El ministro de Asuntos Exteriores afirma que la libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia y que hay que defender a los profesionales de la información.
Seis periodistas saharauis sufren severas condenas en cárceles marroquíes, impuestas en juicios sin garantías ni pruebas.
Por Alfonso Lafarga
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, dice que hay que proteger a los profesionales del periodismo, pero no lo hace con los periodistas saharauis presos en cárceles marroquíes ni con el periodista español Ignacio Cembrero, perseguido por Marruecos.
El pasado 3 de mayo, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Albares escribió en X (twitter) que “la libertad de prensa es pilar fundamental de la democracia” y que “un periodismo ético y responsable es vital para la transparencia y la verdad en nuestras sociedades y que hoy, más que nunca, debemos promoverla y protegerla”. Y a renglón seguido aseveró: “También a sus profesionales”.
Actualmente hay en cárceles marroquíes seis periodistas saharauis, que cumplen severas condenas impuestas en juicios sin garantías ni pruebas, según han denunciado organismos de la ONU, organizaciones internacionales de Derechos Humanos y juristas presentes en las vistas. Son Abdalahi Lekhfauni, de Equipe Media, condenado a cadena perpetua; Hassan Dah, de RASD Tv y Radio, 25 años de cárcel; Mohamed Lamin Haddi, de RASD Tv y Radio, 25 años de pena; El Bachir Khada, deEM, 20 años de privación de libertad; Khatri Dadda, de Salwan Media, también 20 años, y Mahmud Khambir, de Smara News,10 años de prisión.
Por estos profesionales de la comunicación, que han luchado por romper el bloqueo informativo que impone el régimen de Mohamed VI en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, lo mismo que otros lo siguen haciendo desde la clandestinidad, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni el ministro de Exteriores han pronunciado ni una sola palabra para denunciar su situación, como tampoco lo han hecho por los demás presos políticos saharauis.
Esto a pesar del posicionamiento y constantes declaraciones del Gobierno en defensa de los Derechos Humanos, con los que afirma España está profundamente comprometida y “cuya protección y promoción constituye un eje prioritario” de la política exterior, para contribuir “a un mundo más libre, más justo y en paz”.
El periodismo en el Sáhara Occidental, un acto de heroísmo
Según un informe de la sección española de Reporteros Sin Fronteras sobre la libertad de prensa en el Sáhara Occidental, territorio que definió como “uno de los lugares más áridos del mundo para la información y el periodismo”, ejercer el periodismo en la excolonia española ocupada por Marruecos es “un acto de heroísmo” y a los periodistas les esperan “arrestos, detenciones arbitrarias, acosos a sus familias, calumnias, difamaciones, malos tratos, torturas, constantes entradas y salidas de la cárcel y sentencias tan abultadas, como injustas”.
La obligación de defender a los periodistas saharauis le fue recordada el pasado 6 de mayo al ministro Albares en la concentración que los lunes, desde hace tres años y dos meses, realiza el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS) ante la sede del Ministerio de Exteriores en la plaza de la Provincia de Madrid, para que España, potencia administradora del Sáhara Occidental, actúe por la libertad de los reclusos saharauis en cárceles marroquíes.
Solidarios con la causa saharaui mostraron las fotos de cinco de los seis periodistas que se encuentran en cárceles marroquíes, a más de 1000 kilómetros de sus familias, y que ante la represión que sufren la huelga de hambre es su única arma de denuncia.
La afirmación de Albares sobre la prensa originó numerosas críticas en X, como la del periodista Ignacio Cembrero (@icembrero), perseguido por el régimen marroquí: “La defensa de la libertad de prensa consiste, Sr. @jmalbares, en amparar a periodistas acosados por un gobierno extranjero (#Marruecos). Vd. no lo hace. Pidió a los eurodiputados del @PSOE que votaran en contra de una resolución que instaba a Rabat dejar de acosarme judicialmente”.
También se expresó el periodista Francisco Carrión (@fcarrionmolina): “Lo dice el ministro que solo concede entrevistas a medios `cómodos´ y que ha recibido quejas de los periodistas que cubren Exteriores por la falta de ruedas de prensa con preguntas o la escasez información que proporciona su gabinete de comunicación”.
Un periodista marroquí que padeció prisión y ahora vive exiliado en Barcelona, Ali Lmrabet (@Alilmrabet), opinó: “¿Nos toma el pelo? Pero si usted y los distintos gobiernos socialistas habéis sido incapaces de proteger a vuestros propios periodistas nacionales cuando eran y son aún perseguidos por autocracias extranjeras, como la de Marruecos. De los periodistas marroquíes, ni quiero hablar”
Y la delegada del Frente Polisario en Madrid, Jadiyetu El Mohtar, (@Jadiyetumohtar) recordó a Albares: “Si no me falla la memoria, su grupo parlamentario socialista votó en el Parlamento Europeo junto a la ultraderecha francesa en contra de condenar a Marruecos por encarcelar y perseguir a periodistas marroquíes y saharauis contrarios al régimen”.
La violación de los DDHH en el Sáhara Occidental no es motivo de denuncia para el presidente Pedro Sánchez, especialmente desde que hace ya más de dos años abandonó la histórica postura de España y pasó a apoyar la ocupación marroquí, lo que la periodista Victoria Prego, recientemente fallecida, tituló en un artículo “La segunda humillante y definitiva claudicación”.
La población saharaui que viven en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos padece persecución por reclamar su derecho a la autodeterminación y en las cárceles marroquíes los presos políticos saharauis sufren represión y falta de asistencia médica, según denuncian las organizaciones de Derechos Humanos. La siguiente es una relación de algunos hechos ocurridos en abril de 2024 en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y en cárceles marroquíes con los presos políticos saharauis realizada con información de medios saharauis y españoles.
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