañosos sobre el pueblo saharaui y su lucha. Su objetivo era provocar a los saharauis para una posible réplica y, en consecuencia, conseguir que las autoridades francesas impidieran esta marcha”, subrayó la activista francesa.

    Aminetu Haidar, activista de DDHH símbolo de la resistencia saharaui y presidenta de la Instancia Saharaui contra la Ocupación Marroquí (ISACOM), declaró a RASDTV que la campaña por los presos se produce en un momento en el que los territorios ocupados son testigos de “una peligrosa escalada por parte de Marruecos a todos los niveles y de la asfixia de las libertades públicas” y que las autoridades marroquíes “persisten en cerrar el territorio a los observadores internacionales y los expulsa constantemente, reflejando así la cruda realidad que el Estado ocupante está ocultando y teme revelar”.

    Además de exigir la liberación incondicional de los presos políticos saharauis, Haidar afirmó que la campaña quiere desenmascarar la política del Estado ocupante del Sáhara Occidental “encaminada a exterminar al pueblo saharaui” y que “sigue cometiendo crímenes contra los saharauis en todos los frentes, el último de los cuales ha sido la demolición de viviendas saharauis en medio de un terrible silencio internacional”.

Muestra de la denuncia de Haidar, uno de los símbolos de la resistencia del pueblo saharaui, es lo que ocurre a diario en la que fue la provincia 53 de España y que fue entregada a Marruecos sin llevar a cabo la descolonización que estableció la ONU, como muestra la siguiente relación de algunos hechos, según organizaciones de DDHH y medios de comunicación saharauis y españoles.

Por Europa y los DDHH, con Ucrania y Gaza, pero sin el Sáhara Occidental

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Acto en Madrid por una Europa social y democrática, con continuas referencias a los Derechos Humanos, a la guerra de Ucrania y al genocidio de Gaza, pero sin referencias a la represión que padece el pueblo saharaui.

Por Alfonso Lafarga

    La plaza del Callao, en Madrid, ha sido escenario el domingo de un masivo acto “Por una Europa social y democrática”, en la que se ha hablado de los principios europeos y de los Derechos Humanos, con palabras de solidaridad para Ucrania y Gaza, pero ni una referencia al pueblo saharaui, que está punto de cumplir 50 años de represión marroquí tras el abandonado de España sin llevar a cabo la descolonización del Sáhara Occidental establecida por la ONU.

    Organizado por asociaciones de la sociedad civil vinculadas a la cultura, comunicación, intelectuales, sindicatos y asociaciones juveniles pro europeas, ha sido un acto en el que se han reivindicado los valores europeos frente a la barbarie de las guerra; un proyecto de vida en común, basado en el respeto a valores y principios universales, al Estado de derecho, al imperio de la Ley, a los Derechos Humanos, a las minorías, a la igualdad de género y a la solidaridad.

    La reivindicación de Europa se ha realizado en un momento en el que el gran proyecto de valores de la Unión Europea “está siendo asediado por claros tintes autoritarios, tanto por el nuevo ocupante de la Casa Blanca como por el neoperonismo de Putin y la barbarie sobre Gaza de Netanyahu”, según los organizadores, que afirman que “nunca Europa y la democracia social ha estado tan en riesgo en los últimos ochenta años como en la actualidad”,

   De la mano de la periodista de la Cadena SER Mara Torres, han intervenido los periodistas Andrea Rizzi (El País), Juan Fernández Miranda (El Confidencial) y Carlos Franganillo (Telecinco).También se han dirigido al millar de asistentes la escritora y periodista Elvira Lindo, la exeurodiputada, profesora universitaria y experta en DDHH María Eugenia Palop; Paula Giménez, de la asociación juvenil Equipo Europa, y la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos, Esther Lynch, a la que acompañaron en el escenario los secretario generales de CCOO, Unai Sordo, y UGT, Pepe Álvarez.

    Además de hablar de la importancia de Europa y su defensa, la mayoría de las personas que intervinieron hicieron referencia a los Derechos Humanos, a la guerra de Ucrania y al genocidio de Gaza, pero ninguna aludió al Sáhara Occidental, que fue la provincia 53 de España y sus habitantes poseedores de DNI español.

    La situación del pueblo saharaui, bombardeado con napalm y fósforo blanco cuando huía por el desierto de la invasión marroquí, refugiado en campamentos en la hamada argelina, con cientos de desaparecidos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y presos políticos en cárceles marroquíes que cumplen condenas de hasta cadena perpetua impuestas en juicios sin garantías y con confesiones obtenidas bajo tortura, según juristas internacionales y las principales organizaciones de DDHH, no mereció la atención desde el punto de vista de los valores de la Unión Europea.

