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22 noviembre 2024

La batalla diaria por el suministro hídrico en los campamentos saharauis

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  • La gestión del agua en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf es crucial para asegurar condiciones de vida adecuadas.

Por Héctor Santorum

Madrid (ECS).- El agua es una fuerza vital que impulsa el mundo, siendo comparada incluso con el oro líquido. En los últimos años, ha habido una extensa discusión sobre el reconocimiento del agua como un derecho humano fundamental. En este contexto, es destacado el concepto del mínimo vital: la cantidad esencial de agua necesaria para que una familia promedio pueda llevar a cabo sus actividades diarias, incluyendo higiene, alimentación y consumo.

En los campamentos de refugiados saharauis, el suministro de agua fluye, pero enfrenta dificultades, lo que suscita cuestionamientos sobre su gestión entre la población saharaui.

03.Hay escasez, y esto puede estar fuera del control de la autoridad, pero hay escasez.

02. Cada Daira cuenta con 12 días designados para llenar los tanques de agua a través de la HANAFÍA. Por ejemplo, en la Wilaya de Auserd, que comprende seis Dairas (Aguainit, Bir Ganduz, Miyak, Zug, La Guaira y Tachla), cada una tiene la oportunidad de acceder al agua a través de las hanafías cada doce días. Sin embargo, este programa rara vez se cumple como está previsto. En mi caso, vivo en Zug, donde la última vez que las hanafías estuvieron abiertas fue el 2 o 3 de octubre de 2023, y no se volvieron a abrir hasta ayer, 5 de marzo de 2024, lo que equivale a un intervalo de cinco meses.

Las centrales encargadas de distribuir el agua potable a través de las hanafías suelen enfrentar numerosos problemas que afectan su funcionamiento.

Además, las familias suelen poseer tanques de plástico de hasta 10 toneladas, lo que significa que algunos hogares pueden llevarse más agua del suministro, dejando a otras familias con una cantidad insuficiente o sin tiempo suficiente para llenar sus tanques. Las hanafías solo están abiertas para cada barrio durante un máximo de dos días, y a veces solo durante unas pocas horas.

05. La situación es muy difícil. En cuanto al agua, hay serios problemas en el suministro y reparto, pese a los programas y medidas implementadas. Aún persisten dificultades, ya que las cisternas no pueden cubrir toda la wilaya, además de que las tuberías a veces funcionan y a veces se rompen.

06. Este invierno en Auserd, el suministro de agua fue muy escaso.

07.El verdadero informe es el que refleja la problemática del agua desde el lugar, con las familias sedientas que no les llega ni una gota y tienen que comprarla y muchas veces no hay sólo la embotellada.

Mi familia tuvo que manifestarse en la calle para recibir agua, mientras alguna parte tiene de sobra. Hay agua pero hace falta una buena gestión que reparte por igual a todos. Las comisiones tienen que revisar sin avisar para encontrar los fallos.

Llave de paso cerrada (Smara)

Depósitos vacíos (Smara)

En 1994, unas intensas precipitaciones desencadenaron graves inundaciones que, debido a la carencia de sistemas adecuados de saneamiento, desataron una epidemia de cólera en El Aaiún. Esto condujo al cierre de los pozos familiares y a un cambio de enfoque que abarcó la excavación de pozos más profundos, la implementación de sistemas de cloración, el control bacteriológico y la instauración de un sistema de suministro mediante camiones.

Con el tiempo, la población refugiada experimentó un aumento significativo, y se hizo evidente que la solución del conflicto estaba estancada. A finales de la década de los 90, las autoridades saharauis y el ACNUR optaron por avanzar en la mejora del sistema, siempre manteniendo presente la necesidad de que cualquier infraestructura fuera móvil para poder trasladarla al Sahara Occidental una vez que se resolviera el conflicto.

02. los casos de Cólera que hubo en los 90. La gente hacía pozos para el cuarto de baño ( deposición y orina) y otro pozo para ingesta hídrica…. el agua de las deposiciones y la de beber se juntaban y hubo un brote gordo de cólera, con hospitales de campaña para aislamientos de los infectados. Yo me contagie y mi hermano también.

