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09 septiembre 2025
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¿Saharauis en la cúpula de los grupos yihadistas que operan en el Sahel?

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La última cifra registrada muestra una repunte sin precedentes en los ataques terroristas en al menos tres países del Sahel; Malí, Níger y Burkina Faso, según el último informe de la OIET publicado recientemente.

Por Lehbib Abdelhay

     Madrid (ECS).- La violencia yihadista sigue en repunte en toda la región del Sahel, como consecuencia de la inestabilidad y de las políticas los países que forman la Alianza de Gourma (AES). Estos países, Mali, Burkina Faso y Níger, centran su estrategia en la lucha contra los movimientos de Azawad en el norte de Mali en lugar de combatir a los grupos terroristas diseminados en las regiones cercanas a las capitales de estos tres países. Los grupos extremistas han transformado la región africana del Sahel en uno de los focos de terrorismo más destacados del mundo. Los últimos tres años han sido testigos de una expansión significativa y cuantitativa de los ataques terroristas. Para comprender esta transformación, hay que conocer la naturaleza y la composición de los principales grupos yihadistas que operan en la región.

     Según las cifras de la ONU, el Departamento de Estado de EE:UU, ningún saharaui aparece en la lista de los líderes yihadista de los grupos que operan en el Sahel. Al menos hay más de 25 nacionalidades integradas en estos grupos de corte islamista, pues la mayoría de estos grupos son de nacionalidad marroquí, procedente de Libia tras la caída de Sirte. Sin embargo; publicaciones afines al régimen marroquí, que citan un supuesto informe del CNI español (Centro Nacional de inteligencia), afirman que estos grupos están encabezados por saharauis, una afirmación que no se ajusta a la realidad, pues ningún organismo avala sus acusaciones.

    En una portada en La Vanguardia, firmada por Joaquín Vera, donde la situación del Sáhara es utilizada, manipulada y distorsionada hasta encajar en una narrativa prefabricada al servicio de intereses estratégicos.

    Juliana, en su columna, construye un relato histórico que, si bien adorna con citas cultas y referencias internacionales, termina justificando la claudicación de España ante Marruecos, lejos de una información veraz sobre la situación en el Sahel. Nos habla del contexto internacional, de la presión estadounidense, de una supuesta estrategia diplomática que implicaría ceder en el Sáhara Occidental para asegurar otras victorias geopolíticas. Lo hace sin cuestionar en ningún momento el coste humano de esa decisión, sin mencionar las violaciones de derechos humanos en los territorios ocupados, sin nombrar la brutal represión de activistas saharauis, sin recordar que el pueblo saharaui sigue esperando un referéndum de autodeterminación que las Naciones Unidas reconocen pero que Rabat bloquea sistemáticamente desde hace décadas.

Periodismo o propaganda: cuando la narrativa mediática entierra al pueblo saharaui

Los grupos yihadistas en el Sahel, Norte de África y Lago de Chad

Las Brigada Uqba Ibn Naf’i: afiliada a la organización “Al-Qaeda” e incluía aproximadamente (175) combatientes y se autodenominaba “Soldados del Califato”.

– El grupo “Guardianes del Salafismo” en Argelia: juró lealtad a Al-Qaeda en 2007. Para financiar sus actividades terroristas, dependen de los secuestros de extranjeros para exigir rescates financieros.

– Los «Soldados del Califato en Argelia»: juraron lealtad a ISIS (Estado Islámico), y las estimaciones indican que su número oscila entre 20 y 35 combatientes.

«Yunud al-Jilafa en Túnez»: Una de las ramas de ISIS. Sus operaciones terroristas en Túnez comenzaron a principios de 2015.

– «Al-Shabaab de Mozambique»: Un grupo terrorista que controla varias zonas de la región costera, incluido el puerto de Mocimboa da Praia y las instalaciones de gas.

– Boko Haram: Es el mayor grupo terrorista activo en el norte de Nigeria. Juró lealtad al ISIS. El ritmo de los choques armados entre ISIS y Boko Haram aumentó en el año 2023 en Nigeria por el control de la cuenca del lago Chad y sus alrededores.

Jama’at Nusrat al-Islam (JNIM): Es una alianza entre cuatro grupos terroristas de Al Qaeda: Ansar Eddine, Al-Mourabitoun, Macina y el Emirato de Tombuctú (Brigadas del Sahara).

ISIS: El Estado Islámico se está expandiendo hacia Nigeria, el Golfo de Guinea y continúa recaudando fondos financieros y otros recursos para implementar sus agendas yihadistas en la región.

– Al-Qaeda: está activa en dos regiones, la región del Sahel y el Cuerno de África. Los objetivos de “ISIS” y “Al-Qaeda” en África son similares: aumentar su influencia y potenciar su presencia en África.

« Jama’at Nusrat al-Islam (JNIM) es el grupo terrorista más extendido

   El Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (afiliado a Al-Qaeda), liderado por Iyad Ag Ghaly (Abu Al-Fadl), divide el Estado de Mali en seis (6) regiones militares repartidas por todo el territorio nacional de este país:

– Región de Macina (Mopti), en el centro del país, liderada por Amadou Koufa (Fulani).

– Región de Emirato del Sahara (Tombuctú), oeste del país, liderada por Talha Al Libi (Abu Hind).

– La región de Aribanda, frontera entre Burkina Faso y Mali. Su líder es Abu Hamza Al-Chenguiti (mauritano, quien murió hace una semana en un ataque entre Kidal y Tombuctú).

– Región de Menaka, en el extremo oriental de Malí. Su líder es Faknan Ag Taki (de origen tuareg).

Región de Gao, al noreste de Malí, liderada por Hamza Tabencourt.

– Región de Kidal, la parte más septentrional del país, liderada por Sidan Ag Hita (Abou Outhmane Al Ansari).

Además; JNIM cuenta con dos unidades de apoyo logístico: Batallón Gourma y el Batallón Mima. La función de estas dos unidades de apoyo es proporcionar medios logísticos para todas las operaciones terroristas y gestionar el expediente de los rehenes, entre otras cosas.

Estas son las principales facciones yihadistas que operan en el Sahel bajo el paraguas de Al Qaeda dirigida por el argelino Abu Oubaida Yusef Al Annabi:

 Ansar Eddine, su base principal se encuentra en Kidal y se extiende hasta Tinzawaten, frontera con Argelia. Últimamente esa facción creó cuatro nuevas unidades militares ligeras.

