Por Ana Stella (@anaqtella)
Madrid (ECS). – En una jugada digna de los mejores guionistas de ficción política, varios medios marroquíes han salido a celebrar a bombo y platillo el supuesto cierre de la oficina del Frente Polisario en Damasco. ¿La prueba? Una foto de la puerta cerrada de… una academia de idiomas. Sí, lo leyeron bien. No una embajada, ni una oficina diplomática. Un centro de formación en informática e inglés.

El cartel lo deja claro: «S.C.L.I – Club de Estudiantes de Idiomas e Informática». Pero parece que a los medios marroquíes les da igual si en la puerta dice “clases de ICDL y contabilidad básica”, ellos ven conspiraciones «separatistas» donde hay cursos vespertinos de Excel.
Lo más curioso es que no hay ni rastro de un comunicado oficial sirio, ni en la agencia estatal SANA, ni en ningún canal institucional. Todo el ruido proviene de fuentes marroquíes que se citan entre sí como en una reunión de vecinos contando rumores.
Ahora bien, si Siria hubiera cerrado una oficina del Polisario —cosa que, insisto, hasta ahora nadie en Siria ha dicho— tampoco nos debemos sorprender.
Estamos hablando del actual gobierno de transición liderado por Abu Mohammad al-Julani, sí, el mismo que hasta hace poco era jefe de Hayat Tahrir al-Sham, el reciclaje sirio de al-Qaeda, y con vínculos con ISIS. En ese contexto, ¿de verdad nos parece extraño que un gobierno con ADN yihadista cierre una oficina de la RASD, un movimiento laico, progresista y que ha denunciado el terrorismo en múltiples foros internacionales? Para Julani y compañía, tener a los saharauis por ahí hablando de autodeterminación y lucha antiterrorista es, sencillamente, mala prensa.