Antes de 2009, toda la población en los campos de refugiados recibía agua a través de camiones cisterna. Se establecían lo que se conocían como «paradas», donde las familias colocaban sus tanques de agua móviles y los camiones cisterna pasaban cada dos semanas para llenar estos tanques de forma gratuita. En caso de que el tanque se agotara antes del tiempo de carga estimado por la Wilaya, se requería el pago de 4 mil dinares argelinos, equivalente hoy en día a 1 euro o menos. Se tiene constancia de que este dinero no iba destinado a la Wilaya, sino al conductor del camión cisterna.

Cómo cualquier campo de refugiados existían serios problemas para conseguir una carga de agua, sobre todo en la época de más calor, ya que el gasto aumenta de forma notable.

En 2012, varias ONG y la ACNUR implementaron sistemas de distribución de agua en cada barrio de los campos de refugiados, conocidos como «HANAFÍA», los cuales constituyen el sistema actual de distribución de agua en estos lugares.

La HANAFÍA consiste en grifos de agua potable, cada uno de los cuales cubre las necesidades de seis jaimas o seis familias, sin tener en cuenta el tamaño específico de cada familia, sino únicamente la unidad familiar.

En 2014, esta crisis humanitaria alcanzó la máxima puntuación en la lista de crisis olvidadas elaborada por ECHO, obteniendo un 11/11, lo que la hace única en su gravedad.

Sin embargo, a pesar de su magnitud, carece de un Plan de Respuesta Estratégico (SRP) debido a la ausencia de OCHA en la región. En este contexto, la coordinación en los campamentos recae en el ACNUR, aunque también se cuenta con la colaboración del PMA y UNICEF.

Las lluvias torrenciales de 2015 causaron daños significativos en la infraestructura de agua, exacerbando aún más los problemas ya existentes. Desafortunadamente, desde entonces, aún persisten numerosos problemas sin resolver, lo que subraya la urgencia de abordar estas deficiencias de manera efectiva y oportuna.

En 2015, se destinaron desde AECID un total de 5.041.836 euros a acciones humanitarias. Cuatro organismos principales fueron los receptores de estos fondos de la Oficina de Acción Humanitaria (OAH) para la población refugiada saharaui. El principal beneficiario fue el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que continuó implementando su operación de suministro de canasta básica a través del PRRO 200301 (Operación de Ayuda y Recuperación Prolongada).

Ese mismo año, se llevó a cabo el primer ejercicio de planificación conjunta en materia humanitaria en el marco del Convenio entre la Agencia Española de Cooperación Internacional y diversas Comunidades Autónomas. Este convenio facilitó la financiación de proyectos dirigidos por el PMA.

Además, se brindó apoyo a la Media Luna Roja Argelina para la distribución de productos frescos, y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para respaldar un proyecto de rehabilitación de alojamientos familiares afectados por las inundaciones ocurridas en octubre, así como otro proyecto en el sector de la salud.

El artículo continúa después…

Hay tres problemas fundamentales que enfrentamos actualmente. En primer lugar, existe un desafío en la gestión y disponibilidad de recursos. La flota de cisternas está mayormente compuesta por vehículos viejos, lo que resulta en pérdida de tiempo y recursos al tener que repararlos con frecuencia en lugar de considerar la adquisición de nuevos. Esta última opción se presenta como una alternativa necesaria.

02. Escasez de CAMIONES CISTERNAS. Lista de espera de hasta 48 horas para poder cargar mediante camión cisterna. Te apuntan en una lista y a rezar a que te echen cuenta.

Camiones cisterna para distribución del agua y la sonda de extracción de agua donde cargan

El segundo problema se relaciona con la distribución del agua. El aumento de la población en los campamentos ha generado una mayor demanda, lo que dificulta el abastecimiento. Sin embargo, otro aspecto preocupante es la falta de control en los depósitos. Existe una disparidad evidente en el acceso al agua según el poder adquisitivo, lo que subraya la necesidad de abordar este tema de manera equitativa y justa.