– Macina, también llamada Frente de Liberación de Macina. Esta facción, la mayor de todas, está dirigida por Amadou Koufa. Ese grupo controla la región que se extiende desde el suroeste de Tombuctú hasta Burkina Faso y Guinea, pasando por la región de Mopti, en el centro de Malí.

– El batallón Khaled bin Al-Walid, conocido como Ansar Eddine del sur, dirigido por Suleiman Keita. Está presente desde el este de Bamako hasta la frontera con Burkina Faso.

– La brigada del sur del Río Níger, su líder es Al Mansour Ag Alghassam. Su zona de influencia se extiende desde el sur de Tombuctú hasta Mopti, en el centro de Malí.

Continúan los enfrentamientos entre ISIS en el Gran Sahara (Wilaya Sahel), Al-Qaeda y Boko Haram para ganar influencia en la región.

El alcance de las amenazas de los grupos extremistas

    La región fronteriza entre Níger, Burkina Faso y Mali es descrita como “el triángulo más peligroso”, donde las organizaciones terroristas son muy activas y desde esa región (Gourma-Liptako) lanzan sus ataques terroristas en los tres países.

Mapa de la región del triángulo Liptako-Gourma. | Foto: Agencias.

    Estas organizaciones han aumentado sus ataques, especialmente después del golpe militar en Níger en octubre de 2023. ISIS (Wilaya Sahel) se ha convertido en un actor importante en la región de las tres fronteras y comenzó a imponer su agenda y controlar grandes áreas en el noreste de Mali y el oeste de Burkina Faso. Este grupo liderado por Yusuf Ould Chouab, afincado en In Iraban, en Ménaka, amenaza a la región como el grupo más violento.

     Las actividades terroristas y los ataques por parte del ISIS (Wiyala Sahel) se registran en su mayoría en la ciudad de Menaka, Níger y las áreas bajo su influencia en Tillaberi (oeste de Níger). Su actividad ha comenzado a extenderse a los países del Atlántico, como Benin, Togo y Costa de Marfil. Los grupos vinculados a Al-Qaeda también se están extendiendo al África subsahariana, a países de África Occidental como Benin. La actividad extremista en Benin se concentra en el norte del país, donde los grupos afiliados a Al Qaeda intentan reclutar y atraer nuevos combatientes.

    Boko Haram surgió en 2014 tras el secuestro de 276 niñas en la ciudad de Chibok, al noreste de Nigeria. Sin embargo, este grupo nació en 2002 y estaba dirigido por Muhammad Youssef, un predicador salafista. Al principio, arremetió contra la corrupción y la desigualdad, flagelos que atribuyó directamente al colonialismo británico. Sin embargo, con el paso de los años, comenzó la lucha por imponer la “Sharia” islámica en Nigeria. Abubakar Shekau sucedió a Yusuf tras su muerte y con él comenzó la fase más sangrienta y violenta de la organización. “Disfruto matando a quien Dios me manda matar, como disfruto matando gallinas y carneros”, dijo en un vídeo publicado ennel año 2012, dos años antes del secuestro de 280 niñas que fue condenado por toda la comunidad internacional.

    Además de secuestrar a menores para adoctrinarlos y convertirlos en niños soldado o esclavos sexuales, Boko Haram ha llevado a cabo ataques y masacres en todo el país. Según Naciones Unidas, más de 35.000 personas fueron asesinadas por este grupo terrorista. Además, son responsables del 40% de los ataques terroristas en la región del Sahel. Estas masacres también provocaron el desplazamiento de un gran número de vecinos.

     En 2014, Boko Haram declaró un califato en el continente africano y un año después juró lealtad al ISIS. Sin embargo, en 2016, tras diferencias ideológicas y estratégicas, se produjo una escisión dentro de la organización terrorista que dio lugar al surgimiento de ISWAP (Estado Islámico en la Provincia de África Occidental).

¿Quién es Abou Houzeifa, el yihadista marroquí abatido por las fuerzas malienses en Ménaka, Malí?

El asesinato de Shekau dio a ISWAP la libertad de aumentar su influencia.

    Finalmente, después de años de disputas, Shekau fue asesinado en una emboscada el 19 mayo de 2021 por líderes de ISIS de Siria. El exlíder de Boko Haram fue demasiado violento, que ISIS lo acusó de “atacar indiscriminadamente a los creyentes”. La tarea de acabar con su vida fue confiada al ISWAP, dirigido por Abu Musaab al-Barnawi, hijo del fundador de Boko Haram, Muhammad Yusuf.

     El grupo de Al-Barnawi explotará el caos dentro del grupo rival para aumentar su influencia. ISWAP podría representar una amenaza mayor para las autoridades nigerianas, porque no causa tanto terror entre la población como Boko Haram. «Proporcionan cierto grado de ley y orden en el lago Chad, y los civiles van allí para hacer negocios o vivir debido a la presencia de recursos naturales como tierras agrícolas altamente productivas», opina Vincent Foucher, analista senior del Centro Francés de Estudios Científicos e Investigación.

    A diferencia de Boko Haram, que mató a quienes no se unieron a sus filas, ISWAP prefiere ganarse la confianza de los civiles y no ha participado en masacres ni saqueos a la escala de su rival. “La mayor parte del esfuerzo de ISWAP hasta la fecha ha sido crear un ecosistema donde ejerzan un fuerte control e influencia sobre la economía, la justicia, la educación y la seguridad.

 Los vínculos entre grupos terroristas y narcotráfico procedente de Marruecos.

     El tráfico de las drogas cultivada en Marruecos continúa prosperando en la región del Sahel gracias a los grupos terroristas y las bandas criminales que operan en esa región, advirtió la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en su informe de 2023 publicado en Niamey, Níger. Según ese informe, al que ha tenido acceso ECSAHARAUI  las cantidades de cocaína y resina de cannabis incautadas en la región del Sahel (Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad) aumentaron drásticamente el año pasado en comparación con las incautaciones producidas.

    Las incautaciones de cocaína en esa región (del Sahel) pasaron de 13 kilogramos por año entre 2015 y 2020, y de 35 kilogramos en 2021 a más de 16 toneladas en 2024, según el mismo informe. 

Pago de impuestos y otras tasas de protección a grupos terroristas

    El informe indica que el tráfico de drogas en la mayoría de los países del Sahel está organizado por «grupos criminales con fines de lucro».

