- La tensión sigue en aumento en el Sáhara Occidental y, aunque la vía diplomática se mantiene como una apuesta del Frente POLISARIO para lidiar con la situación, Marruecos continúa reforzando el muro militar con la acumulación de tropas cerca de la línea de separación.
Marruecos desplazó en los últimos meses tropas a los sectores norte, centro y sur del Sáhara Occidental. Fuentes sobre el terreno informan sobre la llegada a las inmediaciones del muro militar, que divide el Sáhara Occidental, de formaciones militares marroquíes desplazadas hacia Guelta-Zemmur, Auserd y Mahbes.
No se descarta un supuesto plan marroquí, que consiste en la salida de las tropas al este del muro; para atacar a las fuerzas del Ejército de Liberación Popular Saharaui (ELPS) posicionadas en los territorios liberados del Sáhara Occidental.
Marruecos desplaza y acantona más tropas en las inmediaciones del muro en el Sáhara Occidental
La ruptura del alto el fuego entre Marruecos y el Frente POLISARIO el 13 de noviembre de 2020, tras ataque marroquí contra civiles en la brecha ilegal de El Guerguerat, avivó el enfrentamiento armado entre las dos partes en el conflicto. El cese del alto el fuego firmado en 1991 bajo los auspicios de la ONU saltó por los aires tras la agresión marroquí en Noviembre de 2020.
Israel aumenta la cooperación militar y de defensa con Marruecos
Un alto funcionario del Frente POLISARIO, no obstante, reiteró que no necesariamente se plantea una nueva invasión por parte de Marruecos de los territorios liberados del Sáhara Occidental, y defendió que debido a los continuos ataques del Ejército Saharaui, el mando militar marroquí decidió sacar de sus trincheras a sus tropas para «mostrar músculo». Además, sostuvo que «la escalada de tensión obedece a las acciones hostiles que efectuó Marruecos en los últimos meses». No obstante, expertos europeos, afirmaron a este medio que no existen indicios de «ataque inminente» a los territorios liberados saharauis. En el Frente Polisario, por su parte, afirman que el Ejército Saharaui está preparado para cualquier eventualidad.
Acciones de Marruecos desestabilizan la región
Ante un aislamiento geopolítico cada vez más severo, Marruecos se ha convertido en la presa de su propia trampa en lo que concierne al Sáhara Occidental. Su gestión del conflicto desde que violó el alto el fuego y restalló la segunda etapa de la guerra en Noviembre de 2020 ha debilitado la posición de Rabat en la región y contribuido a su distanciamiento con sus socios tradicionales. Además, las tumultuosas relaciones que creó con el fin de imponer y normalizar su ocupación militar también contribuyeron a reforzar este aislamiento. Y el apoyo a sus tesis expansionistas de estados con poca proyección en la escena internacional lo aíslan aún más.
La política exterior adoptada por el régimen marroquí respecto al territorio que ocupa no ha hecho más que acentuar este aislamiento, una diplomacia a contracorriente caracterizada por una actitud irascible y hostil hacia muchos países que no pisotean el derecho internacional. Este enfoque ha llevado a un creciente antagonismo con estados vecinos clave como España, Argelia y Mauritania.
Las acusaciones de conspiración y desestabilización lanzadas contra estos países han empañado las relaciones de Argel y Madrid con ellos, y últimamente Mauritania. Además, esta política conflictiva no hace más que reforzar las percepciones negativas de Rabat en la escena internacional, limitando sus oportunidades de cooperación e inversión así como las de ser un socio fiable. Un deterioro de sus relaciones internacionales que tiene implicación directa en su capacidad de influencia política y diplomática en los diversos organismos internacionales.
Pese a todo, la nueva dirección en Estados Unidos intenta sacarlo del abismo e invitarle a reconsiderar su obcecación contra los saharauis y dejar de ser una amenaza para la estabilidad de una región precisamente estancada por su ocupación, especialmente a la luz de los actuales acontecimientos militares, lo que Rabat no consigue porque está liderado por un rey demasiado orgulloso. Señalado por espiar a España, Francia, Bélgica, Alemania y de sobornar en el Parlamento Europeo, Rabat tiene muy difícil volver a reconstruir las relaciones sólidas que antaño había disfrutado con una UE que hacía la vista gorda a sus desmanes en el territorio ocupado del Sáhara Occidental y lo colmaba de subvenciones millonarias para frenar la inmigración irregular.
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Nuestra campaña se centra en promover la justicia, la paz y los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Creemos firmemente en la importancia de comprender el origen y la complejidad de este conflicto para poder abordarlo de manera efectiva y trabajar hacia una solución que respete los derechos y la dignidad de todas las partes involucradas.