01.Smara “Una familia que tiene un depósito de 14 tn, son 4 personas. Algunos familiares han emigrado y han hecho dinero, lo que ha producido que puedan comprar un mejor depósito. Al lado hay otra familia con 14 miembros, poseen un depósito de 6 tn. El camión llega y llena ambos depósitos.

Este caso ejemplifica las disparidades económicas en el acceso al agua, donde aquellos con mayores recursos tienen un acceso más fácil y fiable, mientras que otros enfrentan dificultades significativas para obtener agua potable.

Además, la falta de un adecuado estudio previo en los proyectos se evidencia claramente en la escasa planificación del suministro de agua. Esto resalta la necesidad urgente de implementar una planificación más exhaustiva y centrada en las necesidades reales de la población, garantizando así un acceso equitativo y sostenible al agua para todos.

01.La instalación de un único grifo por núcleo familiar, junto con mangueras de 100 metros, resulta insuficiente, lo que conduce a un limitado alcance de abastecimiento y a una presión inadecuada en el sistema. Es cierto que se ha vuelto más común el uso de climatizadoras de agua, especialmente durante el verano. Por lo general, cada vez que se utiliza una climatizadora de agua, se emplean alrededor de 60 litros de agua por uso.

02.Nadie muere de sed, pero hay serios dificultades para poder acceder al agua y es entendible tratándose de un campo de refugiados en el que la población aumenta de forma considerable y el número de bodas es casi a diario, eso supone más jaimas y más casas y mayor exigencia de agua.

04.Hay familias que se están quedando sin agua estos días. Los camiones solo proporcionan 5 toneladas. Si quieres, hay agua disponible para comprar (03/03/2024) Auserd

En promedio, una climatizadora de agua doméstica puede consumir entre 2 y 10 litros de agua por hora de funcionamiento, dependiendo del tamaño de la unidad, la velocidad del ventilador y las condiciones ambientales.

Además de los problemas de gestión, distribución y diferenciación económica en el acceso al agua, también nos enfrentamos a desafíos financieros significativos.

Otro aspecto crucial a abordar es el estado de los depósitos de agua. Desde 2015, se han llevado a cabo tres campañas de renovación de depósitos, auspiciadas por diferentes entidades. Estas iniciativas han abarcado desde la instalación de depósitos de cemento hasta la distribución de cisternas de plástico en cada daira, adquiridas de Argel. Sin embargo, muchos de estos depósitos presentan problemas debido a la exposición prolongada al sol, contaminación ambiental por desechos como orines o basura, y en algunos casos, la presencia de depósitos de hierro también plantea preocupaciones adicionales, ya que el metal que se oxida.

01.Se han hecho cambios de depósitos, pero la población no tira un depósito aunque este medio roto. Ese depósito se queda y el camión lo llenará hasta el borde. Se acumulan depósitos para conseguir la mayor cantidad de agua posible.

02. Los tanques de plástico, más económicos y accesibles para la población, son comunes en la mayoría de los hogares. Muchas familias poseen dos o más de estos tanques para almacenar agua. Algunas familias los utilizan solo para la ducha y la limpieza del hogar, mientras que otras los emplean también para el consumo humano.

A pesar de las charlas impartidas por ONGs sobre los riesgos a largo plazo del consumo de agua almacenada en plásticos de baja calidad, la efectividad de estas iniciativas es limitada. La gente continúa utilizando estos tanques sin que haya una ley por parte de las autoridades de las Wilayas que restrinja su uso o exija su retirada debido a los peligros que conllevan.

Depósitos de agua en Auserd

Es evidente que se requiere una acción inmediata y coordinada para abordar estos desafíos y garantizar un suministro de agua seguro y confiable para todas las comunidades afectadas. Esto implica no solo una inversión financiera adecuada, sino también una gestión y mantenimiento efectivos de las infraestructuras existentes.