    Estos grupos armados y terroristas, que se han unido a las redes tradicionales de traficantes, se financian mediante el pago de los impuestos y otras tasas a cambio de protección o paso seguro por las zonas que controlan. En el informe de la ONU sobre estupefacientes, los expertos del equipo de Mali indican que grupos armados con diferentes lealtades están involucrados en el transporte de cargamentos de drogas, entre ellos cocaína y resina de cannabis procedente de Marruecos, lo que demuestra que los mercados ilegales les proporcionan recursos financieros.

Este tráfico de drogas se ve agravado por los vínculos entre narcotraficantes y grupos terroristas presentes en el Sahel

   Además de la cocaína, la resina de cannabis marroquí sigue siendo «la droga más incautada en la región del Sahel», alcanzando las 42 toneladas en 2024, en lo que se considera un «récord» histórico, según el informe. Las mayores cantidades también se interceptaron en Mauritania, Malí, Burkina Faso y Níger. Según el informe recogido en el World Drug Report, afirma que los traficantes de estupefacientes pagan grandes sumas de dinero a los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda (AQMI/JNIM) y al Estado Islámico (ISGS-ISWAP – El-S) para proteger los envíos que cruzan el Sahel y luego a África subsahariana y Egipto. La importantísima producción de droga en Marruecos unida a las evidencias crecientes de la relación entre el mundo de los traficantes de drogas y el terrorismo, hacen necesario detenerse en el estudio de interés en gran medida prospectivo, de una relación fructífera entre delincuentes y de una progresiva convergencia entre ambos. Casi el 20% de la financiación de estos grupos terroristas proviene de la resina de cannabis procedente de Marruecos.

    Este tráfico de drogas se ve agravado por los vínculos entre narcotraficantes y grupos terroristas presentes en el Sahel, como Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Ansar Dine (Defensores de la Fe), ISIS-Sahel, Boko Haram (ISWAP) y el Movimiento del Estado Islámico (ISSW). Las armas, las drogas y el lavado de dinero se han convertido en un algo común entre todos estos grupos.

    En esta mezcla de géneros, los grupos terroristas como JNIM comprendieron muy rápidamente la ventaja financiera que podían obtener de él al acercarse a grupos criminales y otros traficantes de todas las tendencias, independientemente de sus puntos en común. De hecho, si bien las acciones violentas de JNIM se presentan bajo ideales religiosos, el grupo está mucho más interesado en la codicia a través de sus demandas de rescate y otras actividades paralelas como el crimen organizado y el contrabando. Como tal, según la Agencia de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA), el 60% de los grupos terroristas extranjeros están vinculados al narcotráfico.

Periodismo o propaganda: cuando la narrativa mediática entierra al pueblo saharaui

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Desde la plataforma «No te olvides del Sáhara Occidental» queremos expresar nuestra profunda preocupación y rechazo ante la publicación este domingo 8 de junio de artículos en La Vanguardia, firmados por Enric Juliana y Joaquín Vera, que bajo la apariencia de análisis geopolítico reproducen sin cuestionamiento alguno el discurso oficial marroquí y la narrativa del miedo, criminalizando indirectamente a la causa saharaui.

Por Carlos Cristóbal

     Madrid (ECS).- Una de las mayores tragedias del periodismo contemporáneo no es el error, sino la sumisión. Cuando quienes deberían fiscalizar el poder político y económico se convierten en sus altavoces, se produce una perversión peligrosa de la función informativa. Eso es, precisamente, lo que observamos en dos recientes artículos publicados en La Vanguardia, firmados por Enric Juliana y Joaquín Vera, donde la situación del Sáhara Occidental es utilizada, manipulada y distorsionada hasta encajar en una narrativa prefabricada al servicio de intereses estratégicos.

    Juliana, en su columna, construye un relato histórico que, si bien adorna con citas cultas y referencias internacionales, termina justificando la claudicación de España ante Marruecos. Nos habla del contexto internacional, de la presión estadounidense, de una supuesta estrategia diplomática que implicaría ceder en el Sáhara para asegurar otras victorias geopolíticas. Lo hace sin cuestionar en ningún momento el coste humano de esa decisión, sin mencionar las violaciones de derechos humanos en los territorios ocupados, sin nombrar la brutal represión de activistas saharauis, sin recordar que el pueblo saharaui sigue esperando un referéndum de autodeterminación que las Naciones Unidas reconocen pero que Marruecos bloquea sistemáticamente desde hace décadas.

Portada inoportuna de La Vanguardia | ECS.

    En su texto, la política exterior española aparece como víctima de una fatalidad inevitable, como si el abandono de principios fuera una virtud de madurez geopolítica. A eso lo llama «pragmatismo». Pero lo cierto es que ese pragmatismo es una forma elegante de justificar la traición a un pueblo que España, como potencia administradora, tiene el deber legal —y moral— de proteger.

   No es menor que Juliana describa la “regionalización” marroquí como si fuera una opción legítima avalada por Naciones Unidas, cuando en realidad, la ONU jamás ha reconocido la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Tampoco ha aprobado ninguna «regionalización» como solución. Presentar esa fórmula como una opción de consenso es una falsedad. Es, en el mejor de los casos, una aceptación de facto de una ocupación militar. En el peor, es complicidad.


Estos son los grupos terroristas que operan en el Sahel


     Pero si el texto de Juliana es intelectualmente deshonesto, el de Joaquín Vera incurre en una irresponsabilidad aún mayor: criminalizar a los refugiados saharauis en base a fuentes anónimas de inteligencia y vincularlos a la amenaza yihadista en el Sahel. La insinuación es grave: que jóvenes saharauis que pasaron su infancia en el programa Vacaciones en Paz —una iniciativa solidaria que permitió a miles de niños escapar momentáneamente del exilio y la pobreza extrema— hayan acabado en la cúpula del Estado Islámico. ¿Qué pruebas se presentan? Ninguna. ¿Qué contexto se ofrece? Ninguno. ¿Qué intención subyace? La de crear una asociación mental entre el refugiado saharaui y el terrorista islámico.

   Ese tipo de narrativa no es nueva. Responde a una estrategia bien conocida: deshumanizar al otro para justificar el abandono de sus derechos. Convertir al refugiado en sospechoso. Al pueblo oprimido, en amenaza. Y por supuesto, no falta la guinda del relato: Marruecos como baluarte de estabilidad en el norte de África, mientras Argelia y el Frente Polisario quedan asociados a la desestabilización, el oscurantismo o, directamente, el terrorismo. ¿No es esa precisamente la narrativa que Rabat promueve desde hace años para conseguir legitimidad internacional?

