Bruselas. – La Comisión Europea ha quedado contra las cuerdas tras un intenso debate en el Parlamento Europeo. El motivo: su intención de flexibilizar las normas de etiquetado para satisfacer a Marruecos, incluso a costa del derecho europeo, del derecho internacional y de la transparencia hacia los consumidores. La cuestión afecta directamente a los productos agrícolas procedentes del Sáhara Occidental ocupado.
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El debate tuvo lugar en una sesión extraordinaria de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRI). Allí, la Comisión trató de justificar su propuesta de modificar el Reglamento Delegado (UE) 2023/2429, sustituyendo la mención obligatoria “Sáhara Occidental” por supuestas “regiones de origen” marroquíes —“Laâyoune-Sakia El Hamra” y “Dakhla-Oued Eddahab”— en los productos exportados a la Unión Europea. Son denominaciones impuestas unilateralmente por Marruecos en un territorio que ocupa ilegalmente desde hace décadas.
La reacción de los eurodiputados fue inmediata y transversal: desde conservadores hasta ecologistas o la izquierda denunciaron que la iniciativa es jurídicamente indefendible, engañosa para los consumidores y equivalente a recompensar una ocupación ilegal. El próximo miércoles, el Pleno votará una objeción al reglamento delegado, respaldada entre otros por el Partido Popular Europeo (PPE), el mayor grupo de la Eurocámara.
Durante el debate, Brigitte Misonne, directora general adjunta de la DG AGRI, admitió abiertamente que la Comisión estaba forzando las reglas: “Hemos tenido que introducir una derogación a la norma general de indicar el país de origen”. Confesó también que la decisión no se basa en derecho europeo, sino en negociaciones políticas con Marruecos: “La opción de indicar un origen regional es fruto de conversaciones con Marruecos”. La respuesta del eurodiputado Herbert Dorfmann (Italia, PPE) fue tajante: “La Comisión Europea no puede negociar una sentencia del Tribunal con el Gobierno marroquí. Es una violación manifiesta del derecho”.
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