La droga procedente de Marruecos golpea duro la región; una fuente de financiación para grupos yihadistas. Según la Agencia de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA), el 60% de los grupos terroristas están vinculados al narcotráfico.
Por Lehbib Abdelhay
Madrid (ECS).- Mauritania se ha caracterizado por ser un país estable en una región frágil. Sin embargo, desde el 20 de octubre de 2011, momento en el que presidente libio, Muamar El Gadafi, cayó derrocado por un golpe militar protagonizado por la OTAN, la estabilidad del país y en toda la región del Sahel empezó a venirse abajo. Esta situación permitió que los Tuaregs, pueblo de tradición nómada que habita en el despierto, y las tribus árabes de la región de Tombuctú-Taoudeni reclamasen parte de Mali como suyo; la región del Azawad. En este escenario han aparecido tres grupos terroristas en el país que persiguen la imposición de la Ley islámica.
«Durante todos estos años, la región estuvo principalmente devastada y afectada por el terrorismo, el tráfico y el contrabando de cannabis, principalmente cultivado en Marruecos»