   Lo que más indigna es el uso de fuentes opacas, presuntas filtraciones de inteligencia y datos imposibles de verificar para construir un discurso de miedo. Las cifras que se manejan sobre presuntos yihadistas saharauis son mínimas, anecdóticas, y ni siquiera contrastadas. Pero eso no impide que sirvan para sembrar sospechas sobre toda una comunidad, para desviar la atención del drama humanitario de Tinduf o para alimentar políticas migratorias cada vez más represivas.

   Los artículos que aquí criticamos tienen un efecto concreto y peligroso: consolidan en la opinión pública la idea de que el Sáhara Occidental ya no importa, que su conflicto es secundario, y que quienes aún luchan por su independencia podrían terminar radicalizados si no aceptan su destino. Es el viejo argumento colonial envuelto en ropaje moderno: «rendíos o seréis terroristas».

Frente a esto, queremos recordar verdades básicas que los medios parecen haber olvidado:

– Que el Sáhara Occidental sigue siendo, según Naciones Unidas, un territorio no autónomo pendiente de descolonización.

– Que Marruecos es una potencia ocupante, no una administración legítima.
Que el derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro no ha prescrito ni ha sido sustituido por ninguna «autonomía regional».

– Que los campamentos de Tinduf no son semilleros de fanáticos, sino espacios de dignidad y resistencia.

– Y que, aunque algunos jóvenes saharauis puedan perder la esperanza, eso no es culpa de su pueblo, sino del abandono internacional que los condena al exilio perpetuo.

   Los medios de comunicación tienen una responsabilidad ética. Su función no es blanquear decisiones gubernamentales ni legitimar ocupaciones ilegales. Su deber es informar con rigor, dar voz a los silenciados, cuestionar las narrativas del poder, y evitar convertirse en engranajes de propaganda. Cuando no lo hacen, como ocurre en estos casos, no solo están faltando a su vocación profesional, también están contribuyendo a la perpetuación de una injusticia histórica.


NOTA: Carlos Cristóbal, presidente de la Plataforma «No Te Olvides del Sáhara Occidental (de la sociedad civil española). Se ha convertido en magazine visibles de noticias sobre el Sáhara Occidental.



El papel de las redes sociales en la promoción del terrorismo: una amenaza creciente para la seguridad de Europa

El negocio de las armas: Israel, España y Marruecos

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Por Ana Stella (@anaqtella)

Madrid (ECS).- En 2024, Israel alcanzó un máximo histórico en exportaciones de armas: 14.795 millones de dólares. En plena ofensiva sobre Gaza —donde han muerto más de 35.000 civiles, según organizaciones humanitarias—, Israel vendió armamento a 107 países, incluyendo a miembros de la Unión Europea y del mundo árabe. Entre sus clientes más activos están España y Marruecos.

    Pese a los llamados globales a cortar vínculos con su industria militar, más del 50% de las exportaciones israelíes se dirigieron a Europa. Es decir, mientras se condena la violencia públicamente, se financia la maquinaria detrás de ella.

    España ha sido particularmente contradictoria. Mientras Pedro Sánchez, presidente del gobierno, critica las acciones israelíes en Gaza en foros internacionales, su gobierno:

● Adjudicó más de 1.000 millones de euros en contratos con empresas israelíes como Rafael o Elbit Systems entre 2023 y 2024.

● Compró 168 misiles anticarro Spike LR2, fabricados por una filial de Rafael, por 237,5 millones de euros.

● Firmó un contrato por 576 millones de euros para desarrollar un sistema lanzacohetes SILAM, basado en tecnología israelí (Elbit), que luego anunció que rediseñaría «sin tecnología israelí»… solo tras la presión pública.

   Y ahora, tras décadas de ocupación y más de medio año de ofensiva brutal en Gaza, el Gobierno español ha anunciado que romperá progresivamente sus vínculos militares con Israel.

Los países que suministran armas a Marruecos y arsenal total del ejército marroquí. España a la cabeza

Demasiado oportuno.

   Pedro Sánchez dice defender la paz y los derechos humanos, pero sostiene económicamente al mismo complejo militar que bombardea Gaza. Una narrativa para el exterior, y otra para los contratos del Ministerio de Defensa.

Desde la firma de los Acuerdos de Abraham, Marruecos ha estrechado fuertemente sus lazos con Israel:

● Ha comprado drones Hermes 900, sistemas de vigilancia, y tecnologías cibernéticas.

● Adquirió satélites espía israelíes, claves en el control del territorio del Sáhara Occidental.

● En 2021, firmó un acuerdo de defensa que permite la cooperación directa entre sus fuerzas armadas y el Ministerio de Defensa de Israel.

● El rey Mohamed VI declara solidaridad con Palestina, pero rearma su régimen con la industria militar de Israel. A su pueblo le promete apoyo a los palestinos, pero en sus acuerdos comerciales sostiene a uno de los principales actores de su ocupación.

   España y Marruecos critican a Israel con discursos políticos y votos en Naciones Unidas, pero por detrás alimentan su industria militar con contratos multimillonarios.

   Israel, mientras perpetúa su ofensiva sobre Gaza, se enriquece con una demanda internacional de armas construidas sobre la ocupación, la vigilancia y el conflicto. Europa compra por «seguridad«, y países árabes compran por «intereses estratégicos».

El PSOE y el Sáhara Occidental

    Uno de los mayores actos de hipocresía política en la reciente historia española ha sido el giro del Gobierno del PSOE respecto al Sáhara Occidental. En 2022, Pedro Sánchez avaló públicamente el plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental, rompiendo con la posición tradicional de neutralidad activa de España. Este cambio se hizo sin consultar al Congreso ni a sus socios de gobierno.

   Supuso una cesión a las presiones diplomáticas de Rabat, justo cuando Marruecos estaba intensificando su rearme con tecnología israelí.

    Coincidió con nuevos acuerdos económicos y energéticos con Marruecos, además de pactos de control migratorio.

   El PSOE se declara defensor del derecho internacional y de la legalidad de las resoluciones de la ONU, pero apoya la ocupación marroquí del Sáhara Occidental a cambio de estabilidad diplomática y favores comerciales.

   Mientras tanto, Marruecos rearma su ejército con sistemas israelíes, perfeccionados en territorios ocupados como Gaza, para aplicar vigilancia, control y fuerza militar en otro territorio ocupado: el Sáhara Occidental.

