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01 noviembre 2025

La farsa de la “autonomía aprobada”: lo que la ONU realmente ha dicho sobre el Sáhara Occidental

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Por Ana Stella | Madrid 

1. Lo que el texto de la resolución dice — y lo que no

La resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) número 2797 (2025) no aprueba la autonomía. Renueva por un año el mandato de la MINURSO, la misión encargada de supervisar el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, hasta octubre de 2026.

El texto “reafirma su compromiso de ayudar a las partes a lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, conforme a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, que incluye el derecho de autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental”.

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Se invita a las partes a “negociar sin condiciones previas tomando como base la propuesta de autonomía de Marruecos”. Esta fórmula diplomática no supone aprobación alguna: sólo indica que la propuesta marroquí puede discutirse entre otras.

No hay ninguna frase que elimine el referéndum ni que reconozca la soberanía marroquí. Lo que se ha votado es una renovación técnica, con un lenguaje similar al de los últimos diecisiete años.

2. Historia del plan de autonomía y su repetición

Marruecos presentó su “plan de autonomía” en 2007. Desde entonces, todas las resoluciones lo mencionan con matices, comenzando por la S/RES/1754 (2007), que “toma nota de la propuesta marroquí, considerada seria y creíble”.

Esa mención no significa respaldo legal. Simplemente reconoce que existe una propuesta sobre la mesa. En la misma resolución, y en todas las posteriores, se reafirma el derecho a la autodeterminación.

Por tanto, que la ONU cite en 2025 la autonomía no es novedad: forma parte de una fórmula diplomática repetida cada año desde hace casi dos décadas.

3. Por qué 2025 es más favorable al pueblo saharaui — pero sólo relativamente

Por primera vez desde 2018, el texto incluye de forma explícita la palabra “autodeterminación”, y no sólo “libre determinación” o “solución política”.

Se amplía el mandato completo de la MINURSO por un año y se ordena una revisión estratégica a seis meses, lo que puede reabrir debates sobre la supervisión del alto el fuego y la vigilancia de los derechos humanos.

Esto refleja la presión de países como Rusia, Mozambique o Argelia, que insistieron en mantener viva la referencia al derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro.

Sin embargo, la mejora es limitada. El lenguaje de la ONU sigue siendo ambiguo y no compromete a celebrar un referéndum inmediato.

4. Por qué la idea de la “autonomía aprobada” es una falsedad

Llamar “autonomía aprobada” a lo votado es desinformación pura. El texto no otorga soberanía a Marruecos, no transforma el estatus del territorio y no impone la autonomía como único marco.

El CSNU no tiene poder para imponer una solución política unilateral. Su mandato consiste en mediar, no en reconocer anexiones. El pueblo saharaui sigue siendo el único titular legítimo del derecho a la autodeterminación, reconocido por la ONU desde 1963 y reafirmado por la Corte Internacional de Justicia en 1975.

La confusión proviene de que muchos medios y gobiernos no distinguen entre “mencionar” una propuesta y “aprobar” una solución.

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5. Votaciones, abstenciones y ausencias: la realidad detrás del voto

La resolución 2797 fue adoptada con 11 votos a favor, 3 abstenciones (Rusia, China y Pakistán) y la no participación de Argelia.

Rusia justificó su abstención señalando que el borrador “favorece una de las partes” y “diluye el principio de autodeterminación”.

China mantuvo su posición habitual de no alinearse con ningún bloque, recordando que “toda solución debe basarse en el consenso y en el derecho internacional”.

Pakistán, que históricamente ha apoyado los procesos de descolonización, consideró que el texto “no refleja con equilibrio las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui”.

Argelia, parte observadora esencial del proceso, no participó como protesta ante la redacción del texto, que considera sesgada hacia Rabat.

El borrador filtrado y las enmiendas

Días antes de la votación, se filtró un borrador estadounidense (S/2025/692, de 30 de octubre) con un lenguaje mucho más favorable a Marruecos: eliminaba la referencia directa a la “autodeterminación”, mantenía cuatro menciones explícitas al plan de autonomía como “solución más factible”, y omitía cualquier alusión al referéndum o al papel de Argelia.

Tras intensas negociaciones, el bloque de países críticos (Rusia, Mozambique, Argelia, Pakistán y China) forzó enmiendas que reintrodujeron la referencia al derecho de autodeterminación, sustituyeron “la única solución realista” por “una posible base de negociación” y suavizaron la exaltación del plan marroquí.

Por eso estos países, aunque mantuvieron abstenciones, consideraron el texto final “menos desequilibrado” que el borrador original. De no haberse modificado, Rusia había anunciado veto directo.

En años anteriores (2023, 2024) el patrón fue idéntico: Estados Unidos redacta un borrador inclinado hacia Rabat, los miembros del Consejo lo matizan, y el texto final conserva la ambigüedad habitual.

El problema es que muchos que hoy celebran o repiten titulares ni siquiera han leído las resoluciones previas. Si lo hicieran, verían que no hay novedad alguna: la ONU repite el mismo guion año tras año.

6. El papel vergonzoso de la prensa española y las celebraciones marroquíes

Medios como El País, EFE o La Vanguardia han publicado titulares que parecen dictados por el Ministerio de Exteriores marroquí: “La ONU avala el plan de autonomía de Marruecos”. Ni un solo periodista ha explicado que el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio pendiente de descolonización, y que España sigue siendo potencia administradora de iure, según las Naciones Unidas.

La prensa española actúa como amplificador del Majzén, repitiendo un lenguaje político que ignora el derecho internacional. Informa con entusiasmo sobre una “victoria diplomática marroquí” mientras oculta que la resolución no contiene ni una palabra de soberanía.

Y mientras tanto, en Rabat y en El Aaiún ocupado, Marruecos celebra con fuegos artificiales, desfiles y banderas algo que no ha ganado: una mención repetida que carece de efecto legal. Celebran humo. Banderas sobre papel mojado.

7. Lo que hay realmente

El Consejo de Seguridad no ha cambiado de postura desde 2007:

– La autonomía marroquí sigue siendo una propuesta, no una decisión.

– La autodeterminación saharaui sigue siendo un derecho inalienable.

– El referéndum sigue pendiente y la MINURSO continúa con su mandato.

El problema no es la resolución, sino la ignorancia general sobre lo que se ha votado. Cada año se aprueba lo mismo, pero la prensa lo vende como un giro histórico, y los marroquíes lo celebran como anexión consumada.

Nada cambia. El único hecho firme es que el pueblo saharaui sigue esperando que el derecho internacional se cumpla, mientras la ONU reitera, una vez más, la misma resolución con distinto número y el mundo finge que algo ha cambiado.

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