Madrid, 03/09/2018. – (El Confidencial Saharaui).
Opinión de Nayat Ahmed
Soy mujer saharaui, española, musulmana, racializada, y sobre todo feminista decolonial. Mi lucha no es solamente como mujer saharaui, sino también como feminista islámica.
En el Sahara Occidental todavía tenemos mucho miedo al feminismo como casi en todas partes del mundo, porque vivimos en un mundo machista y patriarcal. Pero como mujer Saharaui y musulmana conocedora de mi religión no entiendo el porqué tanto miedo al feminismo y a la emancipación de la mujer.
Porque gracias al Islam la mujer ha podido decidir por si misma, es un derecho que Alah le concedió y no el hombre. La mujer Saharaui durante 4 décadas a demostrado al mundo que es un ejemplo a seguir, yo la defino como mujer todoterreno.
Cualquier mujer Saharaui conocedora de su cultura y religión entiende perfectamente la diferencia entre ambas, cualquier mujer musulmana que haya profundizado en los estudios coránicos entiende que sus derechos no son respetados por motivos culturales y no religiosos. Cuando hablo del Islam me refiero a las traducciones correctas, no las misoginias ni las que van con objetivos más allá.
El Corán tiene muchas interpretaciones y no es casualidad que todos sus traductores e intérpretes sean de género masculino, muestra de interés del patriarcado presente en todas las culturas.
A veces se nos olvida que el Islam es paz, respeto y tolerancia, así que cuando no estamos de acuerdo con la ideología feminista en la que muchas mujeres nos basamos debemos aplicar la base de nuestra religión.