  Pedro Sánchez ha «entregado» el Sáhara Occidental por estabilidad política y económica. Ha callado sobre la represión saharaui, mientras su gobierno alimenta las industrias que sostienen esa represión.

🖊️  Ana Stella en Telegram

El detalle que descolocó al régimen de Marruecos en relación al Sáhara Occidental

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Por Mahayub Sidina

    Madrid (ECS).- En una reunión del Consejo de Seguridad, a puerta cerrada el pasado 14 de abril, el Sr. Staffan De Mistura, Enviado Especial del Secretario General de ONU para el Sahara Occidental, presentó su informe conforme a la resolución 2756 (2024) adoptada el 31 de octubre de 2024.

   Independientemente del contenido del informe en su conjunto, hay un detalle, destacado por De Mistura, que, tal vez, pasó desapercibido para mucha gente.

   Refiriéndose a una reunión, con la sociedad civil en los campamentos de refugiados saharauis, el Sr. De Mistura reveló que fue muy impactado por el testimonio de una mujer, de edad mediana, que le contó: “he enterrado a mis abuelos y mas tarde a mis padres en éste lugar y no quiero que mis hijos hagan lo mismo conmigo”.

   La ventilación de éste simple detalle, profundamente humano, ha sido recibida por el Majzén y sus tentáculos mediáticos como una ducha fría. Han cargado toda su furia contra el señor De Mistura.

   Las tres frases, pronunciadas por la mujer, han hecho correr ríos de tinta en las redes sociales, han sido escrutadas, por toda clase de tertulianos, en los platós televisivos del Majzén y han movilizado a todo tipo de agentes mediáticos infeudados al aparato de seguridad marroquí.

    Toda la maquinaria propagandística, puesta en marcha, era para sofocar un grito real, sincero y genuinamente humano, que refleja el sentir de cada saharaui y su gran decepción ante la falta de compromiso, por parte de la comunidad internacional, para solucionar el último caso de descolonización en África. Es una mensaje, dirigido a la comunidad internacional, que la paciencia tiene sus límites y que la regla de dos pesos y dos medidas no es una opción.

   El celo desmesurado del majzén y sus tentáculos, en estos casos, suele tener el efecto inverso tal y como ocurrió, hace aproximadamente tres años, con la película Zanga Contact, del realizador franco-marroquí Ismael El Iraquí. Al parecer, en la banda sonora se ha colado, voluntaria o involuntariamente, un fragmento de una canción de la difunta cantante saharaui, Mariam Hasan. El contenido, de dicho fragmento, son también tres frases cortas: “no nos doblegaremos, no a la prosternación, no a la genuflexión”. Acto seguido, la proyección de la película fue prohibida en todas las salas de cine del país. Esta medida, tan drástica, suscitó la curiosidad del público quién recurrió a otras vías alternativas para verla.

    Las palabras pronunciadas por una mujer saharaui, victima de más de medio siglo de exilio, no son más que el reflejo, de una parte ínfima, de todo un océano de tragedias y sufrimientos comunes a todas las familias saharauis sin excepción. En las zonas ocupadas, el fenómeno es agravado, aún mas, por el silencio sepulcral y el bloqueo policiaco impuesto por el aparato represivo de ocupación marroquí.

   Cada miembro de una familia saharaui, tanto en el exilio como en las zonas ocupadas, arrastra consigo historias y vivencias, incluso, mucho más dolorosas y trágicas que lo contado por nuestra protagonista. Esta última, con su testimonio, ha descolocado a todos los estamentos del Majzén.

    Sería apreciable hacer un esfuerzo, suplementario, para documentar todas estas historias que forman parte de nuestra memoria colectiva ¿Es la mejor forma para que los jóvenes y las futuras generaciones sepan de donde venimos? Donde estamos? Y adonde vamos?

    El grado de resistencia, paciencia y, sobre todo, de generosidad del pueblo saharaui no merece caer en el olvido. Muchas personas anónimas son verdaderas protagonistas de historias reales desconocidas por el público.

Rusia – Ucrania ¿Hacia una guerra nuclear de baja intensidad?

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Por Germán Gorraiz López- Analista

   Madrid (ECS).- Trump estaba convencido de poder conseguir un Acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania tras afirmar que «comenzarán inmediatamente unas negociaciones para alcanzar un alto el fuego y más importante, para poner fin a la guerra».

   Sin embargo, Zelenski sería totalmente refractario a los postulados de Trump y busca desesperadamente una guerra total contra Rusia.

   Así, según CNN news, Trump no habría sido advertido por Zelenski del ataque con drones FPV a bases militares rusas de Siberia y del Ártico y cuyo objetivo sería la respuesta de Putin con ojivas nucleares tácticas, lo que sería el inicio de la III Guerra Mundial.

Los globalistas y la Doctrina Kennan 

   La Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo «Las fuentes del comportamiento soviético», publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y sus ideas principales se resumen en la cita «el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza».

     Los globalistas del Club de las Islas no aceptan un Acuerdo de Paz con Putin pues  Rusia es la ballena blanca que llevan años intentando atrapar», por lo que estarían presionando a los líderes europeos y al Pentágono para que la OTAN declare la guerra abierta a Rusia.

    Así, siguiendo la doctrina Kennan, la élite europea encabezada por Macron, Starmer, Merz y Von der Leyen estaría preparando una guerra nuclear de baja intensidad contra Rusia mediante el uso de armas nucleares «no estratégicas», también conocidas como «armas nucleares tácticas», según la Nuclear Threat Initiative (NTI) y de las cuales Rusia poseería cerca de 1.800 ojivas y la OTAN tendría desplegadas en Europa 250 ojivas.

    En este contexto, asistimos al sorpresivo ataque ucraniano a bases militares de Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur utilizando drones FPV, lo que se ha bautizado con el nombre «Spiderweb» o Operación telaraña». Dicha operación habría sido planificada durante más de un año y medio y habrían dañado a cerca de 40 aviones de reconocimiento según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).

¿Hacia una guerra nuclear de baja intensidad?

    La Operación Telaraña sería la trampa de la OTAN para que Putin responda utilizando bombarderos estratégicos Tu-95MS con misiles de crucero Kh-101/2 y ojivas nucleares tácticas sobre objetivos ucranianos y la OTAN pueda declarar una guerra nuclear de baja intensidad.

