Como en el caso de Timor-Leste, el derecho internacional indica que la única manera de resolver este conflicto es realizar un referéndum libre supervisado por la ONU.
«Hasta la fecha, todos los pronunciamientos jurídicos internacionales coinciden: el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo, distinto y separado de Marruecos, pendiente de un proceso de descolonización inconcluso, y el pueblo saharaui tiene derecho a un ejercicio libre y justo de la autodeterminación, es decir, elegir democráticamente su futuro político», recuerdan, en una petición, 50 personalidades de la sociedad civil portuguesa.
Titulado “Que el pueblo saharaui elija su futuro», el texto fue publicado en apoyo a la 48ª Conferencia Europea de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO), que se celebra el viernes y el sábado en Lisboa.
En el 50 aniversario del pasado 25 de abril -y un año antes de celebrarse el 50 aniversario de la invasión del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, cuando España se disponía a declarar la independencia del territorio-, nombres notables como el de la exsecretaria de Estado de Portugal Ana Benavente, la experta en el Consejo de Europa Cristina Milagre, el historiador Manuel Loff, el constitucionalista Pedro Bacelar de Vasconcelos, la actriz Margarida Vila-Nova, la escritora Lídia Jorge, la artista Capicua o el músico Xullaji, destacaron «la responsabilidad que significa acoger a decenas de ciudadanos que en diversos países del mundo» mantienen viva esta causa «y así defienden la aplicación del Derecho Internacional basado en la coherencia y la justicia”.
El pasado 4 de octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) consideró que los acuerdos de pesca y agricultura firmados en 2019 entre la UE y Marruecos “violan la autodeterminación” del Sáhara Occidental, y da un plazo de 12 meses para anular estos acuerdos. El anuncio es considerado como una victoria del Frente Polisario, que representa a los saharauis en las organizaciones internacionales, aunque no es la primera sentencia de la justicia europea sobre el contencioso.
El fallo del mes pasado fue sólo el último del TJUE sobre los acuerdos comerciales firmados sin «respetar el requisito relativo al consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental». En la práctica, la UE ha respondido a las sucesivas decisiones de la Justicia europea a favor del Polisario con nuevos acuerdos que acaban teniendo la misma finalidad que los anteriores.
Los «pronunciamientos jurídicos» coinciden y se repiten, pero políticamente la posición de Marruecos ha ganado apoyos. En su primer mandato, Donald Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el territorio, consiguiendo así que Rabat, como contrapartida, estableciera relaciones oficiales con Israel (siguiendo a otros países árabes). Después, España, en 2022, y Francia, este año, consideraron el plan marroquí de autonomía para el Sáhara como una “base” seria para alcanzar una solución política.
Por otro lado, y con el pretexto de la decisión del TJUE, en octubre se creó en la Asamblea de Portugal (Parlamento) el Grupo Parlamentario de Amistad con el Sáhara Occidental, con miembros del PAN, Partido Socialista, Livre, Bloque de Izquierda y PCP.
Estos grupos parlamentarios destacan, que, como en el caso de Timor Oriental, el derecho internacional exige la celebración de un referéndum libre supervisado por la ONU como única manera de resolver este conflicto. Los organizadores de la EUCOCO esperan que el evento sirva para «reafirmar ante la comunidad internacional el derecho del pueblo saharaui a esta consulta.
La conferencia EUCOCO, que reunirá a activista por los derechos del Sáhara Occidental y expertos de todos los rincones del mundo e incluye una Conferencia Interparlamentaria y un Foro de Solidaridad de la Unión de Trabajadores Portugueses, tiene como objetivo reforzar la coordinación entre movimientos y «elaborar un plan de acción para 2025”.
Antecedentes históricos
En la década de 1970, cayeron tres dictaduras en el sur de Europa y comenzó la descolonización del imperio portugués. Pero España, potencia colonial en el Sáhara Occidental, con complicidad de Estados Unidos y Francia, lo repartió entre Marruecos y Mauritania, que, ilegalmente, invadieron y ocuparon el territorio. Exactamente el mismo año en que Indonesia invadió y ocupó Timor Oriental.
A día de hoy todos los pronunciamientos jurídicos internacionales coinciden: el Sahara Occidental es un territorio no autónomo, distinto y separado de Marruecos, pendiente un proceso de descolonización inacabado, y el pueblo saharaui tiene derecho a ejercer autodeterminación justa y libre, es decir, elegir democráticamente su futuro político. Así lo dice la Carta de las Naciones Unidas y las innumerables resoluciones aprobadas por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, la Corte Internacional de Justicia (1975), el Acta Constitutiva de la Unión Africana (2000), la Corte Africana de Derechos Humanos y Pueblos (2022) y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (1916, 1918, 1921 y 1924).
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Nuestra campaña se centra en promover la justicia, la paz y los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Creemos firmemente en la importancia de comprender el origen y la complejidad de este conflicto para poder abordarlo de manera efectiva y trabajar hacia una solución que respete los derechos y la dignidad de todas las partes involucradas.