Actualmente, el abastecimiento de agua potable se basa en pozos profundos situados en el entorno de los campamentos. El agua se extrae mediante bombas sumergibles y se conduce hasta depósitos metálicos de regulación de 240 metros cúbicos de capacidad. El agua bruta almacenada es tratada en función de su calidad. El sistema de abastecimiento se divide en 3 zonas autónomas, cada una con diferente problemática:

• La Zona 1, que comprende las wilayas de El Aaiun y Ausserd, se abastece de 7 pozos profundos situados al norte del Aaiun. Estos pozos se alimentan de un acuífero detrítico terciario y son de productividad moderada. La calidad microbiológica del agua es buena. Se trata de un agua salina, con una conductividad eléctrica de 2200 microS/cm, y que contiene concentraciones de flúor y nitrato por encima del límite máximo de referencia establecido por la Organización Mundial de la Salud (WHO, 2011) y la normativa argelina (Argelia, 2011). Desde el año 2014 funciona una planta de ósmosis que suministra agua tratada de manera alternativa al Aaiun y Ausserd. Los periodos de alternancia son de unos 20 días.

• La Zona 2 cuenta con 2 pozos en las cercanías de la wilaya de Bojador para el abastecimiento de las wilayas de Smara, Bojador y el centro institucional de Rabuni .Los pozos, más productivos que en la Zona 1, se alimentan de un acuífero kárstico del Carbonífero que contiene agua de muy elevada conductividad eléctrica (~ 4000 mS/cm) y, al igual que en la Zona 1, con concentraciones de nitratos y flúor que superan los límites establecidos por la normativa. El agua bruta es tratada mediante una planta de ósmosis inversa desde el año 2006.

• La Zona 3, que corresponde a la wilaya de Dajla y está situada a 120 km de Rabouni, cuenta con 2 pozos profundos que se alimentan de un acuífero formado por areniscas del Devónico. La calidad fisicoquímica y bacteriológica es buena, por lo que no ha sido necesario la instalación de tratamiento.

En las tres zonas funcionan sistemas de cloración previos a la distribución. Las aguas tratadas se transportan y distribuyen mediante una red que conecta las captaciones y las zonas de consumo, que en algunos lugares se encuentran a 25 km de distancia.

Central general para potabilización del agua y distribución

El abastecimiento a los hogares se lleva a cabo a través de grifos comunitarios provistos de dos salidas. A una de las salidas se conecta una manguera flexible de ~150 m que permite llenar cisternas familiares de 1 a 2 metros cúbicos.

A la otra salida se conecta un pequeño tubo flexible para llenar garrafas de 20 L. A pesar de que existen más de 450 grifos, la cobertura de la red en baja presión no es completa en todas las wilayas, alcanzando el 50% de la población total. El resto de la población se abastece mediante camiones cisterna que se alimentan en una serie de puntos de la red denominados jirafas.

En Dajla, se identifican dos acuíferos, uno de los cuales se encuentra a una profundidad de entre 80 y 200 centímetros en ciertas áreas, aunque lamentablemente está contaminado. Por otro lado, el segundo acuífero, por el momento, se encuentra libre de contaminación, pero existe el riesgo de que se contamine en el futuro.

Se llevó a cabo una campaña informativa sobre la contaminación del acuífero.

Además, cabe destacar que Dajla cuenta con el sistema de distribución de agua más eficiente entre los campamentos.

En El Aaiún, el suministro de agua se realiza a través de cisternas, ya que no cuenta con un sistema de tuberías establecido.

En cuanto a Smara, se ha llevado a cabo un proyecto de pozo cerca del control hacia Auserd, aunque el estado actual del proyecto no está claro en este momento.

Es importante recalcar que ni Smara, ni Bojador, ni Auserd tienen pozos. Su agua proviene en el caso de Smara y Bojador, de Dajla. En el caso de Auserd, de El Aaiún.

El sistema de filtrado funciona mediante un proceso de ósmosis inversa, donde el agua cruda se somete a dicho proceso. Sin embargo, este método conlleva una pérdida considerable de agua, aproximadamente 30 toneladas de un total de 100 toneladas. Aunque la ósmosis inversa es generalmente eficiente, no es perfecta, lo que implica que se pierde una cierta cantidad de agua durante el proceso.

