La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajó este domingo 17 de marzo a El Cairo acompañada de los primeros ministros de Bélgica y Grecia, y de la jefa del Gobierno italiano, Georgia Meloni. Lograron firmar un acuerdo migratorio con Egipto, acuerdo que ha suscitado críticas.
Con este acuerdo, Egipto deberá frenar las salidas de inmigrantes palestinos de su territorio a cambio de donaciones, préstamos e inversiones europeas por valor de casi 8.000 millones de euros.
El país también tendrá que readmitir a sus nacionales en situación irregular en la Unión Europea. Se trata del mismo tipo de asociación que se concluyó el pasado mes de julio con Túnez y Mauritania.
De esta suma, unos 5.000 millones serán en préstamos, otros 1.800 en inversiones y proyectos bilaterales, además de 600 millones en subvenciones, de los cuales unos 200 se destinarán exclusivamente al «control de la migración», una de las principales preocupaciones de Europa.
«Reconocemos que la estabilidad y la prosperidad de Egipto es de importancia fundamental para la UE», ha dicho el primer ministro griego en una rueda de prensa desde El Cairo.
Por su parte, el canciller austríaco ha subrayado que este acuerdo es «un paso importante para la seguridad de Europa» y ha agradecido a Al Sisi «asegurarse de que no hay barcos de traficantes de migrantes irregulares que hayan salido de las costas egipcias desde 2016».
La primera ministra italiana ha destacado que este acuerdo es «muy preciado en el actual contexto» y crucial para «afrontar el reto de la migración, evitar los flujos irregulares y acabar con los traficantes».