   Las ojivas tácticas se refieren a las diseñadas para usarse en un campo de batalla limitado, por ejemplo, para destruir una columna de tanques o un grupo de batalla de portaaviones si se usan en el mar, por lo que también son conocidas como de «bajo rendimiento».

    Sin embargo, según Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados), una simulación de la Universidad de Princeton de un conflicto entre Estados Unidos y Rusia que comienza con el uso de un arma nuclear táctica predice «una escalada rápida que dejaría más de 90 millones de muertos y heridos».

Marruecos, proxy de Francia e Israel, cada vez más aislado en África y en el Magreb

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Por Salim Djellab

     París (ECS).- La elección del Dr. Sidi Ould Tah como presidente del Banco Africano de Desarrollo (BAD), con más del 76 % de los votos a pesar de las presiones de Marruecos, marca un punto de inflexión: el rechazo a una diplomacia marroquí percibida como arrogante, neocolonial y alineada con intereses ajenos al continente. El revés es aún más amargo teniendo en cuenta que Rabat había apostado todo a esta elección para reafirmar su influencia regional. En vano.

   Marruecos paga hoy el precio de su decisión estratégica: la de convertirse en el proxy declarado de Francia e Israel en África. Una alianza contra natura para muchos pueblos africanos, en un momento en que Israel lleva a cabo un genocidio en Gaza, documentado por la ONU, la Corte Internacional de Justicia y múltiples ONG.

    Mientras decenas de miles de civiles palestinos, en su mayoría mujeres y niños, son masacrados bajo las bombas, el régimen marroquí no solo mantiene relaciones diplomáticas con Tel Aviv, sino que refuerza su cooperación en materia de seguridad, defensa y economía.

    Ningún régimen árabe ha sido tan cómplice, tan silencioso, tan servil ante una masacre de tal magnitud. Esta postura mancha la imagen de Marruecos en un continente donde el apoyo a Palestina es una constante histórica, basada en valores de lucha antiimperialista y solidaridad entre los pueblos.

    Paralelamente, África lanza señales claras: la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que Rabat intenta borrar del mapa diplomático, ha sido invitada a participar en el ejercicio militar regional North Africa Peace 3. Se trata de un reconocimiento estratégico de su legitimidad y de su papel en las dinámicas de seguridad del Magreb y el Sahel.

¿Por qué los decoloniales como el PIR callan sobre la colonización del Sáhara Occidental?

Rabat se encuentra ahora aislado en todos los frentes:

• Aislado en el Magreb, con relaciones rotas con Argelia, enfriadas con Mauritania y marcadas por la desconfianza con Túnez.

• Aislado en África, donde su alineamiento con Israel se percibe como una traición a las causas panafricanas.

• Aislado en la escena internacional, donde sus intentos de obstaculizar la justicia internacional (incluso en Europa) son cada vez más denunciados.

    Marruecos quiso jugar en la liga de las grandes potencias, pero al apostar por la dominación, la represión y el alineamiento colonial, ha perdido la batalla de la opinión. Una nueva África está surgiendo, soberana, solidaria y descolonial. Y ya no necesita un gendarme al servicio de Tel Aviv o de París.

La propaganda diplomática marroquí: el caso del Reino Unido y el Sáhara Occidental

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Por Ana Stella (@anaqtella)


    Madrid (ECS).- El reciente comunicado conjunto entre el Reino Unido y Marruecos, emitido el 1 de junio de 2025 en Rabat tras la quinta sesión de su Diálogo Estratégico, ha sido utilizado por Rabat para afirmar un supuesto “reconocimiento” británico de su soberanía sobre el Sáhara Occidental. Sin embargo, esta afirmación es falsa, políticamente interesada y jurídicamente insostenible. El comunicado no contiene ningún reconocimiento explícito —ni implícito— de soberanía. Es más: reafirma el marco de Naciones Unidas como único camino para una solución, incluyendo a todas las partes, es decir, también al Frente Polisario.

¿Qué dice realmente el comunicado?

El texto oficial firmado por el Reino Unido dice, literalmente:

«El Reino Unido […] considera la propuesta de autonomía de Marruecos, presentada en 2007, como la base más creíble, viable y pragmática para una resolución duradera del contencioso.»

«Ambos países […] reafirman su pleno apoyo a los esfuerzos del Enviado Personal del Secretario General de la ONU […] subrayando que la única solución viable y duradera será aquella que sea mutuamente aceptable para las partes pertinentes y que se alcance mediante el compromiso.»

«Para ese fin, el Reino Unido continuará actuando […] en línea con esta posición para apoyar la resolución del conflicto.»

   Este lenguaje no solo no reconoce la soberanía de Marruecos, sino que explícitamente mantiene el proceso bajo los auspicios de la ONU, que considera al Sáhara Occidental como un territorio no autónomo. La insistencia en una “solución mutuamente aceptable” implica obligatoriamente la participación del Frente Polisario.


Las «estrategias modernas» de la DIPLOMAFIA marroquí: menos diplomacia y más mafia cuando se trata del Sáhara Occidental


Reconocer soberanía: ¿quién puede hacerlo?

    Ni el Reino Unido ni ningún otro Estado pueden unilateralmente reconocer soberanía sobre un territorio disputado como si fueran árbitros del derecho internacional. Ese poder recae, como establece el derecho internacional, en los procesos multilaterales, especialmente en el marco de Naciones Unidas.

    Los países pueden apoyar planes, valorar propuestas o expresar simpatía política. Pero eso no es reconocimiento de soberanía, y menos aún cuando en el mismo comunicado se insiste en que el destino del territorio debe resolverse mediante negociación y bajo la autoridad de la ONU.

    La utilización propagandística que hace Marruecos de estos comunicados es, por tanto, una manipulación que desinforma a su propia opinión pública y busca presión internacional sin base legal.

¿Y Estados Unidos? Tampoco tiene poder para reconocer soberanía

    El caso más citado es el de EE.UU. En 2020, el entonces presidente Donald Trump «reconoció» la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental como parte de los Acuerdos de Abraham, a cambio de la normalización de relaciones entre Marruecos e Israel. Ese acto, sin precedentes, no tiene valor jurídico internacional, y fue una decisión política coyuntural que no pasó por el Consejo de Seguridad ni por ningún organismo multilateral.

    Actualmente, la administración Trump ha regresado a la presidencia, y es posible que esa posición se reafirme. Pero, como toda decisión política bilateral, está sujeta a los intereses geoestratégicos de momento. Bajo la administración del ex presidente Joe Biden, ese mismo reconocimiento fue silenciado, y la política estadounidense volvió a centrarse en “una solución realista dentro del proceso de la ONU”.

