El que fue «número dos» del servicio secreto exterior de Marruecos (DGED), huyó de Marruecos y se refugió en algún país europeo. El empeño de Marruecos en extraditarle le obligó a huir de Madrid. Su huida, reportada este domingo por el diario El Confidencial, nos recuerda un extenso análisis publicado por ECSaharaui hace poco tiempo sobre «La Gran Huida».
✍️ Ahmed Omar
En las últimas semanas, varios informes han salido a la luz sobre la desaparición de funcionarios marroquíes durante viajes oficiales al extranjero, lo que ha planteado numerosas preguntas sobre la estabilidad del régimen marroquí y el manejo de los fondos europeos destinados a ayudar al desarrollo del país. La desaparición de 34 inspectores anticorrupción enviados al Reino Unido para recibir formación, junto con la huida de funcionarios de sectores como la salud, el poder judicial y la seguridad interna, refleja una crisis en aumento dentro del gobierno de Marruecos.
Esta deserción masiva no es solo un signo de descontento personal, sino también de un fallo sistémico mucho más profundo: el mal uso de miles de millones de euros provenientes de los contribuyentes europeos, destinados a ayudar a Marruecos a controlar la migración, rehabilitar sus instituciones y desarrollar sectores clave como la salud y la educación. A pesar de la enorme cantidad de ayuda financiera, parece que gran parte de estos fondos se están canalizando hacia los bolsillos de Mohamed VI y su círculo íntimo, mientras que la pobreza y la marginación aumentan para la mayoría de los ciudadanos. Además, el deterioro de la salud del propio rey y los conflictos dentro de la familia real solo han exacerbado la fragilidad del régimen.
La huida de funcionarios marroquíes de alto rango genera preguntas sobre la estabilidad del régimen
Huida masiva de funcionarios
Los 34 inspectores anticorrupción que desaparecieron en el Reino Unido no son un caso aislado. Otros grupos de funcionarios han desaparecido en circunstancias similares mientras estaban en el extranjero:
● Delegados del sector de la salud se esfumaron durante una misión de formación en Italia.
● Funcionarios de seguridad y del Ministerio del Interior, que estaban en España para tareas especiales, también desaparecieron.
● Altos jueces, enviados a conferencias y estudios al extranjero, no regresaron.
● Incluso personal diplomático marroquí ha desertado de sus puestos durante misiones en el extranjero.
Este patrón de deserciones refleja más que una falta de compromiso; sugiere una profunda desilusión dentro de los propios sectores gubernamentales. Los funcionarios que deberían estar desempeñando un papel clave en la lucha contra la corrupción, la mejora de la salud pública y la representación internacional han perdido la fe en la capacidad del régimen para reformarse y avanzar.
La ayuda europea: ¿Un salvavidas mal usado?
Durante años, las naciones europeas, en particular la Unión Europea, han destinado miles de millones de euros en ayuda financiera a Marruecos. Esta ayuda tenía como objetivo fortalecer sus instituciones, mejorar los servicios públicos y gestionar la migración. Sin embargo, a pesar de esta gran inversión, la vida de los marroquíes promedio ha empeorado, con un aumento de la pobreza y un acceso limitado a servicios de salud y educación.
Gran parte de esta ayuda, según muchos analistas, parece estar siendo desviada hacia la familia real y sus allegados. El propio rey Mohamed VI y su círculo controlan una parte significativa de la economía marroquí, y la ayuda europea es vista cada vez más como un recurso que enriquece al régimen en lugar de beneficiar a la población. Este mal manejo de los fondos ha dejado sectores vitales, como la salud y la educación, crónicamente infrafinanciados, mientras la élite sigue acumulando riqueza.
La salud del rey y los conflictos familiares