Además, es importante considerar que la ósmosis inversa conlleva costos asociados, lo que se relaciona directamente con los desafíos de financiamiento que pueden surgir en la implementación y mantenimiento de este tipo de sistemas.

El agua osmotizada es aquella que ha pasado por un proceso de ósmosis inversa, que implica la eliminación de impurezas y minerales disueltos mediante la aplicación de presión para forzar el paso del agua a través de una membrana semipermeable. Este proceso resulta en un agua más pura y limpia, libre de contaminantes y minerales no deseados.

En Smara, Bojador y Rabuni, se dispone de agua osmotizada.

Las consecuencias de consumir agua no osmotizada o “agua bruta” pueden variar dependiendo de la calidad del agua que se consume en su lugar. Aquí hay algunas posibles consecuencias:

Consumo de contaminantes: El agua que no ha sido purificada mediante ósmosis inversa puede contener diversos contaminantes, como bacterias, virus, metales pesados, pesticidas, productos químicos industriales, entre otros. El consumo regular de agua contaminada puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y problemas de salud a largo plazo.

Presencia de minerales no deseados: El agua no osmotizada puede contener altos niveles de minerales como calcio, magnesio, hierro y otros elementos. Si bien estos minerales son esenciales para la salud en cantidades adecuadas, el consumo excesivo de ciertos minerales puede tener efectos negativos, como la formación de cálculos renales y problemas digestivos.

Sabor y olor desagradables: El agua que no ha sido tratada mediante ósmosis inversa puede tener un sabor y olor desagradables debido a la presencia de contaminantes y minerales disueltos.

En El Aaiún, en uno de los lugares, hay disponibilidad de pozos a una profundidad de 5 metros, pero este agua no está osmotizada. La razón detrás de esto es la insuficiente cantidad de agua para llevar a cabo el proceso de ósmosis inversa.

En Auserd, el agua proviene de El Aaiún y, por lo tanto, es agua no osmotizada.

Clasificar los riesgos en el PSA-CRS implica evaluar la probabilidad y gravedad de eventos. Por ejemplo, la interrupción del suministro por un fallo eléctrico se considera probable y muy grave, clasificándose como un riesgo de 10. Otro caso es la contaminación del agua por desperdicios de animales cerca de captaciones, poco probable pero con consecuencias muy graves, con una clasificación de riesgo de 5. Estos ejemplos ilustran cómo se valora el riesgo en el sistema de agua.

También se nota una variación en la distribución según los meses y las zonas.

Las pérdidas por fugas constituyen aproximadamente entre un 3% y un 6% del total de la producción de agua. Las dotaciones de servicios representan entre un 6% y un 8% de la producción, mientras que las necesidades de la cabaña ganadera oscilan entre un 5% y un 10%. Por otro lado, las necesidades para la fabricación de ladrillos se sitúan entre un 5% y un 12%. En consecuencia, se estima que entre un 19% y un 33% del volumen total de agua suministrada no llega a las familias debido a pérdidas en la red y al agua destinada a otros usos mencionados.

El trabajo de mantenimiento relacionado con la aplicación de los protocolos se centraliza en la Oficina de Mantenimiento y Logística (OML), responsable de la programación mensual de actividades, la gestión de incidencias y el control del stock de los almacenes. Desde el año 2015, se han llevado a cabo intervenciones significativas para mejorar la fiabilidad del sistema, incluyendo un detallado registro de las actividades mensuales.

Se observa que la mayoría de las incidencias ocurrieron en las plantas de ósmosis y en los pozos, debido a su complejidad y a la exposición a los rigores del clima desértico, que afectan tanto a los sistemas eléctricos como hidráulicos.

Se ha mantenido la calidad del agua distribuida dentro de los estándares establecidos, y no se han reportado brotes epidémicos graves, lo cual es un punto positivo. Se reconoce la necesidad de continuar revisando y optimizando el plan, así como de involucrar a la población y mejorar las condiciones laborales del personal técnico.

