En el ministerio de interior de España no mencionó su asistencia. El jefe policial marroquí al volver a su país, Marruecos, la reveló distribuyendo fotos suyas, una de ellas con el Rey, para intentar bloquear su imagen.
Contramutis
El poderoso jefe del aparato policial y el espionaje de Marruecos, Abdellatif Hammouchi, artífice del espionaje con Pegasus, ha sido recibido esta semana con alfombra roja y honores en Madrid en los actos del bicentenario de la Policía Nacional española, informa El Independiente.
Al acto central del bicentenario, que se celebro el pasado día 8 de mayo en el Palacio Real, estuvo presidido por los Reyes, Felipe VI y Letizia, y asistieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta del Congreso, Francina Armengol; la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero; los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska; de Exteriores, José Manuel Albares, y de Agricultura, Luis Planas, entre otros cargos.
También estuvieron representantes de delegaciones de muchos países, pero hasta ahora no se había publicado la presencia de Abdellatif Hammouchi, del que “solo su nombre provoca el espanto entre periodistas, disidentes y defensores de Derechos Humanos en Marruecos”, indica la información de El Independiente. Agrega que la prensa oficialista marroquí ha subrayado que Hammouchi, acompañado de altos cargos, ha sido el único responsable de seguridad del continente africano presenta en las celebraciones del ministerio del Interior español.
Ignacio Cembrero, su parte, publica en El Confidencial que Abdellatif Hammouchi, del que dice es más importante que el ministro de Interior marroquí y uno de los artífices del espionaje de Marruecos con Pegasus, fue invitado de honor de la Policía Nacional, pero el Ministerio de Grande-Marlaska ocultó su asistencia a la prensa.
Agrega que el jefe de los espías marroquíes desvelo su presencia en el acto de la Policía Nacional y que para mejorar su imagen difundió, al regresar a Rabat, sus fotos de Madrid, una con el rey Felipe VI. El jueves por la noche fue portada de buena parte de la prensa marroquí, mientras los bots de X propagaban la noticia.
Hammouchi, director general de la Seguridad del Territorio (DGST), encargada de la lucha antiterrorista, y director general de la Seguridad Nacional (DGSN), está en posesión de las dos más altas condecoraciones policiales españolas, como publicó Contramutis. La primera, la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, le fue impuesta en octubre de 2014, siendo ministro del Interior con el Gobierno del Partido Popular Jorge Fernández Díaz; la segunda, la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, se la otorgó Fernando Grande-Marlaska y fue acordada en el Consejo de Ministros del 20 de septiembre de 2019.
Investigación judicial en Francia
La primera condecoración le fue concedida al jefe de los servicios policiales marroquíes mientras en Francia se seguía contra él un procedimiento por denuncias por torturas al preso político saharaui Naama Asfari, casado con la ciudadana francesa Claude Mangin, y al ciudadano franco-marroquí Adil Lamtalsi, residente en Francia.
El 20 de febrero de 2014 Abdellatif Hammouchi se encontraba en París cuando agentes de la policía judicial francesa, enviados por un juez, se presentaron en la residencia del embajador de Marruecos para llevarle a declarar en relación con las denuncias por torturas a Naama Asfari y Adil Lamtalsi, presentadas por la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT) de Francia.
Hammouchi se negó a ir alegando que se encontraba en una residencia diplomática, un edificio con extraterritorialidad. A raíz de esto, la colaboración judicial entre Rabat y París estuvo congelada durante un año, pero al final “terminó cediendo Francia sin que hubiera lugar a dudas: en junio de 2015, la Asamblea Nacional aprobó un acuerdo de cooperación judicial por el que las denuncias interpuestas en Francia contra ciudadanos marroquíes acusados de cometer crímenes en Marruecos serán enviadas con prioridad a Marruecos, aunque las víctimas sean francesas”, según publicó entonces el corresponsal de El País en Rabat.
El preso político saharaui Naama Asfari fue detenido en noviembre de 2010 y condenado a 30 años de cárcel en base a confesiones firmadas bajo tortura por su participación en el campamento de protesta de Gdeim Izik, según la denuncia que se hizo entonces. Ha padecido acoso, tortura y periodos de aislamiento hasta el punto de que en diciembre de 2016 el Comité contra la tortura de la ONU estableció que Marruecos había torturado a Naama y pidió expresamente que no hubiera represalias contra él o contra su familia.
Sin embargo, la presión continuó tanto contra él como contra su familia y se impide a Claude Mangin entrar en Marruecos para visitar a su marido en la cárcel de Kenitra, a 1200 kilómetros de El Aaiún, por lo que en abril de 2018 estuvo un mes en huelga de hambre en el Ayuntamiento de Ivry-sur-Seine, donde vive, cerca de Paris.
La información de El Independiente señala que el invitado de honor de la Policía Nacional “es considerado el artífice del espionaje masivo marroquí con Pegasus, tanto dentro como fuera de las fronteras de Marruecos, y a un amplio número de víctimas, desde intelectuales y periodistas hasta altos mandatarios extranjeros de, entre otros países, Francia, España o Argelia”.
Durante su estancia en Madrid ha mantenido encuentros con los máximos responsables de la Seguridad del Estado y los órganos de comunicación oficialistas marroquíes aseguran que tanto la invitación como las reuniones muestran la sintonía entre ambos gobiernos y “los importantes resultados obtenidos en el ámbito de la cooperación en materia de seguridad entre Marruecos y España, especialmente en coordinación operativa y asistencia técnica para hacer frente a las amenazas terroristas y a las distintas formas de delincuencia organizada, en particular las redes de inmigración irregular, la trata de seres humanos y el tráfico de drogas, entre otros”.
Su visita a España coincide con la reapertura por parte de la Audiencia Nacional de la causa por el espionaje con el software israelí Pegasus a Pedro Sánchez y los ministros de Interior, Defensa y Agricultura, “con la sombra de Marruecos proyectándose sobre la investigación y a raíz de nuevas pesquisas aportadas por Francia”. “Marlaska y Robles comparten el mismo usuario de Pegasus que infectó el móvil de activistas saharauis y un disidente marroquí” precisa la información.
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