Por Ana Stella
Madrid (ECS).- Una filtración de supuestos hackers ha revelado documentos notariales que confirman la compra de dos grandes complejos industriales en Beni Mellal por parte de Mohamed Raji, uno de los hombres más influyentes del aparato de inteligencia marroquí, en copropiedad con su socio Rachid Hassani.
La operación, valorada en 30 millones de dirhams (unos 3 millones de dólares), fue formalizada el 12 de diciembre de 2023 ante el notario Maître Reda Boulmane en Marrakech, y registrada oficialmente dos días después. Los bienes adquiridos —identificados en el Registro como Zona Industrial 12 y Zona Industrial 13— abarcan más de 3,4 hectáreas con naves, depósitos, viviendas de guardia, instalaciones eléctricas, pozos y zonas de servicio.
El pago se realizó mediante cheque bancario certificado y quedó consignado en la cuenta del notario hasta completar la inscripción registral. El documento también detalla la cancelación de hipotecas anteriores y el abono de 1,2 millones de dirhams en derechos fiscales.
La información difundida por los hackers no se limita a la escritura de compraventa. Los ficheros incluyen datos financieros y referencias internas que, según los filtradores, demostrarían un patrimonio difícil de justificar con el sueldo oficial de Raji. También apuntan a que sus operaciones inmobiliarias y empresariales estarían ligadas a redes internacionales de aprovisionamiento de tecnología de espionaje, contratos opacos y estructuras offshore.
La ausencia de investigaciones oficiales tras la publicación de estos documentos refuerza la imagen de impunidad estructural que rodea a las élites de la seguridad marroquí. Las filtraciones sostienen que el aparato de inteligencia, lejos de actuar exclusivamente en defensa del Estado, se ha convertido en un espacio donde confluyen intereses personales, corrupción y operaciones encubiertas sin supervisión judicial.
Los supuestos hackers advierten que este caso sería solo una pieza de un entramado mucho mayor, con ramificaciones en contratos internacionales, venta de información sensible y el uso de empresas pantalla en el extranjero.