    A pesar de que Marruecos pactó con el Frente Polisario en el alto el fuego de septiembre de 1991 -después de quince años de guerra- la celebración de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, se niega a su realización y propugna una autonomía bajo su soberanía, postura que apoya el Gobierno de Pedro Sánchez, desde que en marzo de 2022 el jefe del Ejecutivo cambió radicalmente la posición mantenida hasta entonces por los distintos gobiernos de España en la democracia.

    El alto el fuego fue roto por el ejército marroquí en noviembre de 2020 y desde entonces Marruecos y el Frente Polisario, el movimiento de liberación saharaui, se encuentran en guerra.

     El acto terminó con la actuación del cantante Miguel Ríos, con Rosa Torres Pardo al piano, que interpretó el Himno a la Alegría, basado en el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven. Entre los asistentes a la concentración se encontraban varios dirigentes del PSOE, como el ministro de Transformación Digital, Óscar López; la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto; o el coordinador de Sumar Carlos Martín. También estuvieron antiguos destacados socialistas, como Javier Solana o Diego López Garrido

Mújica, el expresidente uruguayo y exguerrillero que animó al pueblo saharaui a continuar la lucha

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Mújica afirmó que van muchos años desde que un fatídico tratado escondido sacrificó la independencia de ese pueblo a la monarquía marroquí” y hay que continuar la lucha, la esperanza y el sacrificio.

Pidió el apoyo de España para el pueblo saharaui.

Por Alfonso Lafarga

     José Mújica, expresidente de Uruguay fallecido el 13 de mayo, a los 89 años, animó al pueblo saharaui, “nuestro querido hermano” con el que tenemos “una gigantesca deuda”, a continuar la lucha.

    Fue en la 40 Conferencia Internacional de Apoyo al Pueblo Saharaui (EUCOCO) celebrada en Madrid en noviembre de 2015, en un video que se proyectó en el Auditorio Marcelino Camacho, de CCOO, ante el entonces presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, y más de 400 participantes provenientes de 26 países de Europa, América, África y Asia, así como representantes del Frente Polisario y personas llegadas desde el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, entre ellas la defensora de los Derechos Humanos Aminetu Haidar.

    “Pepe” Mújica inició su mensaje parafraseando al fallecido periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, defensor de la causa saharaui, diciendo que los saharauis “se llaman hijos de las nubes porque, desde siempre, persiguen la lluvia”.

    Quien fue guerrillero y preso político de la última dictadura en Uruguay, afirmó que los saharauis “persiguen también la justicia, que en el mundo de nuestro tiempo parece más esquiva que el agua en el desierto”.

   Añadió que “este pueblo desperdigado en el desierto, nuestro querido hermano, el único pueblo árabe que habla nuestra lengua, nos conmueve con sus peripecias, con su entrega y todos sabemos la gigantesca deuda que tenemos con ellos”.

   “Van muchos años, cerca de 40, desde que un fatídico tratado escondido sacrificó la independencia de ese pueblo a la monarquía marroquí”, lamentó, para a continuación instar a “continuar la lucha, la esperanza y el sacrificio”.

   El que fue presidente de Uruguay a los 75 años liderando una coalición de izquierda, deseó para el pueblo saharaui “que lo mejor de España, que siempre existe, no la España de charanga y pandereta, sino la otra, la que lleva conciencia y un hacha en la mano vengadora, los apoye y los recuerde, los sostenga, porque son parte de nosotros mismos”.

   “Son el rastro de una vieja leyenda, cuando los pueblos árabes cruzaron la roca del Tariq y desparramaron y comunicaron la civilización. A pesar de la falta de lluvia y de justicia, sigamos luchando por la esperanza”, concluyó.

    Sobre Mújica, el delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, ha escrito en X que “el mundo pierde a un gran referente, que consagró su vida a la defensa de los DDHH y la justicia social y defendió siempre el derecho de los pueblos como el del saharaui a decidir libremente su fututo”.

La 40 EUCOCO apeló a los gobiernos español y francés a poner fin a su actitud de cómplices con Marruecos en la ocupación ilegal del Sáhara Occidental y a comprometerse en la Unión Europea y las Naciones Unidas a aplicar el Derecho a la Autodeterminación del Pueblo Saharaui y al reconocimiento de la RASD.