   Lo que queda claro es que ningún presidente estadounidense —ni ningún país— puede otorgar soberanía sobre un territorio cuya situación está pendiente de descolonización según Naciones Unidas. Todo depende del contexto político, de los acuerdos a los que se llegue, y de las alianzas temporales. Nada es permanente ni legalmente vinculante.

 España, Francia y otros: apoyo político, no legal

    La diplomacia marroquí también ha manipulado los comunicados de otros gobiernos para presentar apoyos como reconocimientos.

   España, en una carta de Pedro Sánchez de 2022, valoró el plan marroquí como “la base más seria, creíble y realista”. Nunca habló de reconocimiento.

    Francia, en múltiples ocasiones, ha mostrado «aprecio» por el plan de autonomía, pero sin salir del marco multilateral.

   Alemania, Países Bajos y otros han usado un lenguaje similar: valoran el plan, pero no legitiman una soberanía unilateral ni niegan el papel del Frente Polisario.

    En todos los casos, el mensaje común es claro: respaldo al proceso de la ONU y necesidad de una solución acordada por ambas partes. Todo lo demás son gestos diplomáticos, declaraciones simbólicas o concesiones a intereses estratégicos, como acuerdos comerciales, migratorios o de seguridad.


Desinformación como arma: respuesta a la campaña contra el Frente Polisario y el pueblo saharaui


La propaganda diplomática marroquí

    Lo que Marruecos vende como “reconocimientos” son, en realidad, formas de trueque diplomático: apoyo verbal a cambio de contratos, inversiones, silencio estratégico o normalización de relaciones. No hay soberanía reconocida ni legalmente validada. Sólo gestos interesados.

    La insistencia en presentar estos apoyos como “avances históricos” es una maniobra propagandística repetida. Pero lo cierto es que el estatus del Sáhara Occidental no ha cambiado: sigue siendo un territorio no autónomo, pendiente de descolonización y con un proceso político bloqueado desde hace años.

Diplomacia ≠ legalidad

    Apoyar el plan de autonomía marroquí no es reconocer la soberanía. Es una posición política que puede cambiar mañana mismo, dependiendo de quién gobierne en Londres, Washington, Madrid o París. La verdadera solución solo puede llegar a través de una negociación entre las partes, incluida la representación saharaui, y con el aval de las Naciones Unidas.

     Todo lo demás —comunicados, declaraciones, titulares y gestos— es puro teatro diplomático. El problema de fondo sigue sin resolverse.

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Mohamed Abdelaziz: El arquitecto de la dignidad saharaui

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A nueve años de su partida, su legado político y humano sigue marcando la lucha por la independencia del Sáhara Occidental

Por Ana Stella (@anaqtella)

    Madrid (ECS).– El 31 de mayo del año 2016, el pueblo saharaui perdió a uno de sus más grandes líderes: Mohamed Abdelaziz, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario durante cuatro décadas. Hoy, nueve años después de su muerte, su legado sigue siendo una fuente de inspiración para las nuevas generaciones que continúan la lucha por la autodeterminación del Sáhara Occidental, aún ocupado por Marruecos.

     Nacido en 1947 en la región de Smara, Abdelaziz se involucró desde joven en la resistencia anticolonial. Fue uno de los fundadores del Frente Polisario en 1973, y pronto se destacó como un líder militar clave en los primeros combates tras la invasión marroquí de 1975. En 1976, tras la muerte en combate del líder fundacional El Uali Mustafá Sayed, Abdelaziz fue elegido secretario general del movimiento y presidente de la RASD, cargo que ocuparía hasta su fallecimiento.

    Además de su papel institucional, Mohamed Abdelaziz fue un estratega militar que dirigió importantes operaciones en el norte del Sáhara Occidental y el sur de Marruecos. Bajo su conducción, el Ejército de Liberación Popular Saharaui se convirtió en una fuerza disciplinada y eficaz, cuyas tácticas se estudiaron en academias militares africanas e hispanoamericanas.

    Sin embargo, su mayor batalla fue en el terreno de la diplomacia internacional. Abdelaziz entendió desde temprano que la causa saharaui debía trascender el campo de batalla para instalarse con fuerza en los foros globales. Durante su liderazgo, más de 80 países reconocieron oficialmente a la RASD. Uno de sus logros más significativos fue lograr, en 1982, la admisión del Estado saharaui como miembro pleno de la Organización de la Unidad Africana (hoy Unión Africana), provocando la retirada de Marruecos del organismo durante décadas. Y convertirte en miembro fundador de la Unión Africana.

    Bajo condiciones extremadamente difíciles, Abdelaziz lideró la construcción de un Estado funcional en el exilio, con sede en los campamentos de refugiados saharauis, en el suroeste argelino. Allí se crearon instituciones políticas, un sistema educativo ejemplar, servicios de salud y un marco legal democrático. Impulsó la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, facilitando que las mujeres saharauis ocuparan cargos importantes en el gobierno y la sociedad civil, en una de las experiencias más avanzadas en el mundo árabe.

   Abdelaziz promovió la participación de los jóvenes en todos los niveles de la vida política y militar, con la firme convicción de que el futuro de la nación dependía del compromiso generacional y la continuidad institucional.

    Aunque lideró una guerrilla eficaz, Abdelaziz siempre apostó por la paz como vía estratégica, sin renunciar jamás al derecho a la independencia. En 1991, firmó un alto el fuego con Marruecos, auspiciado por la ONU, con la esperanza de un referéndum que nunca llegó. Consciente del estancamiento internacional, denunció sistemáticamente las tácticas dilatorias del régimen marroquí y la pasividad de la comunidad internacional.

    Fue también un defensor incansable de la lucha jurídica contra el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental. Impulsó causas ante tribunales europeos que culminaron en sentencias históricas del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, invalidando acuerdos comerciales entre Marruecos y la UE aplicados al territorio ocupado.

   Para Abdelaziz, los medios de comunicación y la cultura eran armas esenciales en la batalla por la verdad. Mantuvo un contacto constante con periodistas, intelectuales y líderes de opinión, convencido de que en ausencia de información, el rumor y la manipulación ocupaban el vacío. Impulsó festivales, producción literaria y audiovisual, y la preservación de la memoria colectiva del pueblo saharaui como parte de su resistencia.

