José Lev Álvarez Gámez, ex sargento de la Unidad Fantasma de élite del ejército israelí, escribió un artículo en el periódico de extrema derecha The Times of Israel cuestionando si el cambio de postura del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en apoyo a la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental se debía al temor de que Marruecos pudiera haber «espiado» su teléfono y ahora estuviera «negociando» con él al exponer su contenido, lo que podría afectar negativamente a su carrera política.
El presidente español lidera en Europa una campaña «sin precedentes» contra la guerra israelí contra en Gaza, en un momento en el que se encuentra engullido en escándalos de espionaje por la presión del régimen de Marruecos que «tiene información sensible sobre él». Es lo que asegura un artículo de The Times of Israel, un diario gratuito conservador israelí considerado muy cercano a Netanyahu. ¿Se transformó la política exterior española a causa del software espía, el secretismo y la política de supervivencia? Las preguntas sin respuesta en torno al espionaje a Pedro Sánchez, su giro radical en el Sáhara Occidental y su drástico cambio de postura contra Israel siguen proyectando una larga sombra sobre Madrid, prosigue el medio israelí.
Según ese rotativo conservador israelí, el espionaje al móvil de Sánchez con Pegasus podría explicar algunas de las decisiones más controvertidas de su mandato. En mayo de 2022, el ejecutivo español admitió que el teléfono de Sánchez había sido hackeado a mediados de 2021. El análisis forense confirmó que se extrajeron muchos datos del teléfono del presidente español. ¿Qué se robó, quién lo robó y con qué propósito sigue sin tener respuesta? Se pregunta el medio de comunicación israelí.
La investigación oficial no avanzó
Según The Times of Israel, España solicitó la cooperación de Israel —sede de NSO Group, desarrollador de Pegasus—, pero no Israel no cooperó. La investigación finalmente se archivó y luego se reabrió, solo para estancarse de nuevo. «Entre bastidores, expertos y analistas de seguridad señalaron a Marruecos, acusado desde hace tiempo de operar Pegasus contra adversarios y rivales. Rabat lo ha negado constantemente, pero las sospechas persisten», remarca José Lev Álvarez Gámez en su análisis.
La coincidencia con el caso Pegasus plantea posibilidades más sombrías
Lo innegable, agrega, es lo que sucedió después. A los pocos meses de la operación de escucha, Sánchez revirtió décadas de política exterior española. En marzo de 2022, el gobierno del PSOE respaldó formalmente el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, abandonando la neutralidad y provocando la ira de Argelia.
The Times of Israel sostiene además que es difícil pasar por alto el momento: un primer ministro hackeado en 2021, un giro político histórico en 2022. La lógica diplomática —presión migratoria, política energética y el precedente de Washington— es evidente.
La prensa hebrea afirma que si Marruecos efectivamente poseía datos comprometedores, el incentivo para presionar a Sánchez para que se alineara en el conflicto del Sáhara Occidental habría sido obvio. Para Sánchez, el cumplimiento habría evitado una crisis, y al mismo tiempo la exposición de lo que se extrajo de su dispositivo móvil.
Sánchez contra la ocupación de Israel en Palestina, pero con Marruecos en la del Sáhara Occidental
Las críticas de los medios israelíes es firme. El rotativo israelí pone en tela de juicio las contradicciones de Sánchez respecto a la ocupación. La postura de Sánchez hacia Israel y Palestina se endureció drásticamente. Para 2023, Pedro Sánchez se había convertido en el principal crítico europeo de la guerra israelí en Gaza. En mayo de 2024, reconoció el Estado de Palestina, lo que provocó la furia de Israel. Sin embargo, este perfil de política exterior, presentado como un deber moral, contrasta con la postura de Sánchez en el Sáhara Occidental.
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