Los análisis microbiológicos se realizan en el Laboratorio Central del MIAMA (más de 900 análisis en 2016), así como las determinaciones de control de las plantas de ósmosis (conductividad, sales disueltas) y el control de la calidad de la red de abastecimiento (cloro residual).

Los análisis del resto de parámetros físico-químicos se realizan en laboratorios certificados de España, tras un adecuado proceso de conservación y transporte de las muestras.

Como resultado de estos trabajos, se puede concluir que la calidad fisicoquímica de los pozos de abastecimiento no ha variado apenas en los últimos años con respecto a los valores base recogidos en trabajos previos.

No se conoce en detalle la situación del nivel freático. El nivel freático se refiere al plano subterráneo donde la saturación de agua en el suelo es completa. Este nivel es crucial en la hidrología, ya que afecta la estabilidad del suelo, la calidad del agua subterránea y la disponibilidad de recursos hídricos para diversos usos. Su variación está influenciada por factores como el clima, la geología y las actividades humanas, y su gestión adecuada es fundamental para la conservación y el uso sostenible del agua subterránea.

Los pozos poseen menos caudal en verano que en invierno.

Hay un problema evidente con la disponibilidad de pozos. Una solución alternativa sería la excavación de pozos más profundos en áreas donde actualmente no hay acceso al agua. Realizar esta acción en lugares donde ya existen pozos poco profundos podría tener efectos contraproducentes, ya que podría disminuir el nivel freático. Por lo tanto, para evitar este problema, sería necesario implementar la excavación de pozos profundos en áreas donde no hay presencia de pozos existentes. Además, para llevar a cabo esta medida, sería imprescindible obtener las autorizaciones correspondientes de las autoridades argelinas.

Una forma de posibilitar la ósmosis inversa sería hacer más pozos. Realizarlos sin un estudio de la situación del nivel freático, no es algo prudente. Sin embargo, sería importante considerar el proyecto de la apertura de un pozo en Smara junto al puesto fronterizo de Auserd, para reducir la dependencia del agua procedente de El Aaiún. Ese aumento de la disponibilidad de agua daría más capacidad para la ósmosis inversa.

Se podría explorar otra alternativa consistente en clasificar el agua según su uso, asignando el agua tratada por ósmosis inversa al consumo humano, mientras que el agua no tratada, también conocida como «agua bruta», se destinaría a otros fines. Sin embargo, esta estrategia conlleva desafíos en el sistema de distribución del agua.

La gestión del agua en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf es crucial para asegurar condiciones de vida adecuadas. Recientemente, intenté contactar a ACNUR y Cooperación Española para obtener esta información sobre su papel en la gestión del agua, el presupuesto asignado y la colaboración con las autoridades locales. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha recibido respuesta por parte de ACNUR ni de Cooperación Española.

08. Los que trabajan en ACNUR todos son expatriados. ACNUR da financiación a las otras organizaciones no gubernamentales. Yo trabajé en …….. dentro de los campamentos.Tenemos pequeña financiación para gestionar el servicio de agua en el campamento de Bojador. La gran financiación la hace ACNUR a la organización española Solidaridad es la encargada de implementar y gestionar el sector de agua en los campamentos. No está financiando el ministerio de Medio ambiente y aguas .

Fuentes:

AECID. 2015. Memoria de actuación 2015. Campamentos de población refugiada saharaui. Disponible en: http://www.aecid.es/ Centro-Documentacion

Vivar, M., Pichel, N., Fuentes, M., Martinez, F. 2016. An insight into the drinking-water access in the health institutions at the Saharawi refugee camps in Tindouf (Algeria) after 40 years of conflict. Science of the Total Environment, 550 (2016), 534–546.

https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2016.01.113

García, R., Blanco, R., Anta, J., Naves, A., & Molinero, J. (Fecha). Plan de seguridad del agua en los Campos de Refugiados Saharauis en Tindouf (Argelia) [Water safety plan at the Saharawi refugee camps in Tindouf, Algeria].

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