    El pueblo saharaui lo recuerda como un dirigente austero, cercano, y con una visión clara del largo camino de la liberación. Rechazó cualquier solución que no incluyera el ejercicio pleno del derecho a la autodeterminación. “La independencia no se negocia”, solía decir con convicción.

   A nueve años de su partida, Mohamed Abdelaziz no es solo parte de la historia del Sáhara Occidental. Es símbolo de una lucha justa que, como él mismo creía, «no será en vano mientras haya un solo saharaui dispuesto a resistir».

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Julani, el yihadista que Marruecos convierte en diplomático anti-Polisario

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Por Ana Stella (@anaqtella)

    Madrid (ECS). – En una jugada digna de los mejores guionistas de ficción política, varios medios marroquíes han salido a celebrar a bombo y platillo el supuesto cierre de la oficina del Frente Polisario en Damasco. ¿La prueba? Una foto de la puerta cerrada de… una academia de idiomas. Sí, lo leyeron bien. No una embajada, ni una oficina diplomática. Un centro de formación en informática e inglés.


Portada de prensa de los medios de comunicación marroquíes sobre el supuesto cierre de oficinas del Polisario en Siria.

     El cartel lo deja claro: «S.C.L.I – Club de Estudiantes de Idiomas e Informática». Pero parece que a los medios marroquíes les da igual si en la puerta dice “clases de ICDL y contabilidad básica”, ellos ven conspiraciones «separatistas» donde hay cursos vespertinos de Excel.

    Lo más curioso es que no hay ni rastro de un comunicado oficial sirio, ni en la agencia estatal SANA, ni en ningún canal institucional. Todo el ruido proviene de fuentes marroquíes que se citan entre sí como en una reunión de vecinos contando rumores.

   Ahora bien, si Siria hubiera cerrado una oficina del Polisario —cosa que, insisto, hasta ahora nadie en Siria ha dicho— tampoco nos debemos sorprender.

   Estamos hablando del actual gobierno de transición liderado por Abu Mohammad al-Julani, sí, el mismo que hasta hace poco era jefe de Hayat Tahrir al-Sham, el reciclaje sirio de al-Qaeda, y con vínculos con ISIS. En ese contexto, ¿de verdad nos parece extraño que un gobierno con ADN yihadista cierre una oficina de la RASD, un movimiento laico, progresista y que ha denunciado el terrorismo en múltiples foros internacionales? Para Julani y compañía, tener a los saharauis por ahí hablando de autodeterminación y lucha antiterrorista es, sencillamente, mala prensa.


Portada de la agencia de noticias oficial de Marruecos (MAP) sobre el cierre de las oficinas del Polisario en Damasco.

    Así que, mientras en Rabat reparten medallas por haber derrotado a una academia de idiomas, el resto del mundo espera pruebas reales. Porque por ahora, lo único que se ha cerrado es la puerta de un centro de formación … probablemente porque ya era fin de semana.

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Daniel Noboa, los plátanos y Marruecos

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Por Ana Stella (@anaqtella)

     Madrid (ECS).- Daniel Noboa Azín es el actual presidente de Ecuador, empresario y político vinculado al influyente sector bananero del país. Hijo del magnate Álvaro Noboa, asumió la presidencia en 2023 y fue reelegido en 2025. Su gobierno se ha caracterizado por un enfoque empresarial en la política exterior y por diversas controversias relacionadas con el narcotráfico y los intereses comerciales de su entorno familiar.

    La familia Noboa ha sido históricamente una de las principales exportadoras de plátano del país, y Daniel Noboa estuvo directamente vinculado a la Corporación Noboa y a otras empresas afines. Durante su presidencia, surgieron polémicas por la incautación de cocaína en contenedores de plátano con destino a Italia y Croacia exportados por Noboa Trading, una empresa relacionada indirectamente con el mandatario. Aunque este ha negado cualquier participación directa, el asunto generó críticas por la falta de transparencia y posibles conflictos de intereses.

El Sáhara Occidental y los cambios de postura internacionales

Además, el sector bananero ha afrontado diversos desafíos internacionales:

    Rusia, uno de sus principales compradores, suspendió temporalmente las importaciones en 2024 tras detectar la llamada mosca jorobada. Aunque el veto se levantó posteriormente, el episodio reflejó tensiones diplomáticas vinculadas a la guerra en Ucrania.

    Argelia boicoteó las importaciones de plátano ecuatoriano en represalia por el apoyo de Ecuador a Marruecos respecto al Sáhara Occidental.

   China, pese a un nuevo acuerdo comercial, redujo sus compras de plátano ecuatoriano en 2024.

    También se produjeron descensos en las exportaciones hacia la Unión Europea y Oriente Medio, agravados por condiciones «climáticas adversas» y problemas logísticos como los retrasos en el canal de Panamá.

    En un giro significativo de su política exterior, el gobierno de Noboa retiró en octubre de 2024 el reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), rompiendo con el tradicional apoyo ecuatoriano al Frente Polisario y alineándose con la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. Esta decisión supuso un estrechamiento de relaciones con Marruecos.

Ecuador suspende sus relaciones diplomáticas con la República Saharaui

    Uno de los principales motivos económicos de este acercamiento fue el comercio del plátano. El gobierno ecuatoriano buscaba abrir el mercado marroquí como alternativa comercial. Se anunció la apertura de una embajada en Rabat y se firmaron acuerdos bilaterales en materia comercial, educativa y de seguridad.

    Como resultado directo de este giro diplomático, Marruecos ha incrementado sus importaciones de plátano ecuatoriano en más de un 30% en 2025. Este aumento se ha interpretado como una contraprestación comercial y geopolítica por parte de Rabat, en agradecimiento por el abandono del reconocimiento a la RASD y el distanciamiento de Ecuador respecto al Frente Polisario.

    Este cambio de postura también refleja una alineación estratégica con Estados Unidos e Israel, principales aliados de Marruecos en la región. Al respaldar la propuesta marroquí de autonomía, Ecuador busca favores diplomáticos, cooperación en materia de seguridad, acceso a inversiones y respaldo político internacional.

   Por lo tanto, Daniel Noboa ha utilizado su mandato para defender y ampliar los intereses del sector bananero ecuatoriano y de su familia, adaptando incluso la política exterior del país para asegurar mercados estratégicos como el marroquí. Esta actitud pragmática ha generado tanto nuevas alianzas diplomáticas como tensiones internacionales.

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