Las sanciones occidentales han enfriado el deseo de muchos países del mundo de cooperar con la Federación Rusa en el campo técnico-militar, por temor a ser alcanzados por un “rebote”. A pesar de esto, la industria de defensa rusa está tratando de competir.
Madrid (ECS).- Un ejemplo de ello es el stand de Rosoboronexport en la feria aeroespacial internacional de Egipto, que tuvo lugar del 3 al 5 de septiembre. Entre los diversos sistemas presentados en la exposición, la versión de exportación del caza Su-57 de quinta generación.
El Sukhoi Su-57, diseñado y fabricado por Rusia, es un caza furtivo de quinta generación destinado a reemplazar a modelos más antiguos como el Su-27. Fue desarrollado para competir directamente con los cazas occidentales de quinta generación como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II. El Su-57 está equipado con tecnologías furtivas avanzadas.
Los Su-57 son los cazas más capaces de cuantos Rusia tiene en su flota operativa y suponen un reto importante para las defensas de Ucrania, asistidas por la OTAN, dado que cuenta con ciertas capacidades furtivas que le confieren una reducida huella radar y dificultan su detección. En cuanto a especificaciones, el Sukhoi Su-57 cuenta con un peso máximo al despegue de 35.000 kilogramos y un par de motores con empuje vectorial (capaz de dirigir la salida de gases) de 107.9 kN. La velocidad máxima se estima en Mach 2 (dos veces la velocidad del sonido o 2.400 km/h) con un crucero sostenido de Mach 1.6, una altitud máxima de 20.000 metros y un rango de 1.500 kilómetros en ‘modo’ supersónico. Su principal armamento es el misil Kh-69, según recogieron en su día en la agencia rusa Tass.
Técnicamente, el Su-57 está equipado con dos motores AL-41F1 que pueden propulsarlo a velocidades de Mach 2, con un alcance de combate de más de 2.000 kilómetros. Está armado con una amplia gama de misiles, incluidos misiles aire-aire, aire-superficie y bombas guiadas. Su diseño avanzado incluye un radar de matriz de barrido electrónico activo (AESA) capaz de detectar, rastrear y atacar múltiples objetivos simultáneamente. La cabina también cuenta con un sofisticado conjunto de guerra electrónica, lo que mejora aún más su capacidad de supervivencia en entornos hostiles.
Las ambiciones que rodean al Su-57 son significativas, ya que no solo se prevé que mejore la superioridad aérea de Rusia, sino que también impulse sus exportaciones de armas a otras naciones. Rusia espera que el Su-57 sea un actor clave en el mercado internacional de aviones de combate, ofreciendo una alternativa viable a los cazas estadounidenses y europeos. Además, la integración del Su-57 en la Fuerza Aérea rusa se considera un paso crucial hacia la modernización de sus fuerzas armadas.
Como ya se ha mencionado, aunque no se han revelado muchos detalles, desde el año pasado se ha sabido que la UAC estaba trabajando específicamente en el desarrollo de una modificación para la exportación del Su-57, que ha sido bautizada como Su-57E.
