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03 agosto 2025

El genocidio silenciado del Sáhara Occidental: crímenes documentados, justicia pendiente

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Por Ana Stella 

   Madrid (ECS).- Desde 1975, tras la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte del Reino de Marruecos, el pueblo saharaui ha sido víctima de una represión sistemática que abarca desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, bombardeos a población civil, torturas, exhumaciones clandestinas y violencia sexual como arma de guerra. A lo largo de las últimas décadas, diversas investigaciones han logrado reunir pruebas contundentes que exigen justicia, reparación y el reconocimiento pleno del derecho a la autodeterminación saharaui.

Crímenes sistemáticos y desapariciones forzadas

   Cientos de saharauis desaparecieron entre 1975 y la década de los noventa tras ser arrestados por fuerzas marroquíes. Muchos de ellos fueron detenidos sin cargos, encarcelados en centros secretos y torturados hasta morir o ejecutados sin juicio. Se estima que más de 400 casos de desaparición forzada han sido documentados con testimonios directos de familiares y supervivientes.

   Las víctimas fueron recluidas en cárceles clandestinas como Agdz, Kalaat Mgouna, Temara o Derb Moulay Cherif, donde padecieron formas extremas de violencia: golpes, asfixia con bolsas de plástico, suspensión, privación del sueño, insultos, amenazas y aislamiento absoluto. Algunos relatos describen a personas arrojadas vivas desde helicópteros o enterradas en fosas comunes en zonas como Smara, Amgala o Meheris.

   Estos crímenes presentan una clara estructura de cadena de mando, premeditación y carácter sistemático, que los sitúa en la categoría de crímenes de lesa humanidad.

El bombardeo de Um Dreiga: población civil como objetivo

   Uno de los episodios más atroces de la guerra tuvo lugar entre el 19 y 21 de febrero de 1976, cuando la aviación marroquí bombardeó la localidad saharaui de Um Dreiga. En ese momento, miles de civiles —principalmente mujeres, ancianos y niños— huían hacia el este para escapar de la invasión marroquí.

   El ataque se realizó con napalm y fósforo blanco, armamento prohibido por convenios internacionales. Los proyectiles impactaron sobre tiendas de campaña, refugios improvisados y un puesto médico de la Media Luna Roja Saharaui. Decenas de personas murieron calcinadas o con amputaciones, entre ellas la enfermera Chaia Ahmed Zein, embarazada, quien murió mientras atendía a heridos.

   Este bombardeo deliberado contra población civil desarmada representa un crimen de guerra, no solo por el armamento utilizado, sino por la naturaleza del objetivo: una caravana humanitaria que buscaba refugio.

Las fosas de Meheris: la prueba científica

   En 2013, tras años de búsqueda impulsada por familiares de desaparecidos, se realizaron las primeras exhumaciones científicas en el Sáhara Occidental. Dos fosas comunes fueron localizadas en la región de Meheris, en zona liberada, donde se recuperaron los restos de ocho saharauis ejecutados por el ejército marroquí en febrero de 1976.

    La investigación, con participación de expertos forenses internacionales, confirmó mediante análisis de ADN mitocondrial la identidad de las víctimas. Todos presentaban impactos de bala en cráneo y tórax, lo que demuestra que fueron asesinados a sangre fría tras ser detenidos.

   Este hallazgo es de enorme valor jurídico, ya que representa una prueba material directa de ejecuciones extrajudiciales cometidas durante la primera fase de la ocupación. Las familias, tras décadas de búsqueda, pudieron recuperar los restos de sus seres queridos y sepultarlos con dignidad.

La tortura sexual como herramienta de dominación

   A lo largo de más de cincuenta años, mujeres saharauis han sido violadas, golpeadas y humilladas en centros de detención marroquíes. El objetivo no era solo castigar, sino destruir la resistencia moral y social del pueblo saharaui.

   Se han documentado múltiples casos de violación colectiva, introducción de objetos en los genitales, desnudez forzada, abortos provocados por golpizas y manoseos constantes durante los interrogatorios. Algunas mujeres fueron violadas frente a otros presos o delante de sus hijos. Varias eran menores de edad en el momento de su detención.

   Las consecuencias han sido devastadoras: traumas profundos, depresión, ansiedad, sentimiento de vergüenza y aislamiento. A muchas de estas mujeres se les negó atención médica y se les forzó a guardar silencio bajo amenazas. La violencia sexual fue utilizada como mecanismo sistemático de represión política y de destrucción comunitaria.

Memoria, reparación y verdad

   La recopilación de testimonios, la exhumación de restos y la documentación forense constituyen pasos fundamentales para cualquier proceso de justicia y reparación. No se trata únicamente de reconocer el sufrimiento, sino de establecer la verdad histórica y activar los mecanismos legales que permitan el enjuiciamiento de los responsables.

   Estos crímenes no han prescrito.

    Se mantienen vigentes en la memoria de los pueblos y en la responsabilidad jurídica de España, potencia administradora del Sáhara Occidental según el derecho internacional. La impunidad prolongada es una herida abierta que solo la verdad y la justicia podrán cerrar.

   Marruecos niega todos los crímenes. España guarda silencio. Las organizaciones internacionales apenas han esbozado condenas tibias, sin seguimiento alguno. Sin embargo, los huesos encontrados en el desierto, los testimonios de los supervivientes y las cicatrices de quienes aún caminan con dignidad en los campamentos o en los territorios ocupados, exigen respuesta.

   Lo ocurrido en el Sáhara Occidental no es un conflicto olvidado: es un genocidio silenciado. Y cada día sin justicia es una victoria más para la impunidad.

Fuentes consultadas

Instituto Hegoa (2015), Saber al fin. Informe sobre las violaciones de derechos humanos cometidas contra el pueblo saharaui.

Instituto Hegoa (2015), Los otros vuelos de la muerte.

Instituto Hegoa – EAAF (2013), Meheris: la esperanza posible. Exhumaciones en fosas comunes del Sáhara Occidental.

Instituto Hegoa – AFAPREDESA (2017), El fuego escondido. Tortura y violencia sexual en las cárceles secretas del Sáhara Occidental ocupado.

Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA).

Testimonios forenses, fotografías, mapas y bases de datos de desaparecidos.

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