Por Ana Stella (@anaqtella)
Madrid (ECS).- En pleno escándalo internacional por la operación de inteligencia iraní que dejó al descubierto miles de documentos clasificados sobre el programa nuclear israelí —incluidos materiales que, según Teherán, demuestran la instrumentalización del OIEA por parte del Mossad—, la Unión Europea ha revelado que Marruecos ha recibido por primera vez la “conclusión ampliada” del OIEA, la mayor garantía de que su material nuclear se emplea exclusivamente con fines pacíficos. Sin embargo, el OIEA no ha emitido hasta ahora ninguna declaración pública oficial mencionando expresamente a Marruecos.
Esta “coincidencia” forma parte de una maniobra diplomática cuidadosamente articulada para lavar la imagen internacional de un régimen estrechamente alineado con Israel y Estados Unidos, que busca presentarse como actor estabilizador en el Magreb. El contraste es evidente: mientras Irán es objeto de presión, amenazas y sanciones, Marruecos —aliado de Occidente— recibe legitimación y silencio. Todo ello, sin que aún el OIEA haya confirmado o explicado públicamente los criterios técnicos de dicha evaluación.
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