back to top
10.4 C
Madrid
02 mayo 2025

Cuando Delafosse y Carole Delga traicionan los ideales de la izquierda al posar con la bandera marroquí en el Sáhara Occidental ocupado

SEGUIR LEYENDO

Por Salim Djellab (@salimdjellab)

Mientras que la izquierda francesa ha estado históricamente comprometida con el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, dos de sus figuras —Michaël Delafosse, alcalde socialista de Montpellier, y Carole Delga, presidenta socialista de la región de Occitania— acaban de traicionar ese legado. Al mostrar su apoyo a Marruecos, potencia ocupante del Sáhara Occidental, reniegan abiertamente de los valores fundadores de la izquierda: justicia, internacionalismo y anticolonialismo.
Un gesto tan simbólico como grave
   El pasado 24 de abril, Michaël Delafosse levantó públicamente la bandera marroquí en el territorio ocupado del Sáhara Occidental, un acto cargado de consecuencias políticas y morales. Este territorio, recordemos, está reconocido por las Naciones Unidas desde 1963 como “no autónomo” y, por tanto, en proceso de descolonización. Marruecos, que lo ocupa desde 1975, nunca ha obtenido el reconocimiento internacional de su soberanía sobre él.
   Por su parte, Carole Delga firmó un acuerdo económico con la región de Dajla, en flagrante violación del derecho internacional. Al pactar con las autoridades marroquíes, contribuye indirectamente al saqueo de los recursos naturales del Sáhara Occidental —fosfatos, pesca, energías renovables— sin el consentimiento del pueblo saharaui, como ha denunciado repetidamente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), especialmente en su sentencia del 4 de octubre de 2024.

El Partido Comunista alza la voz
   Ante esta deriva, la sección de Montpellier del Partido Comunista Francés (PCF) publicó un comunicado inequívoco: denuncia la declaración del alcalde y recuerda la ilegalidad de cualquier reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. El PCF local subraya que la resolución 690 del Consejo de Seguridad de la ONU exige la celebración de un referéndum de autodeterminación, sistemáticamente bloqueado por Rabat.
   Según el PCF, la posición de Michaël Delafosse “va en contra del derecho internacional” y de “la posición de la ONU, que no reconoce la legitimidad de Marruecos sobre este territorio”.
La voz de la razón dentro del propio Ayuntamiento
Eddine Ariztegui, teniente de alcalde de Montpellier, también se ha desmarcado de esta postura y ha recordado con claridad: «Debemos respetar el derecho a la autodeterminación previsto por la resolución 690 del Consejo de Seguridad de la ONU, y no apoyar una política de colonización en el Sáhara Occidental. El derecho y las instancias internacionales deben ser respetados». Una declaración lúcida y valiente que salva el honor institucional de la ciudad.
Una ocupación violenta e impune
   Desde la invasión marroquí, el Sáhara Occidental sufre una ocupación militar brutal: bombardeos con napalm y fósforo blanco, éxodo masivo hacia los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia), tortura, desapariciones forzadas y represión sistemática. Las mujeres saharauis, como Sultana Khaya, son víctimas de agresiones sexuales, documentadas por varios relatores especiales de la ONU.
El gran contraste moral
   Ironía del calendario: mientras Delafosse posaba con la bandera marroquí, en Francia tenía lugar la “Marcha por la libertad de los presos políticos saharauis”, organizada por Claude Mangin, esposa del activista saharaui Naâma Asfari, encarcelado en Marruecos desde 2010. Una Francia solidaria por un lado, cómplice del opresor por otro.
La izquierda francesa en peligro de traición
   Apoyar una ocupación colonial, aunque sea indirectamente, es traicionar los fundamentos del socialismo: el apoyo a los pueblos oprimidos, la justicia internacional, el respeto al derecho. Lo que han hecho Delafosse y Delga no es un error de comunicación, sino un acto político deliberado, una ruptura con la izquierda que defendemos.
Una lección desde España
   En España, la decisión de Pedro Sánchez de alinearse con Rabat ha generado una crisis profunda. En abril de 2025, las bases del PSOE publicaron un histórico comunicado denunciando ese giro y exigiendo el respeto al marco de la ONU. Podemos, Más País, Sumar, ERC, EH Bildu… toda la izquierda sin excepción se levantó contra esa deriva. Porque la izquierda auténtica no transige con los derechos de los pueblos.
   La causa saharaui es la prueba moral de nuestro tiempo. Delafosse y Delga han fallado esta prueba. Pero la izquierda francesa no está muerta. Vive en las luchas del PCF Montpellier, en voces como la de Eddine Ariztegui, en las resistencias que se organizan. Ser de izquierda hoy es negarse a ser cómplice de la ocupación. Es defender, una vez más, el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

¡Apoya al periodismo libre!

Su generosidad nos permite avanzar en nuestra misión y trabajar hacia un futuro mejor para todos. 

Nuestra campaña se centra en promover la justicia, la paz y los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Creemos firmemente en la importancia de comprender el origen y la complejidad de este conflicto para poder abordarlo de manera efectiva y trabajar hacia una solución que respete los derechos y la dignidad de todas las partes involucradas.

MÁS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS